Partida Rol por web

David apura su cafe y su copa, observa como uno a uno sus compañeros de cena comienzan a desaparecer en direccion a sus camarotes y ve que la noche esta vista, no le parece del todo mal, pues es la primera y siempre es mas tensa y menos emocionante que las sucesivas asi que cuando lo cree oportuno....Bien, a ustedes les deseo buena noche, hay que estar fresco para el dia de mañana....nos vemos por la mañana. David se dirige al camarote observando la estrellas mientras va hacia el. 

 Estuve allí esperando tranquilamente a ver si quedábamos en petit comité y empezábamos a coger un poco de confianza. Pero al parecer la gente no tenía ganas de emborracharse ni nada por el estilo. Me despedí del compañero que quedaba y me dirigí al que creía ser mi camarote.

 Antonio rehúsa amablemente el café que le ofrece Juan,

-Tomaría un buen vaso de bourbon con hielo y después como no soy hombre de medias tintas, si alguien está dispuesto a celebrar esto por todo lo alto le acompañare en caso contrario me retirare a descansar, mañana tenía pensado madrugar para  hacer algo de pesca submarina.

Según le trae Juan la bebida Antonio lo apura de un trago y se lo devuelve , a la vez que le lanza una mirada interrogante:

-Su cara me resulta conocida, creo que no es la primera vez que nos vemos… ¿Cuántas veces has estado a la sombra?, un maldito truhan de camarero JAJAJA… este Enrique nunca dejara de sorprenderme…,

Viendo cómo van retirándose los demás  Antonio se va dando cuenta de que esta noche no habrá fiesta, otro día será, prepara dos copas y se las lleva al camarote.

-Seguro que me confunde con otra persona.

-A ver si se cree el madero este que me voy a poner a hablar de mi pasado como si cualquier cosa. Sobre todo con esta panda.

Al ver que los invitados se retiran le pregunta al capitán:

-¿Necesitas que hagamos turnos? lo digo por que si es así me voy a dormir y te sustituyo a las 5, si no me quedaré un rato leyendo, si no te parece mal. Ya sabes que controlar un barco no es lo mio pero se lo suficiente para no hundirlo.

Tardo un rato en responder, sumido como estoy en mis propios pensamientos.

- Disculpa Juanjo. No, no hace falta que te quedes, yo me encargo de todo, tu descansa que mañana tenemos un largo dia por delante, y yo dormi varias horas antes de embarcar.

Dicho esto me quedo en silencio, con la vista perdida en el horizonte, y las manos reposando sobre el timon.

-Muy bien, entonces me voy un rato al camarote a leer.

Acabo de recoger lo que queda en la mesa de los cafés y bebidas y me retiro al camarote a leer un rato