Partida Rol por web

Tanque camina despacio hasta quedar a una distancia media entre los agentes y la casa. Luego escucha lo que de dicen y asiente.

Se mira la mano donde esta la granada como sorprendido, y con un gesto facial que indica pretendía llevar a pensar que ni sabia que sabia que llevaba una granada en la mano, la lanza hacia atrás con parábola al tiempo se deja caer al suelo y se pone las manos en la cabeza.

Nota, desde la fresca y picante hierba, como unas botas empiezan a andar.

Fuera de su campo visual la granada toca suelo y luego rueda, era una granada cegadora. Con suficiente potencia cómo iniciar el infierno que dará cobertura a que sigan a sus amigos.

Y con la capacidad de rodar unos segundos y darle tiempo a tirarse al suelo.

Penso para si.

Me voy a pelar el culo con las llamas. Santo dios. 

En cuanto vi salir la granada de la mano de Tanque, por pura inercia me escondí detrás de la escueta pared que me separaba del salón. Si todas aquellas granadas explotaban, la pared apenas representaría un mínimo escudo, pero, cuando ves una puta granada volar hacia ti, lo último que piensas es en algo racional.

Apreté los dientes y el subfusil contra mí esperando la explosión, pensé en lo tonto de la misión, en las juergas que me quedaban aún por correrme y en los tiempos pasados, cuando todo parecía más sencillo. Mi vida pasó por mi mente en apenas 1 segundo, mientras la puta explosión se hacía rogar.

Tanque se giró y lanzó la granada contra las que había dejado atrás y en ese momento vio como Susurro se parapetaba en la pared del salón, no le había hecho caso y ahora ya era tarde. Se volvió para tirarse al suelo mientras se llevaba las manos a la cabeza para protegerse de lo que iba a ocurrir pero algo le impactó en el hombro derecho y sintió un agudo dolor que le impidió terminar de levantar el brazo, al menos el disparo había llegado tarde.

Susurro cruzó la mirada con Tanque, sus ojos decían: "Una mierda te voy a dejar solo, yo te cubro". No fue consciente de lo que quería hacer su compañero hasta que la granada aterrizo a poco más de un metro, dio un paso atrás y el fogonazo lo dejó ciego pero escucho el principio de la detonación de destrozó su cuerpo y la entrada de la casa.

Cables había revuelto las habitaciones de la planta superior pero no había encontrado lo que quería. No estaba dispuesta a morir y cuando escuchó la explosión aprovechó para saltar por la ventana hacia el jardín trasero y saltar el muro que la casa de la parcela vecina. Corriendo agachada llegó hasta la calle paralela donde levantó una tapa de alcantarilla y se sumergió en las cloacas en busca de la reja por la que habían entrado.

Lo que siguió fue todo lo que estaban intentando evitar, Tanque fue arrestado y acusado de otro asesinato, además de terrorismo por la explosión en la sede de Cybertech. Digamos que llegó bastante malherido debido el "intento de auxilio" de los cuerpos de seguridad de la Megacorporación para sacarle de la zona de la explosión.

Cables hizo lo que no quería, dejar atrás a su amiga muerta y recoger lo que pudo a toda prisa para huir de Megayork. No sabía dónde, pero sabía que sería para siempre y que su vida sería una huida constante a partir de ese momento.

Virus y Susurro fueron sólo dos terroristas muertos en el asalto y asesinato de Michael McKenzie.