Los PJ no han hecho una puta mierda.
Día 12 de noviembre de 1922, Boston.
La pareja de investigadores privados, Charle Maxllow y Elisabeth Hall, son invitados a pasar un fin de semana en la nueva casa de la playa de su buen amigo James Kirkwood en Greenfield. Por ello y dado a que no se menciona otra opción por parte del DM y se descartan las otras propuestas de los protagonistas, viajarán en tren.
Ya en el tren descubren que no hay compartimentos libres para los dos y por mucho que negocian con una monja competitiva y con un extraño sentido del humor, Sor Tormento, no logran intercambiar sus asientos y lo mismo pasa con el extraño hombre con el que tiene que compartir compartimento Elisabeth, el señor William. Un tipo nervioso que abraza una copia del libro Guerra y Paz.
Por ello se encierran en el compartimento de la monja impidiendo que ésta regrese a su interior. Sor Tormento acude con el revisor a su compartimento y Charles comienza a hacer ruidos obscenos con las manos imitando un coito. La monja de escandaliza y el revisor trata de coaccionar nombrando un hacha para que abran a lo que hacen caso omiso y finalmente la monja se va a tomar té.
Antes de la hora de la cena, un tipo repeinado irrumpe en el compartimento que el neurótico y asustado William comparte con Elisabeth y pide disculpas alegando un error y se marcha. Nadie le da importancia.
Llega la hora de la cena y William decide no cenar. Tras una serie de competiciones atléticas y tras vencer a la monja, Charles logra poder elegir mesa a la hora de la cena y durante la misma parlotean con un simpático vendedor de paños de cocina, que no paños para la regla, (eso es una guarrada). Resulta ser el señor Robert Powell, el mismo que irrumpió en la estancia de Elisabeth antes de la cena.
Una vez regresan a sus compartimentos tras la cena, cada uno al suyo, en ésta ocasión la monja ha sido más rápida y ya está en su asiento asignado, Elisabeth se da cuenta de que William no está y eso le importa un rábano a Elisabeth, ya que se pone a dormir.
Durante la noche, el revisor entra en el compartimento de Elisabeth, pero ella sigue con sueño y no le da importancia. Lo mismo pasa cuando el revisor entra en el compartimento de Charles y Sor Tormento, los cuales enfadados le expulsan de allí y luego... duermen...
Las horas pasan... y pasan más horas. Todos roncan...
Al despertar la monja le dice a Charles que anoche vio al revisor transportar un cuerpo hacia el fondo del tren y Charles sale a investigar y no investiga una mierda...
Llegada la hora del desayuno, Charles y la monja en camisón compiten por llegar primero al comedor y gana la monja. El Marcador está en 1-1, pero Charles da la vuelta al partido regresando al compartimento y vistiéndose con el hábito de la monja. En el momento en que se sienta de con esas pintas frente a la monja, se la gana para siempre.
Allí, Elisabeth comprueba como su marido está haciendo el tonto y también percibe como Vincent el revisor esta cuchicheando nervioso con Powell... Y a nadie le importa lo más mínimo.
Una vez han desayunado, Elisabeth regresa a su compartimento y duerme más. Es una mujer con sueño y Charles y la monja hablan del pasado futuro. Muy interesante todo.
Al despertar Elisabeth localiza el libro Guerra y Paz bajo la cama de William. Al abrirlo encuentra una extraña nota y una piedra en un falso fondo entre las páginas. Se dirige al compartimento de su marido y la monja lee la nota y coge la piedra. Entonces la lanza sorprendida y dice que ha palpitado. A patadas la sacan al pasillo. El revisor la ve, la coge y sale corriendo contento hacia el salón.
Los tres investigadores van al salón y Robert está hablando feliz con Vincent y al ser preguntados por el motivo de su felicidad, dice Robert que es debido a la llegada a Greenfield: ¡por fin podrá vender sus paños de cocina!
Respuesta adecuada por los que todos se bajan del tren y allí está el amable James Kirkwood en su coche para acompañarles a su casa y gozar de un genial fin de semana...
- ¿FIN? -