No eres un héroe.
Eres un aventurero: un saqueador, un ratero, un azote de infieles, un hermético hechicero que guarda secretos olvidados.
Buscas gloria y oro, ya sea arrebatándolos con espada o con hechizo, cubierto de la sangre y la inmundicia de los débiles, los ocultos, los demonios y los subyugados.
Hay riquezas en las profundidades y tienen que ser tuyas...
El Botín del Abad es una historia bien conocida por todos los aspirantes a buscadores de tesoros: renegando de las decadentes ciudades de los hombres, un sumo sacerdote condujo a sus seguidores a la foresta en busca de una vida libre de vicio y pecado. Llevaron consigo un gran tesoro de reliquias de valor incalculable: pilas bautismales con grabados de plata y oro, báculos incrustados de gemas, libros litúrgicos encuadernados con planchas de platino y cosidos con hilo de oro, incensiarios de oro forjado, y cinco relicarios sagrados, una protección contra los males que acechan a todo mortal.
Todos los relatos terminan ahí. El Abad y su congregación desaparecieron, y nunca más se les vio ni se oyó hablar de ellos. A día de hoy, ningún buscador de tesoros ha sido lo bastante astuto ni valiente como para regresar con los secretos del Abad de los Bosques.
No es necesario conocer el juego. D&D clásico y simplificado para un pequeño grupo que se anime a mazmorrear, sea de veteranos o novicios. Monstruos, trampas y tal vez alguna puerta secreta...