Partida Rol por web

La profesora te noto temblar estremecida por el olor a estéril libre de gérmenes de la sala... Más aún cuando escuchó murmurar que deseabas que no te pudieran una de esas diabólicas inyecciones que seguro que aquella bruja vestida de blanco ponía a los niños solo por diversión -No no... Tranquila Homu-chan... Nadie te pinchará nada...- te dijo mientras iba te mecía en sus brazos apoyando tu cabeza en su pecho, limpiandote los ojitos llorosos con sus dedos.

Entonces, te puso en la cama, preparada para cambiar el pañal empapado que tenías puesto en cuanto tú le dieras permiso... Pero entonces, con tu decisión de infante con convicción, dijiste de forma clara, mona y concisa: No. La mujer la pudiste ver suspirar levemente... Pero no pareció enfadada, simplemente se sentó a tu lado en la cama, sonriendo levemente mientras te acariciaba la tripita con cariño -De acuerdo... No haré nada hasta que me dejes...- te dijo con voz suave, buscando tranquilizarte mientras decías que querías a tu padre contigo... Lo cual entendia y comprendía.

Echaste un vistazo a la bruja blanca... La cual ni intentaba devolverte la mirada. Estaba centrada leyendo su revista, como si tú ni la profesora existieran... Aunque... Alguna que otra vez, si la podías escuchar... Quejarse -Esto es una enfermería no un centro de caricias...- musitaba para si misma mientras dejaba a un lado la lectura para, con un gel transparente se empezó a lavar las manos, y empezó a limpiar también la mesa con un papel y el mismo gel, ignorandoos completamente.

Yo también se hacerlo, ¿lo sabías?- te dijo la mujer peliverde con una sonrisa sosegada devolviéndote a la situación que tocaba -Mi hermana también tiene niños tan monos como vosotros, y he cambiado más de un pañal... Aunque entiendo que tú padre tiene su forma especial...- te dijo la mujer sin detener sus caricias a tu barriga, buscando ser lo más comprensiva posible -Pero no puedo dejarte así, me da pena... Y seguro que tú tampoco quieres tener mojado el culete...- te fue diciendo la dragona amable -Tu padre te dejó a mí cuidado porque confiará en que puedo cuidar su cosita más valiosa... ¿Puedes confiar tu en mí Homu-chan?- te terminó diciendo la mujer, mirándote con una dulce sonrisa, esperando tu respuesta.

Un poquitín más segura aspiré fuerte para contener los mocos tras la pertinente aclaración, y es que aunque todavía tenía mis dudas, el hecho de que la bwuja se quedara lejos ayudaba en algo. También ayudó aquella atención cálida que la mayor tenía para conmigo, transmitiéndome hasta cierto punto su tranquilidad… casi hasta me sentía bien y todo.

Sin embargo debíamos llegar al asunto del cambio de pañal, polémico por donde se viera ya que pese a la incomodidad y a la picazón estaba lejos de permitir que otra persona que no fueran las antes mencionadas se metieran con mi pañal ¡eso nunca!

Por suerte la dwawiwi pareció entender pronto y eso me devolvió algo de calma, tanto que hasta pude distraerme mirando a donde estaba la bwuja leyendo su libro del mal. Curiosamente no nos veía ¿acaso era incapaz de voltear, esa era su debilidad? Repentinamente dijo algo aunque yo no le entendí, pues habló muy bajito, siendo que por lógica entendí que debía ser un hechizo que seguro estaba recitando en secreto; cuando se movió me estremecí pues creí que iría a por nosotras, aunque por suerte se puso a hacer una rara que se parecía a limpiar, como lo que hacíamos papá y yo a veces, solo que sin agua y sin asustarse porque yo agarrara botellas de colores bonitos… aunque claro, tampoco es que hubiera botellas de esas ahí, para empezar.

Entonces la dwawiwi me habló, recuperando mi atención, solo para decirme algo que me hizo inflar los mofletes; la escuché hablar y todo, incluso sentí sus caricias que en otros momentos me habrían dado cosquillitas, sin embargo al final llegó de nuevo a la polémica pregunta. — Mmm… — por un minuto o varios me quedé pensativa, con el dedo a punto de entrar a la boca de no ser porque la tenía cerrada; de tanto en tanto desviaba los ojotes hacia lo que hacía la bwuja para que no fuera a pensar que estábamos distraídas y así atacarnos.

— Nop — al fin respondí — no quewo tenew mojado el culete — reí porque papá me había dicho que no dijera eso, sino “las pompis”, pero ya que no estaba y que una mayor lo decía, quizás no era tan malo. Lo importante es que aclaré aquello, pues si bien todavía me encontraba algo nerviosa, la incomodidad húmeda comenzaba a mermar mi orgullo y con él la negativa al cambio. — Mmm…  pewo no le digas a mis hewmanitos ¿vale? — pedí después con cara de susto, ya que no estaba segura de si ellos sabían sobre los límites que tenía pero prefería no arriesgarme a comprobarlo.

— Mmm… pewo… mmm… dwawiwi — le dije tomando la mano con que me acariciaba, en teoría bajando la voz aunque seguía siendo perfectamente audible — No quiewo que vea la bwuja — acto seguido con mi manita libre señalé a la mujer blanca, determinada ahora sí a mantener mi postura por el bien de la seguridad de ambas, después de todo obviamente Mika era débil ante la otra, quizás le tenía más miedo que yo.

El GRAN EMPUJÓN DEL CAPITÁN KIDD RESULTÓ SER ULTRA MEGA HIPER SUPER PODEROSO! Lancé a Hozo casi casi por los aires y tiré al conde "wampiro" hacia su tumba "awenoza", y también yo caí en esa trampa, llenándome de awena en todo mi culete. PERO SOY EL CAPITÁN KIDD! A MI NO ME HACE PUPA GRANITOS QUE PICAN PICANCHU! Me volví a levantar, victorioso de aquella contienda, y esperando expectante que el capitán Hozo saliera de su contol mwentá...

Pero no lo hizo. Hozo seguía aun pegado en la armada del conde vampiro, mirándome furioso...¿Acaso no recordaba quien era? -¿Tanto control mental te ha dejado la mente nublada mi antiguo compañero de barco? ¿Tanto que te ha cambiado hasta la piel y como nos ves a los demas?- Solo pude obserbar la furiosa mirada de Hozo mientras el conde lo cogía y se lo llevaba en brazos.

-TE REHCATARÉ HOZO! POMETIDO PÓ LA PAWABLA DEL CAPITÁN KIDD!-

Un contrincante menos... ahora solo quedaba la gran corsaria con una espada gigantesca en su mano, y yo sin armas... mis piratas habían quedado casi derrotados por el ataque sorpresa del vampiro, asi que se retiraron al barco... estaba solo... y las islas Arenosas no se iban a conquistar con esta tipa por en medio. Di un paso hacia atrás esquivando aquel intento de golpe con la espada... aunque me costó, tener arena en las botas habia hecho que me moviera más lento que de costumbre, pero no había tiempo de quitarsela...

 -No! LAZ IZLAZ AWENOZAZ ZON MIAZ! INTRUZO ZERÁZ TU!- Me preparé a atacar... Corriendo hacia ella. -LOZ PIWATAZ NO TEEMÓH MIEDU! WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!-

Hana tomó las manos de las niñas cada una con una mano sacudiendo ambos brazos a la vez torpemente. 

Su rostró se iluminó de ilusión sabiendo que iba a haber siesta, le pareció lógico que el señor verde lo supiera, él también parecía tener mucho sueño. Dio palmitas muy feliz cuando una de las niñas repes le ofreció jugar con ella en sueños.

-Síííííííí jugague contigo.- le respondió sonriente. 

Se le pasó rápido el susto del incidente del niño raro porque esas dos niñas acababan de decir que iban a ser sus amigas. 

-Amigas.- chilló muy contenta. Esto de la guardería se le estaba dando bien, ya tenía un amigo en clase y dos amigas en el parque.- Bieeeeen.

Vio como la niña dormilona se alejaba. ¿Tea se llamaba?¿O tea era la otra? Pensó unos segundos antes de que la niña animada la invitase a columparse. 

-Siiii popumpios si. -asintió subiendose.- No me vas a gana, yo soy la reina de los popumpios y llego super alto.- declaró muy orgullosa de si misma. Lo cierto es que habitualmente era papá quien la empujaba y sabía columpiarse a duras penas, pero eso era algo que ella no sabía del todo. 

Comenzó a moverse hacia delante y atrás consiguiendo mover un poco el columpio.

-Wiiiii .-exclamó.

La mujer de pelo verde no cesó en su empeño de que te encontrases cómoda y tranquila, continuando siempre de acariciarte y de que te olvidases de tus problemas, como la malvada bruja blanca o el problema del pañal mojado, viendo con una sonrisa tus adorables gestos de bebe como podrían ser llevarte el dedo a la boca pensativa. La enfermera seguía ignorándoos completamente, más preocupada en limpiar su lugar de trabajo que en prestaros atención.

Al final, le respondiste que "No"... pero no a que no confiarias en ella, sino que no querías seguir teniendo el culete empapado de aromático té. Tu risa hizo que la mujer también riera, aunque no supiera que hubiera sido cómplice a la hora de decir la palabra prohibida "culete". Entonces, a hiciste prometer que no se lo diría a sus hermanitos... seguramente el capitán pirata y su hermana, a quienes ya había visto muy unidos desde que la clase comenzó. La mayor acercó la mano a la tuya, y con su meñique cogió el tuyo, el cual era pequeñito comparado con el suyo -Promesa de meñique, no se lo diré a nadie- te dijo la profesora, haciendo el gesto de guiñarte el ojo... se notó el gesto por como apretó la ceja; pero con esos ojos tan cerrados era difícil distinguir si lo hacía o no.

Al mencionar a la "bruja"... la profesora instintivamente miró a la enfermera. Y eso que para nada le habías dicho antes que era ella, pero... podía entender que una niña adorable viera a la firme enfermera como una bruja piruja -Hmm... de acuerdo Homu-chan...- te terminó diciendo acariciando tu mejilla, antes de girarse a mirar a la enfemera... -Espero no haya oído lo de bruja... aunque es cierto que impone- pensó la profesora por dentro, levantándose para ir a su lado -Esto... disculpe señorita...- se quedó un poco en blanco... era verdad, la enfermera nunca dijo su nombre -"Doctora. Doctora Rina"- respondió la mujer con seriedad, mirando entonces a la profesora... la cual desde luego se veía intimidada un poco. Pero... pero su alumna tenía un pañal mojado que no podía seguir así -Perdón, doctora... Verá, la pequeña quiere que le cambie en la intimidad... es decir, que no la viese nadie...- fue diciéndole, esperando que entendiera que quería que se fuera sin decirlo directamente. Obviamente... a la enfermera no se le puso buena cara -"Así que quiere que me vaya de mi propia consulta... increíble..."- dijo la enfermera con desgana, dejando las cosas que tenía entre manos, y sacando... lo que parecía ser una varita blanca y alargada, del tamaño de su dedo más largo... Se parecía a esos palitos que tu papa quemaba y chupaba a escondidas para luego echar humo que olía muy mal por la ventana de su cuarto, pero no hecho de papel sino de otra cosa, como plástico -"Cinco minutos"- terminó diciendo, antes de salir de la consulta claramente molesta.

Cuando se fue... la profesora acabó bastante aliviada, volviendo luego hacia ti -Ya esta Homu-chan... ya no hay nadie, ¿empezamos? ¿Quieres que te cante algo mientras?- te terminó preguntando la profesora y ofreciéndose a que estuvieras lo más cómoda posibles.

La galleta que te dio el nene/nena estaba muy rica, crujiente, y olía genial a vainilla y canela, sabor dulce que te llenaba de migas la boquita y la ropa mientras la roías cual ratoncita. Desde luego, la madre de él sabía hacer buenas galletas... habría que pedirle más cuando estuviera más desperezado... aunque viéndole quizás eso nunca sucediera, porque siempre tenía esa cara de dormido.

El chico te escuchó con cara indiferente con respecto al tema del peluche de Nonoko, continuando abrazándolo el con su brazo, explicándole también lo importante que era que la pequeña y adorable chiquilla viese a su compañero cuando volviera de aquel lugar misterioso donde se encontraba -Mietras no este lo quiero yevar yo... cando este tu amiwa te lo doy...- volvió a decir el pequeño sin cambiar mucho su expresión facial ante tus pucheros -Lo cidare bien...- acabó de decir, antes de llegar a la clase.

Entonces, al llegar a la clase... el nene ya se había dormido, lo cual te hizo asustarte... y también asustar a la profesora con ese grito, cayéndosele una de las salchichitas pulpito que tenía en los palillos al escucharte. Daba igual cuantas veces traerle de vuelta al mundo despierto... el chico estaba viajando en primera clase al mundo de los sueños, y no parecía tener intenciones de volver en un rato.

Pero si conseguiste que la mujer se levantase de su mesa y fuera a acercarte a ti -¿Que esta ocurriendo aquí?- preguntó la señora Masuda poniéndose de cuclillas a vuestro lado, así es como recordabas que se llamaba de cuando se presentaron los profesores -Tranquila chica... ¿me puedes decir que os ocurre a los dos? ¿Que te preocupa?- te terminó preguntado con tono amable, a ver que ocurría y porque habían entrado en su clase a interrumpir su desayuno.

¡ES BISCONDE USUS! ¡Y me vengague!- fueron las últimas palabras del conde Yamatosi antes de irse llorando del lugar.

Ahora solo había dos personas en la caja de arena, dos rivales aférrimos, Ying contra Yang, Tigre contra Dragón, perro contra gato, azul y negro contra blanco y dorado... Mika contra Kaoru. La chica se te quedó mirando desafiante -Ben si tienes pallales... intruzo- te dijo, esperando a ver tu movimiento. El cual fue... ¡correr hacia ella como todo un pirata! Pero a la chica... no le hizo falta moverse para dar su golpe maestro, su ataque final, su maniobra completamente ilegal: alzó su espada horizontalmente... y la movió hacia delante cuando estabas cerca... apuntando justo... a los "tesoros más valiosos de un pirata". Fue un golpe suficiente para dolerte muchito... y Mika no parecía arrepentida en lo absoluto de habertelo dado... sabía que con eso, había ganado, acercándose a ti.

Paja...- dijo la chica, sintiéndose victoriosa después de tan golpe bajo, mientras pegaba la espada de madera a tu culete asegurándose de que no te moverías o te daría ahí también... Y entonces, se inclinó, poniéndote el perfil de su cara delante de ti -Dame un bezo akí- te dijo la chica señalándose la mejilla para tu sorpresa, la chica te pidió eso totalmente en serio -En toas las peliz, los hombes pajan a las mujes powedozas con bezos... Paja intruzo, y podrás juga en Mika-wandia...- te terminó diciendo... Ahora todo quedaba de la decisión... ¿el capitán Kidd conseguiría la victoria a cambio de un beso... o buscaría una forma de ganar al estilo pirata?

Cuando le dijiste a la chica repe numero 1 o 2, dependiendo de a quien habías escogido como una, que si jugaría con ella en su sueño, la chica se emocionó mucho y dio pequeño saltitos aplaudiendo  con sus manitas -¡Wiii! Así vamos a jugar mucho mucho muchos amiwis... ¡debemos pensa a que juga!- exclamó contenta... ¿muchos amigos? Parecía que no eras la primera a la que Kia invitaba a jugar en sus sueños... ¿no estaríais muy apretados muchos niños en un solo sueño?

Después del incidente del niño gritón pelirrosa y de que Tea se fuera, empezó la amistosa competición entre tu y Kia sobre quien iba a llegar más alto en el columpio -¿A si? Pues... ¡yo soy la supe-reina de los popumpios! ¡Yo llegaré mas alto!- dijo la niña preparada, sentándose en el columpio, dispuesta a empezar a la vez que tu para no tener ventaja y fuera una competición justa y limpia.

Así es como empezasteis a balancearos sobre los asientos, moviendo los columpios hacia delante y atrás... pero sin duda, se notaba la diferencia de quien sabía balancearse en un columpio y quien no. Ambas hacías "Wiiiii" de forma animada, pero sin duda Kia estaba llegando mucho más lejos que tu... y la chica lo sabía -¡Vamo Hana, así no me vas a ganar!- dijo la chica sonriendo -¡Debes usar las piernas así! ¡Wiiiii!- te dijo, enseñándote como mover las piernas hacia delante y atrás para balancearte más... más que competir parecía animarte.

— O te twagas mil abujas* — conocedora del dicho mencioné mientras sonreía, sellando así la promesa que en teoría debía dejarme más tranquila, pero que en verdad era un obstáculo menos en las condiciones que estaba por imponer. Entonces la profesora hizo algo que solo podría calificar como extraño, pues apretó una ceja como si se le hubiera metido algo en el ojo, pero ni lloró ni se quejó así que no podía ser algo malo ¿cierto? Instintivamente llevé mi manita libre hacia la mejilla del mismo lado y estirando el índice la presioné para intentar hacer el mismo gesto, más no estaba segura si me había salido… en cualquier caso la promesa podía considerarse como hecha.

Ver la posterior interacción entre las adultas solo me confirmó lo que ya pensaba: la dwawiwi al parecer tenía “desventaja de tipo” contra la bwuja, seguro entonces le temía a esta última, que encima tenía un nombre raro… ¿quién se llamaba Wina? Por Odín…

No conforme con lo anterior, la mujer blanca hasta sacó su varita, la cual tenía una forma sospechosa que yo recordaba de mi casa, algo como un mawcadon** pero que por alguna razón papá mordía… ¡y no me dejaba morder a mí! (aunque a sus mawcadones tampoco) cuya prohibición llegaba a tal extremo que ni siquiera los usaba cuando yo estaba cerca, fingiendo que hacía otra cosa toda vez que lo encontraba con uno. Pero el horrible olor siempre lo delataba.

Independientemente de la tensa escena, con la bwuja saliendo  de allí ya podía estar yo mucho más tranquila, incluso más animada, dispuesta de buena manera a que ocurriera el polémico cambio de pañal ya que la dwawiwi consiguió la ansiada privacidad. Según se acercaba yo la seguí con la mirada y le dediqué una sonrisa.

— ¡Si! La canción del pewiwi — dicha melodía era una canción que a veces me cantaba papá, por alguna razón siempre con letra diferente salvo por la mentada palabra que de alguna forma se las arreglaba para meter, pero claro, seguro la sensei sabía eso y por eso me estaba ofreciendo aquello, así que dicho eso esperé sentada con las piernas separadas y las manos apoyadas sobre la superficie para no detenerme, un truco que aprendí luego de estampar mi cara varias veces en el piso, solo que ahora el pañal lleno afectaba un poco mi equilibrio.

Independientemente de la respuesta ajena, eché los brazos hacia ella cuando estuvo lo suficientemente cerca, dejando que me acomodara al menos hasta que yo misma me retorcí cual gusanillo con tal de también buscar mi propia comodidad.

El tiempo se ralentizó. Podía ver en cámara lenta como me abalanzaba sobre la mujer con espada gigante... Si podía acortar la distancia, podía sacarle la gran espada de la mano y tener una mejor distancia de combate.

Pero fué más rápido de lo que pensaba... y casi me partió en dos... dando con la parte roma del espadon entre mis piernas...

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUH!-

Caí lentamente mientras mi cara se acercaba más y más a la arena... ví la vida pasar delante de mis ojos...o loz pocoz anioz que tenía: mi primera papilla, conquistanto el monte "Aumario", ayudando a mami a cortar pinia, mirando como papi hacia pum pum en la pantalla rara, protegiendo a Azuchi de los juguetes "mahuvaos"... Papi, Mami, Azu, Homu... he fallado a conquistar las islas Awenozaz... per...perdonadme...

*PAM* La cara y la boca se llenó de mas arena, ademas que mi ropita y mis pañales... me picaba todo... y no, NO ME GUSTABA NADA! PERO EL CAPITAN KIDD NO PUEDE QUEJARSE DE ESO! Aun me seguía doliendo el cuerpecito, aunque menos... que ataque me hizo la nena del Pwalo? Era un ataque poderoso, tanto que mis ojitos empezaron a sacar aguita... mojando la arena de abajo... PERO NO PODIA RENDIRME....NO!

La nena del pwalo se dispuso a cobrar el puago... y no era un pavo, era.... un.... un beso? pero...NO! LOS PIWATAZ NO DAN BESOS A LAS CHICAS! cuando mami me da un beso es azquerozo! PUAJ! Además...Riku, el vecino de casa, me dijo que los besos de chicas dan... CHICANFERMEDAD! Y UN PIRATA NO PUEDE CONTRAER ESO! SEGURO QUE DESPUES ME CRECE EL PELO Y ME PICA TODO Y... Y...Y...BEBERE TE DE TACITAS! NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

-Laz...*snif*....IZLA....IZLAZ AWENOZAZ ZON MÍAZZ... BWAAAAAAAAAAAAAAAH! No dawé un be....un be...PUAJ! Me dawáz nenanfemedáh! NO QUIERO NENANFENMEDÁ!-  Aun con los ojos llorosos y usando esa obertura que se acercó, la tiré de las piernas y empujé su palo... -ZI IO CAIGO TU CAEZ COMIGO! BWAAAAAAAAAAH!- Si yo tenia arena ella tambien tendrá... CONQUISTARÉ LAS IZLAZ CUESTE LO QUE CUESTE!

Encogiendome un poco y juntando mis manitas al escuchar al chico/a hablar del peluche, tuve que ceder un poco - B-bueno... e-está bien p-pedo t-ten cuidado con el - Le dije esperando que no lo babeara, pues conociendole capaz era. Puesto así cuanto más miraba y no encontraba a Nonoko me iba poniendo más y más preocupada, sobre todo al cambiar de zona y cuando quien me ayudaba se volvió a quedar frito.

Nadie podría haber evitado que gritara, y es que empezaba a pensar que nunca volvería a ver a mis hermanitos al estar en un lugar que ni reconocía. - Vaaaaaaaaaaaaaaa, despiedtaaaaaaaaaaaaaa - seguía intentando despertarlo/a entre lagrimas. Hasta que al fin vino una adulta nueva, la cual me asustó con su primera pregunta - Yo... El, o ella... Nonoko... Conejito... - pero no podía decir nada coherente pues estaba muy nerviosa

Al menos hasta que aquella adulta logró intentar calmarme. Intenté pues parar mis lagrimas aunque no pudiera deshacer mi cara de puchero. - E-es que... me he peddido e-en el patio y... u-una amiga d-de m-mi clase s-se cayó y s-su c-conejito voló hasta l-la meta. - dije señalando al peluche abrazado por el/la durmiente - P-Pedo como no la e-encontdaba m-me quiso ayudad, p-pedo n-no la encuentdo y e-este n-no es el lugad de la pdofa pelo lechuga. Y q-quiedo v-volved a ved a mis hedmanitos. - y sin poder más volvía  llorar sin poder evitarlo

¡Agua, agua, agua! El agua es cómo... Cómo esas cosas que gustan mucho ¿Sabes? Y a mí es que me gusta cómo infinito y más, por eso chapotear está entre mis más favoritos de la vida.- ¿¡UN MAGOOO!? ¿Qué es un mago?.... Porque claro, yo sé que nuestra profesora bonita es una Dragona de los colores, que le gustan los tesoros, que huele cómo muy rico... No tanto cómo mamá... Y que es preciosa tanto cómo... -Extendí mis brazitos todo cuanto pude a la par que hacía una cara raruna.- ¡¡ASÍ!! Y eso que yo lo sé.... Es mucho mucho, sí sí...-Porque yo soy muy lista que lo dice la abuela. Y si la abuela lo dice, que es cómo una mamá pero más arrugadita... No se puede equivocar ni un poquitito.

Mientras yo daba a la lengua, que es algo que a mi bueno.... Cómo que me gusta, porque es muy diver y si no hablo exploto tal que ¡Puff! Recordé algo súper, mega, hiper importante ¡¡DÓNDE ESTABA DON CASCABEL!! De manera exagerada me llevé las manos mojadas a la cara y abrí los ojos grande grande.- ¡¡Aibá caramba...!! ¡¡He perdido a Don Cascabel!! Seguro ahora está llorando sólo en una esquina, tirado en el suelo pensando que lo he abandonado por siempre jamás... -Hice un poco de drama y exageré mis movimientos cómo buena infante que soy. Solté todo el aire y hice un pucherito, pero no lloré, no no no, basta de llorar, que yo no lloro... Bueno sólo a veces, pero poquito ¿Eh?.- Veamos....¿Las ambulancias también ayudan a buscar peluches de felpa? Porque si buscas igual que curas pupitas, seguro será geniaaaaaaal -Mis ojitos hicieron chibiritas de ilusión

Muchos amigos...repitió Hanna en su cabeza con cara de ilusión. Estaba deseando llegar a casa y contarle a su hermana que había hecho muchos amigos y que había estado con ellos en un sueño. 

-Pues yo soy eso, pedo infinito.- dijo Hanna con tono muy convencida de acabar de ganar una cruenta batalla por el título. 

Su cara de ganadora se fue deshaciendo al percatarse de que su nueva amiga se columpiaba mucho mejor que ella. Se enfurruñó un poco y comenzó a agitar sus piernecitas tratando de imitar los movimientos de Kia sin demasiado éxito. 

-Ya lo intento- respondió con el ceño fruncido. Seguía pataleando hasta que en un momento movió las dos piernas a la vez y el columpio se impulsó un poco más. -Lo he hecho ¿lo has visto?- miró hacia la otra niña muy feliz, olvidandose totalmente de que pretendía ganarla.- Me ha salido. Me estoy popupiando- exclamó.

Se concentró mucho y poco a poco consiguió entender el movimiento e imitarla hasta llegar a su altura.

-Wiiiiiii, sííí -se sentía la reina del mundo, o al menos del patio.