Partida Rol por web

Museos, lugares donde exponen despreocupadamente grandes cuadros, joyas de lugares incognitos del planeta donde nadie ha conseguido llegar, incluso algunos se especializaban en la enorme y gigantesca cultura Egipcia

Pero esta vez, esta historia comienza con un dia muy especial para el museo del Louvre, Francia

El prestigioso museo exhibian una joya unica, cedida de una coleccion privada, muy rara de ver, un rubi del tamaño de un puño, de un valor incalculable.

Lo llaman 'El ojo del Demonio' y como era de esperar, la seguridad en el museo se duplico, ahi estaba exhibido para el gusto y sueño de todas las personas que pudiesen verlo pero no tocarlo

La guia del museo conducia al ultimo grupo de turistas del dia, dejando la visita a la sala del diamante como la guinda del pastel -Y aqui tienen la joya estelar de nuestro museo, 'El ojo del Demonio', se cree que fue encontrado lugar en algun lugar del sur de Africa, los nativos aseguraban que el poseia este enorme Rubi, tenia no solo las tierras mas ricas y prosperas, tambien tendria la mejor fortuna en la caza y sus mujeres concebirian los bebes mas sanos pero junto con estos dondes tambien recibiria una maldicion...

Uno de los turistas levanto la mano.- ¿Que tipo de maldicion?.- pregunto con interes

-No lo sabemos, la leyenda sobre este rubi fue escrita hace cientos de años y el pergamino sufrio los extragos de un incencio. Mas de la mitad del mismo fue consumido por las llamas y ahora si tienen la amabilidad, el museo cerrara en 10 minutos. Pueden volver mañana si lo desean o comprar un recuerdo en la tienda del museo antes de irse....

Los flas de las camaras descargaron sobre la extraña joya durante unos segundos, despues los turistas se marcharon dejaron la sala vacia. Al poco tiempo el guarda de seguridad cerro la puerta de la sala con llave y las luces se apagaron.

Las luces del museo se apagaron, las luces inflarojas se conectaron, en la azotea del museo hay cuatro hombres

Uno de ellos esta con el portatil tecleando mirando su reloj apuntando al intro con su indice

-Teneis acceso en tres...dos...uno...- pulso al intro

Los otros tres, estaban levantando una trampilla que da acceceso al conducto de ventilacion y de alli al interior, para ello tenian que llegar a la siguiente trampilla qu ettal y como habian hecho los calculos, estaba a unos cinco metros

El informatico habia desactivado todos los sistemas de alarma

Una mujer aparecio a su espalda.- Yo sere la primera en bajar.

- Ese no es el plan.- bufo uno de los hombres, bastante arto de la mujer

-Yo puedo hacerlo mejor que cualquiera, soy hija de...

- Si, lo sabemos... de Julian G. Marlon, el mejor ladron del mundo.- dijeron todos a coro con una desgana que rallaba el tedio.

La mujer zuncio el ceño enfadada pero decidio ceñirse al plan

Miro a la chica y luego a los otros dos chicos, sonreia disfrutaba del momento del robo

-Por eso me encanta esta chica...tiene mas huevos que tu franchute- se burlo de uno de ellos que les era de guia y traductor en la ciudad

Gascon o el franchute como Louis se habia reido de el, paso el ultimo negando con la cabeza diciendose para si -Pues espero que no tenga mas huevos que su novio-

Continuo siguiendo al trio americano que  habia ido a Francia solo para robar el rubi y como a el le daban una parte tan solo por guiarles por la ciudad, en el interior del museo para el momento del robo y como traductor no le parecio mal negocio

De todos modos tener exhibiendo algo que nadie puede tener en su opinion era demasiado prepotente y le encantaba pensar en la cara del dueño que mostraba orgulloso aquella pieza al ver a la mañana siguiente que ya no lo tendria...eso le animaba mucho sin duda

Llegaron a la trampilla se hicieron hueco como pudieron los cuatro, la chica comenzo a desatornillar la trampilla, al acabar se la dio al mas joven del grupo Kenny

Tras dejar a un lado la trampilla ayudo a Lous a asegurar los arneses de seguridad para bajar por el conducto de ventilacion, luego ayudo a Gascon

-Estais listos, me quedare aqui por si necesitais algo y por si los agarradores de las cintas fuesen a soltarse-

Los tres, Gascon Louis y Julia le levantaron el pulgar de listos, el comenzo a pasar las cintas que fueron deslizando a lo largo del recorrido del conducto, dio un par de tirones para ver quien era el primero y le dio la indicacion y asi con los otros dos

-Lista Julia-

-Listo Gascon-

-Listo Louis-

-Eres un canalla me dejas para el final en lo mas divertido-

-Asi lo coges con mas entusiasmo- se sonrien mutuamente

Les guio hasta la vitrina donde estaba el rubi a escasos cuatro metros de donde estaba le conducto

Cuando llegaron a la vitrina los tres se quedaron sin habla, Louis fue a quitarla con sumo cuidado con ayuda de Gascon, la chica directamente a tocar el rubi

-No, hemos desactivado todas las alarmas menos, la del cogin, nota el cambio de peso, el idiota del marido de mi mujer es demasiado confiado, se rio de mi cuando le dije que algun dia le ocurriria una desgracia en el museo...tenemos tres segundos...-

Gascon sacon una piedra, equivalente al peso de la gema -...por eso le pedi a Truman que buscara el peso...- tanto Louis como la chica intentaron leer algo escrito en france en la piedra

-¿Que pone ahi una dedicatoria?-

-...no soy estupido, solo le pregunto al cornudo marido de mi liberal mujer una cosa...-

-¿El que?-

-¿A que jode?...bien a la de tres lo quitas y pongo la piedra...¿Lista?- hicieron el intercambio muy rapido al contar tres

Respiraron aliviados por que no habia saltado la alarma cuando de golpe empezo un sonoro pitido, miraron por todos los lados por donde habia saltado la alarma

-Perdon... perdon...es mi movil nos podemos ir ya si quereis- colgo directamente sin mirar la llamda

Le siguieron mientras Louis rebuznaba algo encontra de los franceses

Llegaron a la azotea rapidamente gracias a una maquina de poleas de motor

El informatico Turman, se habia sentado junto a la maquina para ponerla en marcha, cuando vio salir a sus compañeros por el conducto de ventilacion corrio a saludarles -¿Lo teneis, es nuestro?-

Julia se lo mostro -Señor que belleza- lo admiraba en sus propias manos durante unos minutos

-Tio no veas como se ponen los conductos con la piedra y una linterna, nunca habia visto un rojo tan bonito- compartia la experiencia Kenny con Truman