Partida Rol por web

Todo es perfecto durante la cita, no cambiarías nada de lo que está ocurriendo. Brad te sonríe y te muestra su afecto, el servicio es estupendo y tú estás mejor que nunca.

El problema viene cuándo aparece Erik que te trae un regalito, una deliciosa tarta de laboratorio. Todo se nubla en tu cabeza no sabes dónde esconderte y la risa de todos en el restaurante, incluido Brad, es descomunal. Te diriges a los servicios y te miras en el espejo como no tienes diadema sino las entradas que tanto se te marcan.

La noche no puede ser peor...

El cuerpo de Nadia se hiela al ver al cuervo. Sus ojos no se separan de la mirada del cuervo.

Por favor, que se vaya, por favor...

- Diana... ayúdame... - suplica con media voz, implorando que aquello se acabe. Si no, podría morir de terror. O quizás quedara maldita para siempre.

Consigues entrar en la cueva y lo único que consigues ver es una pequeña luz que proviene del final del pasadizo, esa luz es diferente, es blanca y se va iluminando más a cada paso que das.

Cuando estás tan cerca como para comértelo descubres que era la luz, era la sombra que te había dado un escalofrío, era tu hermano.

De repente el estadio se vuelve de un extraño color verde, la gente sale corriendo por miedo y tú y tu chica os quedáis paralizados en medio del campo. Lo primero que ves es un OVNI que se estaciona justo delante de vosotros. Salen unos alienígenas armados que pretenden acabar con el planeta tierra y ni tú ni nadie conseguirá impedirlo.

- E-s-t-e p-l-a-n-e-t-a s-e-r-á n-u-e-s-t-r-o...- os dice el líder.

Preso de mi congoja me quedo paralizado y con todas las fuerzas que tengo le lanzo el balón hacia su cabeza mientras que con la otra mano agarro con fuerza la mano de la animadora y la desplazo hasta que queda a mis espaldas de modo que mi cuerpo la proteja en caso de ataque.

Berta no da crédito a lo que está viendo. Erik ha entrado en el restaurante como Pedro por su casa, y no va solo, lleva consigo una sorpresa. Una horrible sorpresa. Berta lo mira como se acerca, mira a Brad y ve como se rie. Se levanta corriendo de su silla lanzandola hacia detras con fuerza. Su cara lo dice todo. siente pánico. Sus ojos se han entristecido y sus labios pintados ya no sonrien. Se agarra su vestido y sale corriendo hacia el primer sitio que se le ocurre: el baño. Entra rapidamente y cierra, colocando una papelera para intentar que no se pueda abrir desde fuera. Berta se apoya en el lavabo de marmol rosa, y al levantar la cabeza descubre la autentica pesadilla... Su diadema ha desaparecido. Su fantastica diadema de brillantes ya no está en su lugar. Se toca la cabeza desesperadamente pero no la siente por ningun lado, mira a su alrededor y nada. Berta vuelve a mirarse al espejo y entonces el autentico panico entra dentro de ella. Lagrimas brotan de sus ojos y recorren su cara hasta lanzarse en picado al suelo. Su cara se transforma, donde hace no tanto habia sonrisas y felicidad, ahora hay agonia y sufrimiento. Se le vienen a la cabeza todas las imagenes del pasado donde aquella mezcla quimica le arruinó la vida para siempre. Da un paso atrás. Dos. Toca con la pared al dar el tercero. Comienza a agacharse, y se acurruca abrazando las rodillas fuertemente con los brazos. No quiere volverse a mirar al espejo. Se balancea, mientras escucha a lo lejos risas y burlas que vienen del restaurante. Berta está desesperada, no puede pensar en nada, todo le da vueltas:

- Maldita cena, maldita diadema, maldito Erik, maldito Brad, maldito vestido, maldita vida... quiza deberia estar... muerta...

En ese momento se le cruza un cable, y algo hace chispa... Berta se levanta levanta el cubo de basura y lo lanza contra el espejo, luego contra el otro... el espejo se hace añicos, pero ahora no solo se ve una vez reflejada, ahora se ve cientos de veces repetida en el espejo roto...

- Ahhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!! -Berta grita y desesperada sale hacia el restaurante gritando y portando en lo alto el cubo de basura, dispuesta a lanzarselo en la cabeza a todo aquel que intente colocarse entre ella y la salida de aquel horrible lugar