Partida Rol por web

La llegada de CheweeGum fue un acierto de parte de Marmo Tah y asi quiso hacérselo saber.
-Hasss.-Busco su mirada.-E-legi-do.-Pausa dramática.-Bi en.

- Graciaz maeztro.- le contestó a Tobun, contento de que estuviese de acuerdo.

- Maldito Wookie mercenario!!!!!! Voy a perseguirte en tus pesadillas y no te dejaré dormir. Haré que se te erice el pelo todos los días. Uh, uh uh, uhhhhh!!!!!!

Trato de asustarlo.

Marmo probó a ver si el aparatejo telepático de Cheewee funcionaba también desde el Más Allá.

- Hola compañero. Te he elegido a ti como medium, pero ten cuidado.

De aquí, zólo yo y mi maeztro zabemoz la verdad, azí que no te delatez, por mucho que lo intente Dumdum. Cabe la catastrófica pozibilidaz de que el "jedi" zea resucitado, o zea que mejor que nadie tenga eza información. Ezpero que mi maeztro no decida contar lo que zabe.

Tras una pausa para que el wookie digiriese eso y se preguntase por qué Marmo seguía ayudándole, continuó.

- Mi única opción de victoria era zobrevivir con mi maeztro hazta zer loz últimoz de la baze. Como ahora ezo no ez ya pozible, miz zimpatíaz eztán con miz compañeroz mercenarioz, ez decir, contigo. Zeaz o no el Zith -que cada vez eztoy máz convencido de que lo erez- tienez mi apoyo moral.

Voces salen de otro plano para llegar a mi y, durante un buen rato, me quedo sin habla, sufriendo la perplejidad de experimentar algo que pareciera imposible. Casi creo más posible que los habitantes de mi pelambrera hayan aprendido el lenguaje común y estén gritando tras mis orejas. Pero si la Fuerza es fuerte, esta puede traspasar la muerte, según dijo mi maestro una vez.

Aun sin atreverme a abrir la boca en un aullido ininteligible, pienso para mis adentros, como si así pudiera ser escuchado por aquellas voces: - ¿Qué pasa? ¿Qui... quienes sois? - Luego escucho la inefable voz metálica de Dumdum, acusándome nuevamente de algo horrible. Sujeto mi cabeza mientras la sacudo incrédulo, como para poder sacar esa sensación de mis sesos.

Entonces, finalmente, acabo por comprender lo que sucede, aunque no por ello salgo suficientemente de mi asombro como para poder hacer algo más que quedarme expectante para ver qué pasa.

Pronto oigo la voz de Marmo volviendo a llegar a mí a través del transistor.

- Comprendo, compañero. - Acierto a responder telepáticamente, en la curiosa forma fatigosa en que hago pasar mis mensajes a Marmo, tal como lo hacía antes. - Gracias por tu voto de confianza. Pero te aseguro que no nos equivocamos pensando en que Baxter era el sith. Ahora está absolutamente claro.

- A ezto le queda un telediario, maeztro. Loz mercenarioz no tienen ezcapatoria pozible.- comentó Marmo Tah mientras se atiborraba de pistachos cómodamente sentado en una nube con forma de sofá.

Un grito de otro mundo llega al más allá, des del más acá

- ¡Alabuliéeeeeee!

Lo demás queda todo diluido en una amalgama de colores, ecos de risas y ewoks bailando samba.

A Marmo le gustó el órdago lanzado por Cheewee, pero se temía que iba a ser difícil convencer y movilizar a tanta gente para que cambiase su voto. Con el locuaz Baxter condenado por el artificiero, al caso le quedaba menos que el telediario que había anunciado.

Y era una lástima que la partida misión hubiese durado tan poco. En apenas dos días el fastidioso "jedi" había desbaratado los planes de Vader y la diversión intentona de acabar con los rebeldes llegaba a su fin.

Se zampó otro puñado de pistachos, atento al desenlace final, con la resignación de quien mira los últimos minutos de un partido de fútbol en que su equipo está siendo claramente goleado.