Partida Rol por web

bien, entonces llevemonos la carreta, Wiri dame una de las dagas por favor, yo tomare el caballo que esta suelto y me adelantare hasta la intersección para ver que no nos topemos con alguna sorpresa, debemos movernos con prisa pra evitar ser alcanzados por los del campamento hacia el que huyo el otro guardia. Aprovecho para ver si encuentro un buen lugar en el que escondernos mientras pasa la busqueda que seguro harán. - dicho eso, Yerguez toma una de las dagas, guarda la macana y sube al caballo dispuesto a revisar que el camino este despejado.

kalamar, se que no tienes nada con que hacer una curación como es debido pero revisa las heridas de los demás para que al menos haya posibilidad de que se empiecen a recuperar. Al menos, por ahora seguimos siendo hombres libres y hay que mantenerlo así.

Nathul estaba de acuerdo con evitar el combate. No le gustaba, pero estaban débiles y no había opción.

- En el cruce los podemos despistar, es nuestra mejor opción, vayamos hacia allí, veamos si podemos escondernos y si no sigamos cualquier camino y quizá se confundan o dividan.

Esa era la mejor estrategia, como ya habían comentado entre varios.

Dos de los aventureros revisaban con ainco el trozo de pergamino, el semiorco no tiene reparo en corregir el error de su compañero la enderezar el mapa, ambos señalan caracterizaras de lo escrito en este documento respecto a la región y descubren la presencia de varios puestos de control, algunos campamento y lo que quizá se trate de algún tipo de fortaleza, tanto Nathul como Wiri concuerdan en la idea del cruce mientras exaltan sus posibilidades, sin embargo es evidente que la zona es una especie de laberinto natural y quiza el trozo de papel no revela del todo los peligros que aquí podrían aguardar.

Mishella resalta que no están en condiciones de plantar cara a mayor peligro y con lo poco que conocía a sus compañeros decidió hacer de voz de la prudencia, el escape había resultado una locura que para su suerte había salido bien, sin embargo aun estaban en bastante desventaja y para colmo de males seguían perdidos, fuera lo que fuera que quisieran hacer un ataque era la peor opción, así que enfatizo en que deberían marcharse antes de que lleguen los refuerzos de los bandidos aparecieran por el camino y los terminaran de rematar.

Yergez que había sido el artífice del escape concuerda con la muchacha y aprovisionándose con una daga se sube al caballo que no estaba amarrado a la carreta, el corcel era algo flacucho pero no por eso menos alto, el enano se las arregla para subir a la montura que por un instante casi se hecha a correr, pero no pasa mayor cosa, ya al lomo de la ligera montura no pierde ocasión en sugerir al clérigo que trate de ayudar a los otros con lo poco que tiene mientra el revisa el camino para no dar con sorpresas desagradables, dicho esto, el enano desaparece a galope en lo que de momento parecía la única ruta posible para concebir el escape

Kalamar se sube a la carreta y mira con seriedad al enano asintiendo a la instrucción revisar a los otros, su rostro refleja un cierto grado de frustración, que otra opción le quedaba, su diosa lo estaba poniendo a prueba y al parecer aun no estaba satisfecho, resignado deja que Mishella tome las riendas de la carreta y que una vez todos a bordo comiencen su marcha al punto de encuentro con el enano, rápidamente comienza a revisar a los heridos para evaluar que puede hacer para ayudar y como usar el equipo de curandero que habían encontrado al interior de la carreta, en definitiva tendrían una manera de recuperarse, pero esto no se aplicaría del todo a el mismo.

... poco mas tarde...

al llegar al cruce se encuentran con el enano, este aun se encontraba sobre el caballo y al verlos llegar parecia suspirar aliviado la ver que se trataba de los otros, a pesar de llevar un par de minutos de de ventaja nada había despertado su alarma, al parecer es un lugar de bastante trafico y las huellas de monturas, carreta y otros presagian que podrían optar por cualquiera menos por donde llegaban ellos, con el tiempo en su contra solo les restaba tomar uno de los caminos.

en el cruce hay 2 túneles que se incrustaban en la pared norte de manera descendente, los dos parecían naturales o cavados por prehistóricas criaturas que los habían abandonado hace siglos (uno va al esto y el otro al este), también contaba 3 senderos a nivel se dividían por formaciones rocosas de la pared las marcas en estos eran mas abundantes que en los túneles (2 se abren hacia el este y otro al noroeste) y una camino que sube por una pendiente ligeramente empinada en dirección noroeste y al revisar el mapa notan como en este hay dibujado un símbolo de exclamación.

Ese cruce al que habían llegado concedía múltiples posibilidades, ninguna de ellas segura. El bárbaro bajó del carro y fue hacia los caminos, entonces miró el suelo con detenimiento buscando pistas.

- Esos túneles nos pueden servir para escondernos o recorrerlos a ver si tienen alguna otra salida lejos de estos bandidos. Y el camino hacia arriba parece que no lo tienen explorado porque hay un monstruo o similar. Pero yo por ahora voy a ver si podemos saber de qué camino venimos, porque ese es el más peligroso. Nos han visto pasar por él los bandidos y pueden reconocer el carro. Ese lo tendríamos que evitar a toda costa. A mi el plan que se me ocurre es escondernos en un túnel, ver hacia dónde van los bandidos y entonces tomar un camino por el que no hayan ido ellos.

Explicó lo que él había pensado, mientras miraba la tierra en busca de huellas que delataran que el carro acababa de pasar por ahí.

una vez reunido con sus compañeros y ya con el alivio de no haber sido encontrado por los bandidos, se acerca a estos y le da una mirada por encima al mapa, para luego de escuchar a su compañero, agregar - Pues no estoy tan de acuerdo en refugiarnos en los tuneles, si no tienen salida, seremos un blanco facil, esto no les parecerá muy convincente pero creo qeu lo más sensato es ir por el camino del signo de exclamación, siempre y cuando la carreta nos lo permita, piénsenlo bien si los bandidos no están interesados en ese camino es el unico lugar donde seguro no intenten buscanos; claro, puede que nos topemos con un grupo de elfos silvanos que no aprecian las visitas o bien con un dragon del bosque que decida terminar con nuestras vidas.

Ahora bien, si la carreta no nos lo permite, revisemos que camino parece conducir a una ciudad sin pasar por un campamento y tomemos esa dirección; eso si, tendremos que movernos muy rápido pues si ellos vienen a caballo seguro nos podrán alcanzar pronto.

La arquera sopesaba mientras escuchaba a sus dos compañeros dar sus ideas sobre la mejor forma de actuar en un momento como aquel. La idea del mestizo parecía sensata y tampoco se le ocurría nada mejor que aportar, así que zarandeó su cabeza cuando la compartió, dando señales de estar conforme con aquel planteamiento.

- Creo que es lo más sensato. - Añadió. - Tenemos que movernos, es la única forma de mantenernos a salvo. Hasta que recuperemos nuestras armas somos un blanco fácil y esos bandidos son más que nosotros, seguramente. La opción de escondernos en los túneles parece la mejor opción. Vayamos pues y observemos desde la distancia a esos tipos, a ver si conseguimos algo en claro.

Tampoco me siento feliz  con   una montaña  sobre la cabeza  en vez  del cielo azul  pero si eso nos permite  evitar a nuestros enemigos  supongo que es la mejor solución .Digo saliendo del mutismo  en que había encerrado  mientras  consideraba  los  últimos acontecimientos   y  como encajaban estos  con la voluntad de la diosa.De todas formas  habría que  borrar las  huella de la carreta  de alguna manera  porque  no me  gustaría  que nos  pudiesen seguir  hasta  la cueva   y acorrarlarnos allí .

Ya que la mayoría estaba de acuerdo en usar los túneles para esconderse, el semielfo hizo un asentimiento de cabeza.

- Metamos la carreta dentro y borremos las huellas. Si no nos descubren podremos tomar un camino después, el que parezca más seguro, ya sea el que sube o cualquiera de los otros. Si vinieran a por nosotros, en la cueva podemos intentar una emboscada.

Al final si los bandidos venían a caballo les iban a dar alcance pues eran más rápidos que la carreta, así que ninguna de las opciones que tenían era perfecta y habría que confiar en la suerte.

El grupo de fugitivos convienen mas o menos una ruta a seguir y con cuidado guían a las monturas al interior el túnel nor-oeste, los caballos no parecen cómodos con la idea y hace falta un par de latigazos para hacerlos avanzar al interior del sendero.

el cielo sobre sus cabezas es escondido por una roca de color rojizo que soltaba un pesado polvo del mismo tono al paso de la carreta, al revisar el camino perciben un espacio lo bastante grande para meter carreta y las monturas de manera completa, una parte del grupo se queda con estas tratando de mantenerlas calmadas, en tanto los demás con cuidado se encargan de borrar de manera parcial las huellas, borrarlas todas podría suponer una pista bastante evidente sobre su camino y de no hacerlo bien podrían rastrearlos con facilidad.

para cuando casi habían terminado mishella nota en el aire el sonido de cascos, hace un gesto a sus compañeros y se meten en la gruta, tratan de mezclar sus siluetas en las penumbras y de esta manera no llamar la atencion de los perseguidores, a la distancia notan como se trata de 8 jinetes, los humanos se veían en mejores condiciones y fuertemente armados, se detienen en el cruce y comienzan a dar vueltas en círculos como si analizaran cada uno de los caminos y por el aspecto de sus ademanes al parecer estaban bastante molestos.

la treta parecía haber funcionado pues los jinetes no pierden mucho tiempo y a toda velocidad toman uno de los senderos al sur este y el sonido de su galope se disipa a la distancia.

Agazapado en la cueva pudo ver que todo transcurría bien. Trató de prestar atención a los rostros de aquellos ocho bandidos a ver si podía notar algo de interés.

Me agazapo en un rincón oscuro  preparado para  lanzar el beso de la Diosa sobre  el primero de los bandidos que intente  entrar en la cueva .En silencio miro a un lado  y a otro  para ver que  hacen los demás .No me gustaría  que los demás  saliesen en tromba a atacar  y yo que  yo fuera el único  que  se  quedara  sin  actuar .

Siguiendo el ejemplo de sus camaradas, tras asentir en señal de conformidad, Mishella se agachó junto a ellos, tratando de ocultarse de ojos extraños.

Desde su posición, la arquera podría observar si se aproximaban enemigos, como más de esos bandidos. Con todo y con eso, aprovechó el tiempo para dejar cargada su ballesta.

los gritos de los guardias muestran enfado y no es muy difícil intuir el tema de conversación sobre todo con la repetitiva frase NO PUEDEN ESCAPAR sin embargo desde tu posición y quizá por el miedo a ser descubierto no alcanzar a entender mas de sus palabras.

Los muy malditos escapararon, mas vale que que los encontremos antes que el, o al jefe no le gustara esto. la mirada del hombre se centra en la cueva pero rápidamente se distrae ante la seña de uno de los jinetes que le indica, Al parecer no subieron a las cumbres, no quiero tener que darle mas caballos a esa malcriada.

para cuando miras el grupo a comenzado a moverse y no terminas de escuchar su charla...

Las prisas parecían haber ayudado a los miembros del grupo pues los bandidos optaron por seguir uno de los caminos sin investigar las cuevas.

- He escuchado un poco de lo que decían "los muy malditos escapararon, mas vale que que los encontremos antes que él, o al jefe no le gustara esto." Ese "él" no sé a quién se refiere. Luego han dicho algo como "al parecer no subieron a las cumbres, no quiero tener que darle mas caballos a esa malcriada". Así que parece que la criatura de allí arriba es bastante grande.

Ahora tenían algo más de tiempo para pensar, el semielfo que estaba acostado pudo incorporarse.

- Si seguimos el tercer camino, el que no han tomado ellos, aunque demos con bandidos no estarán informados de nuestra huída, pudiéndoles tomarles por sorpresa. Eso nos permitiría conseguir más equipo, quizás incluso comida.

Comentó pensando que tenían que conseguir más cosas para salir vivos de aquella zona.

Los perseguidores daban vueltas en círculos buscando alguna pista de su paradero, pero tan rápido como habían llegado el grupo de jinetes comenzó a moverse de nuevo, este se alejaba a toda velocidad por uno de los caminos del este dejando una nube de polvo tras de ellos.

Durante eternos segundos todos se mantenía en silencio, a la expectativa del regreso de sus captores o la llegada de algo peor, sin embargo, nada paso, algunos de los aventureros miraban con seriedad al detectar algunas de las palabras de sus captores, pero la verdad sería una hazaña descifrar las palabras de alguno en medio de las pisadas de los caballos.

Sin embargo, el semielfo lo había conseguido, quizá por sus talentos raciales, nathul se atrevió a compartir con sus compañeros prófugos lo que había alcanzado a descifrar a la distancia, al parecer salir de este lugar seria toda una aventura.

Pasaron los minutos y el camino se mantenía vacío mientras el tiempo se escurría como arena en un reloj de los desiertos, la tropa de aventureros aun tímida y desconfiada aun calculaba su siguiente paso en su improvisado escape.

Los fugitivos siguieron moviéndose por las laberínticas rutas de aquella pared de roca, su miradas revisaban con desconfianza cada gruta, cada saliente, cada nuevo camino, con el corazón desbocado ante la posibilidad de encontrarse con los bandidos o quizá algo peor.

sin embargo la suerte les sonrió y las amenazas no se presentaron al contrario una caverna en uno de los túneles pareció ser un refugio ideal, al adentrarse en ella descubrieron un pasaje oculto que llevo a una saliente de la gran pared de roca, con mucha prevención se tomaron las molestias de preparar un buen campamento para descansar aunque fuese esa noche, incluso los que tenían mas fuerzas se encargaron de esconder la saliente ocultado con rocas el lugar por donde habían entrado, claro esto después de haber escondido sus huellas de rastreadores indeseables.

la noche cayo con velocidad en aquel lugar y la luz del sol fue engullida por la oscuridad mas siniestra, sin embargo esto duro poco, a medida que la noche tomaba su lugar un océano de estrellas se presento ante los ojos de los aventureros mostrandoles un maravilloso y esperanzador paisaje, solo el sonido del viento parecía romper con el silencio de aquel paraje pero de alguna manera este parecía amable, casi un arrullo y menos una amenaza, como era de esperarse los desconfiados y magullados prófugos decidieron distribuir sus turnos de sueño y así tener mejores oportunidades de despertar a los otros en caso de un ataque.

Uno tras otro los aventureros descansaron acurrucados uno junto al otro, no resultaba lo mas cómodo pero las bajas temperaturas en aquel lugar hacia que sus cuerpo se sacudieran en tremendos calosfrios y por lo tanto debían compartir el lecho en una noche sin fuego que los calentara, quizá el que peor lo paso fue el clérigo, despojado de casi todos su milagros por la desafortunado extravió de su símbolo sagrado, Kalamar se paso casi toda la noche cuidando a los heridos y su vigilia le consumió casi por completo.

su devoción fue tal que fue el ultimo en poder descansar y solo hasta que sintió que sus compañeros estaban cómodos y recuperando fuerza con sus cuidados y quizá por esto el grupo no estuvo operativo hasta bien entrada la mañana cuando el ultimo miembro del grupo se encontraba despierto.

Los ojos de Kalamar luchaban por mantenerse despierto, pero su cabeza se tambaleaba y la inconsciencia lo tomaba por momentos, realmente nunca se percato cuando fue que se quedo dormido.

En medio del sobresalto sacude su cabeza con fuerza para continuar con la guardia, entonces se percata de la luz de una fogata y de la mirada gentil de una elfa que calienta sus manos frente a esta, antes de que el semielfo acate decir algo esta lo interrumpe: has sobrevivido, ¿verdad? la voz de la mujer era armoniosa y calmada, las pruebas son duras pero necesarias, y su sonrisa parece complacida, y prosigue: dejame que te cuente una historia en tu descanso

con voz melodiosa comienza a narrar: hace miles de años una estrella descendió de los cielos y al chocar con esta tierra pinto de fuego y humo el paisaje, pero cuando todo regreso a la calma una gruta apareció en el suelo, nadie presencio aquel hecho pero con los años un haz de luz se colo al interior de la montaña como si se tratara un bribón por un pequeño agujero y miles de destellos revelaron el tesoro, cerca de allí un peregrino solitario al cual la vida había castigado por su soberbia noto el insólito hecho.

Este hombre que no era humano y tampoco era elfo, escalo la montaña y al igual que la luz se colo por un estrecho agujero, las rocas eran afiladas como espadas y a medida que se adentraba su carne era desgarrada, y con sus manos aun sangrantes invoco el nombre de Yureal ante la belleza que ante el encontró, se dice que de los ojos de aquel hombre brotaron tres lagrimas que tocar la tierra se cristalizaron convirtiéndose en una gemas brillantes, que solo las manos de otro penitente podrán tocar.

no te he olvidado hijo mio, pero es momento de demostrar tu fe. los ojos del clérigo se abren y siente aun el calor de un fuego que no existe, al mirar a su alrededor ve como sus compañeros incluso el de la guardia esta apaciblemente dormido, pero lo mas intrigante es el mismo, debería sentirse agotado y sin mayor fuerza, pero esta reconfortado y lleno de energía.

Con la primera luz de la mañana un tenue destello resalta en una de las paredes de la roca, el lugar se encuentra a una considerable distancia, por lo sin duda se trata de otra imponente prueba.

El bárbaro había dormido a disgusto, igual que el resto de compañeros. La noche era muy fría, ya sabía él cómo de cruel podía ser la naturaleza. Al menos se despertó bastante mejor, gracias al apoyo de Kalamar. Echó su pelo hacia atrás, pensando que la huida tan sólo había empezado pero la suerte estaba con ellos y podrían llegar hasta algún lugar. Incluso asaltar a los asaltantes para obtener provisiones y armas.

Dado que estaban en una gruta, el semielfo prefirió no alzar mucho la voz, de manera que el sonido no fuera demasiado lejos o llegara al exterior.

- Buenos días a todos. Vamos a tener que evaluar nuestra situación, ascendamos un poco por la colina a ver lo que hay por los alrededores.

Lo que a él le gustaría era poder lanzarse sobre algunos bandidos desprevenidos para devolverles el duro golpe que les habían dado y del que sólo comenzaban a recuperarse. En tantos años viviendo en el precario desierto, sabía que había que ser cruel, más todavía cuando las opciones estaban en contra.