Partida Rol por web

Todos respiráis más a gusto en las atestadas calles de Istambul, llenas de vendedores, aguadores, mozos de cuerda y señoras en burro que en el perfumado jardín de ese tal Faranj... Con todo habéis conseguido algunas pistas interesantes. Está la tal Nisra, la isla de los Príncipes, Ramazan el otomano... Incluso esos Hermanos de la Piel que mencionó el profesor Demir. ¿A dónde ir ahora?

Tras reunirse con el Doctor Polat, el Freiherr puso al día al historiador turco de las informaciones obtenidas en la visita al palacete de ese sombrío hombre llamado "Faranj". Y le preguntó:

-¿ Dr.Polat, ha podido sacar algo en claro de aquella parte del libro que requería la ayuda del Profesor Demir para ser descifrado?

Se dirigió a Amelia, y le dijo:

-Querida Stra. Meadowcroft, espero que no se le ocurra acudir a esa autoimpuesta cita con ese degenerado, sé que es usted una señorita de "armas tomar", y respeto su decisión, que sepa que mi consejo es que no vaya, pero si decide hacerlo, el buen Dr. Saroch o yo mismo le podremos acompañar

Y dirigiéndose al grupo:

Compañeros, creo que deberíamos decidir nuestro siguiente paso, el tiempo corre, ese oscuro diletante nos habló de esa odalisca, Nisra, que parece que fue su pupila y tiene tratos con el canalla de Menkaph, y de su posible situación, en la Isla de los Príncipes... no sé si montar una expedición hacia esa isla podría cogerles de sorpresa. Podríamos también informarnos sobre ese tal Ramazán, podría ser una pieza a considerar en este entuerto, quizás el Profesor Demir sepa algo sobre él, si es una figura pública dentro de la corte Otomana. Y por último, el Profesor Demir nos habló también de aquella secta, los Hermanos de la Piel, desconozco donde se ubican o si podrían tener más información para nosotros, aunque también recuerdo que Demir no nos dió en absoluto buenas referencias de ellos. Si quieren mi opinión, deberíamos intentar rescatar al pobre hijo secuestrado de Demir además de terminar con ese maldito artefacto de una vez por todas, pero, a la vez? No sé que opinan ustedes, camaradas...

En cuanto a destruir el objeto, me temo que quien lo intente debe arriesgar la cordura, la vida, quizá el alma misma. El proceso es usar y dominar uno de esos fez malditos y, una vez logrado, usar el hechizo que acabo de aprender para destruir a quien lleva el otro. Supongo que esto también acabará con el que usa el conjurador, pero no estoy seguro, no estoy seguro. ¿Quieren que lo intente? Lo haré si es necesario, porque mi vida no vale nada, y está en manos de Dios, en quien confío, pero necesitaré todo su apoyo y comprensión, y la promesa de que me darán muerte si ese horrible ente se apodera de mi.

Una vez decidido eso, en efecto, habría que atrapar a ambos, el niño y a nuestro enemigo, juntos para poder aprovechar mejor nuestros mermados recursos, y también para que esté distraido mientras se opera el rescate.

¿Tengo su promesa? Si es así, haré cuanto hay que hacer.

El Capitán se estremeció con las duras palabras del turco.

-¡Dr.Polat es usted un hombre casado y con familia! ¿Está usted seguro de ofrecerse voluntario para tal siniestro ritual? No dudo que sea la única forma de acabar con ese maldito fez, pero podría costarle la cabeza y la vida. Por otro lado, no dudo de que alguien de su tesón y conocimiento puede ser un hombre a la altura de esa monumental tasca.
Si decide hacerlo, cuente con mi apoyo y mi promesa, por el Kaiser Guillermo, que una bala de mi pistola será para usted si la situación lo requiere, como usted ha indicado. Su ofrecimiento es un encomiable acto de valentía.
Con respecto al rescate, ¿cree que tienen al niño cautivo en el mismo sitio donde está nuestro enemigo? ¿Qué papel juega esa Nisra? ¿ Y ese Ramazan? ‽
¿ y el culto de los Hermanos de la Piel?

Varias incógnitas recorrían la cabeza del brandenburgués.

Deberíamos apostar a que si, pero no es más que una conjetura.

Por el hecho de que tengo familia les necesito. Para que no les abandonen. Para que alguien les explique, si ocurre lo peor: que su padre, su marido, ya no está en este cuerpo, sino un djinn siervo de Satanás al que hay que eliminar.

¿Iremos a la cita? ¿Sin más? Visitaría a esa mujer para sacarle información. Tendrá una casa, criados a los que sonsacar. Luego iría a esa isla. Sólo en última instancia acudiría a esa cita que es una trampa.

-Estoy de acuerdo con usted. Creo que podríamos visitar a esa mujer, según aquel diletante europeo que vimos esta mañana, se ubica en la Isla de Los Príncipes. Sin duda, nuestra visita no será bienvenida por su parte, de eso estoy seguro. Deberíamos tomar precauciones. Y descuide, Dr.Polat, cuando tome esa dura decisión, creo que podrá contar con todo nuestro apoyo y traspasaremos sus deseos a su estimada familia. También creo, como usted, que acudir a la cita del supuesto rescate sería muy peligroso, pues de Menkaph, sólo podemos esperar una encerrona.

Si preguntáis a Aram, puede conseguiros una barca para llegar a la isla de los Príncipes.

Además, querido Aram, querríamos contratar a algunos muchachos para que nos protejan. Tres o cuatro, bien armados. ¿Sería posible?

Aran menciona que puede reunir "Marineros" (o sea, contrabandistas) amigos suyos que pueden echar una mano.

Bien. ¿Vamos, caballeros? Estaba dispuesto para la lucha contra el mal. Cargó su ridícula pistolita y se guardó una navaja de esas que se usan para abrir cartas.

-Le sigo, Dr Polat y que Dios nos asista.
Limpió su escopeta galga, adecentó su pistola e incluso, se ató al cinturón la funda de su sable, que a tantos cuirasseurs franceses había tirado del caballo.

las islas de los príncipes son un pequeño archipiélago a pocas millas de Istambul, en el mar de Mármara. Consisten en diez islas, las cuatro mayores están habitadas y tienen hoteles, escuelas navales, poblaciones y demás amenidades de la civilización. Un vapor va y viene de la ciudad dos veces al día. 

La décima isla es la que os interesa. Allí se alza una torre solitaria de la Edad media, donde los emperadores bizantinos solían desterrar a los parientes molestos. Al parecer los otomanos han seguido esa costumbre con el príncipe Ramazan.

Antes de ir dijo: tome una pistola y acabe con mi vida si esto no va, amigo. Podríamos encontrar a nuestro enemigo. Y, en todo caso, la posesión de uno de estos puede que nos ayude a subyugar a los subordinados más ignorantes. Y se puso el fez maldito.

Von Hartzman asistió  estupefacto a ese acto de generosidad, sacrificio y valentía del Dr.Polat.  Áun recordaba los efectos perniciosos de ese artefacto maldito en aquella buhardilla del Whitechapel londinense. No obstante, si alguien podía domarlo, ese era el erudito turco.

-Dr.Polat, iré con usted hasta el final, si no logramos destruir el fez rojo, toda la humanidad estará en peligro, a merced de la voluntad de esos locos canallas a quién hacemos frente.

Tan nobles sentimientos pasan desapercibidos a Aram, quizá por que no entiende el inglés.

- Effendis, recomiendo ir a la isla por la noche conun grupo de amigos míos... Tenemos una barca de vela y llevaremos los remos envueltos para no hacer ruido.

En su no nada despreciable turco, el Barón manifestó,.mientras contemplaba al impertérrito Polat con aquel maldito fez en la cabeza:

-Estoy de acuerdo con su consejo, usted conoce mejor el terreno que nosotros.

El Doctor Saroch, asintió circunspecto. - Ya saben que no soy un gran hombre de accion, pero apoyaré en lo que pueda -