El caballo no rebuznaba, estaba callado y silencioso. Tus ojos recorrieron la silueta de la maltrecha choza. Cuando decidiste entrar (aunque quizás no estabas seguro del todo de ello), sentiste cierto escalofrío, pero mejor sería ver qué diantres habría allí dentro.
Acceder al interior no fue difícil. La llamada con los nudillos ninguna respuesta dió, y con un leve empujón de entrada ésta logró abrirse. En el interior, oscuro en su totalidad, encontraste un espectáculo quizá digno de esperar (o tal vez no). Allí dentro parecía que hubiese atravesado un remolino de muchas varas de altura, o tal vez como si alguien hubiera entrado a saquear la vivienda. Estaba todo "patas arriba", y el poco mobiliario destartalado y revuelto... Fue entonces cuando un bulto negro ubicado en el techo se dejó caer y golpeó contra tí... ¡¡Y TENÍA MANOS!! ¡¡Y PIERNAS!! ¡¡Y ROSTRO Y OJOS VILES Y DESPIADADOS!! La vieja Tareixa había aterrizado sobre tí, con las manos extendidas, ¡¡y te atacó de improviso!!
Su rostro era aún más viejo que el día anterior, más desarticulado y descompuesto, y sus cabellos (la mayoría ahora blanquecinos) estaban alborotados. La mujer expulsaba una baba verdosa por la boca, fruto de algo completamente desconcertante. El espectáculo era dantesco.
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 5-
Resultado: 17 (Fracaso)
Motivo: Ini Tareixa
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+12)=18
Motivo: Ini Breixo ()1d5
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+15)=17
Es un emboscada: tiras 1D5 en lugar de 1D10 para calcular su Iniciativa. Además, todas las tiradas de acciones defensivas que lleve a cabo durante este primer asalto se verán penalizadas en un -25%, mientras que su contrincante modificará sus acciones de ataque en un +25%, y lo que es peor: no podrá defenderse de ningún ataque que tenga lugar antes de su Iniciativa
Iniciativas:
Tareixa:
Breixo: --> Declara dos acciones o una extendida.
¡MALPARIDA! -digo intentando echar el cuerpo hacia detrás para esquivar la mujer al tiempo que apresto mi espada.
Esquivo y Ataco
Según la mecánica de la Emboscada, no puedes defenderte de un ataque que suceda antes que tus acciones (como es éste caso). Declárame otra cosa ;)
Esquivar tampoco se puede? en ese caso como siempre... :) ataco y ataco.
Daño: 13 (/2 por brazo) (-5 por loriga de malla): 2 puntos de daño.
Daño Breixo: 14 (/2 por brazo) (sin protección): 7 puntos de daño.
La vieja Tareixa mordió el brazo de Breixo cuando se abalanzó hacia él. Éste no hizo sino intentar desarrimarse de la vieja, pero acabó mordiéndole irremediablemente. Parecía tener dientes tan duros como el acero. Pero el señor de Cualedro no se amilanó, y con su montante logró darle severo zarpazo con filo diestro, y logró cortarle el brazo hasta hacerle una cicactriz que no olvidaría en su vida... La vieja emitio un alarido de terror, cogiéndose con su otra mano el brazo herido y aullando cual lobo... Y en ese momento aprovechaste para escapar...
Motivo: Mordisco
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 16 (Exito)
Motivo: Daño 1d6+1d8
Tirada: 1d6
Resultado: 5
Motivo: Daño 1d6+1d8
Tirada: 1d8
Resultado: 8
Motivo: Local
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Motivo: Ataques montante
Tirada: 2d100
Dificultad: 80-
Resultado: 92, 74 (Suma: 166)
Exitos: 1
Motivo: Daño montante
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+2)=11
Motivo: Bonus
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Motivo: Local
Tirada: 1d10
Resultado: 2
Añado un pequeño prólogo y finalizamos.
EPÍLOGO
De tus pasos:
Cuando saliste de la cabaña, montaste enseguida en Kamiño. Temías que aquella vieja volviera tras de tí. Hartos hombres hubiste de enfrentar, y quizá no era menester el hacerse menos ante tal vieja; pero la tipa tenía algo que era tenebroso: su aspecto, su mirada y sus bufidos... Cuando ya estuvistes en los lomos del caballo, antes de espolearlo notaste un atisbo de luz procedente del camino de la sierra por el que habías venido. Notabas en el ambiente, procedente del atisbo un olor a cera extremadamente fuerte...
Por supuesto, no ibas a quedarte allí a a comprobar qué diantres era aquello... Finalmente lograste adentrarte en la aldea de Vila Baixa. La oscura noche dibujaba nubarrones de nuevo y hace caer la lluvia muy intensamente. Las únicas luces visibles eran las que sobresalen de la posada, y te dispusiste a entrar allí y contar los sucedido, para luego descansar. Nada más entrar, notaste el calor de la chimenea y la sorpresa del tabernero, el cual salió de detrás de la barra, te miró con extrañeza t te preguntó qué había pasado, y si habíais encontrado al responsable.
Tras narrarle los hechos en la cueva y el episodio de la Santa Compaña, el tabernero se limitó a quedarse indiferente, agachando su cabeza y tomando aquello como normal, pues sabía de sobra (él y las gentes de aquellas tierras) de su existencia... Sabiendo quién había sido el responsable de las muertes de los lobos y apenados por la pérdida del cazador,El tabernerto te entregó veinte maravedíes y la estancia allí de prestado cuanto tiempo necesitaras...
A la mañana siguiente, cuando saliste de la posada, oíste por boca de algunos vecinos la nueva que había llegado a la aldea de boca de algunos campesinos: la vieja Tareixa había aparecido delante de su en su casa, con el brazo ensangrentado por un corte y tumbada dentro de un círculo dibujado en la tierra. Una gran retahíla de huellas se encontraron junto a su cadáver...
De la vieja Tareixa:
Tareixa era la hija de una meiga bruxa procedente del oeste del reino Gallego, en la meseta de Vimianzo. Ella siguió los mismos pasos que su madre un tiempo, aunque abandonó todo estigma de magia y brujería. Afincada en varios lugares durante su vida, vivió durante muchos años en la una cabaña entre la sierra de la Cova de la Serve y Vila Baixa. Era huraña y solitaria, y las malas lenguas decían que era una bruja (a lo cual era a medias cierto). Por las noches salía a cazar a viajeros solitarios para beber su sangre. Una vez logró ver a la Santa Compaña, y dado su pasado brujeril supo deshacerse de ella sin problema. Por eso conoce la manera de sortearla sin problemas.
Claro que en la noche en que ésta se "tragó" a Camiño, su verdadera víctima no era sino la propia Tareixa (la cual efectivamente sucumbió antes su desbordante mandato cadavérico).
FIN
Un abrazo aquelárrico, ¡hasta pronto!