Partida Rol por web

Cogí el cigarro, y aunque no había fumado en mi vida, decidí seguirle el juego. Aunque casi muero asfixiado en el intento. Comencé a toser, para posteriormente reír y toser al mismo tiempo. Nunca me había sentido tan relajado. Le devolví el cigarrillo.

Tomé aire lentamente antes de comenzar a besarle, lamiendo y mordisqueándole los labios. Sabía a una extraña mezcla de sudor y tabaco, pero me gustaba. Le pasé la mano por la cadera, casi con miedo.

Mi estimado Nathan no se había dado cuenta hasta que estaba encima mio, pero era la primera vez en mucho tiempo que me quedaba dormido muy profundamente  a causa del dolor y todas las heridas.

Roncaba uniformemente con algún que otro gorgoteo debido a los golpes recibidos por el tórax.

Aquella vez no hubo forma de despertarme.

Siempre se libraba por el sueño. Le quité la ropa, y por un momento me entró la tentación de hacerle todas las cosas que había pensado, pero no sería muy caballeroso por mi parte.

Me desnudé y me dormí a su lado, poniendo cuidado en no hacer presión sobre las costillas.

Cuando me desperté por la mañan, Jack seguía durmiendo como un tronco. Ya le despertaría yo. Esbocé una sonrisa maligna antes de empezar a lamerle la oreja. Bajé la mano por su estómago hasta llegar a su polla, acariciándole el glande con los dedos. Comenzó a retorcerse un poco y a poner cara de placer.

Le mordisqueé el cuello sin dejar de acariciarle.

No estaba claro si seguía dormido o me lo estaba haciendo, pero pasé un brazo por detrás de los hombros de Nath y emepcé a acariciar sus hombros...

Mi sonrisa se hizo más amplia, y comencé a besarle en la comisura de la boca, para ir descendiendo en un reguero de besos húmedos hasta llegar a donde tocaba mi manos. Nunca había hecho esto, pero quería hacerlo. Saqué mi lengua y probé con un largo lametón en el glande. El pene se endureció aún más, latiendo en mi mano. Fui dejando más lamidas por toda la superficie, con un sabor salado del lubricante. Cuando le escuché gemir, decidí pasar a la acción y metí el glande en mi boca, succionando con suavidad.

Se escuchaba un gemido de dentro mio mientras mis manos alborotaban el pelo de Nath bajando para hacer un masaje en el cuello, a la vez que abría lentamente las piernas y me colocaba mas cómodo.

Parecía que algo se iba encendiendo poco a poco y entre otras cosas era el motor de mi cadera que comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás facilitando el movimiento y llegando un poco mas lejos en cada embiste.

Le acaricié los testículos mientras chupaba más fuerte. Estaba realmente caliente, y notaba una sensación similar a un fuego líquido recorriéndome. La saqué de mi boca y comencé a morderle los labios, que parecían enrojecidos, que me tentó a lamerlos con suavidad. 

-Jack... -gemí con una voz grave. Coloqué mi cuerpo sobre el suyo, mientras recorría su piel tostada con los labios y las manos. Había un olor a sexo en el ambiente que me encendía más. Rebusqué una cosa que había pedido en la recepción. Un lubricante de sabor fresa. Lo fui extendiendo por su cuerpo, lamiéndolo casi al unísono. Puse un poco por su pene para volver a lamerlo.

Mientras daba suaves mordiscos a su muslo, noté como temblaban de excitación. Tragué saliva, con la respiración pesada y los ojos entornados de deseo. Suelto un gruñido antes de morderle el hombro y aspirar su olor, que hace que mi cuerpo se caliente aún más.

Sin previo aviso, le agarro de las caderas y las levanto un poco. Con un dedo, unto lubricante mi polla, gimiendo bajo por la sensación fría del gel. Con mucho cuidado, comienzo a meterla en su trasero, al mismo tiempo que le acariciaba las caderas con los dedos para que se relajase.

-Jack... -era tan estrecho y apretado que podía notarlo todo. Una parte de mí quería tomarle con rápido y con fuerza, pero me contuve dedicándole una mirada pervertida. Aún no... Comencé a mover las caderas lentamente, envistiéndole cada vez más rápido. Al oír sus gemidos solté un ronroneo gatuno de placer. Quería hacerle gemir más, hacerle gemir mi nombre; que abriera los ojos y que me viera haciéndole mío.

Tras haberle lubricado bien, le agarré el torso e hice que se girase, poniéndose con el culo hacia arriba.. Me mordí el labio mientras le azotaba con fuerza la nalga, que era bastante musculosa. Mía. Le separé las nalgas y volví a introducirla con un gruñido de placer. Eché su cuerpo sobre el mío, aferrándole las manos mientras le mordía el hombro y el cuello.

Removí la punta de los dedos de los pies mientras agarraba las sábanas con las manos creando estas con fuerza hasta que crujieron mientras giraba la cabeza con los ojos cerrados impregnándome del olor de las fresas.

Apreté el culete para que el roce fuese mas intenso mientras miraba a la pared en silencio...

-¿Te gusta? -le susurré al oído. Mi mano derecha descendió de la suya para comenzar a masturbarle al mismo tiempo que le embestía por detrás.- Quiero ver como llegas... -comienzo a juguetear con su oreja, lamiéndola y mordiéndola con esmero. Mis dedos estaban húmedos del lubricante que Jack había soltado, haciendo que su sensación al masturbarle fuera más placentera para él. Aumenté el ritmo de mis embestidas, notando como el pene de Jack comenzaba a palpitar con fuerza.

Subí las piernas  dando golpes con los tobillos en la espalda de Nathan y le dije:

-Sigue sigue...

Agarré la sábana con las dos manos y la pasé por detrás de mi nuca atrapando a Nathan y apretándolo mas contra mi.

Pasé mis manos por detrás de él para apretarle con fuerza contra mí. Mi cuerpo se tensaba a cada embestida, y mi polla pedía por una liberación. Pero no podía hacerlo hasta que él llegase, era lo menos que podía hacer. Le mordí el cuello, que quedó de un delicioso color rojizo. Le lamí la zona, sabiendo que mi barba le rasparía un poco en la zona tan sensible.

-Jack... No me hagas esto... -supliqué.- Quiero sentir como llegas...

Respiraba profundamente, y aún así sentía que me faltaba el aliento.

Asentí con la cabeza en la sábana a la petición que me había hecho. Comencé a mover me mas rápido haciendo que laa cama chirriase una y otra vez mientras los muelles del colchón me hacian rebotar hasta que me tensé entero debaj de Nathan y dije:

-Mmmm, siiiiiiiiii...

Y comencé a relajarme entero.

Salí del interior de Jack antes de que pudiera correrme dentro de él. No quería hacer eso sin pedírselo. Coloqué mi pene pegado a su cuerpo y lo froté rápidamente. Gemí en su oído mientras notaba como llegaba al clímax y me derramaba sobre su piel. Me abracé a él, adoptando una postura cómoda y relajada. Le mordisqueé la oreja con cariño.

Me sentía pegajoso y extrañamente feliz.

-Voy a ducharme. Deberías aprovechar para ir despertándote. 

Tras una ducha con agua fría, limpiándome toda la sangre, el sudor y el semen, me sentía mucho mejor. 

-Pasado mañana tengo que volver a Estados Unidos... -me seco el pelo.- ¿Te gustaría venir conmigo?

Después de que Nathan me tirase el el yogur caliente por la espalda di varias vueltas en la cama envolviéndome en las sábanas y contesté con la boca chica:

-No se...

Me giré para mirarle a la cara.

-¿Eso qué quiere decir, Jack?

Tapado como una croquta contesté:

-Merrick absorbe mucho a sus trabajadores, y las misiones cada vez son mas peligrosas. Esta vez casi caemos los dos, y no quiero hacerte daño ni que sufras por mi.

Me tapé la cabeza con la almohada después de contestar :$