Los Ángeles
La Depresión asestó un duro golpe a la ciudad. Desaparecieron bancos. Se derrumbaron imperios inmobiliarios. La ciudad entera se vio sacudida por las ejecuciones de hipotecas, como si de un seísmo se tratase. Los Ángeles perdió su fama de ciudad utópica y expansiva y se ganó el dudoso honor de convertirse en la primera capital del mundo en cantidad de suicidios. El canto de sirena de la parca empujó a muchos desgraciados a lanzarse desde lo alto del Colorado Street Bridge de Pasadena hasta las profundidades del cañón de Arroyo Seco. Este se cobró tantas víctimas que comenzaron a llamarlo "el puente de los suicidios". En los rincones más oscuros de la tierra, entidades mucho más antiguas que la humanidad se revolvían y se alimentaban.
Cuando las tormentas de arena comenzaron a asolar las praderas en el 34, seguidas por otra oleada dos años más tarde (y una tercera al cabo de otros dos años), la desesperación atrajo a una nueva remesa de inmigrantes. Estos llegaron en busca de trabajo como recolecto res de fruta, y su enorme afluencia mermó su capacidad de negociación. Cuando protestaban, los patronos enviaban cuadrillas de matones a disuadirlos a porrazos. Los peces gordos de la ciudad se pusieron nerviosos y enviaron a policías de Los Ángeles a la frontera californiana, lejos de su jurisdicción, para detener la marea migratoria. Quienes no tenían donde caerse muertos, aquellos a quienes cantaba Woody Guthrie, no tenían cabida en la ciudad de la ilusión.
El cielo parecía tan azul y brillante como siempre. Las palmeras seguían bamboleándose. Pero tras los oropeles de la belleza, se ocultaba la entropía. La ciudad, tan hermosa de día, se volvía oscura como la tinta y espeluznante por la noche. Aquello no pasó desapercibido a Raymond Chandler, ejecutivo de una petrolera convertido en maestro laureado del crimen. En El sueño eterno puso las siguientes palabras en boca de su héroe, Philip Marlowe: "Afuera, los brillantes jardines parecían lugares encantados, como si unos ojos salvajes me observasen tras los arbustos, como si el mismo brillo del sol tuviese algo misterioso". Ahora es tu héroe quien se enfrenta a un sueño igual de terrible. Un sueño insondable.
Gángsters, Policías y Políticos
En 1937. el trono de la corrupción y el crimen organizado lo ocupa el antiguo agente antivicio Guy McAfee. McAfee escaló puestos dentro del Sistema como mano derecha del antiguo jefe del hampa, Charlie Crawford, cuya carrera se remonta a los tiempos de la fiebre del oro del Klondike. McAfee se considera un simple hombre de negocios, algo que. en una ciudad como esta, tampoco es de extrañar. Tiene por costumbre mantener las buenas maneras hasta que decide que alguien es un problema y que debería desayunar plomo.
Hasta ahora no había llegado nadie de fuera capaz de poner realmente en apuros al Sistema. Pero acaba de desembarcar en la ciudad Benjamin "Bugsy" Siegel, la avanzadilla en Los Ángeles de la familia Genovese, una banda criminal de la Costa Este encabezada por dos delincuentes deseosos de expandir sus actividades: Frank Costello y Meyer Lansky. En compañía de su matón número uno, Mickey Cohen, pretende convertir el discreto entramado del hampa de Los Ángeles en una banda moderna que tribute en otro lugar.
El alcalde (y aliado de Guy McAfee, jefe del hampa) Frank L. Shaw, de 60 años, no ve con buenos ojos a estos recién llegados. La corrupción en la alcaldía va desde las clásicas comisiones por contratos adjudicados a dedo y la venta de puestos de funcionario, hasta el establecimiento de un sistema para robar los objetos de valor a los difuntos dentro de las propias funerarias.
Cuando Shaw necesita fuerza bruta, recurre al jefe de la policía de Los Ángeles, James Edgar Davis, más conocido como "Dos Pistolas" Davies. Davis es un personaje corpulento, imponente y de expresión sombría, que desempeña su trabajo de matón con un entusiasmo sádico.
El sheriff del Condado de Los Ángeles Eugene Biscailuz, de 58 años, cuya jurisdicción abarca todo el territorio alrededor de la ciudad, el condado más grande y poblado del estado, se dedica a amasar influencia a base de conceder miles de placas honorarias de ayudante de sheriff a sus amigos de las altas esferas, para que puedan llevar armas y conseguir préstamos con intereses bajos de forma legal.
El fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, Buron Fitts, fue elegido por primera vez en 1928 y empezó siendo un firme luchador contra la corrupción del Sistema. En marzo del 37 atraviesan a balazos el parabrisas de su coche, dejándolo herido. No se ha acusado a nadie de este delito.
Los alcaldes y jefes de policía van y vienen, pero el influyente Harry Chandler (73 años), nunca deja de mover los hilos por encima de todos ellos. Chandler usa su periódico. Los Ángeles Times, para fomentarla buena reputación de sus aliados y lanzar dardos a sus enemigos. Entre los muchos proyectos a los que ha contribuido. se encuentran construcciones emblemáticas como el Coliseum, el Hollywood Bowl, el hotel Ambassador y la urbanización que anunciaba originalmente el letrero de Hollywood.
La Ciudad de las Estrellas
Dejando a un lado la inestabilidad económica, la edad de oro de las productoras de Hollywood continúa viento en popa. Los jefes de estas retienen a las estrellas bajo contrato, y se las prestan entre sí dependiendo de sus necesidades de reparto. Todos cuentan con un detective particular para tener vigilados a sus artistas más díscolos. Cuando hace falta untar a algún policía para que sus gamberradas no lleguen a oídos de la prensa amarilla, también tienen reservados fondos especiales para ello.
Las estrellas de Hollywood están muy por encima de los vulgares empresarios de la ciudad. El nuevo culto a la celebridad los eleva al nivel de brillantes divinidades plateadas.
DOWNTOWN, Centro de la ciudad
Muchos edificios importantes se imponen a este lado de la ciudad. El Salón de Justicia, el Ayuntamiento, así como el edificio del Los Ángeles Times, recorren sus calles junto al distrito de Bunker Hill, donde se encuentra la destartalada oficina de investigación de Dex.
Bunker Hill, construido a varias alturas, alojaba originalmente a la élite de la ciudad, pero ahora se considera un desastre, sobre todo entre los magnates inmobiliarios que están deseando demolerlo y edificar encima. Sus decadentes mansiones victorianas evocan el espíritu de Edgar Alian Poe.