Partida Rol por web

Einkil escucha con atención las explicaciones de Gabriel sobre las averiguaciones que ha hecho del pozo y a decir verdad parecen ser muy interesantes.

- Lo que dices tiene mucho sentido. Yo activaría el segundo poder del pozo, ese que dices que puede hacer volver a alguien del mar a su hogar. Puede que la joven se transformara en la bruja, eso explicaría lo del vestido. Podemos preguntar a Elian y hacerle venir para saber si la magia funciona y la bruja se acerca. Quizás podríamos salir de dudas preguntándole si la bruja es Ivain.

Quizás él haya vuelto porque el poder del pozo le hizo volver si la joven lo activó. 

Voy a por él para preguntarle a ver si salimos de dudas. 

En el apartado de CORUM aparece esta fras  "¿Me perdonarás si te dijera que no sabía lo que le harían a ella?"... Creo que LE HICIERON algo, no que ELLA SE HIZO... Tambien podría ser que la obligarann a mirar su reflejo mientras decían la frase pero me parece demasiado rebuscado. No tengo tan claro que el no-muerto quisiera matar a la bruja si creyera/supiera que es la chica de la que estaba enamorado... Hacer la pregunta nos llevará un instante así que deberíamos hacerla

Si vamos a intentar traer a la bruja através del pozo sería interesante organizarnos primero, pero de verdad, no como siempre que de repente va uno y lo hace sin avisar ni a su sombra...

Planeemos hechizos, protecciones y tácticas antes de acercarnos siquiera al pozo...

Tener algo para cubrir el pozo una vez aparezca para que no pueda huir através de él no sería mala cosa

Para evitar su mirada no se si un banco de niebla que dificulta la visión (tengo el hechizo) sería útil (el experto en arcana "podría" (tiradita de Arcana) arrojar luz a ese menester) y aunque dificulte nuestra eficacia en el combate "NO MIRARLA DIRECTAMENTE" nos sería más que beneficioso aunque ataquemos con desventaja o algo similar

Si el hombre-lobo era inmune a todo menos la plata no quiero ni imaginar las sorpresitas que nos puede deparar la bruja marina...

Preguntas posibles a hacer a Elian:

- si conocía la magia del pozo

- si el pozo puede haber afectado a Ivain

- si iba a atacar a la mujer que estaba en la cabaña cuando lo encontramos

- si esa mujer es o ha sido Ivain

- si podemos recuperar a ivain con la ayuda del pozo

- si sabe cómo funciona el pozo

- si sabe si hay 2 frases que activan el pozo

- si conoce las frases y sus efectos

- si la primera frase ha podido transformar a ivain en la bruja

- si la segunda frase podría hacer volver a ivain

EL POZO

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La intuición que llevó a Tordek a interesarse por el pozo parece haber abierto un caudal de ideas en la, por otro lado, rutina de esperar a que la bruja caiga en la trampa urdida, con Diego esperando congelado en la orilla del mar.

Un pozo circular, robusto, de bloques de piedra pulidos y con un agua que llega hasta el mismo borde. Éste sobresale en su parte superior. El agua es fresca y cristalina, una vez recogida. 

El pozo irradia un aura de magia importante, de abjuración descubre posteriormente Gabriel. También es Gabriel quien descubre unas inscripciones en la parte interna del borde saliente del pozo. Dos frases en una lengua extraña, que ha podido traducir:

• Su reflejo verá y maldito será
• Sal del mar, vuelve a tu hogar

La imaginación se dispara entre los aventureros, que poco más hacen en estas horas muertas de un nuevo día. Entre otras propuestas e ideas, deciden acudir a interrogar al no muerto que es Elian. Allí acuden Einkil, que sabe donde se halla, Gabriel y Sindrail. Y comienzan a lanzarle preguntas al hermético guerrero.

Sindrail le pregunta si la bruja es Ivain, o si está poseída de algún modo por ella. Al no recibir respuesta o movimiento, vuelve a intentarlo con otra propuesta, si se puede traer a la bruja a través del pozo. Elian permanece inmutable.

Gabriel sigue con las preguntas tras esto.

- ¿Conocías la magia del pozo? - Elian afirma con la cabeza.

- ¿Puede haber afectado a Ivain? - Nada ocurre.

- ¿Ibas a atacar a la mujer que estaba en la cabaña cuando te encontramos? - Elian afirma con la cabeza.

- ¿Esa mujer es o ha sido Ivain? - Tras mirar a Gabriel, niega con la cabeza.

- ¿Podemos recuperar a Ivain con la ayuda del pozo? - Nada ocurre.

- ¿Sabes como funciona el pozo? - A esto, Elian niega con la cabeza.

- ¿Sabías que había dos frases que activaban el pozo? - De nuevo, el insomne niega.

- ¿Conoces sus efectos? - Él, vuelve a negar.

Sin muchas esperanzas pero por no dejarse nada, Gabriel realiza otras dos preguntas, que no reciben respuesta, sobre si las frases podrían haber transformado a Ivain, o podrían hacerla volver.

Sven escucha interesado. Un pozo que se activa con frases mágicas ... rarezas que solo suceden en esta isla maldita.
Después de escuchar a los compañeros y ofrecerle a Diego un sorbo del licor local para que se caliente, Sven dice que está de acuerdo con los compañeros que sugieren activar el segundo poder del pozo, sobre todo porque es evidente que nuestra trampa no funciona correctamente.
"Será mejor que intentemos atrapar a la bruja", dice, "es posible que las cosas no sean lo que parecen". "En particular, tendremos que vigilar a Elián. Quizás sea mejor que el no esté presente cuando activemos este hechizo".

Diego, deja la Farsa de hacerse pasar por pescador. Es un plan que no está funcionando. Y esta de acuerdo en utilizar la 2a frase Del Pozo para ver si conseguimos a través de la magia atraer a la bruja al pozo.

Tras escuchar las respuestas de Elián Einkil también está de acuerdo en activar el poder del pozo para atraer a la Bruja y le pide a Elian que vuelva con ellos a la cabaña , donde esperan entablar combate contra la asesina de su amada.

- Esto está cada vez más claro - comenta el enano- El tal Corum se enamora de la chica y con la ayuda de la bruja y del hombre lobo traiciona a su amigo y matan a Elian. Después la bruja traiciona a Corum y mata a la chica haciéndose pasar por ella todo este tiempo. Lo que no me explico es la extraña vuelta Elian en forma de extraño y poderoso muerto viviente.

Activemos el pozo para atraer a la bruja hasta aquí y que Elian pueda acabar con ella y descansar en paz hasta el fin de los tiempos.

Está cerca el mediodía del tercer día consecutivo en la cabaña, de monótona espera rota por acciones de otra índole, cuando decidís emplear una de las frases para atraer a la bruja. Es cierto que no os habéis preparado con magia específica pero la mayoría pensáis que podéis hacerle frente con todo vuestro potencial y Elian. Y es ahí donde surgen dudas, ¿ha de estar presente como propone Einkil o ausente como recomienda Sven? Finalmente se toma una decisión salomónica. Se le dejará fuera de la cabaña. Ni tan lejos como ahora, ni al lado del pozo.

Einkil y algún otro compañero acuden a convencer al espectro físico, que acude sin titubeos, ni reticencias, como si intuyera que el final está por llegar.

Os pertrecháis, quizás con las quejas de Sindrail, que ve precipitado no prepararse algunos conjuros específicos con los que aún no contáis, pero la decisión está tomada y os ponéis alrededor del pozo, armas en ristre.

Gabriel, el lector, es el elegido para pronunciar las palabras: Sal del mar, vuelve a tu hogar.

Tensáis los músculos, os preparáis para atacar de inmediato nada más se materialice.

Y nada ocurre.

Sal del mar, vuelve a tu hogar... parece claro, ¿qué fallará?

No entiendo el porque lo hacemos sin prepararnos antes despues de que haya sido una de la intervenciones anteriores de los jugadores. Si no de que sirve UMBRÍA

Si va a haber combate se pueden perder unos instantes en que los jugadores indiquen sus hechizo y preparativos y luego comenzar con las tirada pertinentes

Y sí, Sindrail protesta y Jorge también

Einkil espera unos segundos maul en ristre esperado a la bruja. Al ver que no aparece por el pozo sale a preguntar a Elian si él puede saber si se está acercando. El enano espera varios minutos junto al espectro y va preguntándole por la situación de la bruja para saber si está volviendo a la cabaña. 

Gabriel se pregunta en voz alta si no habria que completar la frase con el nombre de la persona/criatura concernida. La segunda frase es mas bien una exortacion dirigida a alguien. Pero no conocemos el nombre de la bruja. Se podria probar con el nombre de Ivain ?
Otra posibilidad es que se deba dar una situacion especifica para que el pozo se active con las frases magicas (durante la luna llena/nueva, marea alta/baja, una tormenta marina...)

Otro pensamiento que le cruza la cabeza y expresa en voz alta es la posible relacion entre la primera frase y el estado de Elian: "Su reflejo verá y maldito será". Puede haber sido victima de la magia del pozo y que su estado actual sea el resultado de esta maldicion ?

TEJEDORES DE HISTORIAS (I)

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El largo sorbo del peregrino cortó el silencio de la noche. Solo quedaban en pie el posadero y él. El peregrino sonrió para sí al ver que su anfitrión no daba muestras de cansancio, ni impaciencia. Tras relamerse, continúo hablando.

- Sopesando el mago sus posibilidades, optó por probar suerte y pronunció alto y claro "Ivain, sal del mar, vuelve a tu hogar".

El silencio premeditado que el narrador decidió alargar sí molestó esta vez al posadero. 

- Solo unos instantes después, la joven ya no sigue en el pozo y se encuentra frente a ellos. ¡Y entonces se desató el infierno! El grupo, como si fueran un solo ser, se abalanzó sobre la figura, intentando cerrar el hueco entre ella y el pozo. Un fuerte empujón la lanzó sobre las espadas de uno de los miembros que la comenzó a acuchillar, a la vez que un poderoso martillazo hacía crujir los huesos del brazo de la joven. Una patada en el estómago, seguida de un hachazo que raja su cara le siguió. Llamas y energía mágica comenzaron a quemar su carne y ropa. El grito enloquecido de un miembro del grupo, "¡no dejéis que pronuncie palabra alguna!" provocó que otro se lanzara encima y le comenzara a asfixiar, mientras otro poderoso mandoble hacía saltar los dientes de la cara de la joven; cara convertida en un amasijo amoratado. La pobre se retuerce en el suelo, llorando sangre, con los ojos desorbitados, sin entender porque media docena de aventureros la han invocado para desgarrar su carne y triturar sus huesos.

El posadero abre los ojos de manera desmesurada, espantado, aflorando en su mueca una sonrisa incrédula - ¿De verdad? ¿Me estás diciendo que se cargaron a Ivain? Al final, ¿la historia acaba en una burla? - 

El peregrino disfrutó el momento.

- ¿Y que esperabas? Recuerda todo lo que te he contado. Estaban convencidos que se plantaría la bruja ante ellos. No existía en su mente duda alguna. Así que cuando apareció la imagen de la joven Ivain, la tensión y la convicción dio paso a la acción. Se lanzaron sin dilación y la acuchillaron sin compasión.

- Otro -ión, peregrino, y te daré un hostión - exclama el posadero, claramente incómodo.

- Vamos, posadero, tú has sido aventurero - dice el peregrino, arrepintiéndose acto seguido del pareado inesperado. Por suerte, no hay reacción del espectador - las historias heroicas son las menos. La gente, por materialismo o por supervivencia, sabe excusar su comportamiento. Esto es lo mismo. De todos modos, si lo prefieres, cambiaré el final. Ahí vamos.

Y el peregrino comienza de nuevo.

- Solo unos instantes después, la joven ya no sigue en el pozo y se encuentra frente a ellos. Aunque intenta esbozar una sonrisa, pronto queda congelada en su cara al ver la mirada asesina del grupo que le rodea. No ha podido pronunciar una sola palabra cuando las amenazas y exigencias comienzan a vertirse sobre ella como aceite hirviendo; "no te atrevas a moverte", "quien eres", "que hacías allí dentro", "como llegaste", "no digas una palabra", "habla", "muévete", "tírate al suelo", "atadla", "responde", "como sabemos que no eres la bruja", "quien era Redkjack", y un largo etcétera, que deja a la joven amenazada y aterrorizada.

El posadero lanza un bufido, diciendo - ¡casi es peor este final! - el otro al menos era esperpéntico, residiendo ahí su gracia.

- Verás, posadero - dice el peregrino - Si te soy sincero, lo que a mí me contaron los aventureros no era ni una cosa, ni otra. No. Ellos me contaron lo siguiente.

- Solo unos instantes después, la joven ya no sigue en el pozo y se encuentra frente a ellos, lanzando una sonrisa nerviosa de alegría, con lágrimas en la cara. Aunque el grupo se mantiene alerta y amenazante durante unos instantes, permiten que la joven se explique, convenciendo finalmente a los hombres que la rodean que ella es la verdadera Ivain.

- Vale - dice el posadero - ¿Y ahora harás el favor de decirme cual es el verdadero final?

El peregrino se encoge de hombros y sonríe. 

- Quien sabe - exclama - Los aventureros me contaron la última historia pero se notaba que ocultaban algo, que no era toda la verdad. Mi experiencia me hace sospechar que la verdad se aproxima más a uno de los otros dos finales. En todo caso, lo que sí es seguro es que no acabaron con Ivain pues, recuerda, Elian andaba cerca; por lo que si le atacaron, debieron cesar al verse agredidos por el muerto viviente, y si le amenazaron, posiblemente aplacaron el tono cuando este entró.

- En todo caso - añade el peregrino - una vez descansada  y tranquila, Ivain contó su parte de este drama.

ELIAN E IVAIN

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Conocí a Elian, años atrás, en las costas del sur, a muchos días de aquí. En una zona inhóspita por la que yo deambulaba movida por una curiosidad juvenil. Él estaba siendo acosado por seres malignos; gigantescos goblins peludos. Mi instinto fue socorrerle y ayudarle a escapar. De la ayuda llegó la gratitud; de la gratitud,  la confianza; de ella a la amistad; luego la atracción y finalmente el amor. Los primeros años fueron un peregrinaje, nutrido con nuestro apasionamiento juvenil, con él sacrificando más que yo, incapaz de alejarme de las costas y del rumor del mar, como es natural. Su deseo, ver el corazón del bosque, de la isla, de su hogar, siempre tenía que ceder a mis caprichos. La sensatez entró por fin en nuestra cabeza y comprendimos que debíamos asentarnos, tener un hogar al que regresar cuando nos fuera imposible acallar la llamada de nuestra naturaleza. Él necesitaba los bosques y yo el mar.

Este lugar no tiene nada de especial, no a menos que veas las cosas sencillas y naturales como las vemos nosotros; maravillosas y únicas. Comenzamos a construir la cabaña y el vivero. Mi familia me ayudó, contenta de saber donde podrían encontrarme siempre. Elian no tenía familia, pero sí el juramento de ayuda de amistades muy especiales. Les liberó de su promesa cuando acabamos de construir la cabaña.

Recuerdo los primeros tiempos en este lugar como otro momento maravilloso. Elian realizaba cortos viajes a los bosques, prados y colinas cercanos, visitando amigos, o estos viniendo a vernos. Yo no podía ir a ver a mi familia, pero esta intentaba visitarme si le era posible. La gente del lugar nos apreciaba y nosotros a ellos. Solo quedaba una cosa por hacer; forjar nuestra propia familia. Pero sin magia, era imposible para nosotros. Por suerte, aún había promesas por cumplir que nos lo permitirían.

Fue en esos tiempos cuando aparecieron las brujas. Siempre he pensado que hay un destino; nada es "realmente" casual. Al descubrir a esas horrendas criaturas, supimos que teníamos que hacer algo. Las gentes del lugar apenas habían percibido la amenaza y el terror que les esperaba si las brujas conseguían su propósito, pues sabido es que una bruja es peligrosa y un aquelarre mortífero. 

Sacrificar. Una palabra sencilla de pronunciar y un acto difícil de realizar. Con haber descubierto todo unos días antes o no haberlo descubierto nunca, con haber ignorado la amenaza o haber huido, ¿habríamos sido felices durante más tiempo?. No fue eso lo que pasó. Lo que pasó es que para poder hacer frente a las brujas, tuvimos que invocar las promesas que se nos adeudaban y, así, donde queríamos ver nacer un hijo, vimos nacer un pozo.

Con astucia y fiereza logramos desbandar el aquelarre. Una yace bajo tierra, otra yace bajo el agua. La tercera, escapó. Durante mucho tiempo la buscamos, alimentados por la furia de lo que nos había costado, pero fue inútil, desapareció sin dejar rastro. Los meses pasaron y nuestra rabia se volvió pena. Nuestro amor ya no se alimentaba de nuestra pasión o cariño tanto como de nuestra desdicha. El pozo se convirtió para Elian en un recuerdo amargo de lo que quería y no podría tener. No entraba en el jardín, el mismo que yo cuidaba para él, para acercarle a lo que tanto amaba. 

Luego llegó el acomodo. Las gentes del lugar, ignorantes de lo ocurrido, seguían siendo amables con nosotros y nosotros con ellos. Elian más cercano y yo más atenta. Sus temporadas fuera se alargaban, pero nunca me dejaba sola más de un mes y pasaba todos los inviernos en casa. En uno de esos inviernos conocí a Corum. Buen amigo y buena compañía para Elian. Pasó el invierno con nosotros y luego siguió viniendo con frecuencia. Me alegraban sus visitas. A veces no estaba Elian pero él venía de todos modos y así yo no estaba tan sola. Pero esto despertó en él un deseo no correspondido. Le rechacé amablemente; mi amor era para Elian y mientras él viviera no habría otro hombre en mi vida. Sus visitas a partir de entonces eran más escasas y más incómodas entre nosotros pues era evidente que su deseo no cedía. Nunca le conté nada a Elian pues le hacía mucho bien la presencia de Corum.

Recuerdo aún una noche, a finales de otoño, que estando yo en el jardín pude ver una sombra. Era Corum. Se movía de un lado a otro, dubitativo y nervioso. No se acercaba, supuse que era porque no estaba Elian. Me asomé para animarle a entrar, pero salió corriendo. Aunque extrañada por lo ocurrido, opté por no darle importancia. Quizás Elian, que no debía tardar en regresar puesto que el invierno llamaba a la puerta, sabría que había podido ocurrir.

Varias noches después, llegó el ataque. De nuevo, como si todo estuviera escrito, la casualidad hizo que me encontrara en el jardín, sin luz, disfrutando de la luna. El terrible golpe que abatió la puerta de mi casa me levantó de golpe. Atisbé a verles entrar, a la bestia medio humana y medio loba, seguida de una bruja. ¡La superviviente del cónclave que años antes habíamos derrotado venía a clamar su venganza! Un oscuro deseo que no desaparece tan fácilmente en almas negras. Con Elian a mi lado, hubiera sido posible hacerles frente, pero sin él no tenía posibilidades. Solo pude hacer una cosa; no tuve tiempo para pensar. Me dejé arrastrar al pozo y ahí esperé a que alguien de bien ayudara a Elian a entender como funcionaba el pozo.

Hasta hoy.

TEJEDORES DE HISTORIAS (II)

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La historia de Ivain, la confesión de Corum, las palabras de Redjack, los terrores de Caer Trèigsinn, hilan una historia bastante completa. Entre unos y otros, comienzan a tejerla.

La bruja del mar, buscando venganza contra Ivain y Elian,  encontró en Redjack un poderoso aliado, y en Corum, una incauta herramienta. Que tan temibles criaturas quisieran alejar a ambos para perpetrar su ataque da muestras de la fuerza que tenía la pareja cuando estaban juntos.

Corum, trastornado por un deseo enfermizo, aceptó alejar a su antiguo amigo Elian de la cabaña. Le atacó por sorpresa y consiguió darle muerte, esperando que así la desconsolada Ivain se lanzaría en sus brazos buscando apoyo.

La bruja y Redjack tenían otras intenciones. Fueron a por la joven del agua pero no consiguieron encontrarla. Ésta había entrado en el pozo huyendo de ellos. Cuando Corum regresó con ellos, le dijeron que estaba muerta, puesto que eso pretendían hacer cuando la encontraran y Corum no lo habría permitido.

En las siguientes semanas, la bruja y Redjack debieron estar alimentándose de los desdichados habitantes de la aldea, o quizás de viajeros cuya ausencia aún no se ha descubierto. Que permanecieran allí porque intentaban descifrar la naturaleza del pozo, por mancillar el lugar saboreando su venganza o por el botín que suponían los indefensos aldeanos, es algo que no se sabrá.

Es entonces cuando Elian volvió a irrumpir en escena. Quizás Corum lo dejó por muerto pero no lo estaba, o quizás sí pero un poder mayor lo conminó a quedarse en este mundo. En todo casó consiguió llegar hasta la cabaña. Seguramente allí, relamiéndose con la mentira, la bruja debió contarle lo mismo que a Corum antes de darle muerte, puede que por segunda vez. Pero su historia no acabó ahí. De nuevo la venganza retorció el destino e impidió que Elian partiera con sus antepasados. Es posible que su cuerpo fuera devorado por los lobos, o por la bruja, pero eso no le paró; encontró un desconocido y poderoso guerrero del pasado al que arrastró desde su tumba a la superficie y comenzó su incansable persecución de los asesinos de Ivain. 

El resto de la historia, ya la conocéis.

FIN

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El alba nace fría, como todos estos días. El cuerpo insepulto del guerrero que contiene el alma de Elian permanece lejos de la cala. Mirando al mar. Como una estatua de metal. Ivain, triste, mira desde la cabaña.

El día anterior, tras encontrarse, el guerrero silencioso no permitió que se le viera el rostro. Ante su joven amada, se derrumbó, único signo de debilidad en el hasta entonces impertérrito ser, y lanzó un gemido parecido al sollozo, mezcla de alegría y tristeza. Aquellos que presenciaron la escena se alejaron, o fueron arrastrados por otros más comprensivos, dejando a solas a los dos amantes, observando desde la distancia. Horas más tardes, con la oscuridad, Ivain regresó a la cabaña, tan desgarrada por dentro como lo está su hogar. Fue una noche sin alegría, ni sueños felices.

El sol lejano y débil intenta calentar la cala y la colina. El guerrero, de armadura negra y sangre, no se mueve. Ivain lanza un suspiro y con voz desgarrada se acerca a Diego. 

- No quiere que vaya con él y yo no quiero que se vaya solo -dice con la cara cubierta de lágrimas, saladas como gotas de mar. 

Titubeando, el paladín avanza hasta la loma. El guerrero no se inmuta con su presencia. Un rato después, se levanta, se mira, y pronuncia la frase más larga que Diego le ha oído hasta entonces.

- Ayúdame. Debo liberarnos. Mi alma y su carne. No sé quitar esto

Diego, ducho en esas lides pero poco dado a ver armaduras tan complejas, ayuda a Elian. Para hacerlo debe vencer la repulsión que le causa el cuerpo descompuesto que sujeta el alma del explorador. Las carne corrupta se separa fácilmente de la armadura, pero no tanto de la memoria. 

Una vez desnudo, esboza algo parecido a una sonrisa, descarnada.

- Ella pertenece al mar y yo a la tierra. Al final siempre son ellas las que nos llevan a su hogar, ¿verdad?

Desde el acantilado, el cuerpo desnudo del guerrero cae a plomo. Un chasquido de espuma blanca y el mar vuelve a mostrarse imperturbable. Diego regresa con la armadura vacía a la cabaña.

EPÍLOGO

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Los días siguientes siguen siendo tristes, grises, y con la fría lluvia, omnipresente en esas islas, acosando a todos aquellos que viven entre la tierra y el cielo.

Los hombres del Caer, y los aventureros, permanecen esos pocos días, a caballo entre la cabaña y el pueblo, dormitando donde pueden. Con una bruja suelta, nadie rechaza darles cobijo.

Ivain va y viene, intentando romper la reticencia de sus vecinos con bastante éxito, pues su dulzura y carisma natural son indiscutibles. Aun así, nada será lo mismo; sobre el pueblo se abatió una desgracia que la buscaba a ella. Cuando no está con las gentes de Caer Triègsinn, está con sus vecinos más cercanos.

Nadie canta, ni sonríe. Solo una cálida calma. 

El día de la partida, Ivain se acerca a Tordek

- Me cuentan que tú fuiste el primero que se ofreció cuando los hombres del Caer buscaban ayuda. Apenas me ha quedado nada pero al menos esto te puedo dar - Dicho lo cual le tiende en la mano un pequeño amuleto circular, hecho de conchas marinas, donde se pueden ver grabadas olas y mujeres entre ellas - Se te ve recio y fuerte pero con esto no debes temer a la enfermedad - ^[1][2]

Luego, dando gracias al resto del grupo, se quita y les entrega un anillo de plata. Un regalo de Elian para que le recordara y le protegiera.^[2]

El grupo parte finalmente, de regreso a la ciudad.

Tiempo después, quien pasaba cerca de una aldea, de camino a la ciudad, podía oír la historia de una joven que se acercó un día al mar llevando consigo una piel gruesa de tonalidad grisácea. De como se puso la piel igual que un vestido, tras lo cual se lanzó al agua, transformada, para no ser vista nunca más.