Partida Rol por web

-Osea aún arrastras manías- digo sonriendo divertido, derrepente todo pasa como si mirase la gala de entrega de los Oscars y aparece por la alfombra roja una nueva actríz.

No hablo durante su conversación, la mujer va elegantemente vestida parece que está nominada a un maldito EMi o Globo de oro u Oscar.

-Buenas noches- digo cuando termina su conversación con el señor Du Poi y con Bram-soy Robert Linné- tengo un gesto un poco divo pero educado pero...¿qué esperan? Soy un artista...

La luz del sol y el fuego.

Grabó aquellas dos cosas en su ser. Entonces era verdad lo que las leyendas y los cuentos decían sobre cómo matar a un vampiro. Resultaba increíble, aun se le hacía muy dificil de creer...

Su ser interior.

Pensó en aquello. ¿Se refería el mayordomo a aquella voz que le había hablado en su mente? ¿El que le había empujado a beber de aquella muchacha? Sintió algo retorcerse en su interior. Entre el asco y la necesidad, algo que nunca había sentido antes y que la desconcertó profundamente.

Asintió al mayordomo y miró al interior de la habitación. No tenía ganas de dormir, se sentía demasiado nerviosa, demasiado diferente como para dormir sin más. ¿Dormían los vampiros?

-De acuerdo. Yo... ¿le importa avisarme con tiempo suficiente para arreglarme mañana?

-Sarah Williams, concertista. Deduzco que usted también está en el mundo del arte, Robert. Dígame, ¿cuál es su especialidad...?

Le miró sonriente mientras estrechaba su mano. Ambas, frías como el hielo. Sarah estaba cómoda con la situación, quizá aún un punto nerviosa, pero no demasiado, ya no.

Prácticamente instantemente Nora cayó en un sueño, sin embargo, era extraño, era como morir y de pronto volver a despertar y fue aquella bestia interior la que le despertó, en un gruñido que prácticamente le devolvió a la vida y que le decía que debía levantarse. Al despertarse, o mejor dicho volver a la vida pudo comprobar cómo el mayordomo estaba de pie, al verla reaccionar dice:

Señorita… me alegra ver que esta despierta, la señora ha salido antes, por favor escoja uno de los vestidos del armario y acompáñeme.

El hombre sale y deja a Nora elegir entre una gran variedad de trajes de noche, todos sin duda realmente costosos. Tras arreglarse es conducida por el mayordomo en el lujoso coche de la condesa hasta un edificio que es igual que la estación central de trenes, pero claramente dedicado a otros menesteres. La puerta está flanqueada por dos guardias de gran tamaño y aspecto amenazador que sin embargo, les dejan pasar sin decir nada.

El interior es realmente lujoso, decorado con un gran lujo y que recuerda al estilo de las casas señoriales europeas de las películas. También puede ver a varias personas, pero el mayordomo no dice nada, simplemente camina con ella hacia las escaleras que llevan al siguiente piso, allí camina hasta llegar a una puerta doble, el hombre se detiene y dice:

Señorita debe pasar esa puerta, en su interior se encuentra lo más destacado de la sociedad de la noche… la señora estará dentro esperándola.

El hombre permanece a la espera hasta que entra. Al entrar puede ver a varias personas que no conoce y a algunas que si, destacando especialmente la condesa y su madre, en un pequeño grupo con aquel hombre que le ofreció la audición, Bram y un hombre que no conoce de nada

Bram permanecía en silencio ante los dos vampiros, sin embargo, se notaba que estaba observando, en cierto momento añade:

Supongo que Du Pui ya le ha contado bastante sobre este lugar… o mejor dicho sobre las personalidades que hoy están aquí… aparte de eso, este sin duda es el mejor lugar para enterarse que es lo que sucede en nuestro mundo.

En ese momento las puertas vuelven a abrirse para entrar una nueva persona, parecía que estaba algo perdida en aquel lugar, la chica era bien conocida de Sarah, sin embargo Robert no la conocía, Bram dice entonces:

Y acaba de llegar lo que a casi todos llamaba la atención… la chiquilla de la Condesa

Dice mientras mira de reojo a Sarah

Cuando Kelly baja a la Morgue se da cuenta de algo, ha habido un pequeño cambio, está claro que alguien más ha entrado y lo ha revuelto todo, aparentemente buscando algo, pero no ha sido nada sutil ya que casi todo está por el suelo, e incluso puede ver como las cámaras frigoríficas donde se guardan los cadáveres están abiertas, allí abiertas, hay dos cuerpos, uno por lo que puede ver en la etiqueta pone “Kim Su Li” en el otro pone “ Varón adulto sin identificar”

-En efecto, soy cantante, ambos artístas entonces- digo con una sonrisa torcia en gesto cómplice.

Tras la frase de Bram miro en su dirección y veo a la nueva entrar, una chica con gesto dulce, bastante atractiva...¿Será un lobo con piel de cordero?...

-El tiempo dirá- pienso para mi

Por más que pensaba, no recordaba haberse dormido, no recordaba haber soñado. Era como si se hubiera tumbado en la cama, hubiera cerrado los ojos y, un instante después, los hubiera vuelto a abrir. Pero algo en su interior le decía que había pasado todo el día en aquel instante.

Se levantó, siguiendo las indicaciones del mayordomo. Se dio una ducha y eligió un elegante vestido de noche, largo y negro, con un generoso escote, que le venía como un guante. El corte era magnífico y la tela excelente, debía ser carísimo, pero ni más ni menos, igual que resto de vestidos que había en aquel armario.

El viaje en coche fue extraño. Ella se había imaginado que iría junto con la doctora a aquella reunión, no que fuera ella sola. La duda de si había dormido demasiado le rondaba por la cabeza pero no había tenido forma de despertarse antes. Pero miles de preguntas se le venían a la mente, y la inseguridad empezó a surgir. ¿Quien estaría en aquella reunión? ¿Cómo se esperaba que se comportara? ¿Estaría su madre? ¿Por qué no la había esperado la doctora?

Antes de tener respuesta a ninguna de aquellas preguntas, el coche se detuvo frente a un edificio peculiar, uno que no recordaba haber visto antes. Debería prestar mucha atención a todo lo que ahora le rodeaba, incluido quedarse con la ubicación de los sitios. Algo le decía que podía ser importante. Se puso automáticamente en modo alerta, ese modo que conocía tan bien, cuando no sabía qué esperar pero sabía que algo se avecinaba.

Salío del coche y acompañó en silencio al mayordomo. Cuando la puerta se abrió, solamente asintió y camino adentrándose en la sala, preparada para lo que pudiera pasar....

La puerta de la sala se abrió y dejó ver a una joven vestida con un lujoso vestido de noche, largo y negro, que asentía a alguien que quedaba fuera de la vista de quien estuviera dentro de la habitación.

Tras un instante, entró con paso decidido, pero despacio, observando a todos los presentes. Buscando.

Y no tardó en descubrir dos rostros conocidos entre todos los que estaban allí dentro. Sintió como algo tiraba de ella hacia Sarah, pero dudó un instante, imperceptible para todos menos para la mujer. Pero recordó lo que le habían comentado de camino a aquella reunión y solamente le sonrió, asintiendo levemente en un gesto que ambas conocían bien. El deber primero.

Encaminó sus pasos hacia la doctora y se detuvo a su lado.

-Doctora...

Dirigió su vista al resto de personas con las que estaba la doctora Ga y entonces reconoció a más gente. Du Pui estaba allí, junto a su madre, y también aquel hombre apuesto que le había ofrecido a su madre la audición y con quien ella había hablado después. Recordó su comentario antes de alejarse de ella y tuvo que hacer un esfuerzo porque no se notara que no le agradaba verlo allí, no después de aquel comentario. Miró después a su madre de nuevo, comprobando como se encontraba, esperando verla bien en medio de aquel grupo tan dispar a simple vista.

La vio entrar con una mezcla de dolor y de orgullo. Era Nora, su Nora. Y ya no suya. Ya no...

Sus miradas se cruzaron, mensajes sin palabras, miradas y pequeños gestos. Ambas sabían. 

DuPui se alejó, dejándola con el joven artista que acababa de presentarse, y con Bram. La sonrisa de Sarah se desvió hacia su hija. Asintió con un leve gesto de cabeza, y esperó a que Nora se hubiera acercado a saludar a su Sire. Después, como un buque que surca el mar en aparente calma, tomó a ambos hombres asiendo el codo de cada uno, y enfiló hacia Nora.

-Condesa, un placer. -Saludó primero para aceptar el grado y adoptar la cortesía adecuada. Y luego, se giró hacia ella.- Nora, hija. Permite que te presente a Robert, cantante. A Bram ya le conoces.

Aspecto esa noche de Sarah.

-Mierda son los que busco....

HE de darme prisa antes de que venga alguien, lo primero es buscar ahora que ya se como los documentos, he de pensar que el que me ha precedido no saque que se clasifican "a la española" y eso puede darme la diferencia entre tener mas suerte que el o no, mas tarde si consigo encontrarlos intento tirar fotos a los cuerpos y salir lo antes posible de la morgue.

Saludo con gesto amable a la tal Condesa... Bram me ha advertido de ella así que la saludo con la cabeza aunque no tenga idea de quien soy.

Vuelvo a la conversación con la mujer que me acaban de presentar-Encantada Nora soy Robert Linné- digo educadamente con mi bonita y masculina voz y sonrio de manera algo seductora.

Cuando Nora llega la mujer le observa unos segundos, esta asiente con una leve sonrisa mientras dice en un tono suave:

A partir de ahora refiérete a mí como Condesa o Sire… solo tú puedes llamarme Sire

Todas las miradas se centraron de inmediato en la joven que había entrado y se había acercado a la Condesa, algunas miradas eran de asombro, otras de velado odio, mientras que muchas más eran de estupefacción, solo aquel hombre de aspecto monstruoso parecía sonreír en cierta forma contento, aunque no podría saber realmente por su monstruoso rostro.

La vampiresa observa como Sara llega acompañada por Bram y Robert, el primero al llegar junto a ella se inclina y dice:

Condesa… es un honor

La mujer mira de reojo tanto a Sara como a Robert, tuerce levemente el gesto, parecía algo molesta, extiende su mano y dice en tono seco:

Y quienes se presentan ante mí y mi protegida… es descortés no presentarse adecuadamente.

Aquella mujer transmitía una sensación extraña, era respeto mezclado con sensación de poder, sin duda era una de esas personas que tienen poder y lo sabe y que no duda en hacer uso de el, sin embargo, su forma de hablar sonaba algo distante y anticuada.

Tras unos 5 minutos Kelly encuentra un informe sobre la muerte de la chica, lo que puede leer es que ha sido asesinada por una puñalada de un arma blanca de gran envergadura, aparentemente alguna clase de espada o similar por el tamaño. También puede ver como esta le ha atravesado con una gran fuerza, una fuerza que no parece humana según la descripción del doctor.

Tras un examen del cuerpo puede ver que hay un tatuaje escondido en el cuerpo de la chica, un dragon rojo chino

-Desde luego, Señora. Una falta de cortesía imperdonable la mía. Soy Sarah Williams. Hoy es mi primera velada en este lugar, y este es un nuevo mundo para mí. Mi Sire es Monsieur DuPui. Y Nora... es mi hija biológica. 

Dudo ligeramente al decir que lo es, quizá debería decir que lo era, pero supongo que aunque ahora la Condesa ha pasado por delante de cualquier lazo maternal anterior, ese lazo sigue existiendo. Yo, por lo menos, lo sigo sintiendo, lo sentiré siempre, y espero que Nora también...

Le doy la mano en tono cortés- no quería molestarla, soy Robert Linné- digo amablemente, no le doy muchos datos a no ser que pregunte.

Nora asintió a la Doctora Ga, tomando nota de la indicación. Todo lo que ocurriera en aquella sala era importante, era su primera noche y aún le costaba imaginar y pensar ciertas cosas.

Vio como su madre se acercaba y le sonrió, aunque esa sonrisa se vio ensombrecida cuando la Condesa se dirigió a ella y a los que la acompañaban. Tomo nota también de aquello. Tenía que aprender y rápido. Sentía muchas miradas alrededor fijándose en ellos en general y, le daba la impresión, de que muchas se detenían más de lo que le gustaba en ella misma. ¿Curiosidad? Eran las dos nuevas de la reunión, ella y su madre, era normal que fueran el foco de atención aquella noche.

-Encantada de conocerte, Robert. Bram, encantada de verte de nuevo-saludó al hombre, un tanto fríamente, antes de volverse hacia el que su madre había presentado como Robert. Aquel chico era nuevo para él. ¿Era como ellas? ¿O era como Bram y la Condesa? Estudió la situación. La doctora no lo conocía, eso seguro, así que no era nadie conocido o, por lo menos, importante. O no lo suficientemente importante como para ser conocido en el círculo de la que ahora era su sire.

Enseguida se dió cuenta de un detalle. DuPui se había separado de su madre y ese tal Robert estaba solo. ¿O estaba con Bram? Miró a uno y a otro. No pegaban ni en pintura. Pero tampoco podía decirse que físicamente la Condesa y ella pegaran demasiado, eran más bien polos opuestos.

Miró a su madre y le sonrió, comprobando que estaba bien y espectacular con aquel vestido que llevaba. Estaba incluso más guapa que de normal. Suspiró casi, aliviada de verla bien y tan relajada en aquella situación, pero a ella siempre se le habían dado genial aquel tipo de reuniones de sociedad.

-Hija biológica, buena definición-bromeó con su madre. Tenía ganas de hablar con ella, de ver como estaba, de contarle. Pero se mordió la lengua, no era el lugar. Había que guardar las formas hasta que no viera de qué se trataba exactamente aquella reunión ni qué se esperaba de ella.

Su mirada se deslizó discretamente por el resto de la sala y se sorprendió descubriendo ciertas miradas dirigidas a ella. Miradas que no esperaba, aunque no sabía que debía esperar. Tomó nota también de ellas, al igual que de aquel hombre que la miraba desde un rincón, sonriendo abiertamente. Al detenerse un instante en él, un instante más del que se podía considerar educado teniendo en cuenta que aquel rostro no era para nada normal, se descubrió pensando en lo que le había mandado hacer la Condesa la noche anterior.

Se volvió a morder la lengua para no preguntarle a su sire directamente por lo que acababa de pasársele por la cabeza.

Mi intuición no falla, esto debe de mirarlo Mara...

Le tiro un par de fotos con el movil al cuerpo, tatuaje e informe y s lo mando a la asiatica, intento ser lo mas breve posible para volver con el caso principal que me atañe.

Vamos contesta al telefono... vamos Mara.....

Mientras espero su contestación le mando otro mensaje al raro de la alcantarilla.

Hola, estoy buscando los expedientes, no creo que usted sea el unico que lo busca,la Morgue está patas arriba, seguiré buscando mas información.

Miro a Nora con una seductora sonrisa torcida y no dejo de hacer mi pose de Rockstar. Me doy cuenta como para esa chica no soy "el chico deseado de la ciudad" pero en parte me da igual, ya sabrá de mi...-¿Madre biológica? Jajaja- susurro con mi seductora voz-es gracioso estár unidas hasta para esto....- Sonrio divertido al ver ese percal... Observo a la famosa Condesa y busco a Bram con la mirada... Esa mujer me parece tan elegante y peligrosa como una serpiente albina... Recuerdo como hace tiempo tuve una amante que hacía un show con dos y como una vez corrí con ella al hospital una la había mordido-nunca te fies de un depredador- pienso para mi y veo las escenas como si fuera una pelicula en la que estoy participando.