Viendo como el sujeto le ignora, Lugh se encoge de hombros y entra en la taberna.
Una vez más, Lugh sale a las calles de la ciudad. La oscuridad le acecha, pero el semiorco se muestra tranquilo, pero eso no impide que empuñe su lanza. Contemplado el paisaje urbano, dedica unos instantes a recordar cual era la dirección que les habian indicado para ir al campamento Vistani, y sin esperar a su misterioso compañero, se pone en marcha hacia su objetivo.
recuerdas el camino por el que se marcharon los vistanis asi que te diriges hacia el puente de madera que cruza el rio, ahi ves como el camino sigue
Lugh cruza el puente y sigue camino adelante dejando tras él la ciudad. No tiene prisa, por lo que avanza tranquilamente pero atento a los peligros que puedan surgir en la noche.
ojeas el viejo camino que discurre entre los viejos bosques que rodean la ciudad, a pesar de que el paso es rapido y que llevas bastante rato no parece que lleve a ningun sitio . de repente vislumbras un viajo patibulo de madera que cruje bajo el gelido viento que sopla desde las tierras mas altas del oeste. una cerda oscila en el travesaño del cadalso
A partir de ahi la carretera se divide en dos un letrero en frente del patibulo apunta en tres direcciones Barovia ( al este ) , Estanque Tser ( al norte ), Castillo Ravenloft ( al sur ).
Al otro lado del camino hay un muro bajo medio derruido en algunos puntos , rodea un pequeño grupo de tumbas.
Lugh contempla meditabundo la señal tratando de decidir cual sería la mejor elección. No le interesa volver a la ciudad, por lo que sus alternativas se reducen a dos: El castillo y el lago. Sin embargo, aunque tiene curiosidad por conocer al conde von Zarovich, decide probar suerte en dirección al lago.
Ya tendré tiempo de tratar con el noble, además no creo que esos vistani hayan acampado en las puertas del castillo...
La verdad es que me interesa más bien poco de esos vistani. Me basta con que nos digan dónde tenmos que empezar a buscar esa espada.
Comoento ante las palabras del semiorco.
Lugh se encoge de hombros y mira con indiferencia a su sombrío compañero.
Los vistani deberían poder darnos la información que buscamos, o al menos señalarnos donde conseguirla. Por lo demás me resulta indiferente su futuro o su presente.
el camino hasta que la cupula de brumas y ramas que hay sobre vuestras cabezas se abre subitamente al cielo , aunque negras nubes de tormenta lo cubren por completo un circulo de coloridos carromatos y varis tiendas dispersas se apiñan alrededor de una gran hoguera, mientras un puñado de hombes y mujeres de vestidos llamativos se sienta en silencio cerca de las carretas . Al otro lado de este campamento, un pequeño lago refleja el iracundo cielo que se cierne sobre el
decidme quien mas viene con vosotros
De momento nosotros dos, no parece que nadie más quiera acompañarnos...