Partida Rol por web

Al abrir la mano, no hay llaves de coche, solo una mano tratando de cazar una muñeca con fuerza, y un brazo librandose de este agarre. Al ver que Susana se movía con tanta rápidez, no pude dejar que este hecho pasara por alto, ya que entonces vería mi mentira - Plan B - Pensé cuando con un pequeño impulso me lanzaba encima de ella con la mano llevandola a mi espalda, mientras que con la otra mano, trataba de inmovilizarla en el suelo.

Saqué el cuchillo escondido una vez la tirara al suelo con mi propio peso en el pequeño placaje y, con fuerza, lancé una puñalada contra su pecho - Debes morir Susana, no pienso dejar que te libres

Puede que fuera porque no se fiaba de Pablo tras la ruptura, la atención que prestara a cada sonido o movimiento que circulaba a su alrededor o la tensión del momento, que la hacía reaccionar casi al instante por acto reflejo, pero al segundo de ver que no había llaves retiró rápidamente la mano al tiempo que él intentaba agarrarla.

Susana no entendía nada y no era capaz de llegar a la conclusión final, pero algo dentro de ella se encendió y sólo le gritaba una palabra, “Huye”.

Al ver el cuchillo no pensó, soltó una patada directa a la entrepierna de Pablo con toda la fuerza que tuviera y se dispuso a correr lo más rápido que pudiera para alejarse.

-Pensaba que podría con ella, antes de que pudiera hacer algo más, pero no... No pude - Era mi pensamiento cuando me encontraba derrotado en el suelo por el impulso tan rápido que realizó Susana. Sin embargo, después del dolor solo pude reir sin más. - Pensaba que eras tu la culpable de todo. Como siempre te gusta controlarme, pensé que no querrías que viviera sino era contigo y por eso estabas matando a mis amigos. - Dije mientras me incorporaba poco a poco -  Pensaba que te rendirías después del intento de darme celos con Richard. Y después de que empezara a ocurrir todo esto pensé que te habías vuelto completamente loca. Pero si huyes... es que no debe ser eso. Osea que si te follaste a Ric... Espero que disfrutaras del luto y lamento que haya muerto. Seguro que hubierais hecho buena pareja.

Intenté acercarme poco a poco mostrando el cuchillo de manera inofensiva demostrando que no quería hacerle daño - Los servicios de emergencia tardarán en llegar... Y además, estás yendo en dirección contraria. La carretera está por el otro lado. Si hay alguien más por aquí a parte de nosotros dos que haya hecho todo esto, deberiamos quedarnos juntos... Aunque no nos guste a ninguno. - Propuse intentando hacer una pequeña tregua.

Si Pablo realmente creía que después de presenciar la muerte de Ric, el incendio de la casa donde se alojaba con las supuestas muertes de sus amigos, y el intento de asesinato por su parte, se iba a quedar tranquilamente hablando como si nada hubiera pasado es que no conocía realmente a Susana.

Antes de que pudiera siquiera articular la primera palabra ella estaba corriendo, alejándose lo más que pudiera de Pablo, quien empezaba a sospechar que tenía más que ver que ninguno por la extraña tranquilidad (o bipolaridad) que presentaba. Ni siquiera tenía intención de escucharle, simplemente irse.

No sabía si la estaban siguiendo pero, aun así, podía escuchar las ramas caídas de los árboles romperse, el pulular de los pájaros sobre su cabeza y el afilado cuchillo brillando con la luz de la luna mientras deseaban hundirlo en su carne. Sabía que ese miedo era fruto de su imaginación, que ahora mismo la adrenalina, nervios y pánico estaban recreando un escenario tétrico donde Pablo podía aparecer de la nada para nada.

Por eso no miró atrás, ni siquiera aminoró sus pasos ni un mínimo, chocándose contra la maleza e intentando zigzaguear entre los árboles para que no encontrara su rastro, chocándose en más de una ocasión por algún tronco.

Un grito gutural fue lo que salió de mi interior, casi demoniaco, mezcla entre dolor, ira y posteriormente rabia. Susana estaba escapando porque me pilló debil en ese momento. Ahí se podía ver como el ser humano podía sacar fuerzas inhumanas cuando su vida corría peligro... El único detalle es que la única en escapar fue la culpable de todo lo que había ocurrido - Susana, no escaparas eternamente. Tu has sido la ejecutora, y tu serás la que muera por conjurarme y hacer que todo esto se haga realidad... Corre Susana, pero no podrás esconderte de mi.

Y fue así como Susana escuchó aquel sonido que traería alivio y descanso tanto a su cuerpo como a su mente.

Un coche de policía acompañado por una ambulancia llegaron al lugar donde se encontraba la casa. Al estar oculta entre los árboles no fueron capaces de verte, pero tan solo tuviste que revelar tu posición para que los cuerpos de emergencias se percatasen de que allí había una superviviente: la única superviviente.

Las noticias que escuchaste poco después fueron traumáticas. Mientras una mujer te arropaba con una manta, uno de los policías intentaba saber qué era lo que sucedía. Fue entonces cuando hora más tarde te enteraste que lo que ocurrió aquella noche fue una masacre.

Pablo, aquel inocente chico, había asesinado a Richard, a Julia y a Mario. Te enteraste poco después que él mismo se había suicidado fuera de la casa. Posteriores investigaciones revelaron que él mismo fue el causante de aquellos crímenes: la sangre del cuchillo le delataba.

Los años siguientes fueron para Susana un recuerdo incesante de todo lo que ocurrió aquella noche ¿por qué sucedió todo? ¿por qué tramaba Pablo una atrocidad así? ¿Era todo ocasionado por la ruptura... o era algo más? No fue hasta una década después, cuando la única superviviente de aquella tragedia vio unos titulares sensacionalistas que helaron su sangre...

Lanzando con furia el cuchillo hacia delante con la sangre de tres victimas en el, miré hacia donde se había ido Susana - Corre... corre... Pero no podrás esconderte... Regresaré y te encontraré, para matarte igual que a todos los demás inutiles humanos de este planeta... - Sonreí vilmente recordando que aún vendrían policías, posiblemente bomberos y si Susana había sido inteligente, medicos en ambulancias... - Los humanos son tan estupidos... Que no duraré tanto confinado en este colgante... Poseeré un nuevo alma en poco tiempo, y extenderé mi exterminio como un virus - Me giré hacia la casa y empecé a andar hacia ella notando como Pablo poco a poco se retorcía por dentro...

Una sonrisa malevola y satisfactoria se cruzó de extemo a extremo en mi cara - Susana... deberías de haberme matado cuando pudiste... - Poco a poco me acerqué más a la casa en llamas hasta que el cuerpo de Pablo empezó a incinerarse con un grotesco y fuerte grito que podría resonar en varios metros.

Sangre a la sangre...

Cenizas a las cenizas...

Este recipiente hoy sucumbe ante mis llamas....

Pero el siguiente saciará mi sed de sangre, para la eternidad...

Y fue así como Susana escuchó aquel sonido que traería alivio y descanso tanto a su cuerpo como a su mente.

Un coche de policía acompañado por una ambulancia llegaron al lugar donde se encontraba la casa. Al estar oculta entre los árboles no fueron capaces de verte, pero tan solo tuviste que revelar tu posición para que los cuerpos de emergencias se percatasen de que allí había una superviviente: la única superviviente.

Las noticias que escuchaste poco después fueron traumáticas. Mientras una mujer te arropaba con una manta, uno de los policías intentaba saber qué era lo que sucedía. Fue entonces cuando hora más tarde te enteraste que lo que ocurrió aquella noche fue una masacre.

Pablo, aquel inocente chico, había asesinado a Richard, a Julia y a Mario. Te enteraste poco después que él mismo se había suicidado con el incendio dentro de la casa. Posteriores investigaciones revelaron que él mismo fue el causante de aquellos crímenes: la sangre del cuchillo le delataba.

Los años siguientes fueron para Susana un recuerdo incesante de todo lo que ocurrió aquella noche ¿por qué sucedió todo? ¿por qué tramaba Pablo una atrocidad así? ¿Era todo ocasionado por la ruptura... o era algo más? No fue hasta una década después, cuando la única superviviente de aquella tragedia vio unos titulares sensacionalistas que helaron su sangre...