Izumo, continente occidental de Tenra
Izumo es el continente más occidental de Tenra. A lo largo de la historia su situación geográfica le ha mantenido relativamente al margen de los asuntos del resto de continentes, más próximos entre sí. Esto ha provocado un desarrollo cultural único en toda Tenra, con tradiciones y gobiernos muy distintos de los tradicionales en el resto del mundo. La historia de Izumo es la historia de un continente asolado por la guerra entre las dos naciones más poderosas, la Dinastía Imperial de Azumi y la República Ilustrada de Jahga. Entre ambos se encuentran el yermo de Nil, el estado mercante de Horom y el reino vasallo de Rinden.
Azumi, el Reino Mecánico
Capital: Tairon, Ciudad Imperial
Gobierno: Dinastía Imperial. Actualmente gobierna el Emperador Amaberan (Varón Kijin)
Influencia de la Iglesia: Alta. Participa activamente en la política imperial.
Líder de la Iglesia: Agente 30061917 (Rango Bu)
Azumi es un imperio erigido en torno a la industria y la tecnología, con una sociedad predominantemente urbana y una política militarista. Las ciudades del imperio están diseñadas metódicamente en forma de rejillas, lo que facilita orientarse en ellas sin importar en qué región del Imperio se encuentren.
A causa de su cultura militar la mayoría de la población de Azumi trabaja en o para el ejército. Los campos están salpicados de granjas mecanizadas cuya maquinaria ayuda a los granjeros a producir las ingentes cantidades de comida que necesita el ejército imperial. La otra gran industria rural es la minería, dedicada a extraer los minerales necesarios para la industria armamentística.
Las ciudades también están muy mecanizadas y organizadas para proporcionar suministros al ejército como armas y munición. Aquí pueden encontrarse también los talleres donde los maestros armeros, todos agentes de la Iglesia Sintoísta, fabrican las máquinas de guerra más avanzada tales como Yoroi, Kongohki e implantes Karakuri. En las ciudades más grandes se puede encontrar, además, pequeños cónclaves mercantiles y de artesanos que trabajan principalmente para las élites gubernamentales, eclesiásticas y militares.
La base de la tecnología azumita la constituyen los llamados motores del corazón, dispositivos tecnomágicos construidos a partir de los corazones de una raza de humanoides conocida como Oni. A consecuencia de esto las tropas imperiales han cazado hasta la extinción a todos los Oni de Azumi y perseguido a todos los que vivían cerca de sus fronteras. Cómo sigue el imperio consiguiendo corazones de Oni para sus motores es una pregunta a la que se suele contestar con un "No preguntes".
El Imperio proporciona una educación general básica a todos sus ciudadanos, que además pueden beneficiarse de maravillas tecnológicas imposibles de encontrar en otros países. Si bien hay pocas oportunidades de amasar una fortuna fuera de las élites del país, aquellos ciudadanos que sirven bien al imperio tienen sus necesidades cubiertas.
La República Ilustrada de Jahga
Capital: Jahga, Cuna de la Cultura
Gobierno: Monarquía elegida por un Senado electo. Actualmente gobiernan la Emperatriz Reina (Mujer humana) y su esposo Dahj-En (Varón Oni)
Influencia de la Iglesia: Alta pero en declive debido a las diferencias de doctrina con las sectas budistas
Líder de la Iglesia: Agente 91052005 (Rango Bu)
Abadesa de la secta Fénix: Myo-On (Mujer Oni)
A pesar de sus semejanzas con Azumi en términos de territorio y afán de conquista, Jahga se diferencia de su rival en su actitud y su forma de gobierno. Al carecer de los vastos recursos naturales que disfrutan en Azumi, los habitantes de Jahga han recurrido a la magia para sustentar su nación. La necesidad alienta la creatividad, y los hechiceros budistas y Onmyoji han elevado la magia taoísta a un estatus de ciencia por derecho propio.
Los emperadores de Jahga son elegidos por un Senado electo cuyo poder es equivalente al del emperador, el cual puede ser juzgado y depuesto por el Senado si se le encuentra culpable de algún crimen o si abusa de su poder, algo que sería impensable en Azumi.
Otra diferencia notable con Azumi es la libertad de la que disfrutan sus ciudadanos. Mientras se mantengan fieles a la República, cada ciudadano es libre de elegir su propio camino, algo impensable en el Este. Los distintos gobernantes de Jahga han confiado en la creatividad de sus súbditos para sobreponerse a la falta de recursos y han creado leyes para proteger las libertades que sustentan esa creatividad.
Dado el énfasis de Jahga en la autodeterminación de sus súbditos resulta chocante el empeño de la República en conquistar todo el continente. La realidad es que ese afán conquistador se basa precisamente en el interés de la autodeterminación de cada persona. En el pasado estallaban guerras continuas por todos los motivos imaginables: territorio, recursos, dinero, diferencias culturales, insultos... Los gobernantes de Jahga se hartaron de invertir los escasos recursos del país en defenderlo en lugar de mejorar las vidas de sus súbditos. Decidieron que Jahga sería quien traería la paz al continente y pondría fin a todas esas guerras sin sentido. Los países vecinos fueron conquistados uno a uno y absorbidos dentro de la República, prohibiéndoseles guerrear entre ellos. Además, se animaba a los ciudadanos de los reinos conquistados a expresarse públicamente y contribuir al gobierno de sus tierras, convirtiéndose en ciudadanos de pleno derecho de la República en vez de los habitantes oprimidos de un reino conquistado.
Jahga todavía dio un paso más en favor de la diversidad, al incluir a los Oni como ciudadanos de pleno derecho. Este hito histórico fue obra del emperador Reius, quien invitó a una raza considerada como salvaje y retrógrada a convertirse en ciudadanos de la República, prohibió la construcción de nuevos motores del corazón y convirtió en crimen capital la posesión o el tráfico de corazones de Oni. A cambio, los Oni debían utilizar sus capacidades mágicas naturales para defender la República. No pasó mucho tiempo hasta que los Oni emigraron de forma masiva a Jahga, donde no sólo fueron aceptados sino que se convirtieron en una clase social privilegiada debido a sus poderes innatos.
Hoy en día los gobernantes de Jagha ven su expansión como una misión de ilustración, civilización y paz. Trayendo la libertad a las tierras que conquista, Jahga está combatiendo la tiranía. A aquellos que se resisten a unirse a la República se les considera demasiado iletrados e ignorantes como para tomar las mejores decisiones.
Nil, la Tierra Profanada
Capital: Dremt (Actualmente en ruinas)
Gobierno: Ninguno
Influencia de la Iglesia: Moderada y creciente. Dedicada principalmente a labores humanitarias.
Líder de la Iglesia: Metasanduro (Rango Kakari)
Hasta hace pocos años Nil fue un poderoso y respetado estado mercante llamado Dangoro. Su desgracia fue ser el escenario donde los ejércitos de Jahga y Azumi chocaron por primera vez, cada uno decidido a conquistar Dangoro para sí. La batalla fue la más dura y sangrienta que ambos ejércitos hubieran librado y el índice de bajas resultó absolutamente abrumador. El final de la contienda vino dado por un terrible cataclismo que asoló Nil y diezmó los ejércitos en conflicto.
Nadie sabe exactamente cuál fue la causa de aquella devastación. Las teorías apuntan a shikis legendarios, conspiraciones de Mushi-Tsukai o pilotos de Yoroi que se volvieron locos por la dureza del conflicto. Otros señalan una reacción fatal entre la magia de Jahga y la tecnología de Azumi. En cualquier caso, de la capital sólo quedó un enorme cráter rodeado de traicioneras ruinas. Los campos de Dangoro quedaron achicharrados por la deflagración, lo que provocó hambrunas entre los supervivientes. Los maltrechos ejércitos de Jahga y Azumi se retiraron, carentes de ánimo y recursos para luchar por una tierra arrasada y sin valor. Aquellos que pudieron permitírselo emigraron como refugiados a otros países. Aquellos menos afortunados tuvieron que dedicarse a rebuscar entre las ruinas o al bandidaje.
A día de hoy Nil es un páramo desolado, una tierra de nadie donde unos pocos supervivientes luchan por sobrevivir. La Iglesia Sintoísta hace pequeños esfuerzos por ayudar a la reconstrucción de Nil, pero no le pone demasiado empeño por el temor a que Nil se convierta de nuevo en un objetivo de conquista. Esto se refleja en la relativamente baja graduación del líder eclesiástico del país, el sacerdote sintoísta Metasanduro.
Horom, Estado vasallo
Capital: Cabel, el Puerto Internacional
Gobierno: Gran Consejo Mercantil, formado por los representantes electos de los gremios.
Influencia de la Iglesia: Escasa y dirigida desde Azumi
Desde siempre los muchos puertos de Horom hacen de este país un destino muy atractivo para todo tipo de comerciantes y mercaderes, y con los años ha desarrollado la fama de tener cualquier cosa que uno pueda imaginar por un precio. Tecnología de Azumi, obras de arte y objetos mágicos de Jahga y ganado de Rinden son sólo algunos ejemplos de lo que se puede encontrar en sus mercados. Su capital es uno de los lugares más bellos de todo Izumo y uno de sus mayores mercados. Su leyes supremas eran la oferta y la demanda, y la neutralidad de Horom era reconocida en todo el continente.
Para su desgracia, Horom nunca llegó a desarrollar un ejército digno de ese nombre. Les resultaba más cómodo (y barato) comprar a sus enemigos que someterlos en combate. Sin embargo cuando Azumi decidió invadirlos se encontraron con un enemigo con el que no habían topado nunca: uno que no estaba en venta. La guerra entre Horom y Azumi fue breve y con apenas bajas, más un espectáculo para que los gobernantes de Horom pudieran mantener su imagen que una guerra de verdad.
Desde la rendición de Horom, el Gran Consejo Mercantil puede hacer poco más que sellar los documentos oficiales enviados desde Azumi y así mantener una ilusión de independencia que cada vez se cree menos gente pero que aún así se intenta mantener a toda costa. Aunque de cara a la galería Horom permanece como un estado independiente pero "aliado" a Azumi, sus políticas están dirigidas por los intereses del Imperio.
Pese a todo los horomitas no sienten deseos de rebelarse contra Azumi. Las élites gobernantes y las clases medias se contentan con haber evitado una guerra costosa y que no podrían haber ganado y que habría arruinado sus puertos y beneficios. Los pobres siguen siendo igual de pobres, si bien algunos empiezan a ver las ventajas de la pertenencia, el trabajo y la educación proporcionadas por Azumi.
Rinden, el reino ocupado
Capital: Drinm (En reconstrucción)
Gobierno: Antes monarquía hereditaria. Actualmente el gobernador Feigown Marown dirige el país en nombre de la República de Jahga
Influencia de la Iglesia: Baja debido a su apoyo público a la República
Líder de la Iglesia: Daidaku (Rango Kakari)
A los ojos de las demás naciones, Rinden es un país mayormente rural cuyas tierras sólo son aptas para la agricultura y la ganadería, y su capital poco más que un simple mercado de granjeros y ganaderos. Durante mucho tiempo Rinden permaneció neutral en los numerosos conflictos entre las demás naciones de Izumo. Los rindenios tenían un pequeño ejército, suficiente para defender el país de bandidos y ayudar en caso de desastres naturales, pero por lo demás confiaban en que nadie tendría interés en conquistarlos. Esta política les funcionó bien hasta que llegaron los ejércitos de Jahga.
La invasión fue breve pero sangrienta. Los defensores de Rinden no tenían nada que hacer frente a la aplastante superioridad numérica y armamentística de Jahga y fueron rápidamente diezmados. La lucha fue especialmente dura en la capital, donde los soldados invasores tuvieron que combatir a los defensores casa por casa destrozando la ciudad. Los gobernantes de Rinden, el rey Keiharu y la reina Kiseri, tomaron las armas y se pusieron al frente de la defensa del palacio real. Aunque lograron resistir por un tiempo a los invasores, éstos terminaron por derrotarlos destruyendo gran parte del palacio en el proceso. Los reyes fueron ejecutados y sus dos hijas puestas bajo custodia del ejército republicano. Privado de liderazgo, el ejército rindenio sólo aguantó una semana más antes de rendirse.
Dos años después la reconstrucción del país y su capital todavía continúa, dirigida por el gobernador Feigown Marown. La República ha traído a Rinden muchos avances tecnológicos y conocimientos mágicos, y ha animado a sus habitantes a servirse de ellos. Sin embargo la gente de Rinden ha rechazado todas esas ventajas y a día de hoy sigue resistiéndose activamente a convertirse en parte de la república. Pequeños grupos de guerrilleros sorprendentemente bien organizados combaten a las guarniciones republicanas en la capital y las zonas rurales. Estos grupos emboscan a las patrullas, roban o destruyen los suministros para las tropas invasoras e incluso sabotean los edificios en reconstrucción.
Esta testaruda resistencia ha provocado la ira de los comandantes republicanos, que emplean duros, y en ocasiones brutales, castigos con los miembros de la resistencia esperando desanimar a otros que podrían querer actuar contra los intereses de la república. El gobernador Marown aprueba esta política a regañadientes debido a que las tácticas empleadas por los grupos guerrilleros a menudo amenazan tanto a los ciudadanos rindenios como a las tropas republicanas. Por mucho que desee evitar métodos que puedan provocar la ira del pueblo está obligado a priorizar el bienestar de las tropas y de los ciudadanos leales a la república. Aún así interviene cuando los soldados apresan a un guerrillero para que apliquen castigos más indulgentes, lo que exaspera aún más a los mandos miltares.
Sintoísmo y Budismo
Iglesia Sintoísta
La Iglesia Sintoísta es la organización político-religiosa que controla el destino de Tenra. Actúan desde las sombras, apoyando a los regentes afines con información o recursos tecnológicos y manipulándolos para mantenerlos en un estado de guerra continua. También es la depositaria de las creencias religiosas de los tenranos, basada en en honrar a los espíritus de la naturaleza y la purificación de lugares y personas.
Salvo los miembros de mayor rango de la organización nadie sabe realmente cuál es el motivo real por el que la Iglesia hace esto, si para mantener su hegemonía o para llegar a un fin noble y benévolo.
Hace poco menos de noventa años se produjo el cataclismo conocido como “La caída del monte Jinrai”, que destruyó gran parte del continente de Yashima y el centro de poder de la iglesia. Desde entonces la Iglesia se dividió en dos cortes: la corte meridional u ortodoxa, y la corte septentrional, más aperturista y dada a compartir la tecnología con el resto del mundo. Esta división en el seno de la Iglesia sólo sirvió para añadir más confusión al ya de por sí enmarañado sistema político de Tenra.
Izumo está por completo bajo el influjo de la corte meridional.
Budismo
El budismo es una doctrina religiosa que convive y se complementa con el sintoísmo. Los principios básicos en los que creen los monjes budistas son los siguientes: la vida significa sufrimiento, el sufrimiento es causado por el deseo, se puede poner fin al sufrimiento y existen prácticas que se pueden llevar a cabo para ayudar en este proceso (conocidas como el Noble Camino Óctuple). Los monjes budistas viven una vida sencilla: leen las escrituras, trabajan duro, se ocupan de la comunidad en la que viven y oran para tranquilizar a los espíritus inquietos. También trabajan a menudo como sanadores y escribas, y ayudan en la recogida e incineración de los muertos.
Los monjes budistas reconocen cinco principios como normas básicas para alcanzar la iluminación:
Al igual que ocurre con otras religiones, el budismo tiene múltiples sectas que tienen su propia visión sobre cómo poner fin al sufrimiento y alcanzar la iluminación personal. Es de destacar que si bien las distintas sectas pueden pensar que las otras están equivocadas, muy raramente se alzarán en armas unas contra otras por motivos estrictamente religiosos. Las tres sectas budistas más importantes de Tenra son la Secta Fénix (Hou-Ho), la Secta de la Montaña de Ébano (Hokusen) y la Secta del Loto Brillante (Myouren)
Secta Fénix
Es la secta más grande y poderosa de Tenra, y cuenta con miles de creyentes y tempos por todo el mundo. Es la única secta que dispone de una fuerza militar cuyo poder es equivalente a la de un regente. Su doctrina para la salvación del alma incluyen el estudio de las escrituras de Buda, el ayuno y el entrenamiento espiritual.
Secta de la Montaña de Ébano
Estos monjes dedican muy poco tiempo a construir templos, educar discípulos y otras actividades propias de sectas más reclusivas. En vez de eso los monjes de la Montaña de Ébano se entrenan física y espiritualmente a diario para alcanzar la iluminación. Sin embargo, el fundador de la secta afirmó que el camino para alcanzarla no era único y que una vez alcanzada hay un límite en cuanto a lo que se puede llegar a explicar a otros. Además, los monjes de esta secta admiten que incluso los cinco mandamientos del budismo no son inviolables para alcanzar la iluminación.
Esta secta es la más aperturista de todas y no hacen distinciones por género o especie, por lo que no sólo hay muchas monjas sino también monjes onis y medio onis. A los monjes de esta secta se les suele ver entre el pueblo llano, ayudándoles con sus tareas mientras les imparten su doctrina particular hacia la iluminación.
Secta del Loto Brillante
Esta secta es una escisión de la Secta Fénix que considera de gran importancia las llamadas Escrituras del Loto Brillante. Creen que la salvación del pueblo está ligada a las palabras "Na-Mu-Myo-Ren-Go-Hou" ("Bendito sea el Loto Brillante"). También rezan a Amitabha (una encarnación de Buda) por la paz después de la muerte. Por este motivo los monjes de esta secta que desesperan de la vida pueden actuar de forma violenta e imprudente creyendo que podrán salvarse en la próxima vida. A causa de esto muchos regentes reprimen o prohíben estas creencias en sus dominios.
Los Oni
Los Oni son una raza al menos tan antigua como la humana. Se diferencian de los humanos por los dos cuernos que les salen de la frente y los complejos tatuajes con los que decoran sus cuerpos. Poseen una conexión innata con la energía mágica que impregna el mundo de Tenra (Denominada “Sha”) a la que ellos llaman Resonancia y con la que son capaces de leer mentes y matar personas con sólo desearlo. Son demonios astutos e inteligentes que disfrutan infligiendo dolor y devorando a los humanos.
Salvo en Jahga, cualquier gobernante que sepa de una aldea Oni enviará a sus soldados a destruirla por completo antes de que puedan suponer una amenaza para sus súbditos. Se ofrecen grandes recompensas a aquellos que aporten información sobre la localización de aldeas o bandas de Onis errantes.