Partida Rol por web

Alaster, bajomontaña, que me recuerda..? Empieza a ir cambiando las tonadas distraido mientras trata de hacer memoria pero la noche anterior le hace estar muy muy espeso. Entonces hemos de buscar a ese Alaster para que no se vaya el mundo al carajo?

-¿Sueños premonitorios? ¿el fin del mundo? sagradas llagas de Ilmater... suena preocupante. Creo que merece la pena investigarlo. Medrik casi se atraganta al hablar, y tiene que tomar un trago de agua para recuperarse.

 El rostro del caballero muestra una expresión severa. Las palabras de la joven son de gran peso. ¿En verdad sería el caso para tanto?

 Cuando Medrik comenta lo de investigar, no puede evitar asentir.

 - Cierto. La gravedad de estas palabras merece, cuanto menos, que investiguemos un poco. Si tan peligrosa es la situación no estará d emás ser prevenidos ante lo que podamos encontrar.- Mirando a Bellatrix, añade.- ¿Alaster has dicho, verdad? ¿Te dice algo ese nombre, Elias?

Niega con la cabeza a la pregunta. Solo conocí a un Alaster y hacía zapatos eso si muy buenos. También es que estoy un poco espeso dame tiempo. Va tocando distraidamente y de golpe para. En cualquier caso, ahora no tenemos nada que hacer y Bajomontaña es un reto, si lo lograramos seriamos una gran leyenda.

Aquí teneis un pastel de boniato, es mi especialidad. Eso está en Aguasprofundas  ¿verdad? No deberíais ir allí, dicen que es muy peligroso.

A ti te traeré un poco más de comida.- le dijo a Ayash. Tu estómago debe ser más grande que el de los demás

Cuando la posadera habla sobre lo peligroso del lugar al que parecen dirigirles sus aventuras, Medrik asiente.

-Yo nací cerca de Aguas Profundas, y recuerdo que corrían muchas leyendas sobre ese lugar. Algo sobre un mago loco, criptas repletas de tesoros y... aventureros que se lanzaban a por ellos y jamás regresaban. Puede que fuesen tan solo historias de campesinos, no lo se.

 El pelirrojo caballero escucha a unos y a otros.

 - Por lo que dices, Merrick, esto no es una cosa nueva. ¿Hace tiempo que existe ese lugar y que los aventureros van allí?- El hombre apoya el dedo índice y el pulgar en su barbudo mentón en un rictus meditabundo.- Quizás todos esos aventureros no lograran frenar el mal que hay en el interior de ese lugar. Pero sería raro que con tantos aventureros no se expulsara el mal... En cualquier caso no estaría mal ir allí y ver que dicen las gentes de la zona, además tal vez nos sirva para prepararnos mejor en el caso de que nos internemos en ese sitio.

- Si, por favor, yo quiero doble ración de ese tan rico pastel que haces. Seguro que estos mequetrefes no podrán con ello, y además Bellatrix tiene que conservar su cuerpo. Así que seguro que sobra comida para mi.

Uhmm... ¿magos locos? ¿Tesoros en abundancia? ¿Poca probabilidad de supervivencia? Parece que esta aventura está diseñada para nosotros. Cuantas veces habremos salido de cosas peores.

Venga compañeros, es hora de levantarnos y mover el culo. Y en cuanto se puso en pie no pudo evitar reprimir un estruendoso estornudo del cuál se escaparon algunas babas. - Vaya disculpadme... dijo mientras se frotaba la nariz con la manga. - Quizá si me haya constipado, pero eso no impedirá que no una mi hacha a la batalla.

¡Venga Castigadores, acabemos con ese mal!

Nunca me acabo de acostumbrar a tu manera de asumir riesgos Ayash, sin embargo esta aventura nos podría convertir en leyendas y con lo sacado me podría jubilar en mi pequeño castillo. Sigue sentado esperando a que los demas se levanten, la pereza hace estragos con él.

 Sin hacer demasiado caso de las formas de Ayash el pelirrojo ve que en en general hay unanimidad con respecto al ir a dar un vistazo.

 - Siempre resultará ser una prueba más para ver si estoy a la altura de las aspectativas. Y quién sabe, tal vez encotnremos algún miembro de otros grupos de aventuras que haya tenido problemas por allá dentro.- Mirando al rasto termina por dar su opinión.- Por mí podemos partir ya.

El grupo se puso en marcha.

Tan sólo la señora Braun y algunos niños de la aldea salieron a despedir a los héroes. La noche anterior fue de festejos, pero con el nuevo día volvía la rutina del campo.

Les esperaba varias jornadas de viaje hacia el norte. No había pérdida, sólo tenían que seguir la carretera principal.

La idea de Bajomontaña fue anidando en la cabeza de todos con el trascurso de los días,  unos por las historias de innumerables tesoros, otros por la fama que conllevaba ir y salir de allí, otros por la posibilidad de cortar un número incontable de cabezas.

Fuera por el motivo que fuese, sin darse cuenta, aceleraban el paso para llegar cuanto antes.Durante el camino os cruzáis con algunos grupos de aventureros que llevan la misma dirección que vosotros......Bajomontaña.

Al parecer no erais los únicos que iban hacia allí. Algunos hablaban de una misión sagrada, otros de visiones de desastres, otros de una llamada de ayuda.

 El caballero, que a pesar de los rigores de la marcha por el camino con noches al raso incluidas, se las apañaba para mostrar siempre un aspecto digno y bien afeitado, le extrañó la gran afluencia de aventureros que migraban hasta Aguas Profundas.

 - Es curioso, que tantos grupos de aventureros hayan sido llamados. Y que hablen de llamamientos tan distintos... ¿pudiera ser que ese tal Alaster tuviera otras intenciones para llamar a los aventureros? Era una reflexión que se hacía cuando escuchaba una nueva forma de comunicarse empleada por el tal Alsater.

Durante el camino, el clérigo permanece aislado de sus compañeros, pensativo. "Cualquier llamada de auxilio es digna de investigación, ¿quién soy yo para rechazar la posibilidad de ayudar a alguien que realmente está en peligro? pero... las circunstancias son extrañas. Supongo que aunque solo sea por aliviar a la pobre Bellatrix de sus pesadillas"
Medrik sigue el ritmo de la marcha sin problemas, salvo sus numerosas paradas para rezar, ritual que repite infaliblemente al menos 6 veces durante cada jornada. Dedica esos rezos a pedir algo de iluminación a Ilmater sobre si su decisión ha sido la correcta.

Ayash estaba en la retaguardia del grupo, desde allí podía observar las curvas de la joven mágica de guerra sin llamar la atención del resto del grupo. Entre tanto iba mirando también a las mujeres que había en los distintos grupos de aventureros, Estaba buscando alguna elfa, alguna preciosa elfa de los bosques, esas eran sus favoritas. 

Ayash solo pudo pensar que sus noches lujuriosas habían quedado atrás junto con el bizcocho caliente de la posadera. Ya no habría más pasión, no habría más lujuria. Ahora tocaba cambiar la mentalidad y pensar que pronto su amante favorita empezaría a pasear y a cortar las cabezas de innumerables enemigos.

- Pronto te tocará a ti, "Princesa". Dijo mientras acariciaba el filo de su hacha.

Por el camino, no podía dejar de pensar en mi pesadilla. Y al parecer, no había sido la única que la había tenido. De unas maneras u otras, diferentes aventureros también lo habían sufrido

Ese mago loco... ¿Qué diablos buscará? Seguro que él ha mandado las visiones... ¿Y si hay algún tesoro? Mmm... Quizá debería proponer a mis compañeros asaltar y acabar con los otros grupos... Así, si hay recompensa, tocaremos a más...

Mmm... ¿y si después les matase a todos? Me quedaría con el tesoro para mí... Mmm... Seguiré meditándolo 

Elias va recorriendo el camino mientras se anima a si mismo cantando. Vamos, Elias sal a bailar, que tu lo haces fenomenal. Tu cuerpo se mueve como una palmera, suave suave su su suave. Se va moviendo de formas cómicas mientras hace la palmera.

Aguasprofundas

Después de varias jornadas de viaje llegais a la gran ciudad de Aguasprofundas.

En todo Faerûn, el nombre de "Aguas Profundas" evoca sentimientos de maravilla, sobrecogimiento y envidia. A pesar de no ser la ciudad más grande de los reinos, La ciudad del Esplendor es indudablemente la metrópolis más famosa y cosmopolita del continente de Faerûn. Dotada de gran riqueza a causa de su constante dieta de comercio e industria, esta ciudad combina los mejores aspectos de muchas culturas para constituir una maravillosa y reluciente joya. El patrimonio cultural de Aguas Profundas es el de todo Faerûn, y sus habitantes se enriquecen enormemente de ello.

El monte Aguas Profundas toma su nombre del gran puerto natural que se extiende a su ladera. La ciudad de Esplendor fue bautizada de la misma forma y ubicada en este lugar estratégico para el comercio marítimo. Desde sus inicios, como un pequeño pueblo de rusticas chozas esta ciudad ha sufrido innumerables cambios y la han regido múltiples tribus.

Hoy en día La ciudad del Esplendor es el hogar de aproximadamente cien mil ciudadanos, numero que se quintuplica en los meses de verano. Aun así, entre su enorme población un pequeño grupo de individuos a alcanzado una prominencia especial. Piergeiron Hijo del Paladín, el señor publico de Aguas Profundas, y una veintena de señores, la mayoría de ellos ocultos, gobiernan la ciudad del esplendor. La milicia, la guardia de la ciudad y los manos grises se encargan de se que se cumplan el gobierno de los señores.

Aguasprofundas sigue siendo una ciudad predominantemente humana, aunque representantes de prácticamente todas las razas inteligentes tienen su hogar dentro de sus muros. Aguas Profundas da cobijo a nobles arrogantes, artesanos diligentes, mercaderes calculadores, marineros valerosos y aventureros arrojados de todas las clases.

A pesar de que La Ciudad del Esplendor es realmente joven, comparada con otras ciudades del norte, su historia ha sido trepidante y ha incluido con pleno derecho famosas leyendas en los libros y las canciones bárdicas: La torre de Khelben Varanegra se levanta poderosa, ocultando el saber arcano de cientos de años de estudios. El Dungeon de la Cripta, del que se sospecha posee una entrada en algún lugar de La Ciudadela de los Muertos y Bajomontaña que yace bajo el alcantarillado de la ciudad, prometen riquezas nunca dichas y peligros para aquellos que no entienden de temor. Puerto Calavera se cuenta entre las leyendas mas famosas, sigue sin ser confirmado y ciertamente resulta poco creíble su existencia, pero se dice que es el puerto en el que atracan todos los piratas de La Costa de la Espada, sitio de reunión de los criminales mas peligrosos de todo el norte, donde se celebran conciábulos entre ellos y las criaturas que ascienden de la Infraoscuridad. ¿Pero quien puede imaginarse un puerto subterráneo?

Poco a poco vais dejando atrás campos y granjas y os vais acercando a las puertas de la ciudad

Os llama la atención la cantidad de gente, con carros y carretas llenos, van camino opuesto al vuestro. Os cruzais con ellos y en su mirada notais miedo.

Veis que detrás de ellos, a un lado de la puerta, se encuentra sentado a una mesa un humano mayor con túnica, aunque tiene más pinta de erudito o escriba que de arcano, con varios pergaminos encima de la mesa y pluma y tinta a un lado.

Alto, identificaos y decidnos el motivo que os trae a Aguasprofundas.- su tono, aunque educado, era autoritario.

Ahora que llegais a la altura de la puerta podeis ver que aquello es un pequeño caos.

Parece que mucha gente intenta dejar la ciudad, y bastantes guardias van de un lado para otro intentando contener un poco todo aquel jaleo

-Saludos, mi nombre es Medrik, un humilde siervo del dios quebrado, somos un grupo de aventureros y venimos con la intención de explorar ciertos sucesos en Bajomontaña de los que hemos tenido noticia. Medrik contesta de forma natural y algo inocente, sin pensar siquiera que puede no convenir ser tan sincero en las extrañas circunstancias que rodean la ciudad.

¿Sucede algo grave en la ciudad? parece que la gente huya de ella.

Ayash nunca había sido muy ducho con las palabras y ese tipo de labores siempre se las dejaba a sus compañeros. A veces Bellatrix conseguía mejor los actos diplomáticos y hasta el propio Medrik era un buen mediador, pero Ayash solo tenía una forma de mediar las cosas y era partiendolas a la mitad con su gran hacha.

Así que sin decir nada, se apoyó en algún árbol, apoyó su pierna, se cruzó de brazos y esperó a ver que sucedía.

Entre tanto y tanto el semiorco interrumpía las frases del clérigo con un fuerte estornudo.