Leyenda.
Los puntos marcados en negro están abiertos, mientras que los marcados en rojo no son accesibles de momento.
1. Instituto Levard. (Bloqueado)
3. Instituto Angarth. (Bloqueado)
4. El campo de tierra de la ribera.
6. Los muelles.(Bloqueado)
7. El mercados de la plaza central.(Bloqueado)
Como todas las mañanas el equipo había quedado en el club de futbol del Instituto. La mañana lucía un espléndido solo y con la cercanía del Torneo local los miembros del equipo tenían permiso para no acudir a clase y dedicar el horario escolar a preparase para el Torneo.
Marc Hernock os había convocado el día anterior en el campo de futbol. Desde que se anunciase el Torneo local Marc parecía preocupado, sin duda su preocupación estaba relacionada con el número de jugadores del equipo pues no podrían presentarse en el tornero si el equipo no tenía al menos a cinco jugadores y ellos eran tan solo tres.
Saliste de casa y te dirigiste al Instituto.
Podéis postear libremente el camino al instituto.
Recordar que:
Así describimos.
Así hablamos.
Así pensamos.
Allá van con el balón en los pies! Y ninguno los podrá detener! El estadio vibra con la emoción... de ver jugar a los dos; a los dos! Solamente juegan para ganar, pero siempre con deportividad, y no hay naaaaaaaaadie meeeeejor para la aficióóóóóón!
Con esa música en su cabeza salía Jarn de su hogar. Dando toquecitos a su pequeño balón, que era el que usaba cuando iba a clase. Aunque llevaba su balón de entrenamiento a la espalda guardado en una red.
De la ventana de casa apareció una mole barbuda. Era el padre de Jarn. Un pintoresco enano enorme con una tupida barba color calabaza. Le señaló fijamente con su dedo índice, que más que un dedo parecía un Mediano embotellado en ese dedo por lo gordo que era, y dibujó una sonrisa entre matas de pelo, entre barba y bigote. - Espachúrralos a todos! No dejes títere con cabeza! Tenéis que ganar ese Torneo. Para ello recuerda lo que te dice tu viejo! Entrena duro! - Y finalizó su discurso con un auto-castañazo en su cocorota, pero sin perder la sonrisa.
Jarn se sintió abasallado por el momento que le acababa de dedicar su padre desde la ventana. Los vecinos hablaban... y ahora le estaban mirando y chismorroteaban entre sí. La apariencia de Jarn ya les había dado más de una tarde de cotilleo a esos vecinos hipócritas. Un enano sin barba? Menuda falta de educación y falta de respeto por los valores de la raza.
Todo ello lo único que le provocó a Jarn fue que liberase esa especie de rabia contenida en un poderoso chut que hizo que el pequeño balón minúsculo de viaje, se perdiera por la profundidad del cielo de la Ciudad. Ancló las piernas al suelo, volteó la red y liberó de ella su balón. Lo apoyó en el suelo y emprendió una carrera antinatural para un enano. Levantó una pequeña corriente de aire que dejó a los vecinos mirones helados y sin palabras. Jarn controlaba ése balón a las mil maravillas.
Fue de este modo como este fuerte enanito desapareció de la vista de su hogar.
Mourith dejó atrás con alivio las puertas del orfanato donde vivía. Por fin había llegado el momento que había estado esperando desde hacía meses: el campeonato de fútbol. Sería el momento donde podría demostrarles a todos que no por ser huérfano y pobre no podía ser uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos. Lo lograría. Aunque le costase lo que poco que tenía.
Mourith anduvo por las calles de la ciudad sumido en sus pensamientos mientras pateaba distraídamente las piedrecillas con las que se encontraba. Observaba una vez más sus ropas viejas, sus zapatos con zurcidos y sus manos sucias. Libros de segunda mano colgaba de una vieja bolsa a su espalda. Los elfos de mejor posición le miraban con desprecio en el instituto. Pero cuando saltaba al campo, se sentía superior a ellos ¡Superior a todos! Suspiraba por estar ya de una vez en el terreno de juego. Sentir el mullido césped bajo sus botas. El tacto del cuero y el delicioso "plac" que indicaba un pase preciso o un perfecto tiro a la escuadra. Sí. Sería una temporada interesante.
Esa noche apenas había podido dormir de la emoción ¡por fin, el campeonato! Me levanté de la cama y salí corriendo por la puerta. Hasta luego mama. Dije cerrando la puerta con una tostada en la boca y un balón de futbol en los pies.
Fui corriendo por la calle haciendo virguerías con el balón y pensando en el campeonato. Iba a conseguir lo que consiguió mi abuelo, proclamarse campeón y llevarse el trofeo. Estaba ansioso, no podía aguantar más ya me imaginaba en la gran final contra el instituto Angarth metiendo el gol definitivo en el último suspiro, con toda la grada rompiendo a gritar y proclamando mi nombre. Antes de que pudiera darme cuenta ya había llegado al campo del instituto, sin pensarlo elevé el balón y chuté, directo a la escuadra.
Me dirigí hacia el lugar de la reunión, Jarn y mourith ya habían llegado. Les salude y me apoyé en la pared a descansar de la carrera que había hecho
Fastolph se despertó tremendamente emocionado. Hoy empezaba el tornero y llevaba días muy nervioso. Aquella era, sin duda alguna, su gran oportunidad... Esperaba y deseaba ser el titular, al menos en alguno de los encuentros, y poder demostrar que pese a su baja estatura y su falta de físico, en comparación con otros jugadores.
Desechó, de momento, aquellos pensamientos y, se concentró en preparar todo su equipo. Sus padres le habían regalado guantes y botas nuevas y estaba deseando poder estrenarlas en el terreno de juego. Guardó toda su equipación en su mochila y fue al salón de la casa, donde sus padres le estaban esperando para acompañarle al Instituto.
Ojalá pudiese hacer unos buenos partidos para que sus padres estuviesen orgullosos de él.
Por fin todos los chicos están reunidos. Mientras al fondo del campo de fútbol de césped artificial donde el equipo hace el rondo los alumnos del instituto van entrando en el edificio para empezar las clases, el alboroto de unos y otros es habitual pronto las zonas de recreo están vacías.
Unos minutos más tarde aparece el entrenador, acompañado del director Guilver lentamente cruzan el césped en vuestra dirección.
-Buenos días. Dice Zack. No me andaré con rodeos, como bien sabéis necesitamos un delantero para poder presentarnos al torneo local de Beric nos hace falta un cinto jugador tanto yo como el Director Guilver estamos tratando de animar a los alumnos del centro para que se incorporé. El entrenador hace una pausa, sus largos pelos que deja caer sobre sus ojos junto a su poblada barba hacen casi inexpresiva su expresión facial, para dejar hablar al director.
-Tomaos el día libre y si buscáis a un jugador dispuesto a entrar en el equipo no dudéis en traerlo y presentárselo al entrenador.
Ahora tenéis abiertas nuevas zonas del mapa de la ciudad. Revisar el primer post del mapa para ver las zonas y poder moveros entre escenas.
Tras escuchar las palabras de Zack miro a mis compañeros y les digo.
Yo voy al campo de la ribera, podemos darle unas patadas al balón y puede que encontremos a alguien para el club. ¿Alguien mas viene?. Mientras se deciden me aparto un poco y empiezo a dar toques con el balón y no pude evitar pensar en el torneo. Mister ¿que posibilades cree que tenemos este año en el torneo? siempre que encontremos al quinto jugador
Killua, yo me apunto contigo, será una buena oportunidad para practicar.
Contad con mi hach... conmigo, renacuajos! No podía desaprobechar la primera oportunidad que tenía para jugar con mis compañeros antes del torneo. Además, seguro que si alguno de nuestros compañeros de clase nos ve jugando se anima a unirse e incluso alomejor, sólo alomejor, conseguimos que se una. Os propongo una carrera hasta el campo de tierra! Dejaréis que os gane un enano? Jojojo!
-Venga, vamos. Tengo ganas de empezar de una vez.
Antes de que los chicos se marchen Zack contesta a la pregunta de Killua.
-Killua es difícil de predecir lo que preguntas, si bien es cierto que vuestro nivel es bueno primero hace falta un quinto jugador. Una vez seáis cinco la cosa seguirá siendo complicada, el torneo es eliminatorio el mínimo error puede dejarnos fuera del torneo y los otros tres equipos son muy buenos. Me parece buena idea que os dirijáis al campo de tierra, yo me reuniré en unas horas con vosotros. Animo chicos.
Ya habéis oído al míster! El quinto jugador nos espera y no vendrá sólo!
Inicio mi carrera hacia el campo de tierra, sin mirar atrás. Quiero ser el primero en llegar.
Los chicos salen del instituto corriendo. Quien llegara primero a la rivera.
Podéis postear en la escena del campo de tierra de la rivera. Por favor incluir solo a los que estáis en esta escena es decir desmarcar como destinatario a Änsèrd.