Partida Rol por web

Pongo la mano en mi rostro oculto y niego con la cabeza....esto va de mal en peor...al ver que piden refuerzos busco con la mirada una salida por donde podamos escapar, estaba claro que aquello no iba a salir bien para nosotros si venía toda la guardia real.

¡Ladrones! Es el anillo del rey- exclama al ver el anillo que exhibe Casio. Entregadlo de inmediato si queréis en verdad resolver esto de manera pacífica.

Justo en ese momento regresan a la taberna el otro soldado, que desenvaina al ver el tenso ambiente, y Tas, quien se escabulle entre las mesas.

“¿El anillo del rey?” parece que Casio podría negociar una salida pacífica. Conocedor de la astucia y experiencia del elfo,  ahora jugaban en equipo, incluyendo a la ladrona que acompaña a Casio. Siath empieza a comprender que o van a salir tranquilos, juzgados o se abrirán paso a espadazos. - Tranqui...la - ahora sabía que su acompañante era una mujer mono - pagasste por protección y cumpliré con mi trato. - le comenta con tono seguro, se gira hacia Montemayor y le dice - No morirá.

Viendo que todo se había desmadrado, no pierdo el tiempo y atacó al guardia más cercano, abriendo en él un tajo con mi nueva falcata lemuriana.

Ya no saldríamos de allí negociando.

Master, dame paso cuando me toque, para no hacer metagame

El guardia reacciona rápido y el tajo solo es superficial, saca su enorme espada y contraataca a Casio tratando de atravesarlo. El tipo es más fornido de lo que parecía en un principio, y su espada tiene las dimensiones de una espada a dos manos con doble filo y hoja recta, pero la maneja con soltura a una mano. No media palabra, simplemente ataca.

Veis que Montemayor, estoque en mano, ataca a Mitev.
 

La mujer mono da un trepidante esquiva el estocazo y da salto sobre una de las mesas con lo que logra alejarse del viejo al tiempo que da una patada a una jarra de cerveza para distraerlo.

Al ver que la enorme arma viene hacia mí, doy un giro apartándome y aprovecho el impulso para blandito la falcata de lado a lado y volver a cersenar a mi rival.

Demasiado lento.  Vamos... Que me vuelvo viejo!

Siath desenvaina ambos sables en un raudo movimiento. Parece que Mitev es muy ágil, pero Siath no va romper su acuerdo y está dispuesto a protegerla. "Me contrató como guardaesspaldass". Ante el ataque de Montemayor, el espadachín atlántido no se va quedar de brazos cruzados y se lanza al ataque sobre Montemayor:

- ¡Esstúpido humano... tú lo hass decidido!

"Ya se ha ido todo al garete..." piensa Solus mientras se levanta enarbolando su bastón, lanzando al aire cánticos guturales al tiempo que en la punta de báculo comienzan a formarse llamas.

- ¡Que nos lleven los infiernos! ¡Jajajajajajaja...! -dice lanzando sendas bolas de fuego en dirección a Montemayor

Saco mis armas rápidamente al ver el alboroto, veo al guardia atacando a Casio y me lanzo hacia él por la espalda con mi Daga y a continuación con el estoque.

Con todos mis compañeros con las armas en alto, hago un suspiro profundo y salgo del escondrijo con un perol de latón chapado en oro y un cucharón muy brillante... dando golpes lo más fuerte que mis manitos pudieran dar... Intentando hacer el mayor estruendo posible para desviar lo máximo posible la atención de los guardias de la pelea, para intentar que fallaran los golpes e intentar también que mis compañeros no derramaran más sangre...
Me subo encima de un taburete y de el, a la barra... voy vociferando mientras que doy golpes... TON... TON... TON... ¡Vale... TON... TON... TON... Ya habéis demostrado quien es más fuerte TON... TON... TON... y os habéis u os vais ha hacer daño!... TON... TON... TON... ¡Basta por favorrrrr...! TON... TON... TON...

Tas va medio desnudo... La ropa la tiene echa jirones...

Siath toma desprevenido a Montemayor y le hace un profundo tajo, aunque no mortal, y justo después sus ojos se iluminan, sendos proyectiles vuelan hacia él. Se trata de las dos bolas de fuego de Solus, que lo incineran. Lo veis arder, gritar y desvanecerse, convertirse en esqueleto todavía tambaleándose en el suelo y finalmente consumirse. Arde como una vara de incienso que se pone al rojo tras la llamarada y después se consume en ceniza sin dejar ascuas.

Por su parte el guerrero no tan fornido, que había junto a Montemayor, al ver la destrucción y verse en inferioridad, trata de pasar entre Siath y Mitev y correr hacia la puerta. Al hacerlo trata de apartarse a Siath con su rápida espada, dando un golpe al aire mientras salta, que Siath esquiva con velocidad sorprendente.

Mitev, al ver cómo muere Montemayor grita:

Jajajaj, parece que me rodeé de la gente adecuada. Rápido, matémoslos y vayámonos de aquí. Habrá que adelantar los planes.

Por su parte, el más fornido, tras recibir el araque de Cyna, realiza sendos ataques a Cyna y Casio.

El ruido que hace Tas con la cacerola se pierde en el fragor del combate y el hombre ardiendo, aunque ciertamente uno de los soldados lo mira de reojo y enarca una ceja de asombro o extrañeza y vuelve al combate.