Partida Rol por web

Mientras sonreia tras haber arrebatado la vida de mi primera victima cubrí la cabeza completa, cuello incluido para que la sangre no brotara demasiado y saqué el cuchillo lentamente de su cuerpo ahora carente de vida. Fantaseaba con la idea de lamer la hoja del cuchillo, como en las tipicas peliculas gores, pero en lugar de eso me controlé - Queda poco tiempo, más vale no gastarlo. - Sabía que las chicas dormirían juntas y tenía ganas de asesinar a una de ellas, pero eso tendría que esperar y buscar algo simple y directo con que matarlas... Es más se me ocurrían ciertas formas con las que asesinarlas a ambas a la vez, pero generaría mucho ruido.

Mientras pensaba en que hacer me dirigía al salón donde yacía Mario durmiendo en el sofa como habíamos quedado. Me acerqué rápido a la cocina para limpiar el cuchillo y limpiarlo, y si no se despertaba empezar a buscar el alcohol que quedase.

- Ok Susana, porque quiero platicar unas palabras contigo a solas por favor! - Susurró Julia mientras que miraba atenta a su alrededor aparentemente adormilada aún . .

Definitivamente hoy no podría dormir.

Sus amigos y Pablo habían decidido hacer una especie de fiesta de pijamas a las tantas de la noche y Julia no parecía entender las indirectas de que no quería hablar, muchísimo menos en la madrugada, arrugando el entrecejo en una mueca de enfado mientras se apretaba el puente de la nariz.

Se levantó de la cama por última vez con los brazos cruzados, dispuesta a ver quién era el causante de tanto ruido.

Hacer un coctel molotov era simple. Algo de alcohol, lo cual quedaba gracias a que no se bebieron todo de las botellas que trajeron. Un trozo de tela, lo cual servía un paño de la cocina que pudiera humedecer con el mismo alcohol.

Solo faltaba algo para prenderlo antes de tirarlo. Unas cerillas mismas de la cocina valdrían. Lo malo fue al buscarlas que hice excesivo ruido, y por lo cual escondí el coctel y me preparé por si Mario se despertaba. Quería que fuera el último para matarlo sin dificultad de que hubiera más, y dos muertes juntas antes de el mismo supondría que me tendría que dar igual el ruido... Fallo mio el provocarlo.

Te diriges hacia la fuente del ruido que has escuchado. Éste te lleva hasta el salón, donde puedes comprobar que Mario yace dormido como un tronco, pero había algo más. Una persona estaba despierta y estaba haciendo ruido en la cocina...

¡Se trataba de Pablo! No sabías qué se traía entre manos, en el momento que te escuchó llegar se giró.

¡Alguien se acerca!

Intentas disimular todo lo posible, te giras creyendo que va a ser Mario pero para tu sorpresa es... ¿Susana?

A medida que Susana avanzaba por el pasillo hacía una quiniela de quién podía ser el causante del ruido. Estaba casi segura de que sería Ric, el granuja hiperactivo que apenas podía controlar sus impulsos animales como para guardar ruido, pero al llegar a la cocina y ver a Pablo su primer gesto fue de sorpresa.

Se apoyó en el marco de la puerta con los brazos cruzados, alzando una ceja cuando sus miradas se cruzaron.

- ¿No podías dormir? ¿Acaso la conciencia te reconcome? – Estaba todavía dolida por la ruptura, se notaba por sus palabras cargadas de veneno o el nulo control de sus emociones.