Mientras echo un vistazo a las diferentes casas, fijo mi atención en los integrantes de la Casa Arryn y susurro a escudero:
- ¿Reconoces a alguien?.
Director, creo yo que no deberíamos de ser capaces de saber lo que susurran los demás, ¿no?.
Den observa como se tensa la esposa de meñique al ver a su caballerito azul entre tantos leones rojos. Bien, Petyr Baelish, al parecer por fin alguien encontró tu debilidad, y nadie mejor que los Lannister para aprovecharla. Los Lannister se llaman a si mismos leones, pero sus tácticas son más similares a las de un cuervo.
Para él, todos los presentes, incluso él mismo son piezas de un tablero de cyvasse. Siempre se consideró a si mismo una pieza de arquería, capaz de usar el terreno en su ventaja y maniobrando a través de caballos y elefantes. Pero a diferencia de muchos de los presentes, que van por el rey, yo voy a por el dragón.
Gaheris tiene razón, poned como destinatario solo a los miembros de vuestra casa.
Observo a Tommen con desdén. Padre recibió de Daenerys el título de Lord y la creación de la Casa de la Luz, pero si la reina hubiera querido premiar realmente sus esfuerzos en la guerra le hubiera nombrado señor de la Casa Baratheon y hubiera desterrado lejos a esa aberración hija del incesto. Es la primera vez que lo veo, pero compruebo que lo que se dice de él es totalmente cierto: todo en él es Lannister hasta la naúsea. Incluso yo misma soy más Baratheon que él... No, definitivamente los hombres que atacaron el barco no pueden ser servidores suyos; nadie con verdadera lealtad a la Casa del Ciervo sería fiel al hijo de esa ramera de Cersei. Su mera existencia ya es una ofensa a la memoria del Rey Robert, pero que además ocupe su lugar cuando todo Poniente sabe que en sus venas sólo hay sangre Lannister...
Lord Gendry debería hacer algo al respecto. Me encargaré de recordárselo después del funeral.
Pero Tommen no es quien realmente me preocupa. Dudo mucho que llegue al trono, aun cuando siga apareciendo oficialmente como hijo de Robert. Todos se reirían en sus narices con la mera propuesta, y por su expresión diría que no parece llevar muy bien las burlas. Es Petyr Baelish quien me inquieta. Tal vez no ansíe el trono, pues por lo que dicen se mueve mejor desde un segundo plano, pero quizás la Mano, un puesto desde el que manejar al rey... Sea como sea, seguro que obtiene algún beneficio. Deberíamos llevarnos bien con él, pues el que a buen árbol se arrima...
Mi vista se dirige entonces hacia la Casa Lannister. No sé qué pensar de ellos, pues el hijo de Tyrion no parece seguir la férrea y conspiradora tradición de su abuelo Tywin, pero en cualquier caso nunca puedes fiarte de un Lannister, por mucha fama de juerguista que lleve. Y... ¿qué es eso? ¿Un niño Arryn? Vaya, vaya... Podría ser un rehén, una prenda por algo que los Arryn deben cumplir, o simplemente una moneda de cambio en un acuerdo. ¿Son amigos o enemigos, los Arryn y los Lannister? Habrá que averiguarlo.
.- Sir Gaheris... esos son mis padres, son los únicos que reconozco abiertamente, aunque hacía tiempo que no los veía, siguen siendo aun jovenes y majestuosos, los demás apenas los recuerdo, y sobretodo al caballero que parece ser su lugarteniente .-
Ramiel miraba con fascinación el explendor de todas las casas mayores ahí reunidas, pero sobretodo, la que más le llamaba la atención era la casa de la luz, con esos llamativos sacerdotes y seguidores .- Sir Gaheris... que sabeis de la Casa de la Luz ?, parecen unos firmes candidatos al trono, y me temo que si estos lo consiguen, todos los septones, ya pueden empezar a buscarse la vida por otros lugares...
- No se mucho sobre ellos, solo que no conviene tenerlos como enemigos...
Cuando el pequeño comenta sobre sus padres, le digo sonriente:
- Por cierto, cuando termine la ceremonia, puedes acercarte a saludarles, apuesto a que se alegrarán de verte...
.- Muchas gracias Sir Gaheris, tengo muchas ganas de abrazarlos y saludarlos .- entusiasmado siguió observando la ceremonio, atento a todos los detalles y dando algunas miradas furtivas a todas las casas importantes.
Poco podía decir de los líderes del resto de las casas. Lo cierto era que era la primera vez que los veía, por lo que la única impresión que podía sacar era la que le daba su visión. Y tampoco eso podía servirle e mucho. Al fin y al cabo, la seriedad del acto era tal, que la formalidad estaba a la orden del día -no se esperaba otra cosa-.
No tenía mucho que pensar a las figuras que veía ante si, aunque el interés de saber que pensaba cada uno era evidente. Solo esperaba saber el testamento de la reina, el cual esperaba que se leyese pronto.
La ceremonia prosigue llegando a su punto álgido en la cual el septón supremo alza la voz mientras el coro de septones ora a los siete -Daenerys, elegida por los sietes. Ella es el juez justo y severo creado por el padre. La encarnación de la madre que vela por las mujeres y los niños. El guerrero que nos protegió durante la gran guerra -continua mientras el coro de los septones repite una y otra vez Daenerys, padre, madre, guerrero -tiene la sabiduría propia de la vieja, construyó su reino y el nuestro con los fuegos del herrero e inspiraba el amor de todos los subditos, amor potenciado por la doncella. Y ahora se ha unido en uno con el desconocido -grita señalando la gran estatua de la reina.
Tras terminar estas palabras el coro se acelera diciendo el nombre de la reina y de los siete una y otra vez, alzando la voz cada vez más. Cuando sus voces retumban como truenos por la plaza cada uno de los septones lanza un frasco contra el suelo y una luz de fuego vuela hacia el cielo, iluminando el firmamento con el fuego de la reina dragón.
Una oleada de asombro se cierne sobre todos los presentes ante los fuegos artificiales en honor a la reina muerta, a la madre de los dragones.
Pongo mi mano en el hombro del pequeño Ramiel, de manera paternal, mientras todos nos maravillamos de los fuegos artificiales:
- Asombroso... - Logro articular debido a la maravilla ante mí.
Demasiada pomposidad, para el gusto del aprendiz. Pero era lo que tenía un funeral de ese nivel. Lucyen esperaba, paciente a la lectura del testamento. Lo demás le traía sin cuidado.
Como Lucyen, yo también comienzo a impacientarme con tanto ceremonial. Sobre todo cuando incluso la muerte de una gran reina sirve de excusa para proclamar a los cuatro vientos las bondades de la religión. Aunque en este caso he de admitir que la fe de los Siete es bastante más lógica que la de R'hollor... Un único dios de fuego no cubre todos los aspectos de la vida; los Siete, sí.
Pero no dejan de ser un invento, así que cuando el cántico llega a su apogeo y la emoción me embarga inevitablemente, me recuerdo a mí misma que todo es falso. No me gusta nada que los sacerdotes manipulen mis emociones.
Al escuchar nombrar a los siete, Den siente de nuevo como si estiviese en frente de chiquillos, que quieren ver varias caras donde solo hay una, valentía, sabiduría y fuego, fuego es lo que hallarán todos al final, incluso a aquella que el fuego no podía dañar. Descansa en paz, Danaerys Targaryen.
.- eso debe ser algun truco, no? .- dijo Ramiel maravillado ante el espectaculo, mirando con la boca abierta hacía arriba.
Sin poder evitarlo se me pone la piel de gallina cuando el septon comienza a elevar la voz hacia los Siete. No es que sea una persona muy religiosa pero entiendo la emotividad del momento y la importancia que tiene. Me agarro del brazo de Petyr y agacho levemente la cabeza, dando la apariencia de tristeza y concentración. Finalmente cuando las voces del coro se elevan hacia el cielo levanto la cabeza y compruebo la belleza de aquel instante. Cuando la bola de fuego ilumina la ciudad, me quedo boquiabierta.
-Que hermoso...-le digo a mi marido.
Tras el sermón de los charlatanes, los fuegos artificiales que se suceden son impresionantes creo que sin lugar a duda es lo mas bonito que he visto en toda mi puta vida y muy seguro que será la único hermoso que vea en resto de la vida que me queda, lastima que tenga que ver esto en un funeral de nobles que aparentan tristeza cunado les importa una mierda la reina muerta si no en quedarse la porción de pastel mas grande de la tarta, y no en una fiesta.
Impresionante, ojala todos los funerales fueran tan espectaculares, en el de mi hermano hubo un oso bailarín pero esto lo supera………
Hablo en bajo.
La madre de los dragones ha partido, ha dejado este mundo para reunirse con los dioses y nosotros debemos continuar nuestros propios caminos bajo la guía de la Reina Daenerys y los Siete. Sea pues. ¡Viva la Reina Danerys! Que descanse en paz -concluye el septón supremo tras el espectáculo de fuegos artificiales.
Los septones comienzan a volver al interior del Gran Septo de Baelor mientras la muchedumbre comienza a dispersarse y los guardias abren camino para que las grandes casas se alejen de la abarrotada plaza.
Cada una de las siete casas se dirige a la reunión organizada por Blackmont donde se leerá finalmente el testamento de la reina.