Partida Rol por web

Es viernes por la tarde. Son aproximadamente las 6, una hora a la que muchos neoyorquinos se encuentran en el trayecto de vuelta a casa en el hiperabarrotado transporte público de la ciudad. La mayoría de ellos se dirigirán a casa para cenar (el ciudadano medio suele hacerlo entre las 7 y las 8), para después salir y aprovechar la noche un rato. En tu caso, te encuentras en el Howling Wolf. Los parroquianos habituales van llegando al local, que se va llenando. Los fines de semana son días de ajetreo y los mejores para el negocio, así que es una buena oportunidad para demostrar tu talento a las caras nuevas que puedan surgir.

Mike está, como siempre, bastante motivado. Se le nota que está en el negocio por vocación y su sonrisa y su candor natos suelen levantar el ánimo de hasta los más hoscos. El bar es su vida y, por lo que has podido entrever, no tiene más amor que la barra que limpia cada noche antes de retirarse y el local. Ha sido una suerte conocerlo, ya que a su negocio acuden algunos empresarios de discográficas, a los que te ha presentado, aunque aún no has tenido mucha suerte en ese aspecto.

Mike está sirviendo a los clientes, junto a Cindy, una chica que suele trabajar de viernes a domingo, ya que es cuando más ayuda se necesita. La muchacha es guapa, pero es bastante profesional y se nota su experiencia de haber trabajado en negocios anteriores. Suele ser amable y educada contigo, pero vuestros intercambios no han ido más allá de la cortesía entre compañeros de trabajo. Tampoco ayuda el que sólo aparezca los días en que estáis más atareados.

Está anocheciendo ya, y aunque aún no está completo, puede notarse el ambiente del viernes, que no ha hecho más que empezar. Alguno tiene ya un tono de piel más enrojecido de lo costumbre, a medida que el alcohol va fluyendo y las preocupaciones se dejan atrás con cada gota de alcohol.

Acabas de llegar al local hace apenas unos minutos. El tráfico es horrible los viernes cuando todo el mundo termina su horario laboral, por lo que llegas algo apurado al bar. Mike te sonríe mientras sirve una pinta de cerveza a un grupo de clientes en un lado de la barra. Cindy te dirige la mirada un momento antes de seguir apurando el surtidor y llenando un vaso que pone a un cliente.

Como siempre los viajes en bus le habían dejado el cuerpo para el arrastre,  más después de ese duro día en Shaffer, donde había vuelto a discutir con el director de orquesta por desacuerdos en los arreglos, no era la primera vez que por esto le amenazaban con perder su puesto de guitarrista principal de la orquesta, pero Johnny no iba a callarse. Por suerte ya estaba frente a las puertas del Howlin, las abrió y el olor a garito le llenó hasta el alma.

Entró buscando con la mirada a Mike y Cindy, que le saludaron con una sonrisa mientras seguían trabajando, el bar se estaba empezando a llenar, también devolvió el saludo a los habituales que celebraban su llegada con un gran griterío como de costumbre.

- Ahora os sirvo chicos, esperad que prepare todo que hoy toca darle

Antes de vestirse para su turno fue a preparar las cosas del escenario, esa noche tocaba actuación y más que quererla la necesitaba tras toda la dura semana que llevaba, después de conectar todo lo volvió a revisar varias veces, no le solía gustar que nada fuese mal mientras actuaba. Una vez que todo estaba listo y preparado pudo ir al almacén a cambiarse y fumarse el último cigarro antes de empezar el turno, aprovechó para sacar un barril de cerveza, la que vio poner a Cindy era más espuma que cerveza.

Tras la última calada salió, cogió su bandeja y antes de empezar a tirar pintas se permitió contemplar el bar desde su barra y tras un largo suspiro exclamó

-Como en casa en ningún sitio