Elías le miró a los ojos y una chispa de esperanza se encendió dentro de él. Aún así, necesitaba saber.
- ¿Qué hacías allí, Verónica? ¿Por qué le entregaste a Jacobo?
-Porque tuve que hacerlo. Verás, Jacobo... Es complicado. Hace tiempo que sabemos que habría alguien muy poderoso en Madrid. Despertaría, como decís vosotros. -Verónica esbozó una sonrisa-. Creo que ya sabes lo que puede hacer. Está muy iluminado porque tiene un Genio superior. Muy, muy poderoso. Y también muy, muy peligroso.
Verónica tragó saliva y se puso un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Jacobo debe ingresar en la Unión. Es lo mejor para todos. Por sí mismo, lo más probable es que acabe destrozado por sus propios intentos de dominar su genialidad. O de acabar convertido en un Merodeador.
Elías negó con la cabeza.
- Me da igual. Quiero saber por qué... me engañaste. Por qué abusaste de mi confianza y la de los Coristas. Eres el enemigo, Verónica. Eres el enemigo y quise al enemigo. Quiero saber por qué te implicaste. ¿Todo por hacer daño? ¿Por qué me mentiste? ¿Por qué dijiste que me echabas de menos cuando me fui a Galicia? ¿Para qué me enseñaste sobre la fe y el Uno?
Se levantó.
- ¿POR QUÉ COÑO ME ENVENENASTE CON TUS MENTIRAS, VERÓNICA? ¿EH? ¿POR QUÉ JUGASTE CONMIGO? ¿POR QUÉ?
Verónica no dijo nada hasta que empezó a gritar. Entonces ella se puso en pie y también gritó:
-¡PORQUE TUVE QUE HACERLO! Es mi trabajo, Elías. ¡MI TAREA! ¿No recuerdas cuando te expliqué que quería sanar el mundo? ¡Era la verdad! Entonces pensé que mi camino era el de los magos de las Tradiciones, pero estaba equivocada. ¡No os estais ayudando en nada! ¿De verdad crees que allí fuera hay un Dios que te otorga poderes? ¿Que justifica todo lo que haces? ¿Que te ayuda? El único que puede ayudarte eres tú... abandonando esa vida.
La Tecnócrata bajó la voz, temblando.
-Me lavaron el cerebro en aquella iglesia. Tal y como hicieron contigo en el Opus Dei, ¿o no? Y, ¿no descubriste la verdad poco después? Pues eso me pasó a mí. Vi la verdad. Los únicos que realmente ayudan al mundo son los miembros de la Unión. ¿Tu Dios? ¿Tu Uno? ¡Es una mentira! Nada de eso existe. Sólo terrorismo de la Realidad. Sólo engaños. Elías... ¿no te das cuenta?
Elías abrió la boca para decir algo, pero la cerró lentamente. Era cierto. Dios no existía. Lo había visto en Etiopía. Tenía la certeza de que nada existía. Si Dios, el Uno, o Alá existieran, ya habrían contribuido a salvar este mundo podrido. Un mundo roto, con inmundicias hasta en la misma calle de Madrid. Es cierto que en la iglesia nunca habían hecho nada por mejorar las cosas. Las hermanas se preocupaban en hacerse daño y en meditar en su hueco de la Umbra. Y los padres... Tan sólo estaban. Pero nadie se preocupaba por los demás. Sólo Verónica y él. Ni siquiera Pablo, que estaba más preocupado por sus chaquetas y sus amigos que por los demás.
Era verdad. Elías también quería sanar el mundo, y no le dejaban. No sabía si era un razonamiento desesperado de su cerebro para estar cerca de Verónica, pero ahora lo veía claro. Dios no existía, ni los milagros. Ni siquiera existía ya su fe.
- Verónica... - La abrazó. Necesitaba sentirla. - No... ¿No habrá lugar para mí?
-Siempre hay un lugar para Iluminados en la Unión -respondió ella devolviéndole el abrazo-. Elías, estás perdido, tan perdido como lo estabas cuando te encontré. ¿Verdad? Pero yo te ayudaré. Sé que el cambio es complicado. Sé lo que es ver tus creencias desmontadas una a una. Duele, duele mucho. Pero créeme, en la Unión estarás mucho mejor. Nosotros estamos creando una nueva realidad para todos. Estamos mejorando lo presente, ayudando al mundo.
A Elías le llegó la imagen de Jacobo achicharrándo a los tres agentes de la Tecnocracia en el metro. Lo vivió como si estuviese presente de nuevo.
También vio imágenes de Etiopía, su despertar. Al Padre Agustín aullando por la pérdida de visión. A Dalila, herida intentando luchar por la libertad. Las propias palabras de Verónica en el pasado:
-Los Tecnócratas quieren que todo el mundo piense lo mismo, todos moviéndose en la misma dirección al mismo tiempo, parpadeando al unísono. Quieren que la gente siga dormida. Odian al Uno y a lo que representamos.
Volvió a la Parroquia, a escuchar los sermones del Padre Constantino. Sintió los dedos bondadosos de Sor Lucía curándole las heridas. Recordó el tiempo de felicidad en comunión con sus hermanos de Tradición, compartiéndolo todo. Compartiendo el camino a la Iluminación.
¿Qué era la Verdad? ¿Cuál era el verdadero camino hacia ella?
Elías recitó las mismas palabras que ella dijo un día.
- "Los Tecnócratas quieren que todo el mundo piense lo mismo, todos moviéndose en la misma dirección al mismo tiempo, parpadeando al unísono. Quieren que la gente siga dormida. Odian al Uno y a lo que representamos." Eso me dijiste cuando me hablaste de la Tecnocracia.
Suspiró, cerró los ojos, y cuando volvió a abrirlos, estaba rehecho.
- Lo siento, Verónica. No voy a abandonar a la gente que ha dado parte de su cuerpo por mí. Quizás están perdidos y no conozcan el camino, pero el sufrimiento y la dificultad es parte del camino. No serás mi Eva. No serás mi serpiente. No me tentarás para cambiarme de bando.
Se separó de ella.
- No voy a abandonarlos. Yo he elegido bando. Me quedo de parte del Uno. Tú has elegido el tuyo. Eso nos convierte en rivales, supongo. Eres libre de matarme ahora.
-Elías, cuando dije eso no sabía nada. Estaba tan atontada por la propaganda de las Tradiciones que no... ¡Nosotros queremos Ascender a la gente! No queremos que se queden dormidos, queremos que Despierten... Pero no como lo haceis vosotros. Eso es terrorismo.
Las palabras de Elías parecieron herirla cuando le dijo que le matase.
-¿Matarte? ¿Estás loco? No sería capaz de hacerte daño, imbécil. No has entendido nada.
Verónica se puso de pie y se alisó los pantalones.
-Lamentablemente, no se me permite hablar con el enemigo. Y no quiero tener que enfrentarme contra ti. Así que ven conmigo.
Elías agitó la cabeza.
- Eres despreciable. Has intentado controlarme mentalmente. Vete. Eres una mentirosa. No me aprecias. Vete antes de que me plantee tumbar esa capilla Tecnocrática contigo dentro.
No había nada peor que un hombre despechado.
Verónica se enfadó. Consigo misma o con Elías, o puede que con ambos.
-¿No entiendes que lo hago por ti? ¿No entiendes que te quiero? ¡VEN CONMIGO!
Su orden sonó poderosa en principio, pero se volvió contra ella. Recibió un golpe de una fuerza invisible en la cara y cayó de espaldas, sangrando por la nariz. Aturdida, miró a Elías con lágrimas en los ojos. Cuando quiso decir algo, no pudo. No tenía voz.
Sí. Esa había sido la prueba. La chispa de la fe de Elías volvió a arder con fuerza. Se acercó lentamente a Verónica, y la miró desde arriba, desafiante.
- Eso, Verónica, eso ha sido el Uno. El Uno que te devuelve el favor. No has podido con mi mente, teniendo un poder superior al mío. Esa Orden lo único que ha hecho es utilizarte, como tú pretendías hacer conmigo. Me das pena, Verónica. Eres un juguete roto. Yo sí te aprecio, y por ello, voy a olvidar dónde está tu capilla. Dejaré que te destruyas sola. Dejaré que te destruyan. Porque ahora, ni yo ni el Uno estaremos ahí para aliviarte.
Le miró a los ojos, por última vez, sólo por un instante.
- Que Dios te bendiga.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar de vuelta a su casa. Quería dormir y terminar con aquel día extraño.
The thin darkness here
Not strong enough to make you appear
(Strong enough to make you appear)
I once changed my style
They said hello I said goodbye
(They said hello I said goodbye)
I once played a role
I was out there marketing my soul
City of glass that I live in
Coldness from my brothers skin
I trusted you, you lied
It's all I hear a fucking lie
Don't give a shit it's over now
It's all I know you broke the vow
I trusted you, you lied
It's all I hear a fucking lie
Don't give a shit it's over now
It's all I know you broke the vow
The thin darkness here
Not strong enough to make you appear
(Strong enough to make you appear)
I once changed my style
They said hello I said goodbye
(They said hello I said goodbye)
Truth is I have seen it come
Seen the ghost of the sun
Can't have it undone
Truth is I have seen it come
Seen the ghost of the sun
Can't have it undone
In time we all call out for relief
See two lovers meet
Pass you on the street
I trusted you, you lied
It's all I hear a fucking lie
Don't give a shit it's over now
It's all I know you broke the vow
Katatonia - Ghost of the sun