A mi alrededor el combate se recrudecía, pero yo solo podía centrarme en quien trataba de matarme.
Pese al dolor que sentía en las costillas pude rehacerme, y con la ayuda de otro de los miembros de la caravana, parecía que podíamos acabar con aquel maldito ser. Lancé una nueva estocada para terminar con el hombre bestia.
Motivo: atacar Gor 06
Tirada: 1d100
Dificultad: 78-
Resultado: 45 (Exito) [45]
Motivo: Defensa Gor 06
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 99 (Fracaso) [99]
ya me quedaba poco, solo tenía que intentar clavar una ultima vez mi daga y ya sería mortal o debería serlo, pero la criatura era escurridiza.
Motivo: atacar
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 89 (Fracaso) [89]
Motivo: Defensa Gor
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 43 (Exito) [43]
Tarsthein embistió al Gor con el hacha pero este desvió la hoja en el último momento dejando expuesto el torso del enano.
Motivo: Ataque vs. Gor
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 27 (Exito) [27]
Motivo: Dfensa Gor
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 29 (Exito) [29]
PNJOTIZADO
El cansancio hacía mella y el viaje desde Hargendorf no mejoraba la situación. El frío atería vuestros músculos y parecía que no afectaba a aquellas horribles bestias sedientas de carne humana.
Después de la muerte del viejo herrero, el Gor se centro en la guarda caminos, que ya luchaba contra otro Gor. Dos contra uno era demasiado y así se lo hicieron saber cuando ambas armas la pillaron por sorpresa. Los ataques impactaron de lleno con tal fuerza que derribaron a la guardacaminos aturdiéndola. Su sangre corría por la nieve creando una capa roja a su alrrededor.
Para Kruger el Gor era demasiado lento en sus movimientos, pero su gruesa piel con costra era demasiado para que el cuchillo del bribón pudiera hacer un buen trabajo.
El final parecía cercano para el flagelante. Los dos Gor atacaron aunque solo uno consiguió herirlo sin mucha gravedad, pero sus repetidas heridas le dejaban exhausto y sin fuerzas. Cayó al blanco manto de nieve, con apenas fuerzas para defenderse, implorando a Sigmar su perdón esperando su final.
Hans también parecía desesperado. El bardo se armó de valor y viendo la desesperada situación atacó con una daga al Gor que le contrarestó con un ataque horizontal que le seccionó el abdomen. Las tripas del bardo cayeron al suelo casi de inmediato mientras el joven hombre, casi sin vida, permanecía de pie mirándolas.
***
La situación no pintaba nada bien. El enano sangraba profusamente y Hans, el ahora único herrero, también. Valentina había recibido un ataque doble y estaba exhausta.
Mathilda sangraba de la herida recibida durante la primera carga y su cara se parecía más a la de un muerto que a la de una hechicera poderosa.
El flagelante luchaba por no conseguir esa muerte que tanto deseaba, no sin antes derrotar a esas bestias y servir a Sigmar hasta su último aliento, pero sus brazos ya no le respondían y solo podía mirar el final desenlace. Mientras tanto, Kruger se daba cuenta que él solo no podría remediar la situación e, ineludiblemente, acabarían también con él cuando no tuvieran otro al que matar.
Los niños gritaban de terror, miedo y el olor a orín proveniente del carro indicaba que no eran simples lloriqueos. Viveca hacía lo que podía por consolarlos abrazándose a ellos, con los ojos cerrados, esperando que todo saliera bien, o que encontrara su final lo más rápido posible.
La lucha había durado un rato y la luz apenas se filtraba por los árboles iluminando a los combatientes. Solamente uno de vosotros parecía que se libraría de una muerte segura alejándose de la contienda como un cobarde por el camino de vuelta a la ciudad.
Solo podíais rezar a Sigmar y aceptar vuestro funesto destino. Las palabras de aquellos aldeanos vinieron a vuestra mente mientras os tildaban de locos. Tal vez si que hubierais tenido mejor suerte quedándoos en Hargendorf.
¡THUNK!
Un leve silvido rozó apenas el aire, seguido por una oleada de ellos en discordancia, pero armoniosa melodía.
¡THUNK!, ¡THUNK!
¡THUNK!
¡THUNK!, ¡THUNK!
¡THUNK!
Una lluvia de flechas comenzó surgir de la nada atacando a los hombres bestia desde varios ángulos y ninguno a la vez. Cada vez que intentábais ver a sus atacantes solo conseguíais ver una sombra, un rumor sobre la nieve o un movimiento de las agujas de los perennes abetos.
Los Gor berreaban, gruñían y se intentaban enfrentar a la nueva amenaza, pero nada podían hacer contra lo que parecía un ejército que les atacaba desde todas direcciones.
Las flechas de verdes penachos se clavaban con certera precisión en la espalda y piernas de los hombres bestias. Una vez caían de rodillas, una única flecha terminaba con su agonía clavándose en un ojo o en la garganta.
Después, solo los llantos de los niños se escuchaban en la oscuridad del bosque iluminado por la luna.
Motivo: Ataque Gor 01
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 45 (Exito) [45]
Motivo: Ataque Gor 08
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 26 (Exito) [26]
Motivo: Defensa Valentina
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 64 (Fracaso) [64]
Motivo: Ataque Gor02
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 81 (Fracaso) [81]
Motivo: Ataque Gor04
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 97 (Fracaso) [97]
Motivo: Ataque Gor07
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 51 (Exito) [51]
Motivo: Ataque Gor06
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 85 (Fracaso) [85]
Motivo: Ataque Bardo
Tirada: 1d100
Dificultad: 35-
Resultado: 84 (Fracaso) [84]
Motivo: critico vs Franciscus
Tirada: 1d100
Resultado: 18 [18]
ASALTO DE COMBATE 4
Gor 4 +2 ventajas (luchando contra Franciscus)
Gor 7 +1 ventaja (luchando contra Franciscus)
Gor 8 +1 ventaja (luchando contra Valentina)
Gor 1 +1 ventaja (luchando contra Valentina)
Kruger +3 ventajas
Hans +2 ventajas
Valentina pierde 11 heridas quedando a 0 justas, en condición de tumbado.
Franciscus pierde 6 heridas quedando a -3, en condición de tumbado e inconsciente (pero por motivos del guión le dejo consciente hasta que narre)
Tablero: https://natilla.comunidadumbria.com/tableros/ver/1876
Franciscus cayó al suelo derrotado y sin fuerzas. Triste por no haber podido derribar a uno solo de aquellos gors. Contento por haber hallado su final de forma honrosa. Y terriblemente asustado por su viaje a la otra vida. ¿Habría sido suficiente todo el sufrimiento experimentado y dolor autoinflingido para el perdón de Sigmar? El pobre Franciscus Volger sabía la respuesta, pero no quería reconocerlo.
- La esperanza es lo último que se pierde... - Dijo tumbado en la nieve, mientras su sangre caliente se derramaba tiñendo el manto blanco. - Sigmar... ya voy...
Y cerró los ojos. Ya nada podía hacer por aquellos pobres niños, ni por el resto de pobladores de Hargendorf y mucho menos por su propia alma. Al menos estaba tranquilo en cuanto a que había dedicado sus últimos días a una buena causa y sin duda había ayudado a gente buena a conservar su vida frente a aquellos malditos carniceros que les atacaron en el interior de la ciudad. Quiás su muerte sirviera para que otros espantaran a los hombres bestia y al menos alguno de los miembros de la caravana llegaran a si destino, aunque... eso Franciscus, nunca lo sabría.
Todo acabó tan deprisa como había empezado, las fechas habían sembrado el cambo de batalla con los cadáveres de los gorg. Kruger guardó las armas e hizo un genuino gesto del más absoluto agradecimiento hacía la foresta, no tenía palabras para agradecer lo que habían hecho sus salvadores por los niños. Si ellos habían decidido no mostrase no sería él quien les importunara, había mucho por hacer. Sin perder un minuto se dirigió al bardo, quien había sido malherido en el vientre si podía hacer algo por él era ahora o nunca. No creía que el anciano hubiera sobrevivido al hachazo en el cráneo, luego lo confirmaría y trataría de atender a los heridos lo mejor que pudiera antes de continuar el viaje. Iba a pedir ayuda, pero nadie de los allí presentes parecía tener idea de hacer la más simple de las suturas, así que se arremangó esperando poder darlo todo de si aquello le iba a llevar bastante tiempo y no iba a ser tarea fácil.
Motivo: Curación Bardo
Tirada: 1d100
Dificultad: -67-
Resultado: 99 [99]
Motivo: Curación Bardo Suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: -67-
Resultado: 44 [44]
Motivo: Curación Viejo
Tirada: 1d100
Dificultad: -57-
Resultado: 27 [27]
Motivo: Curación Franciscus
Tirada: 1d100
Dificultad: -47-
Resultado: 87 [87]
Motivo: Curación Hans
Tirada: 1d100
Dificultad: -37-
Resultado: 34 [34]
Motivo: Curación Enano
Tirada: 1d100
Dificultad: -37-
Resultado: 62 [62]
Motivo: Curación Valentina
Tirada: 1d100
Dificultad: -37-
Resultado: 66 [66]
Motivo: Curación Valentina Suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: -37-
Resultado: 3 [3]
En teoría los puntos de Ventaja se pierden a uno por Turno en que no ganas. Este turno el bardo, siguiente el Viejo, luego Franciscus y el resto a normal.
-Menudo cambio el bardo de la pifia del siglo al crítico del siglo.
-Viejo +3NE. Por si fuera salvable.
-Franciscus -4NE. -1 Herida más. Sorry :(
-Hans +0SL. Recupera 3 heridas.
-Tarstheim -3SL. Te quedas igual.
-Valentina pffff gasto el último de Suerte para que no sea pifia (no quiero matarla). Recupera 6 heridas y el crítico a cargo del máster.
Hans estaba herido y cada vez más cansado. Sentía como la sangre seguía saliendo de su costado y como sus movimientos eran cada vez más lentos solo quedaba intentar matar a una de esas cosas a cambio de su vida y poco más.
Cuando de repente todas bestias cayeron victimas de certeros disparos el forajido buscó a sus salvadores a su alrededor, les debían la vida.
Mientras Kruger recorría el campo de batalla en busca de heridos que sanar, tan solo los quejidos ahogados por mocos de los niños se oían en el bosque.
La amenaza directa había acabado por la intervención de desconocidos salvadores, pero la sensación de angustia y de que en cualquier momento una de esas flechas verdes podía clavarse en vuestra espalda, hacía de ese momento una tensa espera, preludio de la muerte.
Una voz surgió de entre la naturaleza como si fuera el murmullo de las ramas de los arboles cargada de una brisa gélida como la noche.
-Vuestro hogar arde por vuestra incompetencia, humanos. No os acerqueis al bosque. -
Aunque la luna iluminaba ese trazo de camino, nada ni a nadie podiais ver de donde provenia la voz.
Franciscus abrió los ojos. ¿Estaba muerto? Desde luego si lo estaba, el paisaje no había cambiado demasiado. Posiblemente eso quisiera decir que Sigmar le había dado una nueva oportunidad de redimirse. ¿Otra más? Sentía hasta pereza ante tal prespectiva. A decir verdad, destrozado como estaba por los ataques de los sangrientos gors, no tenía fuerzas ni para hablar prácticamente.
- ¿Estoy... vi-vo? - Preguntó con un hilo de voz. Hasta hablar le dolía. - Me han des-trozado... - Dejó caer.
Quiso ponerse en pie pero no pudo. El dolor que sintió fue demasiado fuerte. Paralizante de hecho. Iba a necesitar ayuda por parte de alguno de los miembros de la caravana para subir a alguno de los carros. Desde luego, desplazarse por su propio pie, no iba a ser algo sencillo, ni para un hombre acostumbrado al dolor como era el flagelante.
- Nece... - Hizo un gesto de dolor y cerró los ojos con fuerza de forma repentina. - Ayuda... por Sig-mar...
Había salido viva por los pelos, gracias a los elfos de los bosques, aunque se notaba que no nos querían mucho, pero eso era algo que no me extrañaba, solo tenía que descansar, había estado a punto de matar a la criatura con mi daga, tenía que hacerme con una espada no solo usar mi daga "Kruger, gracias por ayudarme, ¿me puedes levantar?" le digo mientras levanto mi brazo, pidiendo su ayuda para levantarme
-¡LOADO SEA VUESTRO PUEBLO POR BRINDARNOS AYUDA EN UN MOMENTO DE NECESIDAD! MARCHAREMOS EN PAZ Y AGRADECIDOS EN CUANTO PODAMOS ATENDER A LOS HERIDOS.-a viva voz Kruger trató de responder a lo que suponía serían el elfos del bosque, sus misteriosos benefactores.
A medida que avanzaba por el campo de batalla la fortuna de Ranald le dio más dichas que desdichas. Le acercó su ballesta a la patrulla y la recostó contra el carro.-Ahora es mejor que no te levantes, deja que la herida se cierre y descansa mientras atiendo al resto.-dado la gravedad de las heridas no era muy buena idea moverse, pero no les quedaba más remedido. Ante la petición de Valentina este cogió a la fornida mujer sin remilgo alguno pasando su brazo bajo sus hombros para ayudarla a tenerse en pie contra el carro mientras trataba de atender a Mathilda y a Franciscus.
El flagelante se había llevado la peor parte del combate, aquella os bestias del caos le habrían destrozado vivo de no haber sido por la intervención de los elfos. Se arrodilló junto a él mientras intentaba hacer cuanto podía pero sus heridas eran demasiado graves para los pocos medios y conocimientos de Kruger, quiero ahora mismo no estaba para muchas risas.-Estas vivo buen amigo, pero tú pierna no esta muy bien. Te pondremos en el carro, necesitas descansar y no moverte en absoluto por un buen tiempo. Sigmar no ha querido darte descanso, todavía tienes muchos pecados que purgar, así que por el momentos las venturas dicen que no puedes morirte. ¡!Vamos agárrate a mi!.-la fuerza no era uno de los dones del hijo de Ranald, al inventar mover a Franciscus tuvo que pedirle ayuda a Viveca. Aún y así al moverlo hasta el carro le hicieron más mal que bien al pobre malherido, no podía hacer más por él. Tan solo la noche de descanso diría si el flagelante moría o vivía por la gracia de Sigmar.
- Gr-cias... - Dijo dolorido el flagelante. - No soy de... quejarmeh... - Pronunció con un hilo de voz.
No había acabado allí la frase. Le hubiera dicho a Kruger que, él no era hombre que soliera quejarse del dolor, pero que en ese momento de su vida, estaba tan hecho polvo que casi no podía ni hablar y precisamente por ello no acabó la frase. Franciscus necesitaba descansar y el bueno del Cuervo Burlón le acompañó hasta uno de los carromatos y pudo allí estirarse. Dormir sería complicado, pues el traqueteo del camino del camino sin duda le recordaría cada una de las heridas que lucía en su cuerpo, pero no quedaba otra opción.
-Vaya, menuda fiesta se ha montado en un momento.- El harapiento halfling salió de debajo del carro echando un vistazo a su alrededor. No era capaz de ver a nadie entre los árboles, ni siquiera sabía si seguirian allí y no quería averiguarlo.
Había demanda de hombros amigos que pudieran ayudar y aunque no tuviera mucha fuerza, si que tenía buena fe.
-Te echo una mano enano, aunque peses una tonelada.-
Pnjotizado
-El día que necesite la ayuda de un halfling, los orcos podrán volar... y escupir fuego. ¡Bah!.- A pesar de las quejas del gruñón enano, este se apoyó en el halfling para llegar hasta el carro.
Pnjotizado
-¿Porqué?.- Preguntó sin fuerzas la maga. Su voz apenas era audible para quien no estuviera a su lado. -¿Porqué están tan lejos del bosque?.
- Nunca había visto elfos... - Jadeó dolorido. - En esta zona... - Franciscus apretó los dientes y tomó aire llenando sus pulmones. Hablar le dolía, respirar le dolía. Le dolía todo el cuerpo realmente. - ¿Y si han atacado su bosque? - Preguntó.
Kruger asintió ante las dudas de Mathilda mientras intentaba auxiliarla provocándole más dolor que otra cosa. Al verse sin medios y no saber muy bien como reaccionar se volvió a dirigir a los elfos a viva voz.-LLEVAMOS CON NOSOTROS A UNA MAGA DE LA SAGRADA ORDEN DE LA LUZ. ELLA QUERRÍA SABER QUE OS HA TRAIDO TAN LEJOS DE VUESTRO AMADO BOSQUE, SERÍA UN HONOR PODER AYUDAROS EN LO QUE HAYAIS DE MENESTER. ES LO MENOS QUE POODEMOS HACER COMO MUESTRA DE AGRADECIMIENTO POR VUESTROS ACTOS.-obviamente el Cuervo Burlón había inflando las palabras de Mathilda, un detalle sin importancia muy oportuno en aquellos momentos. Sobre todo cuando nadie que no estuviera a su lado podía escuchar a la malograda hechicera, si por alguna casualidad conseguía que los elfos les atendieses mínimamente las heridas no creía que Ranald le concediera milagro algún en una larga temporada.
Motivo: Sanar Mathilda
Tirada: 1d100
Dificultad: 37-
Resultado: 95 (Fracaso) [95]
Con esta tirada le haría 3 heridas más :(.
Con esta tirada le haría 3 heridas más :(.
Déjalo que me la matas XD