Partida Rol por web

Cuando se recuperó de la sorpresa, que no susto, ya que había visto varios fantasmas en la escuela, Claus le preguntó al fantasma:

- Si podíais proteger tu cadáver tú solo... ¿Que estábamos haciendo aquí? - se encogió de hombros - Bueno, vamos todos entonces. Confiamos tu antiguo cascarón a tu cargo.

No, no se nada de ese asunto. Sólo se que el barrio de los Mercaderes queda hacia el este del pueblo. En cuanto salgan del cementerio, giren a la derecha y lo encontrarán

Ante las palabras de Claus, el fantasma se enfada

¡Que poca vergüenza! ¡Les he librado de este encargo tan tedioso para que puedan correr una aventura, y con esas palabras me lo paga! ¡Luego no me vengan llorando si no les pagan lo que les deben!

Dejáis al fantasma refunfuñando y os alejáis del cementerio.

No tardáis mucho en encontrar el barrio de los Mercaderes. Esta zona consta en su mayor parte de almacenes, haciéndola parecerse de forma extraña al Camposanto en el que acabáis de estar. La mayoría de estructuras de la zona son de madera, de unos 20' de alto y con pocas ventanas, o ninguna. Hay plataformas de carga para llevar y traer mercancías desde y hasta las carretas, conectadas a la mayoría de los almacenes. Veis signos sobre los portones, que numeran la mayoría de los edificios. Finalmente llegáis al almacén marcado con un 4.

Parece que el almacén tiene dos entradas: una gran puerta corredera de doble hoja en la plataforma de carga y una puerta lateral

A medida que avanzaban por el barrio de los mercaderes, Bryzz comenzó a notar los aromas de los distintos negocios y mercancías. Verdura y pescado se mezclaban con exóticos perfumes y el bruñido del acero.
La elfa se fijó en el número del almacén que se hacía referencia en la nota y las dos entradas.-Supongo, dijo bajando el tono de voz,-que entraremos por la lateral, verdad?.

- Si - contestó el halfling - yo también creo que es la mejor opción. Azabache, ves volando y busca alguna ventana desde la que veas lo que hay dentro y mira si hay gente que nos pueda ver entrar.

La infiltración no era la especialidad de Claus, pero supuso que la información sería útil de alguna manera.

Karen se detuvo y miró a sus tres compañero, sobretodo en Bzzak... puede que sea mejor que yo me adelante y me sigáis a una distancia prudencial.

No veía a sus compañeros intentando pasar sin hacer ruidos

Me quedo quieto como una estatua, mis junturas oxidadas no son amigas del silencio.Yo quizas mejor me quedo haciendo guardia.

Parecía que mis nuevos compañeros entendían lo precario de la situación

Sin más se dirigió a la puerta intentando no hacer ruido, comprobó si estaba cerrada y si tenía alguna trampa.

Cuando se aseguró que todo estaba en orden se dispuso a abrir la puerta

Karen comienza a acercarse a la puerta sigilosamente poco después de que Azabache emprenda el vuelo. Pero, antes de que llegue a la puerta...

Karen se detiene ante el silbido y mira a su alrededor. Pero en menos de dos segundos, la puerta se abre y tras ella aparecen cuatro hombres, que no parecen muy amistosos

Karen se dirigía a la puerta cuando de pronto se abrió de golpe, saliendo de ella cuatro humanos con las armas en la mano.

Retrocedió un poco y preparó sus armas para recibir a los atacantes

Bryzz se había quedado muy quieta y callada espectante...y cuando se abrió la puerta, dió un respingo hacia atrás ante la imagen de los hombres con malas pulgas. De un vistazo, la elfa supuso que la ganarían en combate cerrado. 
Estaban demasiado cerca de la puerta para poder usar el arco a si que se dispuso a separarse del hueco de la puerta mientras preparaba una flecha.

Con un fuerte chirrido mis brazos se vuelven a mover agarrando mi porracon las dos manos y preparandome para el ataque

Ante la repentina aparición del grupo de enemigos, Claus solo tuvo un momento para pensar, pero decidió que lo mejor era potenciar a su compañero mecánico, que después de todo parecía ser el único que dependía de su fuerza bruta, y no su maña, para atizar a los enemigos. Cuando no hacia conjuros, claro.

A mi espalda Claus recita un conjuro, en ese momento noto como, para mi sorpresa, me vuelvo más grande.Hostias.Ahora se como se sentian los colosos forjados. Viendo mi nueva situación me pongo delante de mis compañeros para impedirle el paso a los enemigos , intentado no entrometerme entre las flechas de Bryzz y los enemigos. en ese momento bajo mi porra sobre las cabezas de estos al tiempo que hago un herrumbroso chirrido y un grito similar a una caldera estallando para llamar su atencion

El sonido de una flecha cruza la noche y se clava en el muslo de Karen, arrancando un grito de dolor de la mujer.

Uno de los matones se acerca a la joven, intentando rematar el golpe de la flecha, pero no consigue darle.

Bryzz saca una flecha y dispara, pero se desvía y no golpea a su rival.

Claus se acerca a Bzzak, y con un suave toque y unas palabras, Bzzak crece hasta tomar otro tamaño. Se acerca a Karen e intenta golpear, pero también falla.

Los otros matones se acercan. Uno intenta golpear a Karen, pero tampoco acierta. Los otros dos se quedan atrás, ya que no pueden pasar y formar parte del combate.

Karen, a pesar de la flecha, golpea, pero los hombres bloquean sus ataques sin mucho problema

Margen notó el lacerante dolor en la pierna. Con un grito de rabia usó sus armas contra el primer enemigo que tenía delante. Intentó colocarse de tal manera que que utilizase el cuerpo del enemigo a modo de parapeto ante los ataques con flechas

La joven elfa se vio superada por la inexperiencia errando el tiro. 

Otra flecha surca el aire, clavándose a los pies de Karen. Esta vez, por suerte, no le hace ningún daño

Uno de los hombres golpea a Karen en la herida de la primera flecha. A pesar de no ser un golpe muy fuerte, la muchacha ya está débil y la duele demasiado

Bryzz dispara con su arco, pero la flecha se pierde en la noche.

Otro de los hombres intenta golpear a Bzzak, pero el cuerpo del constructo no nota el golpe.

Karen vuelve a golpear, pero no consigue hacer daño a su rival

Un poco perdido dentro de mi mente  mientras pienso que deberia hacer escucho un cling metalico, entonces bajo la mirada para ver como uno de los hombres intenta golpearme sin conseguir mucho.

-Bien, pues que así sea.Digo mientras levanto mi porra sobre su cabeza, pero algo parece fallar.

Claus, mas seguro que ahora tenia a alguien MAYOR entre el y los enemigos, decidió facilitarles un poco mas el trabajo.

Sacó los componentes de su siguiente conjuro de sus respectivos bolsillos, ya de forma automática gracias a la practica, y los unió a las palabras y salmos requeridas. Momentos despues, un charco de grasa apareció bajo los pies de los enemigos, justo delante de Bzzak.