el campamento esta al sur del estanque y vosotros al este , en el camino
Lugh, forjado en las duras montañas luchando cada día por la supervivencia, se encamina sin miedo ni duda a través del pueblo. No le asustan los campesinos y burgueses, y tal vez allí logre sacar algo de información sobre el lugar.
Largas formas fantasmales salen de la espesa niebla y el embarrado camino da paso a un empedrado resbaladizo . Un maltratado letrero de madera indica Bien venidos a Barovia . A medida que os acercais las formas borrosas se convierten en viviendas cuyas ventanas están tapiadas, rotas y oscuras. Nada se mueve en las cercanias, aunque la niebla impide bastante la visibilidad. Sonidos apagados, como de gemidos distantes, levantan ecos siniestros en algun lugar del asentamiento
Yo sigo caminando tranquilamente detrás del orco. Salvando las distancias y el hecho de que con niebla y todo aún hay mucha luz, me siento como en mi casa.
A medida que cruzan el pueblo, Lugh se sorprende de encontrarlo en semejante estado. Pero el semiorco se encoge de hombros y acepta el hecho tal y como se le presenta. Sin embargo se dedica a estudiar las casas a medida que avanza buscando una posada o taberna o cualquier indicio de vida.
Mientras avanzais, veis signos evidentes de lucha salpican las calles de la ciudad. Un ruido de pelea y una enorme explosión unas calles mas allá hacen que mireis en esa direccion
Al escuchar el ruido de la explosión, Lugh se detiene unos instantes. El combate que esté sucediendo no le incumbe para nada, pero su espíritu de lucha aflora y decide aproximarse a echar un ojo.
Tú, misterioso, voy a ver que pasa por allá, mi lanza tiene sed y si hay un combate puede ser una buena oportunidad de darle a probar algo de sangre.
Cuando llegais a la plaza podeis ver que un pequeño grupo se esta enfrentando a unos muertos vivientes
Lugh piensa en la situación. Si el grupo merece vivir por ser fuertes, déberían vencer por sí solos a los muertos vivientes, pero la sangre orca que corre por sus venas le llama a la acción. Comienza a concentrarse y a realizar el cántico para lanzar un conjuro, reclamando la protección de su dios para sí. Cuando completa el proceso, un aura resplandeciente brilla unos instantes sobre él y el semiorco sabe que el conjuro ha tenido exito. Con una sonrisa torva en su rostro, lanza un brutal grito de batalla y se prepara para cargar contra los muertos vivientes.
Lanza Escudo de la Fe (+2 de Desvio a la CA)
ves como la guerrera que va imbuida en armadura completa esta completamente rodeada por muertos vivientes. Es buena pero no crees que tarde mucho en caer bajo las garras de esos endiablados seres
Sin más preambulos, Lugh carga contra los muertos vivientes lanzando su brutal grito de guerra que surge de su garganta como una bramido infrahumano y embiste contra las criaturas ensartando a un zombie.
Daño de la lanza: 1d8+4 (+1 por mejora, +3 por fuerza) que me habia equivocado. El total sería 6+4=10
¿Por qué gritan tanto aqui en la superficie? La verdad es que es muy molesta esa costumbre que tienen...
Mientras pienso eso, me busco algún lugar oscuro como para esconderme y observar el devenir de la batalla.
Vaya con mi suerte en los dados... XD
¿Ocurre algo que esta escena está parada? ¿Me estoy perdiendo de algo por culpa de los avisos que no me llegan?
Cuadno estabais apunrto de entrar veis como la chica del grupo haciendo gala de poderes mafgico acaba coin algunos de ellos, luego el guerrero con unos golpes que hacen palidecer al mas valiente el engendro de forma esqueletica cae al suelo. El resto de zombis emprende la huida.
Veis como se acercan al guerrero que ha caido y que parece muy mal herido, luego de que se acercan todos para ver como estan, veis como el guerrero se levanta como si ningua herida hubiese golpeado su cuerpo.
Abrimos nueva escena. Lo que sucedida es que esatbais todos dispersos
Abrimos nueva escena. Lo que sucedida es que esatbais todos dispersos