Dejando a sus compañeros las transacciones mundanas, Polat se lanzó a estudiar como un poseso. Comía si se lo recordaban, y dormía lo menos posible, dándose la los estimulantes que el doctor tuviera a bien darle para aprovechar el tiempo y mantener la concentración. Café, por supuesto, o aun cocaína.
A estudiar como posesos, jefe :) Polat deja a otros lo tocante a asuntos materiales. Si el doctor tiene a bien proporcionarle algún medicamento que le ayude a conseguir el objetivo, que pruebe con él.
El senhor Ribeiro ha venido muy atildado a recibir a su esposa, esperando quizá darle una romántica sorpresa (está tan enamorado que no ha podido esperar a que llegue a Estambu). La horrible sorpresa ha sido la suya al saber que algún pervertido ha entrado en el dormitorio de su mujer y agredido a su compañera de compartimento, dejando a su cónyuge muy afectada. Está absolutamente indignado y furioso, buscando alguien con quien desahogarse.
¡Ah, o infame! ¡Se eu o apanhar!
El Freiherr observó como el erudito turco Polat se encerró en su compartimento para estudiar con mayor profundidad el innombrable libro y toda la información recogida hasta la fecha.
Le tranquilizó pensar que el marido de la señora Oliveira, parecía ser sólo eso, un marido enamorado de su esposa con ganas de reunirse con ella.
-Caballeros sugirió el Capitán creo que no deberíamos tardar demasiadas horas para llegar a Constantinopla. Sugiero guardar el libro y los fezzes como si del Santo Grial se tratasen, pues parece que son la única manera de terminar con el vil Menkaph y su culto de desequilibrados, además de terminar con los males a los que dicen adorar. Esperemos poder hacer llegar el libro y los fezzes al contacto del Profesor Smith en la capital otomana y que él nos indique con más detalle como proceder.
No bajemos la guardia, pero no quedan demasiadas horas para llegar a Turquía si no voy errado.
Tras los comentarios, se situó en los aledaños de los compartimentos de sus compañeros de viaje en actitud desenfadada, pero vigilante.
DOCTOR SAROCH.
El doctor oye unos toques en la puerta de su compartimento. Al abrir con cuidado, ve al matrimonio portugués. La señora Oliveira se apoya en su marido, que lleva su equipaje.
- Buenos días, doctor.- saluda el señor Riberio en excelente francés sin casi acento.- Quería darle las gracias por atender a mi esposa. Había venido con coche de caballos para darle una sorpresa... En fin, volveremos a Estambul del mismo modo, así podrá relajarse en el campo en Adrianópolis antes del tumulto de la gran ciudad. Quería compensarle sus servicios...
El caballero busca su cartera.
Quisiera preguntarle si Miss Amelia se encuentra mejor... Creo que sigue inconsciente... Le aseguro que por un momento creí que el Maligno nos estaba atacando... Si era un hombre, era flaco y cadavérico. No quería robar sinó herir... Me vi obligada a agredirle con una vela que había encendido a la virgen de Fátima. Eso le hizo huir tan rápido que fue como si nunca hubiera estado allí.
- la senhora Oliveira se persigna.
Efectivamente llegaréis a Estambul en seis horas.
El doctor Polat puede intentar otra tirada de Persa.
Aunque quedaran seis horas para llegar, Polat estaba decidido a quemarse las pestañas trabajando. El escozor de sus heridas le ayudaba a mantener la concentración en vez de molestarle. Le recordaba que estaba enfrentado al Mal, con mayúscula.
Motivo: Persa
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 39 (Exito) [39]
Éxito, jefe. Si hiciera falta un éxito especial, estoy dispuesto a gastar suerte.
Motivo: Curación
Tirada: 1d3
Resultado: 1 [1]
Pues esperamos por Estambul, entonces.
POLAT
aunque haces algunos avances, el texto es tan abtruso y rocambolesco, que necesitarías ayuda del profesor Demir para poder avanzar.
Mejor guardate los puntos de suerte que te pueden hacer falta.
Otra semana complicada. Me pongo ahora al día.
El doctor negó con insistencia al señor Riberio. - No, por favor, no fue una consulta sino un auxilio que presté sin ningún ánimo de lucro. Por favor, si quiere invitarme a un café luego me daré enteramente por pagado -