En pocos minutos, con las prisas que Vilma llevaba, alcanzó los terrenos de Hogwarts ante la atenta mirada de muchos estudiantes y se desapareció para reaparecer en casa de sus padres. El señor y la señora Williams estaban en la cocina, con música y cocinando juntos. Iban tan compenetrados como siempre y todo parecía normal.
Al ver a su hija se asustaron un poco. No estaban acostumbrados a las apariciones mágicas.
Señora Williams:- ¡Vilma! ¿Qué tal cielo? No te esperábamos.
Señor Williams:- Pero siempre serás bienvenida, cielo.- y se acercó para darle un beso a su hija en la cabeza, con las manos manchadas de harina.
Miré a todos después de haber dicho que volveríamos con Vilma, pero entrando sin ella. Habíamos prometido a Vilma que ella misma se lo diría a Ashley cuando lo hubiese digerido, y ahora necesitaba hablar con su padre. Posé mi mirada un segundo en Tabatha antes de devolverla al grupo.
- Vilma nos ha pedido que la pongamos al corriente luego. Tiene que hablar con alguien ahora. Asunto personal. - esperaba que no insistiesen mucho, o sino iba a tener que romper la promesa o que dejar a Ashley inconsciente o sorda para poder decirles el porqué la profecía tenía más sentido ahora: Ahsley era hermanastra de Vilma. La verdad era que me sentía cómo una idiota en aquellos momentos. Y cuando me sentía cómo una idiota, hablaba, y era peor. - Bueno, veamos. ¿Por dónde íbais? - no iba a hacer un interrogatorio oficial a Katherine, así que lo mejor era que hablase y ya le haría preguntas dónde creyese conveniente.
Entra de nuevo en la enfermería. Espera que Vilma esté bien y que no haya ninguna locura. Aunque cree que será capaz de manejarlo con sensatez. No tiene mucho más que añadir a lo que ha dicho Emily, así que se dispone a escuchar lo que tengan que contar.
-Bueno... sería mejor que siguiésemos. Cuanto acabemos, antes podremos descansar. Creo que todos lo necesitamos... ha sido un día difícil.
Anima a Katherine con un gesto de la mano a que continúe explicando lo que tienen que saber sobre esa maldita organización.
Y ahí lo tenía; justo delante. Sonreí levemente al ver la tierna escena que siempre me habían mostrado de una pareja enamorada. Suspiré y se me cayó una lágrima. Al fin y al cabo, por mucho que se quieran, eso no implicaba que no pudieran querer a otras personas... Pero ¿Una hija oculta? ¿En serio, papá?
Me quedé tiesa cuando mi madre me habló ¿Debería decírselo ahí en medio? Cuando mi padre vino a darme un beso me dejé, sin inmutarme.
- Papá, tengo que hablar contigo...- Le dije a mi padre. - A solas, lo siento.- Dije mirando a mi madre. - Asuntos de regalos sorpresa para ti ¡Ay, ya lo he dicho! ¡Que bocazas!- Y miré a mi padre con complicidad.
- Les estaba contando por qué estaba yo en esa sala con el dragón y las plantas. Cuando deciden que no eres útil te envían ahí. Nosotros hemos presenciado cómo se llevaban a vecinos de celda, se oía el rugido del dragón y esa persona nunca más volvía. A veces los destruían porque no eran aptos, otras veces como prueba final de comprobación del experimento. Si sobrevivían al dragón durante X tiempo entonces los adherían a su ejército. Y a otros, como a mí, porque averiguamos demasiado. Las plantas provocan alteraciones de la realidad. Eso les viene bien para meterles en la cabeza quién es el enemigo y hacerlos más obedientes, por muy rebeldes que sean a la causa. Por supuesto eso solo a los que sobreviven al dragón.
Isaac:- Pero hemos sobrevivido y ahora podemos contraatacar. Para hacer la poción necesitan de esos dragones. Creo que lo primordial es acabar con ellos, y nosotros sabemos cómo averiguar la ubicación de dichos dragones. Una vez que no puedan crear más soldados, y tras investigar quiénes son los causantes de todo esto, habrá que ir a por ellos. Sin medimagos especializados en eso no podrán crear más poción tampoco. Y finalmente, los altos cargos.- comentó Isaac. Había tenido muchísimo tiempo para planificar aquello. Siempre eran supuestos casi imposibles, pero ahora estaba en libertad.- Somos un buen grupo y bastante variopinto. Confío en que podríamos conseguirlo.
Al principio se extrañó ante la actitud de Vilma. Su hijita había derramado una lágrima y todo. Pero al instante se le escapó la intención de su visita, haciendo que él sonriera. Su Vilma siempre había sido casta, pura e inocente.
- Claro. Nos vamos al salón, mamá.- avisó a su mujer.
Ambos salieron de la cocina y se dirigieron al salón. Una vez sentados en el sofá amarillo chillón, el señor Williams se dirigió a su hija.
- Bien. ¿Qué tienes pensado?
- Papá...- Dije sin rodeos. - No estoy aquí por un regalo para mamá. - Bajé el tono y miré a los lados, por si mi madre estaba escuchando. -Aunque ahora le tendremos que comprar uno... Estoy aquí porque... Dime, ¿tengo una hermana, verdad?
Y le miré con una mirada calmada, intentando no ponerme a llorar y no gritar. Estaba enfada, sí, mucho, pero jamás había gritado a mi padre.
La confesión inicial de Vilma sobre el regalo le pilló por sorpresa, pero eso no fue nada en comparación con lo siguiente. Quedó tan perplejo que, muy recto y con cara de absoluta sorpresa, se echó hacia atrás, sin dejar de mirar a su hija. Tras unos segundos y con una cara algo cómica para la ocasión, llamó a la señora Williams:
- ¡Mamááá...! Creo que deberías venir.
La señora Williams salió de la cocina secándose las manos con un paño y caminó con cierta preocupación ante el llamado de su hijo.
Señora Williams:- ¿Qué ocurre?- miró a uno y a otro sin entender.
Williams:- Creo que Vilma ha averiguado lo de Ashley.
No me lo podía creer: ¡mi madre también lo sabía! Y yo no, ¿por qué yo no? Estaba temblando, no me podía contener. Que mi madre supiera la existencia de Ashley hizo que me calmara un poco a la vez que me enfadara más. ¿Por qué diablos no me lo habían contado?
- ¿Sabéis su nombre? Pensaba que no... Que no os importaba ¿Por qué no me habéis dicho nada? ¡Necesito explicaciones!- Seguía temblando, jamás me había sentido así. - Me hubiera gustado saber que tengo una hermana. ¿Cómo... cómo me lo podéis haber estado ocultando?
Todos seguian hablando y Kegan se mantuvo a la escucha y por fin pudieron escuchar algo de información. Información que Katherine tuvo que repetir porque empezaron con salidas y entradas provocadas por la auror que había llegado sembrando discordia al lugar. Pero al menos ya tenían objetivos, los dragones y los medimagos, si se deshacían de ellos.
- Si todos los dragones son iguales al que nos encontramos Tabatha, Eileen y yo, entonces tenemos un problema. Esos dragones son altamente resistentes a la magia y debido a eso, evitar un bocado de ellos es imposible con el protego, hay que ir preparado para enfrentarse a ellos.
La señora Williams se sentó al otro lado de Vilma, dejando a la joven Williams en medio. Y le sujetó las manos.
Señora Williams:- Cielo, estás temblando...
Le acarició tiernamente las manos, en señal de apoyo y comprensión. El señor Williams no tardó en hablar:
Señor Williams:- No es que te lo hayamos ocultado, Vilma. De hecho nos enteramos hace poco, cuando la madre de Ashley me llamó para pedirnos ayuda. Iba mal de dinero de nuevo y su marido había desaparecido...- hizo una pequeña pausa.- Conocimos a la madre de Ashley por casualidad. La pobre estaba hecha polvo porque su marido no podía tener hijos y ella ansiaba tanto tener una niña... mamá y yo lo hablamos y decidimos ayudarle.- no hacía falta explicar cómo ayudaron, ¿verdad? Ciertamente era algo que avergonzaba un poco.- Pero de esto pasó mucho tiempo y nunca supimos que finalmente solucionamos sus problemas. Hasta hace poco y tú estabas en pleno estrellato de tu carrera. Ni siquiera conocemos personalmente a Ashley aún.
La expresión que había variado a interés volvió a tornarse hermética al aparecer Emily y Tabatha. Su rostro mostraba su tensión, como siempre que se enfadaba, pero no era momento de seguir con aquello. Aunque estaba claro para Eileen que el secretismo con el que ahora habían vuelto constituía una gran ironía o una pequeña venganza.
De modo que en lugar de mirarla, mantuvo la vista fija en Katherine que volvió a resumir la información, prácticamente con las mismas palabras. Seguía teniendo preguntas por hacer pero decidió empezar por la más obvia.
- ¿Qué descubriste?
- Averiguó nombres y cómo debilitarles.- explicó Isaac. La llegada de Emily parecía haber desconcentrado a Eileen, ya que parecía claro que lo que Katherine había averiguado era todo lo dicho anteriormente. ¿Acaso le parecía poco? Ya sabían por dónde continuar, las razones de todo aquello y cómo acabar con el enemigo- Tardaremos un poco en poder ofreceros la ubicación exacta de los objetivos, pero lo conseguiremos. Mañana mismo saldremos de Hogwarts- ya lo habían decidido. Tenían que saber las ubicaciones exactas para no ir dando más palos de ciego- Y regresaremos en cuanto las tengamos. Mientras tanto deberíais aparentar normalidad. Y cuidar de la Ashley.
Beth:- Y de los otros a los que les robaron la sangre. Por si acaso.- puntualizó Beth.
Escuché con atención lo que contaban, sorprendiéndome con lo del dragón. Había querido que Eileen me explicase lo ocurrido al llegar, pero estaba rara y era mejor que descansase un rato. Ahora era obviamente tarde y aquello me pillaba de sopetón. Me sorprendió también que la pareja tuviese tan claro el plan aún habiendo sido prisioneros. O tal vez por ese motivo su plan estaba lleno de venganza y odio, y cosas que no podía permitir.
- Parece que lo tenéis todo muy estudiado, pero hay un pequeño problema: No podemos dedicarnos a matar dragones sin más, y menos aún exterminar una especie. No sólo es completamente ilegal, si no que parece una medida absolutista y en contra de toda ley de la naturaleza. Si necesitan la sangre de esos dragones, los dragones tienen que estar protegidos, no extintos. Es cómo si decidiésemos destruir todas las arañas rojas porque se necesitan para hacer pociones explosivas que pueden usar en atentados. O todos los ejemplares de alguna planta venenosa. Exterminar una especie por miedo a algo es lo que originó la primera guerra mágica en Europa. - Tal vez la comparación parecía exagerada, pero Lord Voldemort había intentado exterminar a los hijos de muggles o los propios muggles básicamente por miedo e ignorancia, y una falsa sensación de superioridad. Exterminar una raza de dragones porque estaban siendo utilizados, era igual de horrible. Miré a Sean. - ¿Conoces a alguien de confianza en el departamento de regulación de criaturas mágicas? Deberíamos poner estos dragones en alguna reserva protegida y vigilada, dónde no puedan usar su sangre. - miré de nuevo a los ex-prisioneros. - El resto del plan parece lógico y el adecuado plan de acción. Precipitado, pero no hay tiempo que perder con esta gente. - y de todos modos no éramos profesores, así que no pintábamos nada en Hogwarts. Me quedé unos segundos mirando a Beth y Ashley tras lo que dijeron sobre proteger a ella y el resto de personas cuya sangre había sido utilizada. - Ashley, creo que deberías descansar. Beth, ¿Tienes alguna poción que la ayude a dormir, sin pesadillas? - o sin teleportaciones, añadí mentalmente. Y que funcione rápido, que así podemos decirle al resto porqué la profecía de Vilma tiene más sentido ahora... Ahora que había confesado Ashley que eran hermanastras, sin saberlo.
- Esos dragones no están en cualquier lado. Ellos los tienen y los están usando.- contra nosotros. Ciertamente, después de lo que habían pasado, el futuro de aquellos dragones tan peligrosos le daba igual. Isaac solo quería deshacerse de una vez de la amenaza. No estaba de acuerdo con Emily en aquel aspecto.- ¿Cómo te llevas un dragón sin que nadie lo vea? ¿Cómo lo escondes para no vuelvan a encontrarlo? Esos dragones son el mal y deben de ser exterminados.
Sean intentó pensar en alguien de confianza fuera de aquellas paredes, y lo cierto es que no lo encontró. No sé fiaba de nadie.
Sean:- No hay nadie del que pueda estar 100% seguro. Además, si confiara en alguien y no tuviera cuidado, podrían descubrirnos.
Ermendrud iba escuchando a todos prestando atención, hasta que se quedó pensativo, dando vueltas al asunto de los dragones. La intervención de Emily lo hizo asentir, pensaba como ella, exterminarlos se le antojaba una solución drástica y que no solventaría los problemas de raíz - creo que Emily tiene razón... es una medida demasiado drástica y no somos quién para decidir si una especie de dragón vive o no... en cualquier caso, por lo que yo sabía, esos dragones se les creía extintos desde hacía mucho... imagino que ellos los tendrían o supieron atraerlos... si localizamos sus bases y les damos golpes ahí donde les duele no tardaran en mostrarse nerviosos y salir a por nosotros; o eso creo
Esta vez lloré, pero de alegría. ¿Cómo podía haber pensado mal de mi padre? ¡Si era un buenazo!
- Papá... No sabes lo que me alegra escuchar esto. Pensaba que habías engañado a mamá.- Miré a mi madre con una tímida sonrisa. - Sois increíbles, de verdad. Los mejores padres que he tenido.- Y les abracé en un mar de lágrimas.
Pero no me podía demorar mucho; mis compañeros de aventuras me esperaban en Hogwarts.
- Me tengo que ir, Ashley es alumna de Hogwarts, como lo fui yo. Está en la enfermería pero nada grave,-mentí, para que no se preocuparan.- ahí la he encontrado. No se lleva muy bien con su padrastro y ha dicho que deseaba que su verdadero padre "Barney. S Williams" le hubiera criado. Por eso he venido hacia aquí inmediatamente. En fin, supongo que esto os hace la cabeza un lío, lo siento. En cuanto tenga tiempo vengo a contaros todos, si queréis con la mismísima Ashley.
¡Una hermana! ¡Tenía una hermana!
Me aparecí en los terrenos del colegio de nuevo para saber lo que me tenían que contar mis compañeros. Y quizás decirle a Ashley que... Bueno, quizás eso más tarde e íntimamente.
-Los dragones no son el problema, el problema es quien los usa para sus fines egoístas y malvados. Seguramente, los dragones son tan prisioneros como los demás.
Matar a los dragones no le parece bien. Entiende que Katherine e Isaac lo hayan pasado mal, pero sus esfuerzos deberían centrarse en los que están detrás de los dragones y no en el instrumento que han usado para poner a prueba el suero ese o acallar a los que saben demasiado.
Haciendo eso, no serán mejores que aquellos a los que intentan detener.
-Debemos encontrar una forma de detenerles sin tener que erradicar toda una especie. Pensad en que si matamos a los suyos, harán todo lo posible para encontrar otros. Eso significaría que cualquier dragón podría ser usado para la creación de esa poción.
Les mira.
-La venganza solo conlleva sufrimiento. A veces, conlleva perderlo todo por el simple afán de conseguir una venganza que te dejará vacío después. Que quede esto bien claro... si hacemos esto, no será por venganza. Lo hacemos para salvar al mundo de una guerra que no podremos ganar si avanzan demasiado. Son nuestras familias, nuestros amigos, conocidos, magos, muggles... ellos son los que están en peligro. Eso es lo que nos debe hacer avanzar. Yo no participo en juegos de venganza.