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Hellgate. La era de los Dioses Oscuros

Diario

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14/04/2012, 19:51
Director

Pocos escritos quedan ya de lo ocurrido en el pasado desde la apertura de la puerta del infierno y ya poca gente se acuerda de lo sucedido  aquella trágica noche en que todo lo oculto salió finalmente a la luz.

Días antes de esa noche, las televisiones del mundo no dejaban de emitir un incidente ocurrido en el  parlamento de la ONU. Un grupo que se hacía llamar Red Shield,  había irrumpido para dar un comunicado que trastocaría la mente de millones de personas:

Un grupo revolucionario llamado el crepúsculo de plata había iniciado la cuenta atrás para que la puerta del infierno se abriera en aproximadamente diez días y si no hacíamos algo el mundo como lo conocíamos llegaría a su fin. Este llamamiento estaba dirigido tanto a los gobiernos de todo el mundo así como a los cazadores ocultos en él, que no tardaron en movilizarse para unirse bajo una misma bandera ante esta creciente amenaza.

Tres facciones unidas por primera vez para detener a la oscuridad que se abalanzaba sobre el mundo. Por un lado Red Shield una organización oculta que protege al mundo desde tiempos inmemoriales oculta en las sombras para que amenazas como esta no destruyan el mundo, por otro los cazadores,  personas que por causas del aciago destino se han dedicado como ronins a destruir los monstruos que causan males por el mundo y, finalmente, los ejércitos de todo el mundo que han roto sus disputas para unirse en la lucha contra un enemigo desconocido.

Todo este gran despliegue de medios no fue suficiente para impedir la apertura de la puerta y mucho menos detener a la entidad que se escondía tras ella. En el mismo instante en el que la puerta se abrió, una entidad conocida por pocos como Byatis surgió de entre las sombras y un número de incontables bestias arrasaron el campo de batalla como si de una plaga se tratara; todo fue inútil para hacer frente a tal masacre.

Veinte largos años han pasado desde que terminó la guerra, las tierras que antaño pertenecían a los humanos ahora pertenecen a ese ser oscuro, Byatis y sobre la montaña donde se ocultaba la puerta del infierno, se hizo construir una torre para contemplar sus dominios. Pero este no sería ni el primero ni el último de los cambios que este ser provocaría en nuestro mundo que poco a poco lo convertiría en un yermo vacío donde solo el más fuerte sobrevive.