Partida Rol por web

La noche entraba en su apogeo, a la vez que la mente de los Enanos y de otros mas que bebían se iban nublando, el licor comenzaba a hacer efecto; la gente de la posada se había reunido toda en torno a los forasteros quienes contaban un par de aventuras pasadas, llamando la atención de la gente que ahora era su público.

Las risas fluían, las mujeres de vida fácil no faltaban y el centro de atención eran los cinco héroes recién llegados que prometían a diestra y siniestra que limpiarian los alrededores de Kleine.

El Alcalde se sumaba a la celebración, llegaba con un par de hierbas, matas, hojas, ungUentos*, frascos y otras cosas que resultarían inservibles para Gáldar, a quien se las entrega. Sin embargo, de todo loq ue había traído el Valum, alcanzaba para crear tres pociones curativas.

La larga noche pasaba y el amanecer de un nuevo día llegaba, poco a poco despertaban los héroes y bajaban a la primera planta, donde los esperaba Valum, VientodeHalcón y un sujeto que no habían visto de la noche anterior, se presentaba como Thomas.
En la mesa había queso, pan fresco y caliente, embutidos, aguamiel, jugo de fruta de temporada, frutas, nueces y cereal seleccionado.

Galdar, por suerte, no había bebido tanto como sus compañeros, y aunque había tomado algo de cerveza tenía la mente lo bastante despejada como para crear las pociones. Cuando terminó, se pensó unos segundos qué hacer con ellas, para dárselas a continuación a Hoskur, Hyde y Lothar. Rimbarg y él siempre podían recurrir a un hechizo si aún les quedaban en ese momento. Le pareció lo más justo.

Cuando se fue a dormir, no lo hizo solo, con él fue una hermosa muchacha con la que había hablado largo rato, una chica casi tan joven como él a quien le gustaban las historias del templo y que no se iría con él por dinero. Sus besos eran dulces, y la cama era algo menos fría si se compartía, algo importante en aquel frío clima de las montañas. Esperaba volver a verla.

De todo lo que se contó, tuvo claro que las historias sobre muertos vivientes eran ciertas. Siempre eran ciertas.

La noche anterior Hyde estuvo bebiendo cerveza un poco mas de la cuenta,de modo que se quedo dormido.No se desperto demasiado tarde,ya que esta acostumbrado a madrugar y tomar un buen desayuno.

-Buenos dias.Dijo alegremente,aunque se notaba en la voz que estaba un poco cansado.Habeis descasado todos bien?...yo creo que he bebido mas de la cuenta.Todavia tengo el sabor de la cerveza en la boca...

Se acerco timidamente haciadonde estaban las pociones.

-Creo que me quedare con una de ellas.Dijo el mediano  y,con sigilo agarro un una y se la escondio en el zurron.Acto seguido,se acerco hacia donde estaba la comida y empezo a comer.

Rimbarg, pese a su origen noble, sabía como correrse una juerga como el que más y aquella noche lo demostró contando más historias que nadie , cantando más canciones que nadie y bebiendo más cervezas que nadie. Además se había llevado no a una, sino a dos señoritas consigo al catre y la malana siguiente despertó aplastado por su peso, como un bocadillo con demasiado pan.

El enano se levantó y las dejó, agotadas, en la cama. Antes de salir por la puerta les dejó una rápida bendición y bajó con los demás.

Lothar estuvo bebiendo bastante vino, la cerveza la dejaba para los enanos y la gente sin paladar refinado, aunque se aseguró de que no embotaran demasiado sus sentidos. Pues la vida de un mago dependia de su intelecto, y el alcohol siempre lo mermaba.
En el momento de irse a dormir, cogió una de la pociones que le tendió Gáldar. Y por supuesto, se marchó solo. No pensaba compartir una noche de amor con una simple humana, aunque por lo menos podía dar gracias a que no era una barbuda enana.

La mañana le sorprendió estudiando su libro de conjuros, y preparando los hechizos que le podrían resultar utiles is se encontraban con algún problema. Cosa que seguramente pasaría.

-Buenos días. Está claro que ha sido una buena noche para todos ¿eh?-

- Hummfff. saludó Hoskur al bajar de su habitación a la mañana siguiente.

Parecía que el record que había batido la noche anterior, referente a la cantidad de jarras de cervezas que nadie había sido capaz de tomarse en la taberna, no le había pasado excesiva factura.

- Bien, muchachos, un desayuno fuerte y marchemos cuanto antes -sugirió.

La muchacha de Gáldar quizá fuera una muchacha que recibía dinero a cambio de compañia, o quizá no, difícil saberlo; lo cierto era que esta noche en compañía del carismático novicio no habría insinuado una paga. En la mañana, tras retirarse de la habitación, la triste mirada se posaba sobre el joven, diciendo que lo quería volver a ver, pero las palabras se atascaron en su boca y nada salió de ella.

Por el contrario, las Enanas de Rimbarg eran algo mas 'alegres', creía recordar que una era hija del propio Bediah Bulon, pero no lo sabía con seguridad, al menos la barba era igual.....

- Vine a despedirme personalmente y a desearles suerte en la travesía, todo el pueblo estará esperando por su regreso, que esperamos sea pronto; recuerden que aquí siempre podrán venir por suministros, comida o bebida... y mujeres!............. Ahhh una cosa mas -Su mirada se agachaba hacia el suelo -No se como pudo pasar, pero en toda la villa no pude conseguir a alguien que tuviera una tienda de acampar!! -Parecía algo apenado por este hecho, sin duda era para estarlo, no ejaba una buena imagen de Kleine ante los ponderosos Héroes de la villa (?).

-Mucha suerte, y que los Dioses estén de vuestro lado -En su cara también se reflejaba el jolgorio de la noch anterior. -Quizá, si no les molesta, podrían decirme cuales son vuestros planes?.

Rimbarg se volvió hacia sus compañeros buscando su confirmacion a lo que creia haber entendido de la noche anterior.

-Como dijimos, empezaremos de menos a mas. Recorreremos las colinas en busca de goblins y hobgoblins para capturar alguno y sacarles información. Si no sacamos nada en claro, consideraremos las montañas.

Lothar lamentó mucho el escuchar que no tenían una tienda de acampada. Despues de una noche sin dormir al raso ya se había acostumbrado.

-No sé preocupe. De todas formas, si hay peligros por la noche, estaremos más atentos al aire libre que en una tienda. Así los oiremos mejor.-

Ante el comentario de Rimbarg, al mago ya le había parecido bien el plan la noche anterior. Por lo que asintió conforme.

- Humpffff. fue toda la respuesta que dio Hoskur, junto con un asentimiento de cabeza, a las palabras de Rimbarg.

Esta vez, sin embargo, no fue un tema de su mal humor, si no que tenía la boca llena de pan y queso que iba hablandando y deglutiendo con generosos sorbos de espesa cerveza.

Las despedidas no dieron espera; Al alcalde y al capitán de la guardia, se le sumaban poco a poco la gente de toda la villa, quinientas almas salían de sus hogares y detenían su trabajo para lanzar voces de aliento y agradecimiento a los forasteros que iban a librar a Kleine del yugo de las bestias rampantes.

El viaje hacia las colinas no había sido nada cómodo, ningún sendero ni camino los guiaba hasta allá, solo las indicaciones indicadas en la villa.

Durante la primera jornada, las granjas pululaban cerca a las murallas de la villa, pero poco a poco iban volvéndose mas dispersas, hasta que se perdían de vista. Las ondulacones iban volviéndose cada vez mas pronunciadas y escarpadas; el luga donde se pasó la noche fue una casa abandonada en la cima de una de las colinas, desde donde tenían una visibilidad mas que óptima para hacer vigilancia, afortunadamente, nada molestó durante el descanso.

La segunda jornada iniciaba con ascensos y descensos pronunciados, dando paso a unas colinas rugosas y escarpadas, con poca vegetación y pocos lugares para escapar del candente sol.

Un par de figuras se visualizaban a lo lejos; la aguda visión del Elfo los identificaba como figuras humanoides de cuerpos robustos, mas grandes que un humano y con bello facial pronunciado; Hobgoblins, una decena de ellos arrastraba consigo presas muertas de animales nativos; sin duda alguna era una partida de caza.

-¿Así que ya los ves, Lothar? ¿Crees que podemos seguirlos a esta distancia? Lo ideal sería sorprenderlos esta noche ¿No os parece? Son simples hobgoblins pero siempre es mejor minimizar los riesgos.

Rimbarg, echado en el suelo en la cima de la loma, se esforzaba por vislumbrar las figuras de las que hablaba el elfo pero estaban demasiado lejos para sus ojos, acostumbrados a las distancias subterráneas, ni mucho menos tan vastas.

El elfo estaba agudizando su vista para poder ver a los hobgoblins.

-No sé, Veo a bastantes de ellos. Lo más seguro es que sean una partida de caza por los animales que llevan a rastras.
Seguramente podría seguirlos, pero no garantizo que no nos vean a nosotros.

¿Qué preferis? ¿Pillarles ahora o esperar a que lleguen a su campamento?-

-Preferiria pillarles sin que nos vean.No estaria mal acercarnos y esperar el momento para actuar.Comentaba Hyde,mientras buscaba algun recobeco en el que poder esconderse y a la vez observar a los trasgoides.

-Quien sabe,quiza no nos quieran hacer nada y podemos pasar por estas peligrosas colinas sin derramar sangre.Dijo sonriente.

-Pero eso es mucho suponer.

Se dirijio hacia el proximo escondite y,desde ahi,se limito a observar detenidamente a lo que parecia una amenza.

Cuando comenzaron a hablar, se dieron cuenta que Hoskur ya tenía su enorme hacha entre sus manos y la mirada firme y decidida en el grupo de criaturas.

- ¿Esperar? ¿Estáis seguros de poder seguirlos sin que os detecten? _preguntó.

- Yo soy un tanto torpe, en mi orden estudiamos más como canalizar la magia divina y los fundamentos de neustro culto a Pelor, más que como caminar por el monte sin que te vean o escuchen. Si vamos a hacerlo así, yo debería ir en retaguardia para no delatar a nadie.

A Lothar no le gustaba demasiado que el humano estuviera siempre menospreciandose. Si se le hiciera caso a lo que decia, parecia como si no sirviera para casi nada.
Estaba claro que era el más joven de entre ellos, incluso para las respectivas edades de las razas, pero no por ello debían dejar que se comportara así. Necesitaban que estuviera seguro de sí mismo. Si no, cuando de verdad estuvieran en problemas podría venirse abajo.

-Tranquilo Gáldar. Exceptuando a Hyde, dudo que ninguno seamos capaces de movernos sin que nos vean. La cuestión es si vamos a por ellos ahora o no.
Yo creo sinceramente que deberíamos hacerlo.-

-Yo creo que podemos dejar que Hyde los siga mas adelantado, como explorador, y ya los atraapremos cuando caiga el sol.

No veo el porque deberíamos emprender una persecución  cuando nos separa tanta distancia. Si nos ven y se ponen a correr, podemos estar persiguiendolos hasta el fin del mundo.

La partida de caza continuaba avanzando..... varios metros por detrás los seguía a escondidas el ladrón que pasaba desapercibido y por momentos se les perdía de vista al resto del grupo que avanzaba otros metros por detrás del pequeño.

El sol se escondía en el Horizonte y la noche llegaba con su manto negro, la persecución se hacía mas y mas difícil, pero para fortuna de los héroes, los Hobgoblins también se cansaban.

Rápidamente montaron un campamento improvisado, encendieron un fuego para darse calor y se hecharon a dormir; todos excepto dos guardias que patrullaban de aquí para allá y de allá para acá.....

Con el campamento rodeado, me preparo para la acción. Ruego a Moradin que conceda su favor a mi martillo de guerra y haga su mordedura aún más dolorosa. Después, espero la señal de Hyde para iniciar el ataque.

-¿Saltamos cuando Hyde ataque por sopresa?