Partida Rol por web

Consigues hacer saltar unas cuantas columnas del parking, lo cual ocasiona que todo comience a venirse abajo.

Brenda: ¡Loco!

La anciana saca de su espalda unos cuantos tentáculos mecánicos, finos, parecidos a los de un pulpo, y los usa para alejarse del lugar.

Los bichos mecánicos dejan de hacer pitidos, y saltan hacia ti, pero tu burbuja protectora los repele.

A salvo en tu burbuja, actúas con celeridad, y creas un túnel con el que escabullirte lejos de todo el tinglado. Sin emabrgo, los seis insectos mecánicos han salido en tú persecución.

 Mientras voy escapando, voy cerrando el túnel con hormigón detrás de nosotros, para dificultad a los bichos seguirnos, y uso también el sonido tanto para atacarlos como para guiar mis pasos hacia Kendra...

Todos los drones son destruidos, ya sea aplastados por el hormigón, o destruidos por las vibraciones.

Al salir, parece que nadie te persigue.

 Corro a reunirme con Kendra, mientras protejo a Claire, pero asegurándome de que realmente nadie me esté emboscándome, para lo cual combino el sonar con mi sexto sentido...

Kendra permanece atenta, sin hacer un solo movimiento, esperando a que el grupo de adversarios haga el primer movimiento.

De forma coordinada, las máquinas se agrupan en cuatro grupos de cinco individuos, y atacan simultáneamente por los cuatro flancos. Pero la mujer no les da tiempo a acercarse.

Agarrando al fallecido Petter con una mano ordena a la tierra que hay bajo sus pies que forme un tobogán que la impulsa directamente contra uno de los grupos atacantes, arrollando instantáneamente a tres de ellos. Un cuarto adversario trata de atraparla, pero con un puño recubierto de roca le aplasta la cabeza.

La mujer llega  a una de las paredes del recinto, pero no huye, se limita a dejar a Petter en una esquina y se gira, a la par que múlipes esquirlas de cemento salen disparadas desde las paredes hacia los andrioides, acabando con otros tres.  

Kendra se lanza de nuevo hacia el grupo enemigo más cercano, materializando una espada de roca que corta por la mitad a otro androide, a la par que salta y, dando un giro de 180º, corta a otros tres sin problemas.

Las filas enemigas tratan de organizarse de nuevo, pero una esfera en mitad de su grupo encarcela a tres más de ellos, para a continuación cerrarse de golpe y aplastarlos.

Una de las máquinas logra acercarse y golpear a Kendra en la cara, pero paga sus entrañas mecánicas no tardan en caer desparramadas por el suelo.

Los últimos seis adversarios son aplastados cuando dos masas de roca, con forma de manos, los aplastan como si fueran moscas.

Cuando Conor llega al almacén en busca de Kendra, comprueba aliviado que ha logrado resolver la situación sin mayores complicaciones.

La joven también respira aliviada al comprobar que todos están a salvo, pero su lado pragmático sale pronto a la luz, y empieza a evaluar la situación.

Kendra: ¡menudo lío! ¡Esto podría alterar toda la historia! Tenemos que dejar tanto a la pareja justo donde los encontramos. Los efectos del gas creo que se pasarán dentro de poco, y bajo ninguna circunstancia deben de saber de nuestra existencia.

Cargados con Clare y Petter a las espaldas, os volvéis a la calle donde comenzó el ataque. El derrumbamiento del parking ha causado un buen revuelo, y parte de una de las fachadas del edificio está parcialmente destruida. La gente empieza a amontonarse, mientras que algunos susurran algo sobre un escape de gas. Las sirenas indican que las fuerzas del orden están a punto de llegar.

Tras comprobar las constantes de la pareja, os alejáis a buen ritmo hasta el bar más cercano.

Kendra: me apetece un trago.

Os sentáis en un lugar apartado, por lo que no hay problemas de os escuchen.

Kendra se queda un rato pensando mientras bebe, por lo que si tienes algo que decir, es el momento.

 Tras dejar a la pareja, momento en el cual adquiero algunos poderes de Peter,  y ir al bar, en el que mientras Kendra toma su cerveza, yo aprovecho para ponerla al corriente:

 - Los androides estaban dirigidos por una tal Bernarda Coulen. ¿Te suena ese nombre?. Quería la sangre de Claire. Aunque pasé de dársela, no me gustaron sus maneras de pedir las cosas. - Le respondí con tono jocoso, antes de beber un trago de Coca-Cola.

Kendra: ni idea. En mi época había una mujer, Bernarda Borman, que tenía exactamente los mismos poderes. Fue una de las fundadoras de mi agencia. Incluso tenemos algunos drones y androides de un diseño bastante similar a estos que hemos visto hoy. Creo recordar que se volvió avariciosa, e intentó utilizar los viajes en el tiempo para lucrarse, pero algo salió mal, y se la considera muerta desde hace ventidos años. Obviamente no puede ser una coincidencia, debe de ser ella. Respecto a lo de la sangre, pues es algo que me descoloca, para tomar una muestra, podría haberlo echo sin montar tanto ruido. Si no hubiese querido alterar la línea temporal, nadie la habría detectado en el futuro.

Mientras habláis, os fijáis en una de las televisiones del local. Se están dando los resultados de las elecciones presidenciales, en las cuales el hermano de Petter, Nathan Petrelli, ha sido elegido presidente del país. No puedes evitar fijarte que Bernarda se encuentra entre las muchas personas que se muestran en las imágenes, y es una de las primeras en aplaudir y felicitar al nuevo presidente.