Partida Rol por web

- ¿Entiendes algo? - Le preguntó a Alaraz. 

Él negó con la cabeza. Aquel artilugio era algo incomprensible para él. No iba a sacar nada en claro de aquello y únicamente le iba a hacer perder el tiempo. Un tiempo que por otra parte era muy escaso y por lo tanto valioso. El grupo de saqueadores les llevaba ventaja y tenían que darles caza y conocer al fin sus intenciones.

- Debemos seguir avanzando. - Dijo entonces dispuesto a reemprender la marcha.  - Si no sacamos nada en claro, continuaremos. - Manifestó sus intenciones.

"Hmmm... más o menos. Por ahora parece que estas cosas son importantes, me las quedaré por si son necesarias." - Recojo las tarjetas y me marcho con Thath.

Al llegar se verá las palancas de puesta en marcha de los vehículos destruidas. Pero falta la locomotora de delante.

Thuka no está.

Si había tres locomotoras con forma de flecha, una no está y las otras dos les han roto la palanca de arranque.

¿ Que hacer?

- Nada podemos hacer para poner en marcha los vagones... - Dijo fastidiado Thath. - Nos la han jugado bien...

En ese momento se percató de que Thuka no estaba con ellos. ¿Dónde diablos, nunca mejor dicho, se había metido esa desconfiada mujer? 

- ¿Thuka? - Preguntó en alto. - Y si ella es... - Dijo con un sururro pero no completó la frase, sino que la pensó. - ...la traidora. No es la primera ve que pienso en ello. Cada vez estoy más convencido de ello. 

Se acercó a los vagones y los miró con desprecio. Aquel invento les iba a impedir lograr si objetivo. Caminando llegarían tarde, muy tarde a dónde quiera que el destino les estuviera guiando. Pero fuera como fuera, tenían que seguir.

- ¿Seguimos a pie? - Le pregunto a Alaraz.

Al llegar se encuentran  nuestros aventureros. Los trasportes saboteados y que falta la compañera. Y uno delos vehículos.

Aquel lugar huele ha cerrado y a algo parecido a una herrería. Las luces si estáis quietos un rato se apagan solas y al moveros se encienden de nuevo

¿ Que hacer pronto saldrá " el fenix" y helara todo?

- Huele a... - Frunció el ceño. - ... herrería. - Afirmó preocupado.

Recordó entonces a Hedrum. Aquella maldita bruja le sedujo hace años cuándo se encontraba en aquella herrería de la aldea del Cuerno. Aún recordaba como aquella bruja helada estaba muy caliente por dentro. Dieron rienda suelta a sus más bajos impulsos aquella noche y luego... Luego Hedrum desapareció en las montañas. 

¿Y si era cosnde Hedrum lo de las luces? Que se apagaran y se encendieran mediante el movimiento no podía ser otra cosa que magia. ¿Sería obra suya? ¿Qué tenía que ver Hedrum en todo aquello? ¿Y el anzano de la pecera?

- ¡Basta! - Gritó angustiado. - ¡Necesito un maldito trago! 

Sacó entonces una botella de su mochila. Se trataba de una botella de licor de cereza que compró a un hombre de iracunda barba en una Abadía situada en la población de Puente Galeon, sobre el río Gaelon. Aquella botella erankuy buena consejera. 

Le dio un buen trago.

- ¿Qué debemos hacer? - Le preguntó convencido a la botella, pero no respondió. - No sueles responder. - Gruñó. 

Miró entonces a Alaraz. Estaban solos en eso. Thuka, si compañera, había desaparecido y pronto el Fénix saldría a helarlo todo. Curioso, cuando los Fénix por definición eran aves de fuego, aunque ese podía ser de hielo. ¿Porqué no?

- ¿Podrías arreglar uno de los transportes? - Le preguntó a su compañero. - No veo otra forma de alcanzar a nuestros rivales...

"Podriamos empujar y que la misma fuerza nos llevase adelante. Nos subimos en movimiento y dejemos que nos lleve a nuestro destino..." - Dije mientras inspeccionaba las palancas por si se podían volver a unir. - "...hmm... debímos haber desistido cuando intentaron envenenarme. Esta misión nos supera."