Partida Rol por web

Bueno, pensó Percy rápidamente, viendo que la luz se le iba, si este libro y esta nota me habla de Kali, lo único que me queda es ver cómo demonios se relaciona eso con que un buen ciudadano Yankee esté metido en estos fregados.

Así que cogió el primer libro de los que había cotejado (¿qué narices sería ese Necronomicón que había citado en el otro? sintió inquietud): ese de New Canaan y Nueva Inglaterra, o como fuera, por ver si podía haber algún tipo de conexión. Rápidamente hizo la misma maniobra que con el otro, probó a ver por dónde se abría espontaneamente el libro.

Prodigios Taumatúrgicos en el Canaan de Nueva Inglaterra está escrito por el reverendo Ward Phillips de la Iglesia Baptista de Arkham, Massachussets. Según se comenta en el prólogo, se escribió este libro en 1788 y esta es una reimpresión de la segunda edición, de 1801.

Un repaso rápido del libro te premite ver que trata acerca de las blasfemas actividades de las brujas, hechiceros, chamanes indios y demás malhechores de la Nueva Inglaterra colonial. Aquí se da cuenta de magias terribles, nacimientos de monstruos y obscenas leyendas indias. Phillips presta especial atención a los acontecimientos que supuestamente tuvieron lugar en, y alrededor de, los bosques de Billington, cerca de Arkham, a finales del siglo XVII donde tenían lugar aquelarres de brujas en honor a dioses cuyos nombres han sido olvidados. 

Es en definitiva, un manual bastante alejado en su temática del tema que os ocupa, aunque aporta datos muy reveladores sobre la existencia de cultos a dioses ancestrales en la zona de Nueva Inglaterra. 

Además incluye rituales para contactar con algunos de esos dioses. Nyarlathotep, al que se refiere como "el caos reptante",el emisario de los dioses; Yog Sothoth, el más sabio de los dioses; dotado de omisciencia y el que los precede a todos ellos y Tsathoggua, al que se refiere como el "Durminete de N´kai". Parece que son estos rituales los que más interesaban al propietario del libro. 

En media hora es lo que te da tiempo a saber. Para entonces ya se ha ido la luz y todo está dispuesto para el ritual, Rick se ha cansado de dar vueltas y el resto de tus compañeros te están esperando para iniciar el ritual. Puedes seguir leyendo con ayuda de la vela, pero es una lectura complicada y densa que te llevará varias horas. 

Rick, pistola en mano bate la zona alrededor de los otros atento a cualquier movimiento o ruido extraño...

Meneó la cabeza desalentado y cerró el libro. No se veía nada. Y lo que leía le estaba inquietando más que tranquilizarle. Supercherías todo. ¿O no? ¿O había una brizna de verdad en todo ello?

Se puso en pie. Estiró su espalda en tensión por la postura y se frotó las manos dispuesto a participar en el ritual.

Ya estoy listo. Aparte de nombres raros no he sacado nada en claro. Lo que si tengo claro de esto es que vamos a hacer justicia. Poética y de la otra. Como cómplice de asesinato o asesino, condena a muerte, como método, el mismo con el que él y sus amigos asesinan a otros. ¿No está bien? No estaba bien, y lo sabía. Al menos su mente educada en la academia. No por nada estudiaba derecho. Pero la ley era, al fin y al cabo, una guía para conducirse por la vida. Había otras leyes más antiguas sobre la escrita. Ojo por ojo.
 

-Bueno-dice John suspirando a la vez que saca el diario de su trío-pues vamos allá.

John sacó también el cuchillo curvo que encontrasteis en casa de Baker, pensando lo irónico que resultaba pensar que Baker moriría a manos de su propio cuchillo. Se aclara la voz para empezar a leer las instrucciones del ritual, de puño y letra de su tío. Enciende una vela sobre la caja que hará las veces de altar y comienza a leer.

-Se lleva a cabo al aire libre durante el solsticio de verano. Purifica el altar. Cualquier objeto que haga de mesa servirá. Dibuja un círculo alrededor del altar con el cuchillo para proteger a los celebrantes. Ata a la vícitma al altar. Camina dentro del círculo, alrededor del altar en sentido opuesto a las agujas del reloj durante nueve veces, todo el tiempo cantanto IA!IA! KALI!. Después de eso, haz la ofrenda de sangre. Según mis estudios en un principio eran ofrecidos un centenar de sacrificios humanos, pero parece que solo el primero es crítico. El procedimiento  adecuado es estrangular a la vícitma hasta que entre en un estado de inconsciencia y luego, uando el cuchillo con el que se ha dibujado el círculo, quitar el corazón del pecho de la forma más sangrienta que sea posible. El amuleto se coloca en la boca del celebrante principal, quien luego arrancacon los dientes un trozo del corazón. Mientras el sacerdote mastica, los demás cantan

BAKA KARDA KALI!

GUMAS UDAR GATU!

TUPA KARDA KAKI!

BAKA KARDA KALI!

-Luego el sacerdote escupe el amuleto al suelo y todos abandonan la ceremonia sin mirar hacia atrás.

John se frota los ojos al acabar de leer.

-Supongo que tendré que ser yo quien haga el ritual. No soy cirujano, pero creo que soy de los presentes, el que más sabe de anatomía como para ser capaz de quitar el corazón. Pero créanme, declinaría tal honor con gusto.

-Yo no tengo la menor intención de hacerlo-contesta Harry con rotundidad-He dicho que colaboraría si lo considerabais necesario, pero eso es todo. Me da igual que muera ese desgraciado, pero esto son solo supercherías.

Rick mira de reojo al grupo mientras sigue vigilando —Yo menos. En mi opinión eso es una inmensa estupidez, deberíamos tirar el amuleto en una fundición.—

Percy ladeó la cabeza. Pues yo si que lo haré. Por tí, amigo mío. Si tú piensas que es necesario, así se hará. En realidad esto no se diferencia tanto de una ejecución, no seamos cretinos. Ese hombre es un asesino, y merece la muerte, no soy tan tonto de considerar mejor la silla eléctrica o la horca solamente por que vienen con un barniz de civilización. Yo digo que muera, y que muera bien muerto siguiendo los métodos que él mismo hubiera empleado para matarnos a nosotros. Al fin y al cabo, con el chute que le ha metido el doctor, no se va a enterar de nada.

Así que siguió fielmente todas las monerías e instrucciones que le dictaba el buen doctor, para acabar ya de una vez con toda esta pesadilla.

John asiente y suspira antes de seguir.

Dispuesto el altar, John inicita el rito de purificación según los dibujos que se muestran en el escrito, realizando una serie de gestos sobre el mismo con el medallón y el cuchillo ceremonial.

Luego dibuja el círculo con el cuchillo y comenzáis a dar vueltas al altar mientas recitáis los versos.
 

IA!IA! KALI!, IA!IA! KALI!, IA!IA! KALI!...

Mientras cantáis, un sobrecogedor brillo azul aparece a lo largo del camino que seguís en círculo, volviéndose más brillante y mayor hasta que forma un enorme pilar que se extiende a través de las nubes negras que cubren ahora el cielo. Dentro del círculo se siente el aire tranquilo y bochornoso y las voces de los celebrantes parecen amplificarse. Después de cinco vueltas, el amuileto comienza a brillar y palpitar y a las siete vueltas, contempláis que un brillo similar comienza a dibujarse en el pecho de la víctima, allí donde debería estar su corazón. Solo John, más concentrado en el seguimiento de la ceremonia, no parece haberse dado cuenta de esto último.

Lo que está sucediendo sobrepasa cualquier explicación posible.

Harry iba de último en la fila, dando vueltas. Se sentía un tanto idiota por estar practicando aquel estúpido ritual, pero todo fuere por complacer a sus dos compañeros y honrar, de alguna forma, la memoria del tío de John. Pero de pronto, algo sucedió.

-Esperad. ¿Qué es eso?-.

Sus ojos se abrieron como platos y por un momento, frenó la marcha hasta casi pararse.

¿Qué eran aquellas luces?¿Qué era todo aquello?¿Era posible que, después de todo, el ritual fuese verdadero? Se sintió confundido. No sabía si seguir o parar, pero finalmente decidió seguir ante el temor de que la interrupción del ritual pudiera traer alguna consecuencia que pudiesen lamentar.

John seguía repasando los pasos del ritual con el diario abierto en una mano y el cuchillo en la otra mientras seguían dando vueltas al altar. De pronto una luz extraña, sobrenatural apareció marcando el círculo. Lo cierto es que durante los últimos días, su confianza en su tío había flaqueado.  Siempre lo había considerado una persona cabal en cuyo juicio se podía confiar, pero como hombre de ciencia que era, le costaba aceptar cuestiones sobrenaturales como las que rodeaban a todo este asunto que le había costado la muerte.

Pero de pronto, al ver aquello, sus dudas se disiparon. Esto le supuso un alivio por una parte, en cuanto a la estabilidad mental de su tío y en cuanto a estar haciendo lo correcto, pero por otra era abrir la puerta a un mundo que no comprendía ni creía que alcanzara a comprender. Un mundo que se regía por otras normas.

John siguió cantando con renovadas fuerzas mientras seguía dando vueltas al círculo.

Rick sigue vigilando pero de repente un resplandor azulado le hace girarse. Los cánticos de Hohn y de Percival parecen retumbar en la noche mientras toda la escena del ritual queda envuelta de ese brillo azulado. El anticuario ni se inmuta pero un brillo rojizo se hace evidente en su pecho —¿Pero qué cojo...?— La pistola se le cae de la mano y sabe que tiene que agacharse a recogerla... Pero está petrificado. 

Con la boca abierta y los ojos fijos en el panorama un escalofrío le recorre la espalda. La pulsación de su corazón le retumba en los oídos y un miedo atroz le embarga... De repente se tira al suelo chillando. Siente un dolor en el pecho y tarda varios segundos en identificarlo: ha caído encima de su pistola.

Cierra los ojos y menea la cabeza, tiene consciencia de que está chillando pero parece que su propia voz es lejana sin embargo los cánticos del ritual le taladran la cabeza. Aprieta los dientes e intenta concentrarse en respirar y en dejar de chillar No puede ser Rick. Eso no es real, es solo una ilusión... Estás cansado, han sido unos días muy largos y te han metido un navajazo... Los cánticos continúan sonando y se aprieta los oídos con las manos en un intento de amortiguarlos...

Dios santo... Percy, viendo que la cosa iba en serio, y que funcionaba, se aplicó con más ahinco a la tarea, suponiendo que, en realidad, iban a impedir que algo muy peligroso pasara... dejó de pensar. Siguió las instrucciones. ¿Al final qué había que hacer para que la diosa no pasara? No se acordaba muy bien. El ritual que no debían llevar a cabo se parecía demasiado al que si debían llevar a cabo para salvar a la humanidad. ¿O John les había drogado y veían visiones?

John, Percival y Harry continuan realizando el ritual mientras que Rick se debate con sus propia conciencia, incapaz de encontrar una respuesta racional a todo lo que está aconteciendo.

A medida que seguís dando vueltas un profundo golpear de tambores, como surgido del interior del propio círculo, parece acompañar a vuestros cánticos y poco a poco se va volviendo más gravce. Después de nueve vueltas, el corazón de la víctima brilla con fuerza y palpita al ritmo del amuleto. Es claramente visible dentro de su pecho. El corazón es aparentemente la fuente del ruido del tambor. Completadas las nueve vueltas, John se acerca a la víctima.

-Estrangular hasta la incosciencia...gracias a la morfina, nos podremos ahorrar esta parte, supongo.

Secándose el sudor de la frente, aferra el cuchillo entre sus manos. Sobre su mente se cierne la duda; está a punto de atravesar la delgada linea que divide el bien del mal. Sus manos tiemblan. mientras se juntan entorno al cuchillo y lo alzan por encima de su cabeza. Cerrando los ojos, deja caer el cuchillo con fuerza sobre el pecho de Baker. El cuchillo penetra en la carne con facilidad. John practica un corte circular que hace que la sangre fluya a borbotones, salpicándole el pecho y los brazos. Débilmente audible más allá del velo de brilklante neblina, vientos aullantes comienzan a soplar alrededor del círculo, encontra de las agujas del reloj, azontando las ramas de los árboles y levantando el polvo a su paso.

John coloca ahora el amuleto en su boca y saca el corazón del pecho de la víctima, el cual aún continúa latiendo y brillando, retorciéndose y revolviénsoe en sus manos tembolorosas. Duda sobre lo que ha de hacer a continuación y de nuevo tiene que cerrar los ojos antes de moder el corazón. Una arcada le sobreviene, pero consigue contenerla y lo mastica mientras el resto cantáis.
 

BAKA KARDA KALI!

GUMAS UDAR GATU!

TUPA KARDA KAKI!

BAKA KARDA KALI!

Cuando el cántico se ha completado, escupe el amuleto al suelo y suelta el corazón. El círculo azul brillante desaparece derepente, el viento en los árboles cesa simultáneamente, dejando una terrible calma.

Con una voz temblorosa, lee:

-Luego...el sacerdote y todos abandonan  la ceremonia sin mirar atrás.

Os alejáis del claro recogiendo a Rick, el cual, pasado el shock inicial, parece estar un tanto ausente. Al hacerlo el viento comienza a sopla con más fuerza, concentrando sobre el altar hasta formarse un auténtico tornado. Entonces, hay un asombroso estallido de luz azul, como de cien relámpagos estallando y una ensordecedora explosión que os derriba a todos violentamente contra el suelo.
 

Se encontró tirado en el suelo temblando como una hoja. ¿Qué habría pasado? ¡Todo esto era real!

Al menos tiene visos de realidad, pensó mejor, procurando no dar nada por hecho. La imagen del buen doctor ensangrentado mordiendo un corazón palpitante y lleno de luz no se le iba de la retina. Había dejado su marca, como cuando miras una bombilla demasiado tiempo.

En el suelo, escupiendo algo de tierra, se incorporó sobre los codos, miró al frente.

No estoy seguro de que debamos mirar atrás. Creo que yo no lo haría. Recordad a la mujer de Lot.

Ya puestos a rememorar viejos hechizos, no estaba de más acudir a la biblia. Vayamos al camión y larguémonos. Eso es lo que yo haría.

Rick va flotando... Y no porque se lo lleven en volandas, de lo que apenas es consciente, sino porque su mente, literalmente, flota dentro de su cráneo Céntrate, céntrate maldita sea Rick ¡céntrate!

A vuestras espaldas el viento sigue rugiendo, el suelo tiembla y se resquebraja. Aunque la cusiosidad os tienta a mirar atrás, conseguís mantener la vista al frente y seguís corriendo hacia el camión. Un nuevo destello de luz ilumina el bosque con una luz fría, azulada y de pronto, se oye una especie de ruido sobrenatural, como de cientos de almas aullando al unísono, mezclados con otros ruídos guturales todavía más siniestros. De pronto nuevo destello, más intenso que todos los anteriores, acalla todas las voces; el rugir del viento se disipa, como absorvido por el cielo. El destello dura tan solo unos segundos y al desvanecerse, se hace la calma.

Privados de la luz sobrenatural que durante ese tiempo iluminaba el bosque, éste se os antoja más oscuro que nunca. Apenas acertáis a ver nada. Os véis obligados a deteneros hasta que vuestra vista se adapta de nuevo a la escasez de luz y finalmente, conseguís llegar al camión. Rick para entonces parece que ha vuelto en sí del todo, aunque lo que ha presenciado, le acompañará para siempre.