Partida Rol por web

Detenido contra la pared, veo más o menos lo que pasa dentro de la comisaría.

¡Oiga! en serio creo que lo que está pasando ahi dentro merece más atención que yo. El tipo ese parece realmente decidido a matar a alguien ¿No les enseñan a evaluar potenciales amenazas y reaccionar de acuerdo al grado de peligrosidad? Le digo tratando de convencerlo de que Teo es un objetivo más prioritario que yo...

Tanto Angus como Antonio tratan de convencer a los policías de que ellos no son el problema y es evidente que ahora mismo no lo son. El follón que hay organizado en la comisaría, tanto dentro como fuera supera todo lo imaginable.
Dentro están Teo, Bernardo, Jose y Franc. Tanto Jose como Franc tratan de pasar desapercibidos entre el tumulto; y resulta muy fácil cuando todos los compañeros que tienen, mantienen sus armas desenfundadas.

Antonio y Angus logran levantarse ligeramente del suelo, gracias a que los policías les sueltan. Todos los policías que hay fuera, prestan atención a Elena, que disfrazada de policía, se ha abalanzado sobre el mando policial y lo sujeta encañonándole la cabeza.

Dentro de la comisaría Teo y Bernardo montan su propio show. Teo usa al policía de escudo sin dejar de mostrarle la pistola.
Tanto dentro de la comisaría, como fuera, todos los policías parecen muy sorprendidos por todo lo sucedido, nadie reacciona muy rápido. Hay varias decenas de policías con las armas desenfundadas y sin saber muy bien cómo reaccionar.

El mando grita ¡no disparen, no disparen por el amor de Dios!, mientras que hay muchos policías que no paran de rodearos y acercarse con sus manos temblorosas.

Antonio , dada la confusión reinante , intenta escaparse de alli sin levantar mas sospechas , esperando que el follón que estan montando sus compañeros les permita a él y a Angus separarse de los policias y desaparecer de la vista ....

Venga Angus salgamos de aquí rapidamente , le dice en español al fotografo esperando que este y solo este le entienda .

Asiendo al mando fuertemente, como parapeto, sin dejar de apuntarle, grito.

-¡Está bien! ¡Silencio, y quietos todos! Vamos a irnos, mis amigos y yo. Y este hombre va a venir con nosotros. Será nuestra garantía. Si nos vamos sin problemas, no le pasará nada. Ni a él ni a nadie. Si nos los dais, moriré, pero él también. ¡A la mierda! ¡Ya estoy harta!

Empiezo a retroceder, con él, para irme de la comisaría, hacia cualquier lado. Espero que los demás me secunden, nos rodeen con armas y podamos irnos de aquí.

Miro alrededor, observo como el mando grita, con rostro malicioso digo a Bernardo:

-Coge a ese (indico al oficial al mando), así seguro que salimos de aquí venga Bernarditooooo.... Buaj ya lo ha hecho Elena. Esa es mi chica.

Una gota de sudor recorre mi frente, miro de reojo a los compañeros que se escaquean.

¡Anda! menudos que espabilados están hechos...por cierto ¿qué estará haciendo mi hermanita?...

Levanto el arma y hago un disparo por encima de las cabezas de los presentes. BANG!!!

-Coño, que sensible es el gatillo, bueno la próxima vez me ventilo a uno así que...

Miro al exterior, y luego al oficial al mando que retiene Elena:

Ordeneles que entren. INMEDIATAMENTE!!!

Franc sigue como paralizado, pensando si entregarse o seguir con aquel chiflado de Teo. La intervención de Elena ayuda a que se decida. Se acerca al policía más próximo de entre los que ha desenfundado y le pide el arma:

- Déjeme el arma, estoy con esa pira de locos. Lamento que esto haya acabado así, pero es mejor que me deje su arma, que no puedo saber qué va a hacer ese chiflado. Sólo pretendemos salir de aquí y desaparecer, no habrá muertos ni heridos si yo puedo evitarlo.

Los policías dentro de la comisaría permanecen por un lado extasiados ante la sorpresa de encontrarse con los pantalones bajados en medio de su comisaría y por otro lado, hay otro grupo amplio de policías dispuesto a mataros a todos. Franc se acerca a un policía del primer grupo y éste bajo la presión, no es capaz de intentar que no le quiten la pistola.

Fuera Elena tiene retenido al mando policial y Antonio y Franc se ven libres de la presa de judo. Todo parece estar de vuestra parte por el momento. Exceptuando dentro de la comisaría, que hay muchos policías con las armas desenfundadas y dispuestos a matar a Teo, Franc (ahora armado) y Bernardo, fuera de la comisaría todo es un caos sin un director de orquesta claro, exceptuando los periodistas que graban cada detalle.
El coche de policía que llevaba al mando está a unos escasos par de pasos de Elena y María.
Pero Teo, rodeado de toda una comisaría de policía dispuesta a dispararlo, grita a Elena que entren. Todos los policías de dentro de la comisaría se ponen a gritar que nadie se mueva. Todo esto os recuerda mucho a esos segundos que hay en las películas, en los que los personajes empiezan a chillarse unos a otros, uno hace un movimiento imprevisible y entonces todos aprietan el gatillo a la vez.

Franc se desace del arma al tiempo que se tira al suelo.

Mi rostro mira la cara del oficial de policia al mando; su cara muestra cierto pavor mientras es retenido por Elena.

-Diles a tus hombres que bajen las armas o te vuelo la cabeza. Y después de volartela, reviento la sala.

Con resignación miro la acción de Franc

-Franc levantate del suelo y sal de una vez de aquí... Bernardo recoge un par de porras y algunas esposas. EL resto ¡MOVED EL CULO Y A LA PUTA CALLE!

Hago un silencio forzado

-Elena hacia la puerta, y ve pegadita a la pared

De repente me invade un pensamiento... sonrío como un diablo.

-A ver, el yonki del fondo que pida 20 pizzas de peperonni, y 20 colas... EYYY que sean del New York Pizza... que he visto que reparten con un cinquecento

Antonio se gira a Angnus y le sigue hablando en español ... venga tio salgamos del fregao , rapido antes que el loco ese se ponga a disparar , luego ya veremos todo desde fuera y veremos como ayudar .

Luego sigue intentando desaparecer de allí lo mas rapido que puede .

Antonio y Angus (muevo pieza por Angus) se incorporan y como si todo fuese a cámara lenta, se acercan hacia el coche policial. Parece que Elena tiene al mando policial.

Dentro de la comisaría todo ha dejado de ser un caos. A pesar de la seguridad de Teo, los policías tienen la sartén por el mango. Lo cierto es que las posibilidades son ínfimas.

Y así terminó todo. Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos. Elena, María, Angus y Antonio entraron a horcajadas en el coche con el mando de rehén y tras una persecución que no pudo ser grabada desde ningún sitio, debido a un extraño fallo eléctrico en la zona por donde huyeron, escaparon.
No tuvieron tanta suerte el resto. Lo cierto es que su futuro estaba sellado. Un final rápido y certero. Fueron arrestrados y conducidos a un siquiátrico en donde de vez en cuando, aunque con el paso del tiempo cada vez menos, comentaban cómo habían salvado el mundo a alguien que creía ser Napoleón. Las piezas encajaban, pero nunca había pruebas físicas y cada vez que comentaban cómo habían sido interrogados en la comisaría y habían contado los sucesos vividos a un siquíatra de la comisaría, les responden lo mismo: "todos los hombres que hablaron con vosotros, murieron en vuestras manos. Trate de recordarlo". Por lo visto, todos los implicados en vuestra investigación desaparecieron el mismo día en que hablaron con vosotros. Asesinados. ¿Las grabaciones y las pruebas? Las destruisteis cuando los matasteis, presuntamente.

Han pasado meses. Meses de huida, meses de ingreso entre 4 paredes. Depende del destino de cada uno. El caso, es que el planeta sigue intacto. No ha habido inundaciones, ni ha habido desastres ecológicos. Tal vez todo fuese un sueño, pero nada de lo que recordáis haber vivido: explosiones, asesinatos de militares, persecuciones, maremotos, guerras y finalmente la destrucción total del planeta. Nada de esto ha ocurrido. El único que parece coincidir en todas vuestras realidades, es el extraño Norringtong. Que desapareció a los pocos días, pero que no se le supone muerto, puesto que no se ha encontrado su cadáver. Finalmente pudo hacer su reunión y pacificó el conflicto entre las 3 especies en conflicto. Los humanos son sólo unos bichos inteligentes en un enclave espacial, a los que es mejor dejarles tranquilos. Hay otros lugares más productivos y menos caros a nivel armamentístico. La Tierra está a salvo.
Es un final. No es el mejor final, pero al menos es mejor que todos calvos.

La luna sale entre las nubes con su luz grisácea. Iluminando el verde que crece al lado de la carretera por la que conducen en su huida constante Angus, Antonio, Elena y María.
La luna también se puede apreciar desde el sanatorio mental en donde se encuentran recluidos Franc, Teo, Bernardo (en régimen de abstinencia etílica) y Jose. Sólo se escuchan los grillos cantándole a la noche. Entonces los desequilibrados escuchan unos pasos. Como un arrastrar de piel. La puerta de la sala en donde duermen los débiles mentales se abre ligeramente. Todos atados a las camas, incapaces de moverse: suicidas, depresivos y paranoicos reunidos bajo un mismo techo y con los mismos correajes pueden ver la misma imagen
Todo se queda en silencio. Ni siquiera los grillos siguen con su rítmico sonido. La puerta se vuelve a cerrar y el sonido de los grillos vuelve a escucharse. Parece haber pasado todo peligro y entonces escucháis algo en vuestra cabeza. Escucháis el pensamiento de la criatura: Habéis dejado de resultarla divertidos, razón por la que empezó todo esto. Y sin más os abandona a vuestro destino.