Esquivas el primer perro que se abalanza sobre ti, pero no así el segundo. Éste está a punto de morderte en el hombro sin éxito. Ambos caéis, rodáis y, antes de que sus fauces alcancen la piel de tu rostro o cuello, antepones el antebrazo. Sientes el dolor de los colmillos cuando atraviesan tu piel, pero rápidamente la mandíbula del animal queda flácida mientras se aleja emitiendo extraños quejidos.
Los otros perros se lo toman con calma al escuchar los lamentos de su compañero segundos antes de tumbarse inmóvil. Aprovechas este tiempo para levantarte y apartarte de la jauría. En ese momento, hay un fuerte alarido que proviene del almacén. Los perros se asustan nerviosos provocando una estupenda apertura que usas para escapar y reanudar la persecución.
Motivo: Coste de enardecimiento
Dificultad: 1
Tirada (1 dados, se repiten 10s): 8
Éxitos: 1, Éxito
Faltan las tiradas de Enardecimiento que son el coste del poder y con ellas sabemos cuanta cantidad de sangre conviertes en veneno. Tiro yo por ti (he sacado 8) por lo que tu ansia no aumenta.
En cuanto a la potencia del veneno, tienes 5 éxitos que es la dificultad que el perro que te muerda deberá superar.
Considero que, por lógica, llevas el veneno a tus antebrazos (también podría ser los tobillos o pantorrillas pero eso lo dejamos para otra ocasión), hago así porque cuando los perros te ataquen al cuello o cuerpo, será lo que interpongas para que muerdan y se lleven su buena dosis de veneno.
Lo dejo a modo de cinemática. No hace falta que tires pero te lo comento para la próxima.
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El brujo, esquivas el primer perro que se abalanza sobre él, pero no así el segundo. Éste está a punto de morderte en el hombro sin éxito. Ambos caen, ruedan y, antes de que sus fauces alcancen la piel del rostro o cuello del vampiro, antepone el antebrazo. Muestra una mueca de dolor por la mordida cuando atraviesan tu piel, pero rápidamente la mandíbula del animal queda flácida mientras se aleja emitiendo extraños quejidos -veneno-.
Los otros perros se lo toman con calma al escuchar los lamentos de su compañero segundos antes de tumbarse inmóvil. Rápidamente Mikael se incorpora y toma distancia de la jauría. Le sangra el antebrazo.
De pronto, hay un fuerte alarido que proviene del almacén. Más que un alarido, un estruendoso rugido. Los perros se asustan nerviosos provocando una estupenda apertura que el brujo usa para desaparecer. Los perros más cercanos reanudan la persecución mientras que un par olisquean a su compañero caído.
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No dices ni como llego al tren ni como conseguí el billete.
No ha pasado nada. Ahora lo importante es salir de aquí con vida y juntos. Solo nos tenemos los unos a los otros, y solo podemos confiar entre nosotros así que apoyemonos. Somos la coartada del otro si algún día nos atrapan por esta reunión o implicación. Así que colaboremos.