Partida Rol por web

- Nadie hubiera imaginado lo que sucederia durante la noche despues de atrapar al flautista. -

- La gente corria desesperada, y mas que desesperada, sorprendida, la noche se habia cobrado dos nuevas victimas. -

- El la entrada del pueblo, destrozado por los lobos, aunque nadie lo extrañaria, estaba el Terrateniente Harold, que resulto ser el mentado Confesor. -

- Y en la parroquia llacia sin vida, el cuerpo del Honorable Alcalde de Holiday, el Padre Forrester, que para sorpresa de todos, era un: Hombre Lobo... -

No había podido dormir, simplemente no había podido y a la llegada de la mañana me sentía fatal, ya era conocido por todos que aquella mañana amaneceríamos con un nuevo muerto, cerré los ojos de vuelta, y pensé en Victor, o él o yo seríamos enviados a la muerte, saber que podía morir aquel día no me hacía muy feliz... pero ahí estaba la realidad.

Logré mantener, sin embargo, la calma y mis costumbres de como iba cada mañana siguieron tal cuales eran, tomando una última aspiración abrí la puerta de mi casa, dando una ultima mirada a la misma.

Ojalá no hubiera salido jamás, las personas corrían de un lado a otro,  y entonces escuche, dos victimas... mirándo en derredor pero al mismo tiempo evitando las miradas a mi personas, después de todo era sospechosa, apuré el paso al ayuntamiento, solo para toparme con una cosa.

El terraterniente estaba muerto... el confesor... me apoye en la silla más cercana y luego escuche el nombre del otro... el padre Forrester.

Cerrando los ojos y evitando hacer el más mínimo comentario tome asiento en el ayuntamiento, las cosas simplemente.

Se habían ido de control. 

El alivio que me supone que al final ayer la gente del pueblo se diera cuenta de su propia ceguera y, en lugar de linchar a una inocente fueran capaces de hallar al verdadero culpable tras el intento de controlar al pueblo, no dura demasiado. Durante la noche, los lobos han vuelto a matar. No una sino dos veces. Harold fue encontrado destrozado por los lobos. Y, aunque realmente no fuese santo de mi devoción, no deja de ser una víctima inocente de esas bestias que pululan por la noche.

El que realmente si que produce un choque y sorpresa es descubrir el cadáver del párroco. Pues con la muerte se ha revelado su verdadera naturaleza. Se trata de un hombre lobo. Y nosotros le otorgamos poder eligiéndolo como alcalde. Antes de morir nombró a una sucesora, Margaret. Y, si no fuera porque ayer se demostró su completa inocencia, su elección sería puesta en duda.

Quedamos pocos ya. Pero es difícil saber cuantos lobos se encuentran entre nosotros. Y uno de ellos es una criatura rapaz, un ser sediento de sangre que mata incluso a los suyos, el lobo blanco.

Miro a los escasos supervivientes que se encuentran en la escena. ¿En quién puedo confiar?

- Ahora que la sombra del flautista se ha alejado del pueblo, tenemos que volver a centrarnos en encontrar a los lobos que moran entre nosotros. Victor, como dije ayer, estoy convencida de que eres un hombre lobo. Es más, creo que es posible que seas ese extraño lobo albino. Ayer tuviste que ver con la muerte de Sarah e intentaste distraer la atención hacia Belle, Pruslas y mí. A la vez que varias veces mostraste tu confianza en el padre Forrester. - digo señalando el cadáver del párroco - Así que, sin duda alguno, creo que eres una de esas bestias. - digo volviendo a mirar al chico rubio directamente a los ojos.

Ingreso en el ayuntamiento palida como una hoja de papel. Desde que me levante por la mañana y salí de mi casas y durante todo el camino hacia el edifio las noticias me habían ido llegando de a poco. El padre era un lobo, Harold quien me había salvado y ahora estaba muerto. No lograba entender como es que Harold hubiese descubierto el rol que cumplo en la comunidad aunque tal vez se deba a que sus antepasados vivieron allí muchos antes incluso que mi familia llegase.
Observo alrededor. Victor, Olivia, Belle y Eddy. condenar a cualquiera de ellos erróneamente significaría automáticamente que dos inocentes morirían. La decisión de Frederick era macabra. Había colocado todo el peso del poder sobre la única persona a la que no acusarían. De esa forma era difícil saber de quien sospechar.

- Odio decirlo, pero la decisión esta entre Victor y Belle. - Digo en voz más baja de lo que me hubiese gustado. Saco un grueso y antiguo tomo que tenía en casa y luego de asegurarme de algunos detalles me dirijo al grupo. - Si no me equivoco. Solo queda un lobo entre nosotros. El lobo blanco.

- Mi duda es: Frederick sabía que yo desconfiaba de Victor. ¿Habrá sido lo bastante vengativo como para traicionar a otro lobo? ¿O lo bastante sádico como para que yo acusara a alguien erroneo?

Victor se mostraba terriblemente confundido al ver que el padre Forrester, a quien tanto admiraba, era un hombre lobo. 

Todos estos años pidiéndole consejo, parecía un buen hombre. Si hasta dio los santos sacramentos a Sarah....

No paraba de darle vueltas, estaba terriblemente desolado y confundido.  

- El padre no podía darle la alcaldía a nadie de su calaña pues le pondría en el punto de mira al día siguiente. Pero... ¿por qué dártela a tí, Margaret, a la única de la que no podemos sospechar? Su jugada tenía que estar yendo más allá, jugando con tus sospechas de ayer, es decir mi persona, para provocar la caída de un aldeano y evitar que hoy caiga su compañera, Belle. Pero.... si no quedan más lobos, su compañera sería el lobo albino quien también juega en su contra...

Hizo una parada para pensar - ¿Fue el padre tan estúpido? ¿O al ver que ya era imposible que ganasen los lobos prefirió que al menos ganase alguien de su especie?

Víctor andaba en círculos por la plaza haciendo cuenta mental de las diferentes habilidades que podría tener cada uno de los supervivientes. De repente vio un poco más de luz. 

- Bueno.... hay otra variable que no estamos contemplando... puede que tengamos un lobo más en la aldea aparte del albino. Tened en cuenta que hay casos de gente que se vuelve muy violenta cuando mueren sus ídolos. Belle, ¿admirabas a alguno de los caídos? 

En todo caso, yo voy a mantener mi voto, sea albina, sea una salvaje convertida en lobo en las pasadas noches. Belle debe caer. 

Acomodada en la silla y en completo silencio escuche a los otros hablar, elevando los ojos hasta ver a todos, en realidad entendía muy poco el accionar del padre Forrester, el descubrimiento de que un hombre tan respetado fuese... lo normal habría sido señalar a su compañero culpable, pero había dejado la responsabilidad sobre Margareth, sobre ella.

-Respetaba a Sarah -contesté a la pregunta, con un tono simple, recordando que había sido la primera en quién confiar - todos sabían que confiaba en ella, nunca lo escondí... Victor - tenía el mentón elevado pero luego aparte los ojos de él - también respetaba al padre... - estaba pensativa, ¿otro lobo? Eso serían...  "No puede ser" pensé... - Y por mucho que insistas Victor, no soy yo -terminando de hablar y aparto de él los ojos como si el hecho de verle me inquietará, el día anterior Victor había confiado en el padre, pero... sinceramente, ¿Quién no habría confiado en él?

No era difícil comprender... un respetable miembro de la comunidad, si el lobo albino había estado ayer escuchando las acusaciones... y conocía la identidad del lobo, es decir Forrester, un hombre de confianza en el pueblo, lo único que podía hacer era asesinarle, para evitar que este delatara su identidad, conocedor de su naturaleza macabra. 

-¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!! ¡¡¡LO ERA TODO PARA MI!!!YO LE AMABA!!!* - Eddy Ficio entro rompiendo la puerta del ayuntamiento con una sonora patada, con el cuerpo de Harold en sus brazos y su fiel Lacha detrás.

-¡¡¡PORQUE!!! ¡¡¡ASESINOS!!! -Dejo a su amor en el frio suelo y se hizo un ovillo a su lado, llorando a moco tendido. Su fiel amiga le golpeo un par de veces con el ocio. -Beee... -¡¡¡NO!!!!! -Intento consolarlo sin éxito. -¡¡BeeeeE!!! -¡¡PARA QUE!!! -Le respondió entre moco y moco. *¡ÑACk! Mordió el culo de su amigo humano, algo que lo hizo saltar como un resorte.

-¡AY! Vale ya, ¿No vez que estoy penando? -Se limpio los mocos con la manga, reparando en ese momento en los asesinos de su amado-amado Harold. -TU... ¡Y tu también! -Resuelto pero aun con la cara descompuesta por el trauma, se acerco a Belle y Victor. -Vosotros sois los lobos que faltan, tu eres el albino ese. -Señalo a Victor. -Y tu la ultima de la lobas. Tu fuiste quien acabo con Sarah la otra noche y tu con el cura y el otro lobo en la noche. -Les señalo a ambos con el dedo acusador... -Harold y yo lo descubrimos, ¡Sabíamos de vosotros y por eso lo matasteis! ¡PUES NO VAIS A QUEDAR IMPUNES! -Miro al resto de los inocentes.

-¡Gentes de bien! Esta pareja, que se acusa mutuamente pues se temen entre ellos sabedores de la verdad que se oculta en su propia historia, quiere ganarse la inocencia culpando al otro. ¡PERO NO OS ENGAÑÉIS! Ambos son traidores al pueblo y muy peligrosos. ¡¡Debemos terminar con su reinado de terror y dientes de perro! -¡BEEE! -Secundo, su oveja, las palabras de Eddy, asintiendo efusivamente.

Eddy por su parte, dejo la mueca de oido al contemplar una vez mas el cadáver de su amante barbudo y de la venganza paso a la pena otra vez. No sin antes votar en contra de uno de los dos, por supuesto.

Al oír a Eddy caigo en la cuenta de que tiene razón. Después de todo, el día en que murió Timmi, ninguno de los aldeanos fue atacado. O al menos en apariencia. Eso quiere decir que había un nuevo hombre, o mujer lobo que se sumó a sus filas. Sin importar a quien vote, esta noche morirá alguien. La idea de mandar ante el verdugo a los dos me pasa por la cabeza, pero tiemblo con solo pensarlo. ¿Que debo hacer?
Ligeramente temblorosa señalo a Victor. Sospechaba de el hace ya tiempo, será mejor terminar con todo rápidamente.

- El carcelero se lleva a Victor para su condena. El consejo ha decidido. Atardece y la pena se cumple para que los aldeanos de Holiday verifiquen su error. Han castigado a un inocente. Victor era un "salvaje", un niño salvaje, pero no un lobo. Fallece joven siendo un inocente. QEPD. Y los aldeanos se van a dormir conociendo su error y su destino. El lobo sigue acechando en la oscuridad. -