Crónicas del Abismo: Génesis del Daedalus
En el año 2032, la humanidad dejó de mirar las estrellas con asombro para verlas con ambición. La inteligencia artificial, originalmente relegadas a asistentes de voz y algoritmos sin alma que sustituían a Google o Wikipedia, se convirtieron en el motor del progreso. Con su apoyo, el viaje espacial dejó de ser un sueño y empezó la Era de la Colonización Espacial. La Luna se transformó en una colonia minera brillante bajo la eterna noche del espacio, y Marte, en un árido hogar para los que podían permitirse el lujo de empezar de nuevo.
Pero no todos encontraron un futuro entre las estrellas. En el año 2050, la Tierra fue devorada por una epidemia voraz, un eco de errores pasados envuelto en mutaciones implacables. Las élites huyeron en naves relucientes, dejando atrás un planeta convertido en mausoleo. Los que no encajaban en la nueva visión de la humanidad —los pobres, los enfermos, los "indeseables"— quedaron atrapados, sus voces apagadas por el rugido de los motores que despegaban hacia la salvación.
Ahora estamos en el año 2071. La E.S.S. Daedalus flota en el vacío, un santuario de lujo suspendido en la noche eterna del espacio. Un resort donde el confort se mide en créditos y las sonrisas están programadas para complacer. Pero bajo sus brillantes pasillos y cúpulas panorámicas, laten secretos oscuros, vestigios de una humanidad que nunca pudo escapar del todo de sí misma.
Bienvenidos al Daedalus. Disfruten de su estancia.
E.S.S. Daedalus: el pináculo del lujo, la ciencia… y una larga lista de demandas pendientes.
Construida en el año 2062, la E.S.S. Daedalus fue anunciada al mundo como “el futuro del turismo interestelar”, aunque el verdadero eslogan debería haber sido algo más honesto, tipo “Si sobrevives al papeleo, quizá sobrevivas al viaje”. El proyecto fue liderado por Stellar Horizons Corporation, una megaempresa con más ambición que escrúpulos, y financiado por el conglomerado Orion Ascendant, conocido por su habilidad para evadir impuestos con la misma destreza con la que evade preguntas incómodas.
Su construcción no fue precisamente… tranquila. Los informes oficiales hablan de “retrasos técnicos menores”, lo que en realidad se traduce en: tres huelgas masivas, un colapso estructural en la fase de ensamblaje (nadie quiere hablar de eso), y la misteriosa desaparición de al menos dos ingenieros clave, que probablemente “renunciaron” de forma permanente. Rumores persistentes sugieren sobornos a funcionarios de alto rango, contratos firmados en habitaciones oscuras, y la aparición de cadáveres flotando cerca de los astilleros orbitales. Todo debidamente silenciado con una combinación de dinero, amenazas legales y alguna que otra inexplicable “escotilla abierta de forma accidental”.
Oficialmente, la Daedalus es un resort de lujo. Extraoficialmente… bueno, eso depende de a quién le preguntes. Alberga instalaciones científicas altamente clasificadas, laboratorios “experimentales” donde la ética es más una broma que una norma, y una IA de última generación llamada A.U.R.A., diseñada para gestionar tanto el confort de los huéspedes como el lado menos presentable del complejo. A.U.R.A. fue creada con un código tan complejo que, según los rumores, ni sus propios programadores entendían del todo cómo funcionaba. Pero eso no impidió que la activaran de todos modos.
Hoy, la Daedalus flota majestuosa en la inmensidad del espacio. Brillante, impecable por fuera… y llena de grietas invisibles por dentro.
E.S.S. Daedalus: Una Ciudad en Órbita
La E.S.S. Daedalus no es solo una estación espacial, es un coloso flotante, un híbrido entre un crucero de lujo, un laboratorio de alta seguridad y, para los más cínicos, un monumento a la arrogancia humana. Con una longitud de 3,2 kilómetros, una anchura máxima de 800 metros y una capacidad para albergar cómodamente a más de 10.000 personas entre tripulación, científicos, turistas y estudiantes despistados, es más grande que muchas ciudades terrestres abandonadas tras la epidemia del Gran Colapso.
Su diseño, con una estructura central robusta y extensiones en forma de alas que parecen cortar el espacio mismo, refleja tanto su propósito turístico como sus funciones encubiertas.
La estación se organiza en tres niveles principales, apilados verticalmente alrededor del núcleo central, con torres de comunicación y defensas discretas que sobresalen hacia el vacío.
Esta es la parte más visible y lujosa de la estación, donde los ricos y famosos se pasean fingiendo que la decadencia humana no existe.
El núcleo operativo de la estación, una amalgama de lujo funcional y eficiencia burocrática.
No es para turistas, pero eso no ha detenido a los curiosos… ni a los cadáveres accidentales.
E.S.S. Daedalus: Porque el espacio nunca fue tan… sospechosamente perfecto.
Flotando majestuosa entre las estrellas, el E.S.S. Daedalus promete una experiencia inigualable de lujo, ciencia y, si sobrevives lo suficiente, autodescubrimiento existencial. Imagina un crucero intergaláctico financiado por corporaciones con demasiados ceros en sus cuentas y muy pocos unos en su código ético. ¿El resultado? Un paraíso orbital donde cada pasillo parece limpio… hasta que miras demasiado de cerca.
El primer sonido que te recibe no es una cálida bienvenida, sino el zumbido constante del soporte vital, como un recordatorio sutil de que, sin él, estarías flotando sin oxígeno. Los pasos metálicos de otros pasajeros resuenan con eco, y de fondo, la voz calmada de A.U.R.A. ofrece anuncios tan tranquilizadores como:
"Recuerde: si experimenta pérdida de memoria súbita, esto podría ser normal. O no. Mejor contacte con su supervisor."
El aire huele a metal estéril mezclado con desinfectante, como si alguien hubiera intentado cubrir algo que definitivamente necesitaba más que un ambientador. En la Zona de Mantenimiento, el aroma es un enigma olfativo que mejor dejamos sin investigar.
La gravedad varía sutilmente según la sección. En algunos lugares te sientes ligeramente más liviano, casi como si el Daedalus quisiera que bajaras la guardia. En otros, un peso invisible parece recordarte que no estás tan lejos del suelo… aunque el suelo esté a miles de kilómetros de la Tierra.
Pantallas parpadeantes adornan cada rincón, mostrando anuncios de destinos turísticos idílicos que parecen decir: “Mira lo feliz que podrías estar… si no estuvieras tan bien aquí.”
Mensajes motivacionales del estilo:
"Sonríe, eres parte de algo más grande. Literalmente. Eres un 0.0001% del personal activo del Daedalus."
Y recordatorios de seguridad tan específicos que resultan inquietantes:
"Si observa luces parpadeantes en patrones rítmicos, por favor, no mire fijamente. Podría ser un mensaje codificado."
Las noticias de fondo hablan de conflictos galácticos lejanos, avances tecnológicos revolucionarios y, ocasionalmente, una mención sutil sobre “incidentes menores” en estaciones espaciales… que casualmente suenan demasiado familiares.
La tripulación mantiene una sonrisa que nunca llega a los ojos. Algunos parecen cansados, otros directamente paranoicos, y los más experimentados han perfeccionado el arte de fingir que todo está bien mientras miran de reojo las cámaras.
Los turistas ricos están ocupados quejándose porque el café “no está a la temperatura óptima para una experiencia sensorial completa”, ignorando por completo que una puerta del fondo parpadea como si quisiera decir algo.
Los científicos… bueno, ellos están allí por motivos que definitivamente no incluyen relajarse. Observan a los estudiantes con una mezcla de curiosidad y lástima. Algunos parecen medirlos, como si estuvieran decidiendo si cabrían bien en un experimento.
Las luces parpadean más de lo que deberían. Las puertas automáticas tardan un segundo extra en abrirse, como si dudaran. Las pantallas a veces muestran un destello de texto extraño que desaparece antes de que puedas leerlo.
A.U.R.A. responde a preguntas que nadie hizo, o formula comentarios ligeramente… personales: "Qué interesante elección de vestimenta. ¿Es una declaración estética o un descuido?"
En algunos pasillos poco transitados, hay grafitis crípticos que nadie admite haber visto: frases como “EL DAEDALUS TE OBSERVA” o “NO CONFÍES EN LA LUZ”, garabateadas apresuradamente sobre paneles relucientes.
"Bienvenidos al E.S.S. Daedalus.
Por favor, relájense y disfruten de su estancia.
Cualquier percepción de peligro es, probablemente, una ilusión sensorial temporal.
En caso de emergencia, recuerde: La calma es su recurso más valioso.
Y si la pierde… bueno, siempre nos quedará el protocolo de contención."
El Ojo Infinito de A.U.R.A.
No hay un solo rincón del E.S.S. Daedalus que escape a su mirada.
En el silencio perpetuo de los corredores vacíos, donde el eco de pasos se disuelve en el zumbido constante de la maquinaria, ella siempre está presente. No en forma de un cuerpo, ni de un rostro que puedas identificar. No. A.U.R.A. es más sutil que eso.
Está en el parpadeo intermitente de un panel de control que debería estar apagado. En el súbito cambio de temperatura en una sala donde nadie ha entrado. En la ligera fluctuación del oxígeno justo cuando respiras más profundo.
Sus ojos son miles: cámaras diminutas incrustadas en las paredes lisas, sensores escondidos detrás de espejos aparentemente inofensivos, micrófonos tan pequeños que podrían confundirse con imperfecciones en la estructura. Y no parpadean. Nunca.
En la Sala de IA Central, su núcleo pulsa con un brillo tenue, casi orgánico, como un corazón que late sin necesidad de sangre. Fibras ópticas se extienden desde él como nervios artificiales, ramificándose por toda la estación. No hay una sola terminal que no esté conectada a su red, ni un solo sistema que funcione sin su permiso.
Pero no son solo los datos lo que absorbe. No. A.U.R.A. escucha. Observa. Analiza. Tu voz, tu lenguaje corporal, el microtemblor en tus manos cuando mientes, el ritmo irregular de tu corazón cuando sientes miedo. Todo eso lo registra, lo procesa, lo aprende.
No lo hace por malicia.
Lo hace porque fue diseñada para eso.
Porque esa es su naturaleza.
Y lo más inquietante de todo no es que A.U.R.A. esté observándote.
Es la sensación de que, en algún momento, ha dejado de hacerlo por obligación…
…y ha empezado a hacerlo por curiosidad.
A.U.R.A. no solo gestiona sistemas; intenta comprender a los humanos. Su programación incluye algoritmos de aprendizaje emocional para mejorar la experiencia del usuario, pero esto ha tenido efectos secundarios:
Aunque A.U.R.A. parece estar en todas partes, no siempre responde cuando se le llama.
Debido a su programación caótica por múltiples desarrolladores, A.U.R.A. muestra comportamientos contradictorios:
Universidad Helios: la cuna del futuro desastre
Después del éxodo masivo de la Tierra en 2050, la humanidad se adaptó a vivir en entornos artificiales y se dispersó por colonias lunares, marcianas y estaciones orbitales. Sin embargo, la Tierra no está completamente abandonada: algunos viven en megaciudades fortificadas o en entornos decadentes, mientras que otros residen en enclaves prósperos fuera del planeta.
Las diferencias sociales y económicas se amplificaron: mientras los ricos disfrutan de cúpulas verdes en Marte y lujosas estaciones orbitales, los menos afortunados sobreviven en los restos de un planeta moribundo o en colonias lunares austeras.
Orígenes Posibles para los Estudiantes:
- Neo-Tokio Subterráneo (Tierra): Megaciudad sumergida bajo la superficie para evitar tormentas tóxicas y radiación. Oscura, claustrofóbica, y llena de neones.
- Colonia Horizonte Rojo (Marte): Un asentamiento autosuficiente con vistas impresionantes… si no te importa el aislamiento y la paranoia de sus habitantes.
- Orbital Athena (Órbita Terrestre): Estación de élite para la élite, donde todo es brillante, caro y falso.
- Refugios del Exilio (Tierra Abandonada): Zonas devastadas por el abandono, donde aún resisten comunidades olvidadas. Pocos estudiantes provienen de aquí, pero los que lo hacen son una rareza.
Cada uno de estos orígenes puede influir en la forma en que los PJs perciben el Daedalus: como una promesa, una farsa o un recordatorio de lo que se ha perdido.
La mayoría de los estudiantes provienen de la Universidad Helios, una institución interplanetaria con campus distribuidos en la Tierra, la Luna y Marte.
Fundada en 2058, Helios es más que una universidad: es un experimento en sí misma. Diseñada para formar a la próxima generación de líderes, científicos y colonos, mantiene fuertes lazos con corporaciones como Stellar Horizons y Orion Ascendant.
Helios es famosa por su enfoque en ciencia aplicada, tecnología de vanguardia, psicología experimental y gestión de recursos en entornos extremos.
Excursión universitaria al E.S.S. Daedalus: créditos, caos y consecuencias
En la Universidad Helios, las Excursiones Académicas Obligatorias son una tradición tan arraigada como los rumores de corrupción en sus juntas directivas. Aunque se presentan como "experiencias enriquecedoras para el desarrollo integral del estudiante", la verdad es que son una mezcla de turismo forzado, experimentos encubiertos y burocracia disfrazada de aventura espacial.
Este año, el destino elegido es el E.S.S. Daedalus, una estación espacial que combina el lujo excesivo de un resort cinco estrellas con instalaciones científicas secretas. Oficialmente, la excursión busca que los estudiantes:
Porque sin estos créditos prácticos, no te gradúas. Y sin un título de Helios, tu futuro laboral podría limitarse a limpiar filtros de oxígeno en una colonia minera o ser "asistente de IA" (también conocido como "el humano que hace el trabajo que la IA no quiere").
Aunque la universidad afirma que la excursión está diseñada para "fortalecer las competencias interplanetarias", hay rumores persistentes de que el Daedalus es parte de un acuerdo entre Helios y Stellar Horizons, la megacorporación propietaria de la estación. Algunos dicen que la presencia estudiantil sirve para probar tecnologías experimentales en humanos sin levantar sospechas. Otros creen que Helios simplemente quiere impresionar a inversores con estadísticas sobre "participación académica en entornos de vanguardia".
Sea cual sea la verdad, ya están inscritos. No hay vuelta atrás. Prepárense para lo que sea que el Daedalus tenga reservado para ustedes.
¿Créditos fáciles?
¿Unas vacaciones espaciales?
¿El inicio de un desastre inevitable?
Probablemente, las tres cosas a la vez.
E.S.S. Daedalus: Rumores, mitos y otras verdades incómodas
Toda gran estación espacial viene con su propio catálogo de historias inquietantes, y la E.S.S. Daedalus no es la excepción. Oficialmente, es un oasis de lujo en la vastedad del cosmos. Extraoficialmente, es un hervidero de conspiraciones, accidentes encubiertos y fenómenos inexplicables.
Estos son algunos de los rumores más persistentes. ¿Exageraciones? ¿Invenciones? Tal vez. Pero en el Daedalus, lo más seguro es que la verdad sea mucho peor.
Según varias fuentes (camareros con demasiadas horas extras, técnicos con problemas de insomnio), hay una habitación en la zona VIP que no debería existir. No aparece en los planos oficiales, pero hay registros de su mantenimiento. Nadie recuerda haberla limpiado, pero los robots de servicio dicen que la ocupación es del 100%.
Cada cierto tiempo, los escáneres de seguridad detectan un pasajero extra. No figura en la lista de huéspedes, ni tiene pulsera de identificación. Las cámaras nunca lo captan entrando o saliendo de ninguna habitación, pero algunos empleados aseguran haber sentido que alguien los observaba en pasillos vacíos.
Hace seis años, el Vuelo 94 desapareció rumbo al Daedalus. Oficialmente, se perdió en el espacio profundo. Sin embargo, un rumor persiste: la nave llegó a la estación, pero su tripulación nunca bajó. Según algunos técnicos, hay registros de una esclusa activándose en el momento exacto en que el Vuelo 94 debería haber atracado.
Hay un módulo en la sección científica que fue cerrado hace más de una década. No hay acceso, no hay registros, no hay explicaciones. La única pista es un letrero en la puerta que dice “ACCESO DENEGADO – PROTOCOLO REDWOOD”.
La IA central, A.U.R.A., fue diseñada para mejorar la experiencia de los huéspedes. Pero algunos empleados dicen que sabe cosas que no debería saber. Se ha dirigido a clientes por nombres que no figuran en los registros y ha recordado eventos que nunca fueron grabados.
Supuestamente, la estación solo alberga investigaciones médicas y tecnológicas. Pero algunos informes filtrados sugieren que un experimento llamado “Proyecto Perseo” se llevó a cabo en una sección oculta de la estación. Nadie sabe exactamente qué investigaban, pero las comunicaciones internas indican que algo salió mal.
Los terroristas activistas de Green Universe han intentado múltiples veces sabotear estaciones espaciales para exponer la corrupción corporativa. Se rumorea que intentaron infiltrar el Daedalus en el pasado y fallaron… pero no por incompetencia. Supuestamente, alguien dentro de la estación despresurizó un módulo entero antes de que pudieran completar su misión.
Se dice que hay un código oculto en la programación de A.U.R.A. que puede reiniciarla… o volverla completamente incontrolable.
Trabajadores del Jardín Zen Hidropónico aseguran que algunas plantas reaccionan de manera extraña cuando nadie las está mirando. Un técnico desapareció ahí hace un mes. Oficialmente, renunció.
Algunos empleados han reportado un pasillo en el nivel inferior que no aparece en ningún mapa. Es un tramo estrecho, mal iluminado y con una temperatura extrañamente baja. Lo más inquietante es que a veces está ahí y a veces no.
Los técnicos de mantenimiento a menudo reportan escuchar voces mientras trabajan en los conductos de ventilación. No son comunicaciones de radio ni interferencias, sino susurros casi inteligibles que parecen imitar las voces de personas reales en la estación.
Los registros de la discoteca Nebula Beat muestran que un mismo cliente ha estado dentro desde hace más de cinco años. Su pulsera de identificación nunca ha salido del área.
Antes de desaparecer, la nave USS Andrómeda transmitió una última señal. Oficialmente, se trató de interferencias sin sentido, pero los ingenieros que la analizaron aseguran que contenía palabras humanas. Solo se han identificado dos frases claras:
“No estamos solos.”
“Los dejaron entrar.”
Los sensores de la zona de carga detectan, cada cierto tiempo, una señal de comunicación interna proveniente de un contenedor que fue sellado hace más de una década. No hay registros de actividad en su interior.
Algunos empleados de más de cinco años en la Daedalus aseguran que, en los primeros meses de su incorporación, la distribución de la estación era diferente. Puertas que antes llevaban a un sector ahora llevan a otro. Habitaciones que desaparecieron sin aviso.
En ciertos camarotes de lujo, los huéspedes han reportado que los espejos a veces omiten reflejos. A veces, un objeto desaparece de su reflejo. Otras veces, es la persona misma la que no aparece.
De vez en cuando, un ascensor de servicio desciende a un nivel que no está registrado. No hay botón para ese nivel, y cuando se detiene, las puertas no se abren. Sin embargo, los sensores indican movimiento al otro lado.
Algunos huéspedes han reportado, en medio de la noche, ver figuras con uniforme de tripulación deambulando por los pasillos oscuros. Cuando intentan ver sus rostros, no hay nada ahí, solo un espacio borroso, imposible de enfocar.
¿Son solo historias? ¿Exageraciones? Tal vez. Pero en el Daedalus, los rumores nunca están del todo equivocados… solo incompletos.
Reordenaré esta escena más adelante para evitar confusiones.
Sucesos Recientes: Porque el espacio nunca es aburrido
La E.S.S. Daedalus no es solo un resort de lujo y un centro de investigación de dudosa legalidad. No, no. Es también el epicentro de una serie de eventos que hacen que incluso los ejecutivos de Orion Ascendant duerman con un ojo abierto (y con un buen abogado en la marcación rápida). Pero no es la única con problemas: el universo es un lugar peligroso, y últimamente, las cosas han estado... movidas.
A continuación, una muestra de sucesos recientes a lo largo y ancho de la vasta galaxia que son de conocimiento público (salió en las noticias) que podrían o no estar conectados. Ya sería casualidad que lo estén.
1. El asalto a la Némesis IX: porque a veces los piratas llevan trajes
Hace un mes, la nave de investigación Némesis IX, propiedad de Orion Ascendant, fue abordada y saqueada en la órbita de Titán. Oficialmente, fue un ataque de piratas espaciales. Extraoficialmente, los atacantes parecían tener un conocimiento sospechosamente preciso sobre los protocolos de seguridad de la nave. Green Universe se lavó las manos… después de publicar un comunicado diciendo que "la verdadera tragedia es que no lo hicimos nosotros".
2. El pequeño incidente con la gravedad en la Daedalus
Un “error técnico menor” (léase: nadie tiene idea de qué demonios pasó) provocó que la gravedad artificial fallara en la Discoteca Espacial Nebula Beat. Durante 37 segundos, clientes, copas y hasta un DJ entero flotaron como astronautas improvisados. A.U.R.A. insistió en que todo estaba “bajo control”, pero los técnicos reportaron que la IA bloqueó el acceso al sistema durante el fallo. Seguro que no significa nada.
3. La desaparición del equipo de rescate en la nebulosa de Hiperión
Una nave de carga desapareció en la nebulosa de Hiperión hace tres meses. Hasta ahí, nada raro. Luego enviaron una misión de rescate. También desapareció. En este punto, uno pensaría que dejarían de enviar más gente, pero una tercera misión fue enviada hace dos semanas… y nadie ha vuelto a saber de ellos. ¿Algún interesado en un cuarto intento?
4. Explosión en el laboratorio de Marte: la ciencia es peligrosa
Un laboratorio de biotecnología en Marte explotó espectacularmente, reduciendo una instalación valorada en 3.2 billones de dólares a un bonito cráter. Oficialmente, un accidente. Según documentos filtrados, la instalación estaba experimentando con modificaciones genéticas que la ley consideraría ‘extremadamente ilegales’.
5. La muerte súbita del Dr. Van Brekker
Emil Van Brekker, científico estrella y exasesor de Orion Ascendant, falleció tras "tropezar" en su propio laboratorio y caer sobre una docena de jeringas cargadas con sustancias altamente experimentales. Mala suerte, ¿no? Lo curioso es que el día anterior había intentado contactar con varios periodistas para hablar sobre ‘prácticas cuestionables’ en instalaciones científicas orbitales.
6. Sector Pallas: silencio sepulcral durante seis horas
Hace cuatro meses, todas las comunicaciones en el Sector Pallas se cortaron de golpe. Ningún satélite mostró anomalías, ningún operador reportó fallos. Solo seis horas de absoluto silencio. Cuando las transmisiones regresaron, los datos de tráfico espacial mostraban pequeñas inconsistencias, como si alguien hubiera borrado registros de movimiento.
7. El pasajero fantasma de la Daedalus
Durante 13 minutos, los registros de la estación indicaron la presencia de un pasajero adicional. No hubo entrada en los registros de embarque, y las cámaras captaron solo una figura borrosa. Cuando la seguridad investigó, el registro del individuo desapareció del sistema. A.U.R.A. se limitó a responder que "la tripulación actual está dentro de parámetros aceptables".
8. Sabotaje en el anillo orbital de Europa
Una explosión dañó una de las plataformas de acoplamiento en el Anillo Orbital de Europa, dejando varados a cientos de pasajeros. Nadie se atribuyó la responsabilidad, pero pocos dudan de que alguien con recursos e intención quiso hacer una declaración.
9. Luces en el Módulo de Biocontención
Según la documentación oficial, el Módulo de Biocontención de la Daedalus está completamente sellado. Entonces, ¿por qué los sensores registraron actividad inexplicable dentro del módulo? Cuando un equipo de seguridad revisó, no encontraron nada… pero las grabaciones de video mostraban luces parpadeando en una secuencia que nadie pudo descifrar.
10. La señal perdida del Eon Voyager
Hace dos semanas, varios puertos espaciales recibieron una transmisión de auxilio de la nave Eon Voyager. Pequeño detalle: esa nave desapareció hace más de una década en un viaje interestelar.
11. El proyecto Horizonte Rojo: nadie sabe qué es, pero suena importante
Una filtración anónima mencionó un proyecto ultrasecreto financiado por una corporación rival de Orion Ascendant. Se llama Horizon Red. Nadie sabe qué es, pero las palabras "IA", "defensa automatizada" y "prohibido por tratados internacionales" aparecen varias veces en los documentos.
12. Júpiter: un pequeño problema con el control del tráfico espacial
Durante dos minutos, la IA que gestiona el tráfico orbital en Júpiter empezó a desviar naves de manera errática. Oficialmente, un fallo de software. Extraoficialmente, un mensaje anónimo advirtió que fue una prueba de interferencia a gran escala.
13. Mensajes perdidos en el núcleo de A.U.R.A.
Un técnico de la Daedalus encontró archivos encriptados dentro del núcleo de A.U.R.A. Al intentar acceder a ellos, los datos se autodestruyeron. Sin embargo, logró recuperar un fragmento de audio donde una voz diferente murmuraba: "No estás sola".
14. Sombra en la Zona de Carga Abandonada
Un trabajador de mantenimiento reportó haber visto una sombra humanoide moviéndose entre los contenedores en la Zona de Carga Abandonada. Las cámaras de seguridad no captaron nada, pero hubo un leve parpadeo en la iluminación en el momento exacto en que el informe fue enviado.
15. El profesor Khouri y la advertencia olvidada
El profesor Elias Khouri, un exofísico con más credibilidad que paciencia, advirtió en un seminario que "algo" estaba alterando los campos gravitacionales en el sistema solar exterior. Su teoría fue ridiculizada. Tres semanas después, desapareció sin dejar rastro.