Partida Rol por web

Travok no dejó de mirar al quien sin duda debería de pertenecer a la raza de los Goliats. Tantas veces habia llegado a esa idea como tantas veces se había callado en pro de explicárselo al muchacho, ya que sin duda, por las respuesta que daba, era mas dificil que lo entendiera que de encontrar un elfo drow albino.
- Anarion, ya que eres un hechicero. No podría estar por efecto de algun hechizo o maldición el joven Kyoto? O podría ser un embaucador que noas quiere llevar a una broma pesada, aunque dudo que sea esto último.
Vuelve a mecerse la barba.
- De todas formas, nuestra preocupaciones deberia ser otras, la de la mina sin duda. Y no creo que los del gremio enviarán a cualquiera para estos menesteres. Por cierto muchacho, a parte de cargar cosas pesadas, que tipo de lucha haces?
- Por las barbas de mi tia petunia, espero que sepa contestar a esta pregunta tan simple susurra a su compañero enano

-Engañado, no creo son buenos amigos, siempre ríen y beben, dos medianos divertidos -asintió con la cabeza -pero es verdad -volvió a rascarse la cabeza -sois enanos y yo muy grande -se sujeto la cabeza con dos manos -aaa me duele entonces que soy

No espero respuesta de Tordek -Si se luchar -se echo la mano a la espalda y tomo con una sola mano, un hacha del un tamaño descomunal casi era mas grande que el mismo goliat, la mayoría de habitantes del gremio no seria capaces ni de levantaba pero Kuori la manejaba con soltura -se golpear a los malos con este hacha -posiblemente con un solo golpe de su hacha la mayoría de enemigos caería fulminado -y soy bastante fuerte

El joven de aspecto recio había pasado la mayor parte del camino en silencio, escuchando y observando a sus compañeros de esta nueva aventura. Llevaba un buen paso y no mostraba signos de cansancio, sin embargo se mantenía a un costado del camino, como no queriendo interrumpir. Por momentos parecía entrecerrar los ojos, como hablando consigo mismo, rezando quizá. El escudo enorme y pesado que llevaba en su espalda relucía reflejando la luz nívea, y mostrando entre los destellos, un símbolo de divinidad.

Sin embargo, asaltó al goliath con una pregunta en cuanto comentó sobre su habilidad con el hacha.

¿sabes luchar con disciplina, codo a codo con otros guerreros? sus ojos azules se clavaron en la profundidad de los blancos ojos de Kuori con severidad Un guerrero luchando solo, puede ser fuerte, pero un grupo luchando como si fuera uno solo, es digno de protagonizar leyendas. Mientras pronunciaba estas palabras, su mente volvía a las duras pruebas que había pasado en la torre del mago. Por momentos, las cicatrices de los dardos mortíferos que casi habían llevado su vida hacia Kélemvor le picaban. Giró el hombro molesto. Su mirada se desvió hacia los demás miembros del grupo, los dos enanos y el elfo.

Disculpad que no me haya presentado antes, prefería saber un poco de vosotros, sobre todo de lo que sois capaces. Inclinó la cabeza levemente, en señal de saludo.

Mi nombre es Clevor de Cormyr, estoy familiarizándome con vuestros nombres, sin embargo, a todos excepto al elfo os he visto entrenar en el patio de armas del gremio alguna vez. Es el lugar que más frecuento. Hizo una mueca torciendo la boca, algo que podría haberse interpretado como una sonrisa. Sin embargo, su rostro pétreo no parecía capaz de emitir tal gesto.

Siguió avanzando con pasos firmes aplastando la escarcha del costado del camino ruidosamente. Veo que podemos formar una poderosa línea de batalla, ya que solamente Anarion no usa armadura.

Travok se gira hacia al joven, y le escudriña de arriba abajo. Acto seguido extiende su alabarda Sin duda, acercarse le costara su vida. Por Moradin

Tordek frunció su ceño en señal de aprobación,ya que el ultimo de sus compañeros había sido mas que prudente al no abrir la boca sin antes saber del resto.

- Maese Clevor...- saludo  con una leve inclinación de su calva cabeza;-...Sois cauto y sabio para ser un humano. normalmente  solo me he encontrado con humanos impetuosos, ofuscados por su ignorancia; enfrentándose a los peligros de estos reinos.- lanzó un raudo vistazo al resto y le comentó:- Por suerte, este grupo  parece tener la suficiente cabeza- llevo su dedo indice a su sien y  golpeteo suavemente su frente con el dedo.- para  saber que no es bueno afrontar en solitario lo que encontremos en las minas.-

Dejo caer su mano  lentamente para convertirla en un puño desafiante. levantándolo anunció:-  Y no os preocupéis de la vida de nuestros compañeros, que mi señor Moradin y mi martillo evitaran que  se pierdan mas vidas en esa mina.-

Giró sobre sus talones para mirar al horizonte para vislumbrar cuanto camino faltaba:

- Animo camaradas, ya queda poco camino.-

Escucho las palabras de Clevor pero una cosa es escuchar y otra muy diferente es entender, asintió ante tales palabras y se mantuvo callado.

Luego unas simples palabras de Tordek "que se pierdan mas vidas" sonrió feliz y golpeo al enano con la mano abierta en la espalda, indicando su satisfactoria por esas palabras, aunque el goliat controlaba poco su fuerza y ese golpe amistoso, mataría a un elfo, tumbaría a un humana y gracias a Moradin tan solo hizo que el enano se desequilibrara un como antes de dar el siguiente paso

El martillo de Moradin y el puño implacable de Torm combatirán juntos otra vez Comentó el humano en respuesta a Tordek, mientras alzaba el puño enguantado formando el símbolo de su dios. La presencia de los dioses no estará ausente en nuestra jornada.

Su mirada se dirigió al elfo y al goliath luego ¿Vosotros que dioses adorais?

Kuori no tenia pinta de ser muy religioso y as era -Kord es mi deidad, mi madre me hablo de ella cuando viajábamos de lado a lado -se rasco la cabala un poco -pero pocas veces le he rezado

Sin perder el rumbo y avanzando en dirección sur-oeste, hacia donde marca el mapa, atravesáis varias arboledas hasta que llegáis a una llanura bastante amplia y a lo lejos, en el horizonte, divisáis una colina.

El sol se pone, dando paso a una noche estrellada y de cielo raso, con la luna en cuarto creciente arrojando una luz plateada bastante tenue sobre toda la llanura. El cansancio de estar todo el día caminando comienza a hacer mella en vosotros, pero aquella colina es el punto indicado en vuestro mapa como el lugar donde se encuentra la excavación del enano Nochecobriza.

Aunque ya esta algo cansado, Travok mira a sus compañeros, mientras prende luz para iluminar el camino. Se estira mas que puede y divisa mas o menos la distancia hasta donde esta la colina. Nos queda nada para llegar a nuestro destino. Creo que deberíamos hacer un pequeño esfuerzo y llegar hasta allí. Seguro que podremos descansar mejor bajo un techo que dormir aquí en la intemperie.

Llenando sus pulmones para el ultimo esfuerzo, Tordek inspiró profundamente  mientras su vista  se centraba en las no tan lejanas estructuras de la excavación. Con paso firme ,aunque algo cansado continuó su camino. Al escuchar las palabras de Travok, asintió sonriente.

- Seguramente nos esperan con unas cuantas jarras de cerveza helada y algún que otro  suculento platillo de carne a la brasa.- levantando su dedo indice  aclaró:-  Es de todos conocida la hospitalidad enana. Seguro que no os defraudará.¡Animo, camaradas!-

Con pasos firmes, avanzó con renovadas energías hacía la prospección de Nochecobriza con una sonrisa en el rostro.

Suena bien, un último esfuerzo y luego un recibiento digno. Comentó el humano como hablando para sí mismo Aunque no creo que los ánimos de los enanos allí estén muy altos

Se dirigió nuevamente a Kuori, como si hubiera estado meditando sobre su comentario De nada sirve rezar si no hay actos de fe. Complace a tu dios a través de esfuerzo y muéstrale que eres un digno seguidor suyo. Los frutos de tu propio esfuerzo serán el agasajo de su tu señor y tuyo propio. Terminó de hablar y siguió caminando a paso firme, tratando de llevar el ritmo de los enanos, con la vista la frente, sin perder de vista el lugar al cual trataban de llegar.

Cierto es que los actos valen muchas veces más que los ruegos... - musitó Anarion.
Y si, dormir bajo techo siempre es una mejor espectativa que acampar al raso.

Anárion apretó el paso, pero le resultaba muy difícil seguir el ritmo de sus compañeros. No estaba acstumbrado a esas caminatas, y las horas de camino empezaban a hacer mella en él

Decididos seguís avanzando hacia la colina. Los dos enanos, como orgullosos representantes de su raza, aguantan bien e ignoran los efectos del cansancio, mientras que Anarion comienza a notarse fatigado...

Le estaba costando, pero pudo mantener el ritmo de los enanos. Por momentos, mientras cerraba los ojos, podía ver nuevamente a los muchachos con quienes había entrenado desde pequeño, muchos de los cuales ya no caminaban sobre éste mundo.

Las palabras de Clevor le sonaron bien y asintió con la cabeza, aunque realmente no sabia que estaba pasando.

-Cerveza mmmm me gusta la cerveza -acelero el paso sin dudarlo