Motivo: Feroz
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+1)=2 [1]
Aparentemente por mucho que lo intento no pudieron cargar con dos botellas a la vez.
La misma tirada dif 4 para ver si puedes con una.
Motivo: ¿Una?
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+1)=6 [5]
Sin embargo al restarle un peso, Hontza aún podía operar el cubo con una botella y también con Pérez adentro. Afortunadamente pudo despegar del suelo con su carga, por lo que los animales podrían llevar a cabo su cometido... o quizás no. Todo depende de como jueguen sus cartas. De momento no ha cambiado en nada la situación en el exterior.
Pueden tratar de buscar algo mas en el almacen si así lo desean, pero sería una tirada 1d10 dif 9. De lo contrario pueden ir ideando su plan de ataque jaja
Pérez, cuando comprobó que Hontza sudaba la gota gorda y que aleteaba como una loca sin conseguir alzar el vuelo, tiró del cubo una de las dos botellas que habían metido, y como si hubieran soltado lastre en un globo montgolfier, subieron por los aires y se dirigieron hacia los cercanos hornos.
-Ponte a la altura del de en medio. Tú eres la cazadora, así que tendrás el instinto más desarrollado para saber cuándo es el momento adecuado para arrojar la botella. Imagina el horno como si fuera tu cena, regordeta y con pelitos por todas partes, con unos ojitos brillantes y curiosos, incapaz de pensar que, implacable, la muerte le llega del cielo -dijo en un in crescendo, en el que el tono de voz de Pérez fue ganando en intensidad-. Tú puedes, Hontza. Tú puedes. ¡Hontza!¡Hontza!¡Hontza! -jaleó.
Tirada oculta
Motivo: Destino
Tirada: 1d10
Resultado: 9 [9]
Los dados están arrojados uwu
A por el desenlace final chicos.
Y cuando llegó el momento, tumbado de espaldas en el cubo, proyectó la botella con sus patas, los músculos en tensión, puro queso endurecido.
-Por nuestra brujaaaaaaa -gritó.
Motivo: Cóctel Molotov
Tirada: 1d10
Dificultad: 6+
Resultado: 7 (Exito) [7]
Definitivamente con dos botellas no íbamos a ir a ninguna parte y pronto solté el asa del cubo y negué con la cabeza.
- Así no vamos a ir a ninguna parte.
En cuanto sólo hubo una botella dentro, pude llevar a Pérez también, por lo que sin duda, esto estaba bastante mejor.
- Así, sí. Esto ya es otra cosa. - Dije satisfecha.
Luego el roedorcillo empezó a hablar de cosas peludas con ojitos brillantes y pensé en que cuanto antes termináramos antes podría cenar.
- Venga vale. Me gustan las cositas peludas. Pienso darme un atracón cuando salgamos de aquí.
Con los ánimos subidos debido a la rata más dicharachera de todo el bosque, comencé a volar rápidamente hasta el horno en cuestión y en cuanto vi que estábamos en el punto, avisé a Pérez.
- ¡Ahora! ¡Bomba vaaa!
En cuanto soltásemos aquello íbamos a tener que salir de allí cagando leches.
Motivo: Tirada conjunta
Tirada: 1d10
Resultado: 6 [6]
El ambiente era festivo y no menos espectacular, después de todo se habían librado de la desertora que llevaba oculta bajo sus narices durante mucho tiempo, pero debían tener algo de cuidado, después de todo el cazador de brujas era bien conocido por ser demasiado recto, y podría acabar con ellos por ser conocedores de magia también, pero no obstante parecía estar mas interesado en beber que en tratar de ir a por sus cabezas. Tras esto seguramente cobraría y se iría a por otro trabajo para que si es oportuno nunca mas tuviesen que verlo de nuevo. O al menos eso pensaba el gran maestro de la orden de magos reclusos del bosque. OdMRdB para resumir.
O así debió haber sido.
- ¡Mirad! - Exclamo un aprendiz.
Surcando el cielo nocturno, un ave que a duras penas se podía ser distinguida debido a la oscuridad comenzó a sobrevolar las mesas, por unos momentos todos los presentes comenzaron a vitorear, aplaudir e incluso algunos chiflaban. ¿Como fue que alguien adiestro a una lechuza o un búho para que cargue una cubeta? Esa fue una pregunta que nadie podría responder. No porque no pudieran analizarlo, pensarlo y descifrar cual era el truco, sino que, ya estarían muertos cuando se dieran cuenta.
- ¡Ahora! ¡Bombas vaaa!
- ¡Por la bruja!
Por unos momentos tanto el cazador de bruja como el gran maestro abrieron los ojos como platos cuando escucharon a los animales hablar, quizás fue su mente jugando con ellos en su amargo e inminente final.
- ¡Maldita bruja!
- ¡Son familiares!
Gritaron al mismo tiempo y entonces...
Para entender lo que había pasado hay que remontarse hasta una semana atrás, cuando un aprendiz la cago en su clase de pócimas y para arreglar su error y no lo regañen tomo una botella de mana puro y la uso a escondidas en la noche. Sip. El muy vago se le olvido guardarla y para deshacerse de la evidencia simplemente le cambio la etiqueta, la dejo en la bodega y se olvido del asunto, en lo que desencadeno uno enorme y colosal explosión.
¿Por favor? ¿Es que acaso no sabían que el mana es inflamable y volátil? ¿Que fue de los animales preguntas? ¡Que diablos sabré yo! Pero en resumen esa es la historia de como me comprometí con su madre, ahora niños voy a comprar, por favor, les suplico, no destrocen nuestro trofeo, pues ya saben es el único recuerdo que tenemos de ese día.
R.I.P. Raven.
De vuelta al pasado... Hace 6 años atrás justo después de la explosión.
La aldea por completo había desaparecido a vuestros pies, todos los edificios habían sido consumidos por el fuego y ustedes solo se habían salvado gracias a que la explosión impulso hacia arriba a Hontza tan alto como nunca antes había volado, por su parte Pérez disfruto de un viaje turbulento y muy agitado, por pura suerte no salio disparado a otro lugar. Pero contra todo pronostico lo lograron, ambos habían cumplido con su objetivo al fin.
De entre el humo oscuro que se elevaba a vuestros pies una figura fantasmagórica celeste se manifestó. Una figura que ambos podían reconocer muy bien, la bruja que tanto los había querido cuando estaba con vida, en sus manos reposaba la figura espectral de un cuervo que los había acompañado.
- Mis queridos amigos, se los agradezco - Dijo con su dulce voz - Ahora al fin soy libre, algún día nos volveremos a ver.
Y con ello se desvaneció para ya no ser vista nunca mas. Era el comienzo de una nueva era para los animales del bosque.
Ambos superaron la tirada, la mía fue un 9, por lo que si uno de los dos fallaba esa era la tirada que debía superar el otro para que el plan tuviese éxito, pero me derrotaron uwu
Pueden postear su mensaje final, mis queridos y estimados, ¡muchas gracias por haber lidiado conmigo hasta el final! Se los agradezco mucho, también por haber tenido fe en mi pese a ser nueva por la pagina, espero que coincidamos nuevamente algún día, he disfrutado mucho esté mes con ustedes.
Me quedé un poco sorprendida cuando me empezaron a aplaudir y a silbar por ir volando sobre sus cabezas. ¿Es que nunca habían visto un búho? Quizás era que nunca habían visto uno con un cubo, pero bueno, yo tampoco hasta que habíamos emprendido aquel viaje.
- Están locos... - Murmuré mientras yo seguía a lo mío, es decir, tratando de llegar a aquel horno para soltar la botella.
Para cuando se dieron cuenta de que hablábamos ya era tarde, porque ya estábamos soltando nuestra bomba improvisada sobre aquellos hornos y bueno, por mi parte no esperaba lo que sucedió después.
El aire me lanzó hacia arriba y tratando de agarrar fuerte el cubo para no perder a Pérez aleteé lo más fuerte que pude para mantenernos en el aire y no chocar con nada. Para cuando conseguí parar, posé el cubo primero y luego me apoyé en su borde para mirar dentro.
- ¿Estás bien?
En ese momento una especie de destello captó nuestra atención y aleteé feliz cuando vi que era la bruja.
- Te echaremos de menos. - Conseguí decir antes de que se desvaneciera.
Luego miré de nuevo a la rata.
- ¡Lo hemos conseguido! ¡Somos unas máquinas!
A lo que hice un bailecito de la victoria, que se vio tal que así:
- Volvamos a casa, pero antes, voy a cenar, así que date la vuelta si no quieres verme comer a un roedor. - Usé el conjuro para que apareciera una suculenta cena entre mis garras y antes de que se diera cuenta, estaba tragando aquella cena como si fuera el más delicioso de los manjares.
Fue una verdadera montaña rusa. De emociones y físicamente. Zarandeado de un lado a otro en el interior del cubo como si fuera una semilla en una maraca, tuvo el tiempo justo de ver lo que ocurría antes de ser lanzados hacia arriba, como si fueran a alcanzar la luna. Sin embargo, todo acabó rápido y fue sustituido por un plácido planeo que concluyó con el avistamiento del espíritu de la bruja.
-Sí, mejor que nunca -respondió a Hontza antes de acompañarle en su despedida a la bruja-. Hasta siempre, querida bruja. Gracias por tus enseñanzas.
Sí, el conjuro que en su día le enseñó, comprendía más de lo que aparentemente presuponía. La bruja le había dicho que era un hechizo sumamente peligroso y que debería utilizarlo solo con el fin original para el que estaba hecho, abrir y cerra puertas o ventanas o las tapas de conservas y que solo en casos extremos podría ser usado de forma ofensiva. Y que solo en casos sumamente graves, de forma homicida. Y Pérez lo había respetado incluso hasta en el final. Habían tenido suerte y todo había salido según lo planeado, pero en el fondo del pequeño cerebro ratonil pulsaba lo que hubiera podido haber sido su último conjuro de haber fracasado en su propósito. "¡Que se te abra la tapa de los sesos! ".
Finalmente se posaron y Pérez se carcajeó divertido ante el baile de victoria de la rapaz. Y cuando está, hambrienta se zampó lo que parecía una prima suya, volvió discretamente la mirada hacia otro lado y silbó. Solo cuando se oyó un eructo de satisfacción se volvió.
-Ya puestos, podrías conjurarme un buen trozo de queso -dijo al tiempo que le guiñaba un ojo-. Y así, este podría ser el comienzo de una extraña amistad.