-Y... ¿Hace cuánto que vino el invitado? El año... Así podríamos saber donde se... Quedo.
Aun seguía descolocado, pero conforme hablaba comenzaba a recuperar sus facultades. Si no miraba esos extraños ojos que parecían devorarle (nunca me habían gustado las arañas) todo iba bien.
Camino con la criatura y me siento a la mesa dejando la pistola al lado del plato. Lo miro pero no como.
-Muy amable señor por su parte, pero estoy a dieta, en cambio mi compañero siempre está hambriento. Podría tratarse de una posesión por un espíritu famélico o cualquier cosa, ya sabes. Sobre la tierra, mmm, poco que comentar, lo de siempre. Deportes, guerras, hambre, americanos, tecnología nueva... -saco el móvil y le muestro la pantalla-
Espero unos segundos:
-Y unas preguntitas si no le molesta señor: ¿dónde estamos exactamente, y que tareas realiza usted aquí? ¿no come? hay alimentos de sobra. Y la última y mas importante ¿sabe algo de una niña llamada Erika Erickson?
Me sentía tranquilo con Jack al lado. Mientras yo estaba aturdido, él compensaba mi falta de experiencia en estas áreas. Aunque me doliese admitirlo, hacíamos una buena combinación. Sin embargo, era su mal genio el que me haría marcharme nada más salir de aquel... ¿Lugar? No sabía si sería correcto llamarlo así. Estaba con los nervios a flor de piel. No me gustaba nada verme involucrado emocionalmente con las cosas que ocurrían... Todo comenzó desde que Elijah se veía en el centro.
Comenzais a hablar, la puerta del comedor se abre y aparece una hermosa joven, ataviada con una delicada túnica de seda, que acentúa sus ya de por si hermosas facciones, con un cabello sedoso y rubio que le cuelga casi hasta la cintura. Os sonrie, pero no dice nada. El Señor no parece dar importancia a la repentina llegada
- Sientate a la mesa y comencemos la cena- tanto el Señor como la rubia empiezan a comer. El Señor no parece responderos mientras come, cuando os termina os mira- Bien, sé a qué habéis venido. La niña es mi "invitada" desde hace mucho tiempo y me he encariñado con ella- dice sardónicamente- Comprenderán que sería un fuerte trauma para mi dejar que se marchara. Soy un jugador empedernido, así que les propongo un juego...- hizo una pausa- si ganan podrán llevarse con ustedes a la niña y a Helen- señala a la mujer que no ha dicho nada durante la cena y que ahora tiene un marcado aire sombrio- Pero si pierden...-hizo una nueva pausa- Volverá a mi casa... PARA SIEMPRE. El juego es simple, deben destruir para siempre a Federico. Ya lo conocen, aunque no personalmente, él fue el "patin", el fue "la niña" que intento que murierais en esa casa... ¿Que me dicen señores? ¿Quieren jugar?
Miro a Nathan mientras levanto los hombros, miro a Helen y luego al señor Oscuro.
A punto estuve de preguntar si Federico no es donde se guarda la cerveza, pero no me pareció buen momento.
-¿Y para qué queremos a Helen? y lo mas importante... ¿qué ganas si hacemos que Federico desaparezca? -luego expliqué- a mi, personalmente, destruir cosas se me da muy bien, pero no creo que a balazos podamos eliminar a un ente. ¿Cómo sería la cosa?, si hay que jugar deberíamos conocer todas las reglas.
-¿Quién es Helen? Y... ¿Qué es Federico exactamente?
La verdad, me temía que no tendrían más opción que aceptar. Luchar contra un ser así estaba fuera de discusión, y esperaba que Jack no se pusiera furioso. Lo bueno es que últimamente se estaba portando bien.
-La verdad, es una apuesta donde usted siempre gana... -suspiro.- Acepto.
- Helen sabe como derrotar a Federico, os será de utilidad, pero queda poco tiempo, su despertar está próximo. ¿Que gano? Habré disfrutado de un magnifico juego. ¿Un ente? Ah, creo saber a que os referis, Federico no será más un enter, tus... juguetes- dijo señalando la pistola- pueden serviros- Miro a Nathan- Nadie os obliga a jugar, pero si lo haceis, ¿que importa si gano? Vosotros no estareis aqui- cuando Nathan dijo acepto el Señor volvio a hablar- tenemos un trato -Ante vosotros aparece una bola de luz verde de unos tres metros de diámetro- Penetrad en el portal, os conducirá hasta vuestra realidad. El viaje os cansará un poco, descansar después para el momento final. Adiós jugadores y que gane el mejor
Cuando entreis por el portal haced tirada de estres
Nathan esencia-2
Jack esencia-9. Si fallas tirada de frialdad+voluntad+2.
Intenté buscarle el truco a todo ello, pero si lo tenía, no lo encontraba. Quizás tuviera razón y fuera un jugador empedernido. Entré en el portal sin decir nada. La verdad es que tenía demasiada prisa en abandonar ese lugar.
Motivo: Esencia
Tirada: 1d20
Dificultad: 6-
Resultado: 9 (Fracaso)
¿Era esta? XD Sorry, no he dormido bien.
Me giro con cara de "acabas de firmar un hipoteca". Ya estaba decidido gracias a Nathan.
Preparo las armas y elijo la microuzi colocándole la mira láser encima. Verifico que esté cargada y la coloco en mi mano. Luego reviso las otras armas mientras digo con voz burlona:
-"acepto, acepto" vámonos, a ver que os espera ahí dentro. ¿qué armas llevas? igual tengo algo mas atractivo para ti.
Motivo: esencia
Tirada: 1d20
Resultado: 6
Motivo: Vol + fri + 2
Tirada: 1d20
Dificultad: 14-
Resultado: 11 (Exito)
-¿Yo? Mi 9mm y mi Magnum. Me gusta ir ligero.
Me coloqué la chaqueta del traje, aunque habría que lavarlo. Doy un suspiro. Miro su microuzi sin comprender cómo demonios podía ir con eso. Aunque había conocido a hombres que tenían lanzamisiles en sus casas.
-Tenemos que hablar. -mi tono de voz era helado.- Te ayudaré con Federico y me iré.
-Aficionado -aparto la pernera de la gabardina y le muestro una escopeta recortada, las pistolas ya las había visto las dos-
A su proposición le contesto:
-No te creerás que me voy a quedar yo aquí, pues claro que me iré luego también.
Motivo: Vol +2
Tirada: 1d20
Dificultad: 13-
Resultado: 2 (Exito)
-Lo que hagas o dejes de hacer no es asunto mío.
Muchas armas... Alguien debería haberle enseñado que no más grande significa mejor. Pero no sería yo quien lo haría.
-Vamos.