Partida Rol por web

Tras la accidentada misión, y una vez en el helicóptero, sentía como si el mundo entero me hubiera caído encima. La noche de descanso no había sido tal, ya que apenas había podido dormir, así que ésa mañana, al recibir la llamada, me levanté como pude, arreglé lo mejor posible el estropicio de todo el día anterior (que no fue mucho) y bajé a la sala de reuniones, sin saber qué esperar, pero tampoco queriendo saberlo.

Llevábamos, ¿cuánto?, ¿diez minutos? escuchando la perorata que nos estaban soltando desde la pantalla, y no podía evitar sentir rabia, y ésa rabia había dejado de ser únicamente la culpa por sentirme inútil y se fue convirtiendo en ira hacia los que nos reñían, como niños pequeños, que diría después Jhiarr.

Cuando al fin cerraron la boca, estaba  dispuesta a saltar, a defendernos con uñas y dientes, a decirles cuatro cosas a ésos... ésos... burócratas, que nos ocultaban cosas y esperaban que les devolviéramos sus juguetes, sentados detrás de una mesa, mientras nosotros nos jugábamos el cuello. Pero Jhiarr fue más rápida, y mientras hablaba, sólo pude asentir una y otra vez a todas sus palabras. Era cierto que necesitábamos más entrenamiento, "corrige, Ardid, necesitas más entrenamiento" pensé para mí, pero era nuestra primera misión como equipo, apenas nos habían dado tiempo a conocernos, a confiar unos en otros, a unirnos como grupo. Y sí, la misión podía haber salido mejor pero... Entonces Motoko empezó a hablar, exaltada, enfadada y dolida, con la pena por la muerte de Lee impresa en cada sílaba, tanta que la miré, queriendo confortarla, mientras pensaba que ella necesitaba ésto, necesitaba explotar, y soltar toda la ira por Lee, toda la tristeza, y que después, podría sentirse mejor.

Y con éstos pensamientos en mente, fue que me di cuenta que habían terminado de hablar, y entonces, alcé la voz, antes de que otro compañero se me adelantase: - Creo que mis compañeras han dejado bien claro lo que pensamos nosotros - empiezo a decir, esperando sonar segura, mientras echo un vistazo a Tifón, Mark y Azkarra, que permanecen callados -, pero igualmente creo que ustedes no han terminado de darse cuenta de ello. Tampoco voy a ser tan necia como para negar algunas cosas de su... discursito, y coincido en que puede que no hayamos procedido de la mejor manera, puede que la misión poudiera haber tenido un resultado mil veces más satisfactorio, y también puede que hubiésemos podido evitar la muerte de Lee. Incluso, si me apuran, creo que necesitamos más entrenamiento, como equipo, para aprender a confiar y conocer nuestras habilidades. Todo éso es cierto. Pero si las cosas no han ido tan... correctas como deberían, no es, ni de lejos, y por mucho que ustedes se empeñen, culpa nuestra. Al menos no del todo.
Porque la culpa principal es suya, es verdad que las cosas se han precipitado, que puede que si no lo hubiesen hecho nos hubiesen dado más tiempo, pero éso no quita que, además de no darnos ése tiempo extra para funcionar como equipo, que podría haber cambiado tanto las cosas, nos hayan ocultado toda la información que nos han ocultado. Y mi compañera Jhiarr, y hasta Motoko, se lo ha dicho, nos mandaron a la dársena, con un equipo justo, con unas directrices podríamos decir, y me quedo corta, vagas, y sobretodo, nos mandaron sabiendo que éramos sólo un puñado de metahumanos, no un equipo de metahumanos. Nos dijeron "id allí, salvad a los humanos, recuperad lo que haya que recuperar y volver a casa", ocultándonos que podíamos haber condenado a la ciudad entera si las cosas hubiesen ido mucho peor. Nos ocultaron lo que escondían en ése barco, lo que deberíamos haber protegido en primer lugar, y permítanme decirles, que gracias a su incompetencia, estamos como estamos, por habernos ocultado nuestra verdadera misión, por haber querido jugar a los secretitos con nosotros, cuando deberían darnos la información completa, precisamente para asegurarse de que la misión fuese completamente satisfactoria. Porque se supone que para éso nos han contratado en primer lugar. No para jugar al escondite.
Y sobre el tema de Tecnored... en fin, quiero creer que no son ustedes, en ésta ocasión los necios, creyendo encima que es culpa nuestra, y no sabiendo que ellos cuentan con información cuasi de primera mano sobre todos nosotros, incluso, de la que era nuestra misión. Espero realmente que no sean tan necios como están aparentando ser, y desde luego, suscribo las palabras de Jhiarr - y mientras digo ésto, asiento en su dirección -, si quieren mercenarios que no pregunten, no cuestionen y sólo acaten ordenes... No cuenten conmigo. -.

Impasible, la figura en las sombras aguarda. Viendo que las 3 que han hablado parecen ser las únicas que tienen algo que decir, responde.

Ante todo, se les pregunto si tenían alguna cuestión, no su opinión al respecto de la misión. Segundo, parecen estar olvidando que viven en una casa financiada por nosotros, cobrando sueldos que provee la empresa y utilizando equipos provistos por 3N3R0. A todos los efectos físicos y legales, son EMPLEADOS de la empresa, que nos venden sus capacidades y servicios. Estos, en el caso concreto de ustedes, son proteger nuestros intereses mediante las habilidades con las que han nacido o se les han otorgado. O sea, a todos os efectos, son MERCENARIOS. Si tenían otra impresión, corríjanla. Revisen las pautas por las cuales fueron contratados.

La capacidad como grupo no ha sido puesta en tela de juicio, lo están haciendo ustedes. Sabíamos perfectamente que carecen de la practica como tales. Es de esperar que durante su entrenamiento trabajen en ella, es algo que se sobrentiende. En la pasada situación, simplemente surgió la emergencia y debían resolverla en la forma que pudieran. Pero eso dependía de las inteligencias individuales, y la predisposición a la cooperación entre ustedes, no de cualquier directiva que pudiera dárseles.

El uso de sus poderes de forma indiscriminada o para causar daños masivos es simplemente insensatez. Disfrazarlo como tenacidad no sirve de nada. Solo demuestra un pobre criterio personal, y lo que es peor, despreocupación por la vida de los compañeros, además de la propia.

Tecnored nos paso su informe, adjunto con otras cuestiones. Si, desde luego, tienen información de ustedes, o al menos de algunos. Casi todos los metahumanos del mundo están registrados en la base de datos de la UEO, desde que hacen una aparición publica. Pero eso es todo cuanto tenian. El hombre con el que se debatieron en la ciudad era un agente de la agencia, que las estaba siguiendo por precaución, al haber estado cerca del área de la manifestación. De más esta decir, que fue la violenta reacción de ustedes a su persecución, la que llevo a que continuaran el rastreo de sus movimientos a distancia, y el motivo de que el Grupo 20 estuviera en el área. Alli, cuando intervinieron, fue que sus sensores se percataron del reactor. Hasta ese momento, no tenían conocimiento del mismo, ni de absolutamente nada concerniente a esta operación.

Esto nos lleva al UNICO punto en que sus planteos tienen un fundamento. No fueron informados de la presencia del reactor. Esto es correcto, pero asi fue por la sencilla razón de que no era relevante. Las medidas de seguridad del propio dispositivo habrían anulado cualquier fuga producto de daños. Lo único contra lo que no es perfectamente seguro, es la manipulación directa de los sistemas, aunque aun asi se requiere grandes conocimientos informáticos, algo que con la escueta informacion que nosotros mismos recibimos, no podía preverse. Sin embargo, de haber cumplido las directivas y detenido a los asaltantes, esto mismo, o cualquier robo de material, se habría evitado.

Finalmente, cualquier falta de equipo es vuestra culpa. Se les dio libertad de solicitar lo que necesitaran. Pero, si mal no recuerdo, todos tienen celulares…

Después de tanta palabrería por mi parte, Motoko pareció tener algo más que añadir, a la que se le sumó Ardid a continuación. En cuanto terminamos de manifestar nuestras opiniones, el Jefe habló de nuevo para esclarecer ciertos puntos y rebatir nuestras quejas.

Estaba claro que no íbamos a ser capaces de cambiar lo sucedido ni de evitar el castigo por ello. Y desde mi punto de vista habían pocas opciones que podíamos tomar, entre las que se incluían: agachar la cabeza y acatar la reprimenda sin decir palabra; o alzar algo la voz, remover un poco el polvo de todo el asunto y mostrar un descontento mutuo.

¿Mercenarios? Claro, pero una cosa era trabajar por dinero, que nos trataran como idiotas, saberlo y encima no quejarse... Y otra era trabajar por dinero, que nos trataran como idiotas y hacerles saber que no nos agradaba la idea. Me pregunto quién será el de recursos (meta)humanos de estos tíos; pero alguien debería decirles que es mejor mantener a los empleados contentos. Sobretodo empleados como nosotros. Cualquiera podría vender información de la empresa, cambiarse de bando y joder a esos culos cuadrados que se sientan en sus sillas de directivos y dan órdenes desde la sombra. ¿Acaso los mercenarios no van al mejor postor? Yo a un mejor invernadero y a unas hachas dobles no le diría que no.

Me senté tranquilamente en la silla y observé el escenario. Una sonrisa de medio lado se asomó por mi cara que tardó poco en desaparecer para dar lugar a una risa similar a la de un niño malvado. Pero me reía por lo bajo, como si fuera un niño pequeño intentando que el profesor no le pillara haciendo travesuras.

Bueno, bueno, bueno, - dije ignorando a todo su discurso - ¿y el nuevo para cuando? - dudé unos segundos pero el sarcasmo me atacó de nuevo - Si mi inteligencia no me falla eso creo que sí entra en su sección de preguntas.

Cuando terminé de hablar mi compañera Fae también quiso expresar lo que sentía y le parecía.
Tras quedarse también ella a gusto, nadie más quiso decir nada, y ellos volvieron hablar.

Solo escuchaba la misma chapa del principio pero con algunos cambios, mi cabeza solo escuchaba, Bla, Bla, Bla, Bla…
Pasaba de seguir escuchando, y mientras pensaba para mi, se me escapo decir en alto.

Solo les interesan lo que ustedes quieren, e informan y nos dan lo que les convienen, no veis vuestros fallos solo los nuestros….manda huevos.
Me dí cuenta que esto fue dicho en voz alta y no pensando para mí como pensaba.

Baje a la sala de juntas y me senté en el primer hueco que vi libre. Aguante como pude la charlita de el jefe, intentando enterarme de todo lo posible aun que no lo conseguí del todo, me distraía a veces la pared me parecía mas interesante que aguantar la charla ¿Por que la gente no es mas clara y concisa?.

Estaba en algunas cosas de acuerdo con mis compañeras, necesitábamos mas información y también estaba de acuerdo con el jefe necesitábamos entrenamiento, como grupo que parecíamos una banda mas que un grupo y no se el resto pero yo particularmente necesitaba entrenamiento, esto era algo que nunca había hecho y que si no me hubiera visto obligada probablemente no hubiera hecho en la vida.

Discutir no nos serviría de nada, ellos pagan, ellos mandan.-¿Cuando comienza el entrenamiento?, pregunte

Ignorando las expresiones de descontento, continua respondiendo en el mismo tono.

-El nuevo se les unira hoy. A partir del momento en que llegue, el complejo estara cerrado, y ninguno podra salir del predio bajo ningun concepto. Entonces comenzara su entrenamiento. Mientras tanto, intentaremos recopilar alguna informacion sobre los atacantes.

Luego, sin mas preambulo, la imagen de proyector deja de transmitir. La maquina en si solo sigue prendida unos segundos antes de apagarse tambien. Afuera, los mas perceptivos oyen llegar un vehiculo.

Desconozco si vas a pedir un nuevo auto o gadgets, esta es tu ultima oportunidad XD. Entras en escena. 

Una vez finalizada la chapa de parte del los superiores. Se levantó de la silla y se marcho de la sala hasta la cocina.

Quería tomar algo, para quitarse el mal sabor de boca de buena mañana.

El rapapolvo finalmente había acabado, y aunque aliviada por éso, sólo sentía un amargor en la boca del estómago que me hacía sentir enferma. Me cuestionaba a mí misma qué estaba haciendo aquí, en éste trabajo, bajo las órdenes de ésos burócratas, y mientras examinaba mis manos, como si pudiese examinar mi propia magia, sólo pensaba que mis poderes no podían haber sido dados para ser una mercenaria, tenía que haber algo más, un fin mayor, aunque ahora mismo no pudiese encontrarlo.

Tras unos segundos, suspiré y me recliné en la silla, viendo a Motoko salir de la habitación, mientras a lo lejos se oía un coche. Frustrada, decidí quedarme, hasta conocer al nuevo integrante del desbandado grupo que formábamos.