Partida Rol por web

Sí, no hay problema

Me dirijo hacia Alyssa.

- Nosotros no hemos hecho nada malo. No tenemos ni móvil ni oportunidad. Hemos estado todo el rato en grupo, junto con Eliot y Félix. Tú te has llevado a Claire, y no hemos vuelto a saber de ella. Simplemente creo que eres una asesina, y no me parece que haya que correr riesgos. Acerca de lo que ha pasado con Félix no puedo decir nada...

¿Monstruo?¿Yo?

- Yo no tengo nada que ocultar, os he contado todo lo que me ha parecido relevante, y me he mostrado dispuesto a responder sobre cualquier cosa. Por otro lado, no creo que tú hayas sido completamente sincera con nosotros, debes tener más razones para querer reunirnos. Y precisamente en este momento.

Miro hacia Bea. Se dispone a amordazar a Alyssa...

- Bien, así no hará mucho ruido. Aunque es una casa bastante aislada... - Me daba lástima tratar a una mujer así, sobre todo si estaba embarazada. Pero no veía alternativa, no me fiaba de ella.

¡Vaya! Eso no me lo esperaba. La cabrona ha intentado morder a Bea...

- ¡¡Cuidado!! - Bea esquiva el mordisco por los pelos. 

- Vaya, con lo colaboradora que te has mostrado hasta ahora... - Supongo que yo en su situación habría actuado de la misma forma, aunque ahora es algo inútil. 

Espero a que Bea se tranquilice un poco, y le respondo.

- Perfecto, vamos a buscar las ecografías, es un buen punto de partida. Vayamos a su habitación.

Cuando iba ponerle el pañuelo en la boca, esta me intento morder, pero tuve reflejos y no lo consiguió aun soy buena en lo mio pensé. - Quédate quieta no te quiero hacer daño le dije a Alyssa.

De acuerdo te acompaño Daniel. A senté con la cabeza y acompañe a Daniel. Dejando sola a Alyssa en el sótano.

Pues trato de liberarme si ya estoy sola

No se habían esforzado mucho en atar a Alyssa por lo que la muchacha no tardó en liberarse. Le habían quitado el cuchillo, pero observó su propio sótano. Seguro que en aquel lugar había guardado algo que pudiera servirle como arma. Estaba dispuesto a acabar con al menos uno de los dos, aunque ya empezaba a estar tan harta de esos Itmanzá que no le preocupaba el hecho de tener que matar a los dos. Estaba harta de ellos y de que no la creyeran en sus mentiras, harta de que ocultaran algún tipo de secreto que le hacía intuir que algo sabían de lo que estaba pasando allí.

Así que, antes de que fuera demasiado tarde y la descubrieran decidió buscar por el sótano algún tipo de arma que le sirviera. Ya fuese una pala, un bate, o cualquier objeto contundente que sirviera para acabar con ellos de un solo golpe.