Norte estabiliza a Ericus y ayuda a recoger los caídos, así como buscar los cuerpos de los PNJ del gremio para sacarlos de aquí.
Uriel se queda sorprendido por las acciones que suceden precipitándose delante de el mismo, los desmanes del diablo y sus movimientos casi imposibles de seguir. La furia que siente el arcanista en aquellos momentos no le permiten hacer gran cosa que dejar a Ericus en manos de norte cuando esta comienza a estabilizar a Ericus. El por su parte e indicando con gestos a los últimos presentes, indica que tomaran los cuerpos y buscar un medio de transporte para sacar los cuerpos de los caídos antes de que Lividius negara el trato.
Viendo que la moral ha afectado al ritmo de la partida, voy a finiquitarla.
- Resumen final:
· A pesar de la derrota, los supervivientes han ganado 200 px cada uno (en realidad eran 193, pero para redondear, lo dejamos en 200).
· Lividius no os deja mucho rato para "recorrer" el gremio en busca de supervivientes y tenéis que abandonar antes de arriesgaros a que cambie de opinión.
· Solo podéis llegar a certificar la muerte de Búho, nieto de Otto y Frank, el cocinero. En un acto magnánimo de Lividius, os permite llevaros los cadáveres.
· Fuera de toda probabilidad, Otto esta vivo. El viejo vigía ciego que fue lanzado desde la cima de la torre antes del combate. Su débil cuerpo contiene mas fortaleza de la que aparenta. Aunque esta inconsciente y con abundantes huesos rotos.
· Por el resto del gremio hay marcas de batalla y algunos diablos muertos, lo que da a pensar que vuestro encuentro no ha sido el único.
· No hay rastro del destino que han corrido el resto de personajes del gremio.
· El gremio de Forgotten Realms queda disuelto (solo argumentalmente ^_^).
William con rabia por no haber podido salvar a Shana, cuando se dio cuenta, la enana ya no respiraba. - Como no he podido darme cuenta que le quedaba un hilo de vida - Pensó mientras cargaba su cuerpo para sacarlo de aquel lugar y darle un entierro digno.
- Larguémonos de aquí, ya volveremos a darle su merecido a este diablo y a liberar el espíritu de Voronwë.
Abro los ojos y miro enfrente mío solo para ver a Norte atendiéndome. Sonrío al saber que no nos dejó y que hemos prevalecido, pero entonces escucho su voz. Miro veo que Lividius sigue vivo, al igual que la Adepta que le acompaña. Mi mirada recorre el campo y veo a Shana y a Storm muertos. Nos han derrotado, es una realidad innegable.
Aprieto mis puños con fuerza pues la frustración me embarga y siento un enorme vacío en el alma. Me pongo de pie a pesar de los múltiples dolores que me aquejan y veo que todos comienzan a retirarse. Al parecer el demonio nos ha dejado marchar no estamos en condiciones de contrariarlo.
No veo a Voronwë a primera instancia hasta que reconozco sus ropas cubriendo a una masa sin rostro ni rasgo alguno en la que parecen trabajar los infernales. No sé qué ha pasado pero el rostro de Norte me dice todo y no creo que sea el momento de discutir. Recojo mis cosas con pesar y conteniendo las lágrimas, para salir de ahí junto al resto.