Partida Rol por web

ESCENA DE ADMISIÓN:

Esta escena es para que escribáis aquí la declaración de amor requerida para ser aceptado en la partida.

Orfeo se acerca hasta donde ve a esa hermosa criatura y camina lentamente hasta ella para no asustarla y cuando esta lo suficientemente cerca le dice:

-No te asustes,no te lastimare,al contrario,quiero dedicarte un tema que no es de mi creación pero de todas maneras me encantaria regalartelo

Dicho esto a continuación Orfeo prepara su lira y luego comenzo a recitar:

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo

Esperaba que recitando este poema lograr su objetivo que era el de conquistar a la sirena.

Maldad:

Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene su asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.
 

 Se acerca a ella, a la más bella a su amada. Lo suficiente para escuchar su respiración. Sin ser capaz de mirarla siquiera a los ojos comienza a recitar su obra.

"Como la libertad encarcelada,

como aquella sútil sombra de Mayo

que espera a la luz, su amada,

para morir abrazada a su rayo.

Como sin tus labios puedo estar vivo,

como un pájaro incapaz de volar

que solo mira al cielo esquivo

incapaz de volver a disfrutar.

Así estoy cuando no estás cerca de mí.

Así me siento, incapaz de tocarte

y a aquellos ojos azules mirarte.

Aunque no puedas entregarte a mi,

nadie nunca será capaz de amarte

como yo, mi ángel, mi bello estandarte."

No tiene rimas, pero si es obligatorio rimar, lo hare:

Fuego:

Eres más bella de lo que alguna vez imagine,

tus cabellos en cascada sobre tu espalda

y tu mejillas llenas de rojo fuego

Cada minuto sin ti me lastima

Tu boca entreabierta es una puerta a los cielos

y tu voz es la cadena que me ata al infierno.

Sufro cada minuto con tu existencia

como si cada uno de ellos fuera una maldición.

Oh! pensando en ti no puedo estar tranquilo.

Puedo sentir como se me va la vida

con cada verso que escribo con manos sangradas.

¡Y tu me miras y te ríes para decirme que es eterno!

¡Entras y quemas todo como su odiaras al mundo!

Y con ese calor me recuerdas que te amo

que te amo con la mayor de las penas.

A veces trato de odiarte, pero el destino se enoja

y me dice que debo amarte con toda mi alma.

Me pongo furioso y sin poder hacer nada.

Me rendí ante tus pies de antaño,

pero tu no conoces la piedad.

A ti solo te gusta que te amen.

Cuando te toque se que te darás cuenta,

me dirás que te deje y me harás sufrir mas,

pero insistiré hasta que calles y dejes que te toque.

Entonces me quemaras y me harás sufrir más,

pero o me rendiré ante ti como antes,

te haré sufrir lo que tu me haces sufrir.

Arderemos juntos en la eternidad de nuestros fuegos,

nuestro humo se elevara al caído Valhala,

y moriré entre tus brazos enterrado en tu alma.

´´En la oscura noche donde ni las estrellas brillan y todos los caminos conducen al abismo tú eres lo que hace que mi corazón siga latiendo, que mi cuerpo siga funcionando y que aunque caiga en un abismo seguiré buscando la salida para encontrarte``

´´Sigo las huellas de quien quiero encontrar sabiendo que está donde no quiero llegar, ¿por qué sigo entonces?``

``tu mirada me paraliza, me vuelve piedra, pero para mí no es un castigo, es un premio el poder mirarte toda la eternidad, tu belleza me cautiva, tu susurro me acaricia, y tu alma se funde con la mia en la eternidad...´´

Que sensación tan extraña aquella que sintio Aedea al ver a aquel ser.

Entrelazo sus manos y apretó con fuerza su pecho, como si asi pudiera calmar la llama que incendiaba su cuerpo.

Él, solamente él habia estremecido, por primera vez en su larga existencia, el cuerpo de la musa, haciendo que su corazón estallara en un ardor casi doloroso mientras su cuerpo temblo y anhelo las caricias de aquel extraño.

Aedea, sabiendo que no debia hacerlo, se hacerco hacia aquel ser desconocido para ella y sintiendo un miedo inexplicable, separo sus labios suavemente, notando como la calida brisa del verano penetraba en su boca y secaba su lengua.

- Vos - pronunció con la voz temblorosa y el alma jadeante - decidme como habeis hecho para robarle a una musa el corazón, un corazón que desde su nacimiento habia pertenecido unicamente a la musica -

Aedea trago saliva notando como un gran nudo se habia adueñado de su garganta y la impedia no solo hablar, si no tambien tragar - decidme por favor que debo hacer, bien para darlo por perdido o para luchar por vuestro amor -

Aedea dio un paso hacia adelante y miro a la criatura mientras sus finos y largos cabellos dorados bailaban con la brisa - Decidme que posibilidad hay de que mi cuerpo pueda sentir las caricias de vuestro cuerpo y no solo las anhele en sueños -

su esbelto cuerpo enfundado en un vestido rojo de terciopelo se estremecio nuevamente - vos, nuevo dueño de mi corazon, os lo ruego, darme refugio tambien, no os quedeis con una sola porcion de mi alma cuando podeis tener el cuerpo entero - 

Aedea sintio como la desesperacion poseyo su cuerpo, un extraño deseo la estaba acariciando - decidme mi señor como habes hecho para robarme el corazon - susurro cerrando los ojos y sintiendo que sus pulmones necesitaban la respiracion de aquel ser para seguir respirando, ni el mas puro de los aires le daba consuelo en esos momentos - dadme vuestro calido aliento para poder seguir viviendo -

GRACIAS A TODOS POR PARTICIPAR, GRACIAS  A LOS QUE ME HABEIS MANDADO LA HISTORIA POR CORREO Y A LOS QUE LA HABEIS COLGADO EN LA ESCENA, EL CUPO DE JUGADORES YA ESTA CERRADO, SIENTO QUE LOS QUE NO HAYAN RESULTADO ELEGIDOS NO PUEDAN JUGAR, PERO ES IMPORTANTE RESPETAR EL NUMERO DE 7 JUGADORES, POR MOTIVOS QUE YA SE VERAN MAS ADELANTE EN LA PARTIDA...

MUCHAS A GARCIAS DE NUEVO A TODOS... YA NOS VEREMOS EN OTRAS PARTIDAS....

El rubio cabello del blanco ser alado caia en una cascada a su espalda. Sus blancas alas se hallaban gracilmente plegadas contra su espalda. Y unos ojos claros, limpios, que no habían conocido otro sentimiento que el de la felicidad se alzaron ante el ser que estaba en su presencia, mostrando un gran sufrimiento en sus pupilas.

Alma, un ángel entre ángeles se acercó al ser demoníaco, aquél que se suponía debía temer, aquél contra el que debía luchar, aquél al que nunca debió considerar con derecho a existir...

- Sephirot, príncipe del mal... Sé que no debería estar ante vos, que hago peligrar toda mi existencia inmortal sólo por hablaros, por hallarme en vuestra presencia.

Sé que vuestro olor a azufre debería repelerme, y en su lugar me siento enternecida.

Sé que de vuestras manos sólo surje el mal, pero yo no puedo evitar desear que me toquen.

Vuestros ojos arrasan mundos enteros, deshacen vidas... Pero para mi son dos espejos donde deseo verme reflejada cada momento de la mia.

¿Me mirais con sorpresa? Si... lo sé, yo también estoy sorprendida. Confiaba en que mi conciencia me acercaría a algún ser noble, pero mi corazón es vuestro Sephirot.

Cayó de rodillas ante él, extendiendo una mano hacia el demonio que la miraba con la boca ligeramente entreabierta.

- Llevadme con vos... Tomad lo que deseeis de mi, pero no priveis de vuestra presencia. Os daré mi sangre, mi corazón, mi alma... Todo lo dejaré atrás para seguiros si me aceptais a vuestro lado.

Lágrimas plateadas bañaban las mejillas de Alma, el ángel delicado, el más dulce de los seres, cuando susurraba su amor a un señor del mal.

- Quizás el destino ha decidido burlarse de mi, y aquí me hallo... postrada ante vos, suplicandoos amor. ¿Qué ha sucedido para llegar a esta situación?