Partida Rol por web

Básicamente no se que habia que hacer después del "sí", asi que seguí a Azu y a Homuchi. Estaba super super emocionado de este lugar, es muy pero que muyyy grande! Tenia muchas ganas de salir de esa linea donde al parecer seguiamos a la pelo Verdura (puaj! las verduras!) y marcharme a explorar y retomar lo que me pertenece! como esos columpios que vi en el patio... La cosa es que no podía salir de mi linea por dos razones: la primera es que Azu y Homuchi Se pondrían tristes y me olbigaráin volver, Y ESO NO ES JUSTO! Aparte, quien las protegería si les pasaba algo? Esa pelo verde seguro que no! Y también tenia a algo agarrado a mi bata que no me permitía moverme tanto como quería... Estaba atrapado! asi que lo unico que podia hacer era mirar a mi alrededor mientras pensaba como escaparme de alli para ver todas las "Islas Himawari".

Aunque la clase no era tan chuli como todo lo de fuera, tenía muchos objetos! la profe nos había llevado a la camara del tesoro? La profe dijo algo de presentarnos y cada uno se presentó. Azu y Homuchi hablaron primero, luego una niña que le gustaban los... pewitos? y luego sentí que ya no estaba atrapado, pero me sorprendió (NO ASUSTÓ, KIDD NO SE ASUSTA!) que una vocecilla hablara detrás de mi, hablaba muuucho! Asi que era esa cosa que me habia atrapado todo el tiempo... UN CONEJO!

¿Qué ha dicho ahora la profe "Guazabi" que homuchi y azu han contestado?... AH SI! Me subí en una de las sillas que habia repartidas enla clase, con una mano agarrando el sombrero y la otra elevándola como si tuviera una espada -ZOY EL CAPITAN KIDD! Y ZOY EL MEJOR PIRATA DE... DE TODOZ! y que me guzta... la pinya! la pinya me guzta mucho... y... y LOZ TEZOROZ!... -  Me lancé de la silla al suelo sin hacerme daño, haciendo una sentadilla cada vez que caía, era muy divertido! En casa cuando un "tesoro" está fuera de mi alcance intento escalar todo, Un pirata no ha de tener miedo a las alturas! No hay que tener miedo a hacerse pupa!

Arrastré la silla en la que me había subido para ponerla en otra mesa donde habrían dos sillas más. -Yo no me zeparo de Azu y ni Homuchi! *Hmph* - Si Homuchi me habia escogido a mi también entonces yo tambien hago "pareja" con mi hermanita y con ella!

La profesora se encontraba feliz de ver como sus alumnos alucinaban un poco con su bonita clase... a ella también le gustó mucho cuando la vio. Era un aula preciosa para crear recuerdos igual de preciosos junto con sus nuevos y preciosos pequeñines haciendo preciosas actividades juntas... en su cabeza mentolada todo era muy precioso y maravilloso, como el dibujo de dudosa profesionalidad de la pizarra.

Escuchó con cara dulce las adorables presentaciones de sus chiquitines, estando al borde del... -Awww- nada de borde, lo soltó encantada cuando vio que Nonoko se presentaba usando a su bonito conejito de peluche y diciendo que nació de un repollo enorme... con una cara de "Todo lo que tu quieras amorcito". Después de las presentaciones, escuchó las peticiones de algunos pocos, más de dos personas, de ser "parejas" de mesa, a lo cual la profesora rio por lo dulce que era que los pequeñines estuvieran tan unidos... pero antes de nada, empezó a hablar con el pequeñín de pelo naranja amarillo que no habló ni dijo nada -Tu pequeñín... Subaru, ¿no?- le preguntó con una sonrisa dulce en el rostro diciendo su nombre -¿No te quieres presentar pequeñín? ¿Te da cosita? Tranquilo... aquí estas entre amigos y amigas, por favor, habla sin problemas- terminó diciendo con las manos entrecruzadas frente a su pecho y sin parar de sonreír... sois tan monos, ¿como alguien no podría estar sonriendo todo el rato?

Entonces, si que paso al trío calavera que no quería separarse nunca jamás de los jamases -Awww... sois adorables pequeñines...- fue lo que dijo la mujer como entradilla a empezar a hablar -Pero no podéis ser los tres pareja... una pareja son solo dos personas chiquitines...- os intentó explicar con dulzura y con delicadeza -Pero eso no significa que os tengáis que separaros... las mesas estan muy juntitas, ¿no lo veis? Además, así quizas podáis hacer más amigos todavía... ¿no os gustan los amigos?- preguntó, antes de levantarse del suelo, sacudiéndose un poco el pantalón -Vamos chicos, si cada uno elige ya a su pareja, ¡antes podremos elegir nuestro nombre! Y si queréis, ¡lo haremos dibujando! ¿Os gusta dibujar?

Todos los niños se presentaron poco a poco, siendo que atendi mucho más a la niña que iba tras mi hermanito, con cierto recelo, ya que hacía mucho que mi hermanito no hacía de escudo para mi, y sobre todo porque tenía un conejito que hablaba por ella. Miré a Agi - Agi no habla con nadie más que conmigo... Pero Agi es especial. Agi es mi más mejor amigo que me protege de todo - Pensaba mientras le acariciaba con la mejilla. Entonces escuché a Homuchan e hice lo mismo con ella - Yo también te quiedo - Y al ver que mi hermanito tampoco se quedaba atrás queriendo estar conmigo de pareja y también con Homuchan, le agarré la manita con fuerza.

Al menos has ta que la profesora mencionó lo que no quería oir. Kaoru, Homuchan y yo debiamos estar separado, ya que las parejas eran de dos y nosotros no eramos dos - ¿Que? - pregunté triste y con los ojos cristalinos - Pedo nosotdos somos dos... M-mide - Señalé a Kaoru - Uno - Señalé a Homuchan - Siete - señalé a Agi - cuatdo - Y me señalé a mi - Dos. ¿Ve? N-no quiedo sepadadme de Homuchan, pedo tampoco de niichan. Y mucho menos de Agi - estaba a punto de romper a llorar cuando entonces la profesora empezó a explicar que no ibamos a estar tan separados

Las mesas estaban muy juntas, y también las sillas. Con los ojos nublados miré a todo el lugar de nuevo y luego miré a Humchan y a Kaoru, viendo también a la niña repollo - ¿Que hacemos? - Pregunté con ojos llorosos

Escuché toditititas las presentaciones aunque me enfoqué en ver bien cómo eran los otros, yendo más allá de la primera impresión especialmente con la jovenzuela que de Kaowuki emergió como si siempre hubiera estado ahí ¿será que yo no la había notado antes de llegar a Himawawi o recién se le quedó pegada? ¿de verdad había salido de una lechuga?

Llena de esas y otras interrogantes de similar aire, observé a la redondita de forma bastante curiosa, mordiendo suavecito mi propio dedo pues a falta de Woso eso me ayudaría a pensar; aunque Azuchi se puso celosa yo podía entender que la niña pollo se quisiera proteger tras el Capi porque era pequeñititia como...como un bebé, si, eso, pero aún así me sorprendió un poco porque ya tenía un wonejo también, no tan mono y mowdible como Agi pero a cambio...¿hablaba? y con la voz como ella...

— Wooo — en verdad quería tocarlo y preguntarle si quería ser mi amigo, o amigo de Woso, pero Woso no vino así que quedaba solamente la primera opción, sin embargo la voz de la señoa que volvía a hablar me llamó la atención y para mal.

— P-pe-pe-pewo... — en conjunto con Azuchi le intenté "razonar" cómo ella estaba mal, pues éramos dos: Kaowuki y su hewmanita, osea, yo no estaba contándome porque yo era yo ¿no iba así la cosa? nerviosa apreté la manita de Azuchi tan fuerte como la mía, igual de pequeña y gordita, podía hacerlo, luego con los ojos busqué la valentía del Capi, ese que podía saltar desde muuuuy alto sin romperse (como me dijo papá que me pasaría si hacía lo mismo), sin embargo la gwandota y verdosa explicó que no estaríamos taaaan lejos, que podríamos hacer más amiguines y que...dibujaríamos.

Dibujar estaba bien: yo lo hacía siempre en casa cuando ayudaba a papá, y papá decía que era awte, también cuando estaba en casa de los Wawaisa, quizás...quizás hasta podría ser divertido hacerlo aquí también. Con los ojos hechos caldo, eso si, miré a la señoa y levanté mi mano antes de hablar (siempre era importante hacerlo, o eso me recomendó papá) — ¿Y si estamos todos juntos somos twes? — le pregunté, aunque más bien le hablaba a Azuchi (la genio numérica), y a Kaowuki (el hacedor de planes), también a la niña pollo que estaba próxima, y hasta a Hana (que no parecía ser una banana como la hermana de la anterior) y al más calladito...¿Subawu? 

Lo que dije lo hice con la esperanza de que la señoa supiera contar mejor, ya que de hecho tenía su punto: a ese lugar íbamos para hacer amigos, entre otras cosas, y yo ya tenía hewmanitos pero también quería mord... conocer a los otros.

Parándome de puntitas hice "patpat" en la cabeza de Azuchi para intentar que no se soltara a llorar, que sus lágrimas eran contagiosas...

Subaru había estado distraído contemplando la clase y buscando libros que poder hojear, cuando la profesora del pelo verde se dirigió a él. ¡Se le había pasado presentarse con tantas emociones!

—¡Ah! ¡Ah, sí...! —dijo azorado—. Subaru... sí. Y... me gustan... me gustan los libros. Y mi camión... pero, me lo he dejado en casa...

No dijo nada más, pero se dio cuenta de que algunos de sus compañeros tenían problemas con lo de las parejas. A él eso le daba un poco más igual. Total... no había nadie con quien le interesara especialmente estar, porque no conocía a ninguno de los demás niños. Al pensar en eso, se sintió un poco solo y echó de menos su casa, a Akari, a papá, a mamá...

Antes de darse cuenta, estaba haciendo pucheros otra vez y notando ese nudo feo en la garganta. Se esforzó por no llorar... pero era difícil. A lo mejor le sentaban con alguien malo... o a lo mejor con alguien bueno, como decía mamá, y se hacían amigos. Pero tendría que esperar para saberlo.

Solo escuchar a la profe "Guazabi" que no podíamos estar juntos y mi mente decidió omitir todo lo que venía detrás, enfadándome con rabia contenida hacia ella, o al menos eso quería creer, a los ojos de un adulto no era más que un berrinche de un niño pequeño. -N-N-No.... !NO EZ JUZTO, NO EZ JUZTO!- Grité a los 4 vientos, eran 4? Que más da, lo que importaba es que ni Azu ni Homuchi ni yo podíamos estar juntos.

-Esto es grave Capitán, podríamos estar en peligro si nos separamos de los barcos de la Capitana Azu y Homura-

-Lo sé Jenkins, cualquier cosa podría pasarles a Azu y Homuchi. Desde tiburones hasta que se caigan de la proa... Y yo soy el único que puedo protegerles aquí ahora mismo! No me fío de esa tal "profesora". ¡Seguro que és un espía oficial de la marina que ha venido a arrestarnos! -

Apreté fuertemente la mano de Azu, no me daba cuenta si la estaba haciendo daño, pero era un símbolo de que no nos separaríamos JAMÁS DE LOS JAMASES JAMASIENSES!  Asi que ante el lloro de Azu y la confusión de Homuchi decidí actuar -Yo zé que uno y-y uno y uno daaan.... UNOUNOUNO! azi que nunca zon máz de doz! Azi que profe eztáz equivocada! No zomos una pareja de doz!..... ezpera....-  Era así? No estaba tan seguro de eso, pero...

Entonces escuché la palabra dibujar y.... hm.....

-Podríamos hacer un mapa de la zona capitán! Asi podremos guiarnos mejor por todos estos territorios desconocidos!-

-Uhm... Bueno... Puedo coger papel y eza coza que pinta?.... P-por favor?-

Hana asintió exageradamente pero aún con un mohín de pena cuando la profesora preguntó si les gustaba dibujar. Luego miró a su alrededor, sin estar muy segura de qué debía hacer a continuación... ¿elegir pareja? ¿quién y cómo?

Vio que el chico que se había dejado el camión en casa estaba haciendo pucheros. El pobre debía estar triste por eso y por no estar con su mamá, ella también estaba triste... También echaba de menos a Miyako y a su familia...

Hana se contagió de la tristeza de Subaru y comenzó a hacer esfuerzos tan evidentes como los de él para no ponerse a llorar.

Sin más, trotó hacia él y le abrazó torpísimamente.

-Poeshito, no llores. ¿Queres ser mi pareja? -le preguntó en un susurro, casi llorando ella.

Apreté a Don Cascabel contra mi cuerpecito, juntando después mi naricilla contra su cabeza. La seño intentaba explicarnos que teníamos que estar en parejas, pero la verdad creo que ninguno entendíamos muy bien cómo funcionaba, sobretodo el niño que gritaba tanto y las dos nenas. Mientras los miraba en silencio, llevé mi dedo pulgar a la boca empezando a chuparlo con cierta fuerza a causa de la ansiedad que me estaba causando la situación creada por mis compañeros. Y es que... Yo no estoy acostumbrada a los gritos, ni mucho menos a estar en grupos grandes. Mientras desgastaba mi pulgarcito apreté el mismo brazo para no perder a mi peluchito, ya sólo me faltaría eso.

¡Anda! ¡Las flores que había cogido para la profesora! Las miré con los ojos muy pero que muy abiertos y las sacudí un poco para ver si volvían a estar bonitas, pero no, ellas estaban muy chuchurrias... ¿Las había estropeado? No pude evitar mirarlas con tristeza, con infinita tristeza. Aprovechando que nadie me prestaba atención, las dejé sobre una de las mesas, tras eso me agaché y con la rapidez de un bichillo asustado, gatee por el aula en silencio. Mi manita sujetaba el brazo de cascabel, arrastrándolo por tooodo el suelo.

Sin hacer nada, nadita, pero que nada de ruidito... Me escondí debajo de una mesa y detrás de las cajas. Era un huequito chiquitillo, pero yo entraba muy bien y encima ¡había hueco para Cascabelito! Me encogí un poco y abrazando de nuevo a Cascabel empecé a chupar una vez más el dedo. Me sentía un poco mal, mi tripita estaba inquieta y aunque yo lo controlaba como una niña grande, porque yo soy una niña pero que muy muy grande, tenía muchas muchas muchisisisisisimas ganas de llorar y llamar a mamá. Y es que... Y es que.... Y es que...

Empecé con un pequeño puchero, queria irme a casa, no quería quedarme allí. No conocía a nadie... Y todos habían hecho grupos, menos yo, pero... Yo tenía a Cascabel y eso me hacía muy feliz, pero yo no quería estar sola. Sin darme cuenta estaba llorando mientras chupaba mi dedo y escondía mi rostro en cascabel. No hacía ruido, aunque de vez en cuando tenía que sorver mis moquitos. La situación de las protestas, el estar sola, el que mis flores se hubieran marchitado... ¡No, no, nooo! Apreté mis labios, yo no quería llorar más, yo era una nena grande... ¡Pero....!

¿E-eh?- fue lo que dijo la profesora, con la cara algo torcida y sorprendida, abriendo levemente los ojos, los cuales pudísteis ver que eran de color castaño casi caramelo... y es que la escena que se estaba formando delante de ella con sus niños era para ella muy fuerte. ¡TODOS TENÍAN LAGRIMONES! Todos estaban llorando por múltiples motivos: camiones olvidados, separar a la pandilla, matemáticas de fiabilidad cuestionable, flores marchitas y pequeños escondites... de todo un poco, y todo a la vez -Por favor chicos... no empecéis a llorar todos a la vez... que... snif... que a mi se me contagia muy fácil...- dijo la mujer, sorbiendo un poco los mocos... Era increíble para alguien de su edad, pero esa mujer también estaba empezando a tener los ojos llorosos de estar viendoos a todos tan tristes.

A-a... a ver... esperad un momento que intentaré solucionar esto- dijo la profesora, intentando calmar a los tres chicos que no querían separarse... al ser los más numerosos y por tanto los más prioritarios... calmar a uno calmaría a los tres. Con cierto nervio, pero decidida a calmar a los pequeños, cogió las mesas de su alrededor, cogiendo también las sillas, y las fue poniendo alrededor de los niños. También aprovechó para también ponerles colores y folios de papel para que pudieran pintar -Mirad niños... vamos a hacer lo siguiente... ¿vale?- empezó a explicar, mientras iba cogiendo de la manita a los pequeños, intentando calmar a los que cogía.

Uno a uno, abrazando a los que necesitaran abrazos para calmarse, fue sentando a los pequeños cada uno en un sitio. Al poner las mesas tan juntitas, básicamente os podíais ver cada uno muy cerca, aunque estuviérais separados: Subaru con Hana, Nonoko con Kaoru, y Azuki con Homura. Cuando fue con Nonoko, cogió la flor semimarchita que a la niña tanta penita le daba haber apretado tanto -Tranquila pequeña... luego le intentaremos devolver su aspecto bonito...- le dijo a la pequeña intentando calmarla con su sonrisa amable. Una vez todos sentados, ella se puso en medio de las sillas -¿Os gusta como estáis? ¿Estáis contentos pequeñines? Por favor, decidme que estáis contentos... no quiero lloros en mi clase, solo quiero que lo pasemos muy bien- terminó pidiendo vuestra opinión con nervios... se notaba que la profesora quería poner todo su esfuerzo en que os sintiéseis cómodos.

Poco a poco el caos comenzó a reinar, siendo que no solo el trío compuesto por mis hermanitos y yo se estaba yendo un poco por la tangente, sino la totalidad del grupo. Bien dicen que el llanto es contagioso, por lo que pronto los ojos de todos estaban mojados o a punto de, las narices fluyendo, las boquitas en forma de puchero; yo mismita casi me rindo de contener el llanto cuando oí que el niño que no era Kaowuki se había dejado el camión, lo que me recordó a la falta de Woso en mi vida, luego una vez más cuando la niña poyo o que había salido de un poyo de pronto resultó estar lejos; comencé a extrañar más a papá, a Woso y...y...

...Y nada, lechugona sensei habló, con la voz como bajita, y con su explicación llena de palabras dulces como bollos (sin pasas) llamó al menos mi atención, no sabría si la de los otros; por si eso no fuera suficiente nos fue abrazando uno por uno, dándome un sentimiento al tocar mi turno que me pareció extraño...¿porqué era tan suave en el pecho? es decir, papá se sentía más...voluminoso, pero duro como algo que no fuera una almohada, sin embargo con la sensei verde noté cierta...¿nostalgia? o algo así, teniendo que morder su cabello para no ceder al llanto (y de paso para ver a qué sabía...y sabía chwamú* amargo) lo importante es que también nos llevó a sentar, poniéndonos cerquita...

— ¿No ibamos a estaw lejos? — dije y luego levanté la mano para pedir la palabra, aunque insegura de si era el orden correcto; vi a Azuchi frente a mi, luego al Cap a mi lado, la niña de la twenza junto a mi amiga y no mucho más allá el niño del camión y a la niña poyo, solo entonces entendí — cweo que todos somos dos — por lo que le dije bajitito a Azuchi, explicándole, al tiempo que dibujaba a Woso sobre el papel, acompañado de la que intentaba hacer que fuera la señoa pero que terminó siendo un wiwi** porque estaba muy redondo... 

El abrazo de Hana asustó al principio a Subaru. Era la primera vez que le abrazaba alguien que no fuera de su familia, y además alguien tan pequeño como él. Se quedó un poco trabado, sin saber qué hacer... pero luego notó que el nudo de su garganta se aflojaba un poco. Hana parecía a punto de llorar como él, su abrazo era suave y además olía muy bien. No parecía ser mala, quizá fuera buena cosa que les sentasen juntos...

Cuando Hana le preguntó si quería ser su pareja, Subaru quiso decir que sí, pero sólo le salió un asentimiento leve. Menos mal que luego la profesora puso orden y las mesas quedaron colocadas muy cerca unas de otras, hasta que todos tuvieron su sitio. Estaban tan cerca que era como si estuviesen todos juntos. Subaru se sintió un poco mejor, y logró centrar su atención en los folios y los colores que la profesora había preparado.

—Yo estoy contento —dijo cuando la profesora preguntó aquello—. Creo...

Se limpió los ojos con la manga. Ya no salían lágrimas.

Al final todo lo aclaró la señorita pelo-lechuga. Me pilló a mi de espaldas cuando dijo que iba a solucionarlo y casi llora, de hecho me dió un poquito de pena que una adulta estuviera a punto de llorar. Cuando empezó a solucionarlo y me agarró mi sorpresa fue muy grande pues noté que me levantaba del suelo, y luego vino aquel abrazo... Olía muy parecido a mama, sobre todo cuando mama me achuchaba... Mama me decía que este es el olor del cariño y el amor que desprendía una persona... Aunque donde mi madre olía como a cerezas, ella olía a fresas.

Me dejé llevar y contuve mi llanto todo lo que pude aunque algunas lagrimas ya se me hubieran escapado, agarrandome ambas manos cuando me sentó, junto con Agi, y viendo aquel papel para dibujar y los colores.

No estuve segura de coger nada hasta que no vi poco a poco, como colocandonos la profesora en distintas sillas, estabamos todos juntos. De nuevo me sorprendí, ahora sin necesidad de aguantar el llanto y medio sonriendo - Si. Todos somos dos. Niichan no está lejos, eso me hace estad alegde. - Cogí entonces los colores para ir dibujando poco a poco lo que veía, haciendo en el dibujo solo con colores, un circulo hecho por cada uno de nosotros que estabamos allí sentados, y en medio a la profesora.

No estaba seguro de lo que pasó después de lo que dije, pero el conejo que hablaba desapareció, y todos estaban llorando o a punto... eso era más contagioso que las... que las.... QUE LAS VERDURAS! No me fijaba entonces, pero parecia que lloraba en mi cara... PERO UN PIRATA NO LLORA!! NI EL CAPITAN KIDD!!

 -ES IMPOSIBLE CAPITÁN, CON ESTA TORMENTA ES IMPOSIBLE MAPEAR Y TAMPOCO PARA SEGUIR EXPLORANDO!-

Esto era muy grave... estábamos perdidos en una tormenta gigantesca, donde no podíamos hacer nada. Mi barco, el de la capitana Azu y la Capitana Homu estábamos juntos, pero hubo otros 3 barcos situados en diferentes partes también sufriendo esta tormenta de mil demonios.

Un barco pequeño que teníamos detrás desapareció de repente, y los otros dos estaban juntos pero no los podía ver bien con este temporal.

-Esto es grave....-

Fue entonces que un barco gigantesco apareció de la nada... Era más grande que el mío... con la vela de color verde brillante y un casco que parecía cortar la tormenta como si fuera un cuchillo caliente contra un trozo de mantequilla.

Nos indicó que le siguieramos, y de repente la marejada paró...
 

 La profe nos sentó como si fuera una cosa redonda con pinchos y asi solucionó el dilemaque teníamos entre nosotros... Aunque aun no entendía muy bien que había hecho, pero asi al parecer no estaríamos separados... y podíamos vernos todos!

Cogí el "mapa", un lápiz y salté segundos después de que me pusiera la profe en la silla para empezar a dibujar TOODA LA "ISLA GUARIDA" , donde la usaremos para planear tooooodo lo que tenia pensado.

Cuando la profesora les llamó la atención y comenzó a reorganizar las mesas, la curiosidad de Hana se despertó y la amenaza de lágrimas desapareció tan pronto como vino.

-¡Ohhh! ¡Todos somos dos! -repitió, coreando a Azuki. Sonrió un momento a Subaru pero luego le olvidó al ver como la profesora les preparaba lápices y folios.

Algunos de los peques ya tomaron posiciones. El chico pirata en especial parecía muy dedicado a su dibujo de... de...

-¿Qué é eso? -le preguntó mientras se acercaba a él, mirando el dibujo con cara de puzzle. Notó que la chica repollo debía sentarse con él, pero no estaba. Hana miró alrededor y no la veía.

Salió trotando hacia la profesora y le estiró de la ropa con cara alarmada.

-Ehh... ehh... -no recordaba el nombre de la profesora peliverde, así que pasó a la información- ¡Sa perdío! -dijo levantando sus manitas hacia su cara- ¡La nena épollo sa perdío! -repitió mientras la buscaba con la mirada.

Cuando Homura le pegó aquel bocado para nada sabroso ni con sabor a menta en uno de los mechones de pelo de la profesora, esta obviamente se sorprendió... pero al ver que eso la relajaba, la dejó un poco mientras la acariciaba la cabeza -Je... eso no se come pequeña... seguro que esta muy malo- le dijo con voz contenta y tranquila antes de dejarla en su sitio.

La mujer estaba increíblemente contenta de escuchar a sus niños decir que estaban contentos con los sitios y con su solución, dibujando con alegría, ya luego les daría los "deberes"... ¡se sentía como si su primera misión importante como profesora de infantil primeriza hubiera sido todo un éxito!

Al menos se sentía así hasta que Hana tiró de la pernera de su pantalón... haciendo que su cara se pusiera pálida con la noticia.

¡Sa perdío! ¡La nena épollo sa perdío!

Entonces miró hacia el sitio donde debería sentarse la pequeña Nonoko. Y era verdad... ¡la peque no estaba! -¡Ay Buda! ¡¿Donde está mi chiqui?!- exclamó sorprendida y asustada. Dirigió la mirada hacia la puerta corredera de la clase... la cual estaba abierta lo suficiente para que esa pequeñaja se pudiera haber marchado -¡Debo ir a buscarla!- dijo saliendo del círculo de mesas para ir a la salida. Aunque claro... ¡tampoco debía de dejar así solos a sus otros chiquipeques! Los miró desde la puerta... intentando serenarse para no alertar a los pequeñines -Cof cof... perdonad chiquitines. Voy a salir un momento para buscar a la pequeña Nonoko. Mientras este fuera, quiero que cojáis uno de los folios, y me pintéis la fruta por que queréis que sea el nombre de nuestra clase. La fruta que más dibujéis será la elegida, ¿vale? Portaos bien- dijo intentando volver a estar alegre... aunque ante esa ultima frase, se la volvió a ver algo preocupada -Por favor, portaos bien- volvió a decir, antes de dejar la clase y cerrar la puerta.

Subaru se preguntó a dónde podía haber ido la niña de la coleta. Él no se hubiera atrevido a separarse del resto, solo la idea de verse solo le daba ganas de llorar y... no, no iba a empezar otra vez.

Cogió el primer lápiz de color que encontró. Era amarillo, así que pensó inmediatamente en un plátano. Sí, esa era una buena fruta. "Clase del plátano". No estaba mal. Agarró el lapicero lo mejor que pudo y se puso a dibujar la fruta alargada.

Las voces de Azuchi y la niña de la twenza haciendo eco a lo dicho por mi me animaron bastante, ya que entonces tenía confirmación. Terminé de dibujar a Woso y al wiwi adelantándome temporalmente a lo que diría luego la maestra (¿cómo pasó eso?) pero entonces noté que Kaowuki dibujaba también. De cerca-lejitos como estaba parecía un mapa, seguramente el lugar de algún tesoro, pero luego me distraje al ponerme de pie para ver mejor y notar que el niño del camión dibujaba algo amarillo y largo.

Concentrada en el arte de mis companewitos no me di bien cuenta de que la señoa se iba, ni tampoco me fijé en qué momento la niña poyo salió, sin duda era muy rápida y sigilosa, pero es que era muy pequeña también ¿estaría bien por si sola? a mi me daba miedo despertarme y que papá siguiera roncando...

Por alguna razón recordé que debíamos dibujar una fwuta, pero ya que tenía yo hecho a mi wiwi y a Woso me limité a alzar mi dibujo para que lo pudieran ver los que quisieran — Este es Woso y este otwo es wiwi — expliqué — debía sew la señoa pewo no, es wiwi — eso era importante dejarlo bien claro; acto seguido caminé a donde Azuchi y la abracé — ¿qué haces? — también tenía ganas de morderla pero no...debía aguantar; con ello en mente, luego de que me respondiera me aleje de ella y comencé a tocar y a pwobaw* todo lo que se veía chachi, desde los colores hasta los juguetes, los muebles... ¿los otros creerían que me los quería comer si intentaba pwobawlos? Bueno, de Kaowuki sabía que reaccionaba distinto a Azuchi, a veces dando miedito...

Al final correr en el salón hasta era diver y todo...

Estaba enfocada dibujando y dibujando sin parar y sin saber lo que ocurría a mi alrededor, concentrada solo en ello. Al menos hasta que la niña de las trenzas gritó sobre la otra niña y me hizo levantar la cara del papel - ¿Que ocudde? - Pregunté mirando a todos lados sin entender más que la profesora estaba yendose de la clase.

Ahí fue cuando nos dijo que hicieramos un dibujo de la fruta que queriamos que representara a nuestra clase - ¿Una fduta? - La señorita se fue diciendonos que nos portaramos bien y entonces yo miré a Homuchan y  la espalda de mi hermano - Una fduta... ¿Que fduta? - me preguntaba a mi misma pensando cual sería mejor. Entonces mi hermanita de otro padre enseñó su dibujo. Y luego vi de lejos el de mi hermano.

-Niichan, una fdruta no un mapa - solo sabía dibujar mapas del tesoro. - Luego dibujademos el mapa desde lo alto del badco. - Había que regañarle un poco, mama no estaba ahí para hacerlo así que me tocaba a mi.

Al final centré mi mirada en otro papel en blanco dejando el anterior a medio dibujar y agarré colores verdes, negro y rojos, y empecé a dibujar y dibujar sin parar. Este dibujo era más sencillo y no me llevó tanto terminarlo

Para cuando acabé Homuchan me asutó poniendose a mi lado, y con un sonrojo tapé mi dibujo - N-nada... U-na sandía... M-me gustan las sandías, y me hace gdacia como papa las abde en la playa

Dibujé la primera isla en mi mapa, la "ISLA GUARIDA" donde seguramente la usemos  como base de operaciones para conquistar este nuevo territorio, llamadas ISLAS HIMAWARI.

Detalladamente fuí por toda la isla intentando averiguar los puntos interesantes de esta, y era pequeña, pero tenía demasiado tesoro incalculable: aquel coche de carreras recién sacado del envoltorio, los grandes bloques apilables que permitían crear figuras de inimaginable valor... Era un buen lugar para establecer un campamento.

Una de las nuevas capitanas se acercó a preguntar lo que hacía. Se llamaba Hana, y lo que más destacaba de esta eran sus trenzas negras como el frío carbón.

-Eztoy haciendo un mapa de laz Izlaz, ¿Que no lo vez? - Le contesté rapidamente, había que seguir haciendo más mapa!

Lo que no me fijé es que la profesora Guazabi se había ido a buscar al conejo parlante, asi que tampoco me enteré de lo que dijo, pero Azu me dijo que dibujara una fruta.

-Una fruta? LAZ PINIAZ!- Cogí otro papel y rápidamente dibujé lo mejor que pude una piña.

Una vez hecho el cuadro, salí corriendo de mis aposentos y me dirigí al puerto principal, pero al parecer había sido cerrado por la desaparición de otro barco, uno de los que vimos en la tormenta.

-Ostras! y ahora como salgo?-

-Podríamos usar el puerto oculto capitán. Está alto, pero se puede llegar escalando....-

-¡Pues escalando lo haremos! ¡Hay que seguir explorando estas islas! Como cuando descubrimos el archipiélago "Aumario"-

(...)

Gracias a la ayuda de rocas y de equipo, pude llegar arriba del puerto sin problemas. Era fácil cuando tenias experiencia escalando.

-Vamoz! hay que zeguir viendo todo ezto! - Me dirigía sobretodo a Homu y a Azuchi, ofreciendoles una mano para que vinieran conmigo. Pero antes tenía que ver si esta "puerta" estaba abierta también...

Hana miró con sorpresa la reacción de la profesora y se quedó muy quietecita un momento, mirando a la puerta, cuando ésta se marchó.

En cuanto los demás comenzaron a gritar nombres de frutas, pareció reaccionar y trotó hacia la silla libre en la mesa de Subaru.

-¡Futas! -exclamó animadamente, pero con cara muy seria y concentrada, mientras recogía uno de los lápices de cera de color rojo y comenzaba a hacer una especie de patata de color rojo. Luego agregó un rabito verde y observó su resultado... y dibujó un montón más de formas amorfas rojas con rabitos verdes, pues la profesora había dicho que la fruta más dibujada sería elegida... ¡Así que ella la dibujaría un montón de veces!