Sus labios apenas rozaron el vino cuando se llevo la copa a los labios en respuesta al brindis, en aquel momento no deseaba probar el vino. Dejo que sus compañeros fueran delante mientras el quedaba a la par de Icaro.
Miro los cambios que habia sufrido la nave y a los tripulantes con admiracion y aprobacion.
Antes de subirse al barco volvio a girarse hacia Icaro.
He de suponer que nadie fuera de esta reunion conoce nuestros propositos ¿no?.
Aunque la repuesta era de sobra conocida no estaba de mas preguntar a veces grandes planes han fracasado por dar por hecho algunas cosas.
Una vez hubo recibido su respuesta subio al barco mientras calculaba cuanto teimpo les deberia tomar la travesia.
Bolverk, en popa, esperaba a que el barco se pusiera en marcha. Cuánto deseaba que Ícaro tuviera razón y que la vela les llevase sóla a su destino, sin necesidad de pelear con el timón o de pasar horas y horas a los remos. Observó a la sacerdotisa, Arkhania, y la saludo con una sonrisa y un leve movimiento de cabeza.
- ¿Nerviosa, sacerdotisa?
Ícaro miró al cazador y luego volvió la vista al navío.
-No, nadie sabe lo que hemos hablado hoy. Pero con el tiempo, y si todo sale según lo previsto....
El hombre de Atenas miró de nuevo a Melancton y continuó la frase.
-....toda Grecia lo sabrá, no tengas ninguna duda.
El político sonrió e hizo un gesto agradable.
-Que los vientos os sean propicios. Enviaré una paloma para saber las nuevas y para haceros saber las nuestras.
Arkhania se giró tras escuchar la voz de Bolverk, sonrió también levemente. -Si vamos a ser compañeros, por favor, llámame Arkhania.- Su sonrisa se desvaneció y volvió a mirar al horizonte. -¿Nerviosa? no, no es algo tan simple como eso, quizá una sensación indescriptible de incertidumbre, incertidumbre al no saber qué senda escoger si los Dioses se interpusieran-. Bajó la vista y agarró de nuevo el péndulo.
Mira el barco... tan semejante y a la vez tan diferente... si esos cambios que han efectuado en él y los hombres que lo tripulan son la mitad de buenos de lo que aseguran, seguramente no tendrán problemas en llegar a la isla en unas pocas semanas, como mucho... pero ya se sabe que los objetos con poderes mágicos como los que aseguran que tienen las velas, no son más que regalos que les han dado los dioses y como seguramente ya sepan lo que traman, estos no van a servir de mucho...
Embarca en el navío metamorfoseado y se apoya en la barandilla para observar desde allí a los hombres que pretenden poner fin a la hegemonía de los dioses... después observa a los que están con ella en el barco, pensando en sus motivos para viajar desde tan lejos, en algunos casos, para acabar con los propios dioses que los mismos hombres crearon y les dieron fuerza con sus rezos.
Asintio a las palabras de Icaro.
Gracias pues, y con una alegre sonrisa de confianza añadio.
¡Nos volveremos a ver!
Tras lo cual monto al barco con el resto de sus compañeros.
En la cubierta se dirigio a los que serian sus compañeros de travesias mientras hacia girar su baston en la mano.
Hola Damas y Caballeros, algunos ya me conocen pero para los demas me presentare, soy Melancton y trabajo de curandero, no soy un bravo guerrero como la gran mayoria de los aqui presentes, pero si que soy un gran amante de la caceria asi que se manejar el arco y otras armas si se da la necesidad, pocas veces me he visto en la necesidad de combatir contra otro hombre y espero que el pulso no me tiemble en esta travesia he de hacerlo, no quiero alargarme mas en mi presentacion asi que ya acabo, si algo necesitan de mi no tienen mas que preguntarme.
Con una ligera inclinacion de su cabeza termino su saludo, ceso de girar su baston y camino hasta colocarse en un lugar donde no molestar a los marineros
No veas si me ha costao encontrar una foto con este sonriendo.
Pero los pensamientos de melancton eran otros.
Cita:
Si, cuando esto acabe toda grecia sabe de la insensatez de los hombres que desafiaron a los dioses y de su justo castigo, y yo recibire mi recompensa.
Cita:
Aunque quizas tu no me veas a mi.
Los oscuros pensamientos abandonaron a Melancton mientras hacia su presentacion en el barco, camino hasta colocarse en un lugar donde no molestar a los marineros y se puso a pensar en como podria acabar con aquellos hombres y mujeres sin levantar as sospechas a su alrededor.
Esta imagen esta un poco mejor a ver si para las subsiguientes puedo tener el photoshop XD
- Eso es bueno, Arkhania. Cuando no sintamos nervios... o incertidumbre... será porque estemos muertos. Cuando llegue la hora... sabrás que hacer. Y si los dioses se nos vienen encima... - Echa una mirada hacia el resto de guerreros. - Estamos bien protegidos... mientras nos mantengamos unidos.
Entonces Bolverk dio un par de pasos al frente, con su sonrisa tranquila que podía llegar a intranquilizar al resto. Antaño, muchos guerreros le reprocharon eso. Estar sonriendo de manera tranquila, plena, como después de haber yacido con una mujer... Sonreir así antes de una batalla, sin miedo alguno, ponía al resto de hombres nerviosos.
- Encantado entonces, Melancton. Yo soy Bolverk. No soy griego. Vengo del norte, de tierras en las que el Invierno es perpétuo y la hierba fue cambiada por hielo y nuestros dioses son mucho más fieros que los vuestros, griegos. En mi tierra los dioses torturan ellos mismos a quienes blasfeman, y están continuamente batallando. Allí yo era un gran guerrero, llegué incluso a formar parte de los huscarles...- Hizo una pausa, sabiendo que ninguno salvo la sajona le entendería. - Os protegeré cuando las cosas se pongan feas. - Dijo sonriente
Si, cuesta bastante encontrarlas, tienes tu merito jajaja ¡Como mola tu personaje! por ahora me encanta. Sigue así
Efreno observaba desde la proa del barco a sus nuevos compañeros hablar y presentarse. No sentía mucho entusiasmo por presentarse a sí mismo, lo que quería era zarpar cuanto antes. Pero al fin y al cabo era necesario que los demás conociesen su nombre si todos iban a combatir juntos. Por eso, aún sin moverse de la proa del barco:
-Mi nombre es Efreno. Mi hogar está en la isla de Creta... o mejor dicho, estaba. De la aldea donde vivía ahora sólo queda el rastro de desolación que los dioses dejaron-una sombra le cruzó el rostro y cerró los ojos momentaneamente, como recordando las imágenes que presenció aquella noche y los sentimientos que le embargaron.-Yo no soy curandero, aunque sé manejar el arco-al decir esto, señaló el suyo propio.-Tampoco se nada de dones clarividentes, y pocas veces he oído hablar de las lejanas tierras heladas del norte-al decir esto miro a Bolverk a tiempo que realizaba un saludo.-Pero sé de guerras y de sangre... y más aún de venganza. Y son las tres cosas que espero encontrar en este viaje.
Tras decir esto, dirigió su mirada hacia el horizonte con una expresión ceñuda al tiempo que aferraba su falcata.
- Yo tambien vengo del Norrte.
Dijo con su acento fuerte mientras se quitaba las pieles que llevaba por encima, hacía demasiado calor allí con tanta ropa como llevaba.
- Mi nombrre es Nanna. Vine aquí trras unos locos que decían venirr en nombrre de los dioses, destrrozarron mi poblado. Acabé poco a poco con ellos.. perro aún así, voy a porr los dioses que perrmitierron que murrierra gente inocente.
Era muy clara y no daba demasiadas explicaciones, puede ser por el idioma que le causaba cierta dificultad o que su gente es bastante cerrada en comparación con los del sur.
Fin de la escena de introducción
No cierro la escena porque contiene spoilers.