Partida Rol por web

Stuart sabía que la explosión sería fuerte y dañaría a la nave... pero no había imaginado que tanto. Apenas le había dado el tiempo para ponerse a cubierto, para justo despues estallara el cataclismo seguido de la succión del mortal vacio ominoso del espacio. Pese a la destreza manual y reflejos del pequeño Stuart, la desesperación de la situación consiguió colmarle e impedirle emplearse lo suficientemente bien.
Stuart solo pudo asumir una posición fetal pera resistir mejor los golpes contra las paredes, y aguantar la respiración lo mejor que pudo... para esforzarse en colocarse la mascara del casco de su armadura.

El estruendo fue tal que todos los sonidos fueron tragados por un pitido ensordecedor... tal y como ahora todos estaban siendo tragados por el vacío. El caos se había impuesto, y necesitaría Stuart un tiempo para asimilar la complicada situación en la que ahora se encontraba por lo cual no fue capaz de pronunciar palabra alguna, solo pensar aceleradamente en las posibilidades que le quedaban... coordinarse con sus compañeros a traves de sus unidades Comm.

— ¿A... alguien?

Todo saltó por los aires de forma repentina, con el elfo que apenas había podido preparar su armadura para poder respirar de forma artificial.
La explosión fue tremenda y prácticamente destruye por completo la Belussian. De haber estado alguien cerca de la nave goblin, habría muerto de buen seguro.
Ahora debían intentar agarrarse a algo para no salir tratados por el vacío del espacio e intentar trazar un plan.

Dave sintió el empuje de la explosió y luego el repentino y brutal tirón del vacío. La mesa había aguantado bien. Su instinto le había servido una vez más y luchaba por mantenerse aferrado a ella.

Sin embargo veía a sus compañeros como no eran capaces de agarrarse a algo o clavar su espada para sostenerse. La fuerza del universo era devastadora y lo estaban comprobando en sus carnes.

Durante un segundo la sensación de calma os atrapa en la negrura del espacio. Solo estáis vosotros y las estrellas. Aunque pronto comprendéis vuestra desesperada situación, nada podéis hacer, tan solo rezar para que una nave os halle en el espacio antes de que se os acabe el aire.

Veis alejarse los restos de la Belussian haciéndose cada vez más pequeños. Cuán grande es el universo, pensáis, mientras deseáis que vuestras oraciones y plegarias sean escuchadas y atendidas.

Cuando la succión cesa vuestros músculos se resienten. Os duelen los brazos y las manos de aferraros a la vida. Aquellos que fueron vuestros compañeros han sido despedidos al espacio, hacia el infinito. Tan solo estáis vosotros dos y los tres orcos encerrados en la habitación. 

-Que ironía- pensáis, -que sean ellos los que vivan.

La otra mitad de la nave flota cercana, aunque alejándose cada vez más. Una nave negra, nada parecida a la nave goblin del hangar, se posa sobre los restos. Al cabo de una hora despega y, como si se burlara de vosotros, pasa lentamente por encima de los restos antes de acelerar y perderse en la deriva.

Quedáis completamente solos, a esperas de que Yax y Guideon aparezcan con su nave.

Los comunicadores se encienden de repente dando paso a una alterada y conocida voz que, si bien no es la de un ángel estelar, en este momento si que os lo parece.

-¡¡¿PERO QUÉ DEMONIOS....!!?.- La voz de Yax os abre una puerta a la esperanza. Todavía estáis en el rango de sus comunicaciones asi que, aunque no veis ya la Belussian, si que podéis emitir señal para que la rastreen.

-¡Yax mira!,- Dice Guideon, -hay señales de vida entre los restos.

— ¿A... alguien?

Pero nadie le respondió. Stuart comenzó a desesperarse cada vez más a medida que giraba en el vacío alejandose cada vez más de la destrozada Belussian. Sabia demasiado bien lo que le pasaba a los que acababan de aquella manera, bastantes historia de ello había. Stuart se mantuvo interminables momentos abrazandose a si mismo mientras solo podía pensar "¡Voy a morir!", hasta que empezó a pasar por su mente recuerdos de toda su corta vida... hasta hacía solo horas, y minutos, atrás. Recordó el momento en que vio la fotografía de los que probablemente fueran sus padres. ¿De verdad existía algo así como un destino... y el suyo era morir luego de ver a sus padres en ese instante congelado en una imagen?

No... ¡Reacciona Stuart! Esto es simple, puro y caotico azar... no hay ningún "plan maestro" detrás, tenía que dejar de autocompadecerse y entregarse a una entidad en el mejor de los casos indiferente. Tenía que pensar... pensar... ¡Pensar!
Y deseando haber traido consigo a Márgalo por sus propulsores... recordó que aun llevaba consigo el extintor, lo sacó del gran bolsillo de su chaqueta de cuero en donde lo guardaba pero supo que ese tipo de dispositivos de sustancias comprimidas estaban hechas de tal manera para que al usarlas se liberase la presión paulatinamente, entonces sacó su pistola táctica avanzada y sosteniendo estrategicamente el extintor y esperando un momento justo entre los giros que estaba dando, disparo a la boca del mismo provocando que el contenido saliese de una vez en un gran estallido mudo. Stuart ahogo un grito de dolor cuando la parte posterior del extintor presionó contra su cuerpo, pero gracias a esto logró contrarrestar notablemente la velocidad a la que se estaba alejandose. Lo unico que le quedaba ahora eran sus dos pistolas, por lo que una a la vez las fue utilizando hasta agotar la munición de ambas. Despues de todo esto... ya no estaba seguro de si avanzaba hacia los restos de la nave o si continuaba alejandose, de una forma u otra ahora se estaba moviendo muy lentamente... y eso era ya una mejora.

No estuvo seguro de cuanto tiempo pasó luego de que ya no tuvo más que hacer luego de agotar sus opciones, pero de pronto su Unidad Comm transmitió una voz conocida.

— ¡Yax! ¡Guideon! — Se apresuró a responderles, conectando su Comm con su mascara — Habla Stuart, ¿Me reciben? ¿Pueden rastrearme?

-¡Stuart!.- Respondió alarmado el enano. -¿Dónde estás?¿Qué ha pasdo?.-

-Stuart, soy Yax de la sociedad starfinder. Estoy transmitiendo en frecuencia abierta. Todos aquellos que me oigan no dejen de transmitir. Rastrearemos su señal de radio y les rescataremos.- 

-Gracias a los dioses.- CT elevó una plegaria respondiendo a su ruego por una salvación. -Gendo y yo estamos a salvo en los restos de la parte trasera de la Belussian. Buscad a los demás y luego nos recogéis.-

-Vale, pero me gustaría saber que demonios ha pasado. El relámpago de una tormenta de Deriva nos ha freído los cables de energía y hemos tenido que dar la vuelta para repararlos. No habríamos llegado a Akiton de no hacerlo... pero, ¿Qué os ha pasado a vosotros?.-

La pequeña nave exploradora comienza su búsqueda mientras Stuart emite señal.

— Pensé que iba a morir... — Dice Stuart comenzando a llorar de la alegría — Casi desearía tener las suficientes certezas para creer en algo... para así poder darle las gracias por traerlos... Guideon, Yax, les debemos una... una muy gorda. — Entonces, esforzandose por concentrarse y recuperar la compostura, prosiguió hablando respondiendole a Yax. — Piratas... bueno, primero creímos que fueron piratas. Habían pasado apenas unos días, acababan de acondisionarse con atmosfera, luz y gravedad buena parte de la Belussian y hasta recuperamos un poco de información de los registros... pero se aparecen tres naves. Intentamos defendernos, nos abordaban... atacando invadiendonos en holeadas... pero los estabamos repeliendo bien, hasta que nos destrozaron con una bomba que nos metieron dentro. Justo el hangar debía ser el punto más deteriorado de la nave... yo... no logré detectar la bomba a tiempo... no pude hacer nada para desactivarla.

-Los piratas no hacen explotar una nave porque si, perderían todas las ganancias del saqueo.- Duranteunos segundo quedó pensando mientras Guideon seguía dilucidando los posibles riesgos de una explosión similar y rastreando vuestras señales.

-En fin. Eso lo tendrán que decidir los jefes. De momento os sacaremos de esta, os llevaremos a Akiton y contactaremos con la sociedad redactando un informe.- 

Uno a uno fuistes recogidos por la pequeña nave exploradora. Nunca pensásteis que echaríais de menos las raciones de comida deshidratada y compartir camarote entre cinco, pero después de una experiencia tan cercana a la muerte, los puntos de vista cambian.

Stuart y Guideon desmantelaron un circuito de energía de los motores de la Belussian y, en medio día estándar, la Cadros estaba de vuelta al espacio de la Deriva camino de Akiton.

Una vez allí, Yax y guideon se despidieron de vosotros y partieron hacia Absalom, por órdenes de la sociedad. Una vez más, os encontrábais solos y sin trabajo en un planeta desierto lleno de bandas rivales, mafias, corporaciones y nómadas errantes motorizados. Quién sabe, tal vez unos pandilleros de estación espacial encuentren algo que hacer aquí.

FIN de la primera parte.

habiamos tenido suerte, parecía que ibamos a morir, pero por suerte, Guideon y Yax nos recogieron y nos llevaron de vuelta a Akiton, donde tendriamos que saber que hacer, aunque yo ya tenía algo en mente sobre mi futuro.

La explosión fue tremenda, mucho más potente de lo que hubiera esperado.
En un instante, todo voló por los aires y Edariel trató desesperadamente de clavar su espada en una de las paredes o suelo, no estaba seguro pues todo daba vueltas.
Aunque la espada solar atravesó el metal, no logró manifestarla con suficiente intensidad para sujetarse a ella. Fue arrastrado por el vacío irremediablemente.

Notando como se alejaba a toda velocidad de la Belussian, Edariel tardó en reaccionar. ¿Era aquel su fin?
Intentó concentrar en su cuerpo las energías fotónicas, pero en la inmensa nada del espacio, no había energía que reunir.
Viajaba a gran velocidad hacia su final.
Cerró los ojos, tratando de relajarse. Sería un final inesperadamente rápido, pero lo afrontaría sin miedo. Al fin y al cabo, ser parte de las estrellas era el destino de todos ellos.

Entonces recordó algo. La pistola que Dave le había dado en Absalom.
¿Y sí...?
Desenfundó y comenzó a disparar a la nada. No sabía si eso le llevaría a algún lugar, pero al menos había detenido su avance y hasta retrocedía.
Vacío el cargador, pero no logró orientarse. Después de todo, había sido una idea desesperada.

En ese momento, la voz de Yax y Guideon sonaron por su comunicador.
¡Aquí! ¡Soy Edariel! ¡Estoy aquí! gritó desesperado, dándose cuenta de que “aquí” era una palabra absurda dada la inmensidad del espacio.
No obstante, sus contratantes fueron capaces de rastrear su señal comm, y tras una espera que no supo exactamente cuánto duró, la nave de los Starfinder apareció para rescatarle.

Cuando el aire termina de salir de la nave fracturada, abro mis ojos para ver alrededor, no así mis manos que siguen aferradas con toda mi fuerza de las barandas de metal, como temiendo aún que pueda salir despedido al espacio exterior. Para mi sorpresa y horror, solo Dave está a mi lado. Edariel y Mori han desaparecido.

 - "¿Stuart? ¿Edariel? ¿Mori?"

Pero nadie contesta por el comunicador. Quizás por la interferencia, quizás por la distancia, pero el punto es que me siento completamente solo. Miro al androide y le niego con la cabeza pues no sé qué hacer. Se me ocurren formas en que ellos intenten volver pero nosotros jamás podríamos ir a buscarlos.

Pero entonces, en medio del silencio del espacio, llega la comunicación de que Yax y Gideon han vuelto. Comienzan a rescatar a todos los regados y finalmente nos recogen a nosotros. La suerte estaba de nuestro lado y, ahora sin trabajo pero con los bolsillos bien cargados, toca esperar por algún nuevo trabajo.