Partida Rol por web

El Recolector de Gusanos [+18]

El Interrogatorio - Prision de New Gate

Cargando editor
24/05/2020, 21:54
Director

Notas de juego

Excelente, voy tomando nota, cuando el resto haga su intervención os voy poniendo cosas!

Cargando editor
26/05/2020, 14:26
Sebastian Moore III

Mientras se adentraban en la prisión Sebastian se sentia cada vez mas enfermo y asqueado por los olores y la vision de la gente hacinada haciendo sus necesidades en las esquinas sin ningún pudor.

"En este punto mi querido Señor Gerald, lo que pienso es realmente qué mueve a un hombre para robar el cuerpo de un infante. Qué hay dentro de esa cabeza para hacer tal maldad...Espero que descubramos si es culpable o no, y si no lo es...Deberiamos apiadrnos del pobre hombre" contestó Sebastian mientras iban entrando en la celda.

Allí empezó a escrudiñarlo todo. El camastro si a eso se le podía llamar así infestado de chinches y manchas que Sebastian no queria ni pensar de donde salían.

Después posó sus ojos en el reo, desaliñado con un ojo morado y una camiseta raida que dejaba ver su maltrecho torso.
Pobre hombre Pensó para sí.

"Señor Lowett, mi nombre es Sebastian, espero que se encuentre bien...Hemos venido a hacerle unas prengutas si no es menester. Pero lo primero es lo primero y yo no sería un caballero si no le ofreciera algo para limpiarse la cara."-Saca un pañuelo de su bolsillo y se lo pasa.

Sebastian pensaba que si mostraba algo de amabilidad inglesa el Señor Lowett apelaria a la razón y se mostraría mas caritativo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro primero Oratoría antes de empezar a interrogarle.

Cargando editor
28/05/2020, 01:09
Director

Notas de juego

Voy a esperar a mañana para los que faltan. Se que Joanne estará inactiva al menos unas semanas así que podemos proceder sin ella.

Cargando editor
28/05/2020, 16:24
Adam Clayton

Aquellas paredes habían hospedado a incontables presos en condiciones insalubres y, cuando atravesaron el corredor de las celdas, a Clayton no le quedó otra opción que resistir con estoicismo el hedor, casi palpable, de aquellos cuerpos malsanos.

Le bastó un simple vistazo del ladrón de tumbas para comprender que cualquier intención pasada de practicar las técnicas del señor Mesmer en aquel individuo tendrían como único y posible desenlace el fracaso más absoluto. Aquel hombre había sido golpeado y abandonado en aquella celda con la única compañía de sus perversos pensamientos. No, acceder a las fuerzas sutiles del magnetismo animal estaban descartadas. Lo que dejaba como única opción el uso de la palabra y la dialéctica.

Mientras el señor Gerald y compañía comenzaban con sus pesquisas, Clayton meditó acerca de cual sería la mejor aproximación para conseguir extraer, aunque solo fuera parcialmente, la información que les interesaba. Aquel individuo lamentable, incluso si sus capacidades mentales estuvieran limitadas por el idiotismo, sabría que su situación le era francamente desfavorable. Tal y como había mencionado Blake, pocos eran los afortunados en abandonar Old Bailey sin pasar antes por el cadalso. En cierta forma aquel hombre era como un náufrago y lo único que le interesa a alguien que se ahoga es una forma de mantenerse a flote. Tenía que tirarle un salvavidas, algo que le diera la esperanza, la posibilidad de creer que su cita con la horca no llegaría tan pronto, quizás incluso nunca, si les ayudaba.

Y por otro lado, estaba el enfoque. No sabían si realmente este criminal había participado solo o había sido contratado. Clayton opinaba que se trataba de la segunda opción. Una enfermedad extraña que deformaba el cuerpo. Un sepulcro adinerado en un camposanto con vigilancia. Los indicios inclinaban la balanza en esa dirección. 

Señor Thorpe... —dijo Clayton, alzando la voz con calculada autoridad, aguardando hasta que los ojos de Lowett se cruzaron con los suyos—... soy el profesor Adam Clayton. Como ya sabe se le ha acusado de un crimen contra una de las más ilustres familias de esta nuestra gran nación. No le quepa la menor duda de que más allá de estos muros muy pocos van a echarle de menos. Es una lástima que usted vaya a pagar con su vida cuando el principal responsable de este atropello, el individuo que le contrató, queda sano y salvo, en el anonimato. —Clayton suavizó ahora el tono de su discurso . —Colabore con nosotros, señor Thorpe. Ayúdenos a encontrar el cuerpo del joven Thomas. Díganos quién lo contrató. Dónde podemos encontrarlo. Tenga en cuenta, señor mío, que las palabras más importantes de su vida son las que pronunciará a continuación. De ellas dependerá que la familia Tannyson sea indulgente con su participación en este triste suceso. No pague el crimen de otro...

- Tiradas (3)
Cargando editor
30/05/2020, 11:19
Howard Blake

Había que decir que Blake no se encontraba del todo cómodo compartiendo espacio con muchos de los presos que precisamente el había ayudado a poner ahí. Quizá por eso su tono fue brusco, ronco, aún manteniendo la autoridad que le otorgaba su puesto. 

Quiero contarle un secreto, si me permite. -Howard se acercó al preso, tratando de reducir al máximo la distancia que les separaba. Susurró. La justicia es un lujo que solo los más ricos se pueden permitir.  Una defensa, un juicio justo, presunción de inocencia. Para usted tales cosas no existen, ni van a existir. Si quiere saber lo que creo, es que la mayoría de los presos que estuvieron donde está usted antes de morir no tuvieron juicio alguno. Sin embargo, considérese afortunado, éste, ahora mismo, será lo más parecido a un juicio que tendrá usted. Su vida pende de un hilo muy fino, señor Lowett, y solo la verdad, si es que podemos llegar a tal cosa, podrá exculparle. Se alejó del preso al tiempo que recobraba su tono normal de voz. Sólo hemos venido a por la verdad, señor Lowett. ¿Cuéntenos, por qué cree que está usted aquí?

- Tiradas (1)
Cargando editor
30/05/2020, 18:53
Evelin Lowett

Con cada paso que dábamos entre los pasillos, el ambiente se sentía mas y mas pesado, los olores no era que pintaran un mejor panorama, a pesar de las barbaridades que habían cometido aquellas personas, seguían siendo humanos, y no deberían morir como un animal enfermo, me apenaba bastante su situación, y mucho más pensar que la persona que estaba en este lugar y quien íbamos a interrogar, fuera inocente.

Me mantuve en silencio, dejando que los hombres, por supuesto, hicieran su trabajo, más aún cuando el señor Clayton ha mencionado en forma de ultimátum disfrazado que es quien hará de “policía bueno”, si es que le podemos llamar de esa manera. Todo transcurría pero algo no me gustaba, un pequeño detalle en las acusaciones, -siento interrumpir su trabajo caballeros- paso la mirada ante los presentes, -pero que quede claro, que no tengo nada que ver con este caballero- digo señalando al acusado, -si no estoy mal, su apellido es Thorpe, ¿no es así señor Lewis?-.

Aprovechando que he tomado la palabra, me acerco hacia Lewis lentamente, quedando a su espalda, -Bien, señor Thorpe, por favor le pido que cierre sus ojos… vamos a hacer un recorrido por todo su cuerpo, de los pies a la cabeza- observo al acusado esperando que quiera seguir mis indicaciones, -le aseguro que si confía en mí, y sigue mis indicaciones, podre demostrar su inocencia si es el caso- observo al señor Clayton y vuelvo la mirada a Thorpe, -por favor, mantenga sus ojos cerrados, todos los músculos se pueden distender… y también su mente, en este momento voy a pedir que imagine que ve al pequeño Leonard, poco a poco, váyalo construyendo en su mente, ¿y dígame cómo es, cuáles son sus facciones?-

- Tiradas (1)